Las profecías sobre la huída de un Papa

 

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¿Es este el caso?

Benedicto XVI dejó su pontificado y para muchos esto es un hecho profético, del cual pueden encontrarse referencias en las profecías católicas de los últimos tiempos. Aquí presentamos algunas de ellas.

La abrupta partida de Benedicto XVI y las implicaciones de su abdicación son inquietantes, así como la crisis de la Iglesia en torno a la homosexualidad, que la persigue desde afuera y desde adentro.

Y aunque hay que tomar la palabra del Papa Emérito de que él simplemente no tenía fuerzas para llevar adelante su pontificado, sin embargo, se pone de manifiesto lo profético.

HASTA DONDE PUEDE SER PROFÉTICA LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI

¿Se puede interpretar lo suyo como la “huida”, que tantas supuestas profecías – de místicos, santos y papas incluso – han proclamado de un pontífice huyendo de Roma?

Uno quizás no pueda describir su retiro como eso, no en este momento y no con la información a la mano, aunque hay que recordar las palabras inquietantes que el mismo Benedicto dijo en el comienzo mismo de su ministerio:

“Oren por mí, para que no huya por miedo a los lobos”.

 Y Benedicto XVI ha demostrado ser parco y preciso con las palabras siempre.

Más recientemente – el Miércoles de Ceniza, pocos días después de anunciar su abdicación – él habló de “el individualismo y rivalidad” y las divisiones de las cuales dijo “desfiguraron” el rostro de la Iglesia.

Así, en un ambiente inquieto y cuando todavía suena el eco del trueno; muchos son aquellos cuyos ojos vuelven a la profecía, que es rica en la historia de la Iglesia.

Según destaca un cineasta mariano de Inglaterra, John Bird:

“Al enterarme de la noticia preocupante e inquietante de la renuncia del Papa Benedicto XVI, experimenté una sentida sensación de aprensión por el futuro inmediato de la Iglesia, cuando el brazo y la Justicia de Dios golpea al líder de su pueblo, entonces toda la Iglesia estará sujeta a la prueba final, que debe preceder al próximo Reinado Eucarístico de Jesús:

‘¡Despierta, espada, contra mi pastor, y contra el hombre de mi compañía!, oráculo de Yahveh Sebaot. ¡Hiere al pastor, que se dispersen las ovejas, y yo tornaré mi mano contra los pequeños!” (Zacarías 13:7)’”.

HAY LUGAR PARA LO POSITIVO

Otros podrían centrarse en las posibilidades positivas de un nuevo Pontífice dinámico, mariano,  para este mundo  apocalíptico y confuso. Es emocionante contemplar el cónclave (y orar por la decisión).

¿El Papa escuchó a Dios, a la Virgen María? Él aludió a la escucha de una voz. Y ciertamente ha ocurrido con anteriores pontífices. Pío XII se dice que tuvo una visión de Jesús al lado de su cama en un momento crítico de su pontificado, cuando temía morir (aunque se prolongó durante varios años más). Algunos afirman que la Virgen envió un profeta para asesorar a Pablo VI para permanecer en el trono.

¿Qué pasa con las profecías que habría sólo tres papas después de Juan XXIII? ¿Son todas ellas para descartar? ¿No esperamos al “Gran Papa” de otras predicciones (o hemos visto ya a uno)?

Nunca hay que despreciar la profecía, aunque siempre tratarla con cuidado. Pero es alarmante como muchos sacerdotes se empeñan constantemente de tirar abajo y desmerecer cualquiera profecía que aparezca.

Vamos a ir más allá de Malaquías. Ver un compendio de profecías católicas sobre el gran castigo y los tiempos finales aquí.

ALGUNAS PROFECÍAS CATÓLICAS

En 1340, un vidente señalado presuntamente como John of the Cleft Rock(1340) dijo:

“Hacia el fin del mundo, el Papa con los cardenales tendrán que huir de Roma en circunstancias difíciles a un lugar donde serán desconocidos. Morirá de una muerte cruel en este destierro. Los sufrimientos de la Iglesia serán mucho mayores que en cualquier época anterior de la historia. “

El Papa Pío IX (muerto en 1878), fue quien dijo:

“La Iglesia sufrirá en gran manera. Sus siervos y su líder serán burlados, azotados, y martirizados”. (¿Eso se refiere a la opresión comunista?)

Hubo otro Pío, Pío X (que murió en 1915):

“Vi a uno de mis sucesores huir por su nombre sobre los cadáveres de sus hermanos, él huirá a un lugar por un tiempo corto, donde no se lo conoce, pero  va a morir de una muerte cruel”.

También estuvo Jacinta de Fátima (muerta en 1920), quien

“vio al Santo Padre en una casa muy grande que estaba de rodillas delante de una mesa sosteniendo su rostro entre sus manos y él estaba llorando Afuera había mucha gente; algunos tiraban piedras, otros estaban maldiciéndolo, le decían muchas palabras feas”.

La Hermana Marie Chambon (muerta 1907) tuvo la siguiente visión:

“El triunfo de la Iglesia será apresurada por la devoción a las cinco llagas y la Preciosa Sangre de Jesucristo.”

Estuvo la Venerable María de Agreda (1665):

“En los últimos tiempos el Señor extenderá el nombre de su madre, María mediadora de la salvación, y por su intercesión será concluida. Antes de la Segunda Venida de Cristo, María debe, más que nunca, brillar en misericordia, poder y gracia a fin de llevar a los no creyentes a la fe católica. Los poderes de María en los últimos tiempos sobre los demonios van a ser muy detacados”.

Estuvo Werdin d’Otrante (siglo XIII), quien dijo que una gran pontífice precedería a la anti-cristo. O, volviendo a John of the Cleft Rock:

“Dios levantará un Papa santo sobre el cual los ángeles se regocijarán Iluminado por Dios, este hombre va a reconstruir casi todo el mundo a través de su santidad y conducir a todos a la verdadera fe”.

Estuvo Santa Brígida de Suecia (1873):

“Cuando la fiesta de San Marcos, caiga en la Pascua, la fiesta de San Antonio el día de Pentecostés, y la de San Juan en Corpus Christi, todo el mundo gritará: ‘¡Ay’”.

Estuvo Elizabeth Canori-Mora (1825):

“Dios empleará a los poderes del infierno para el exterminio de estas personas impías y heréticas que desean derrocar a la Iglesia y destruir sus propios cimientos. Estos hombres presuntuosos en su malvada impiedad creen que pueden derrocar a Dios de su trono; pero el Señor lo despreciará estos artificios, y a través de un efecto de su mano poderosa castigará a los impíos blasfemos, dando permiso a los espíritus infernales para salir del infierno. Innumerables legiones de demonios invadirán la tierra, y ejecutarán la orden de la Justicia Divina, causando terribles calamidades. Después de este castigo terrible yo vi los cielos abiertos y que bajaba de San Pedro de nuevo a la tierra; él fue investido con ropas pontificales, y rodeado de un gran número de ángeles, que fueron cantando himnos en su honor, y lo proclamaron como soberano de la tierra”. Para nuestro discernimiento.

Y el tercer secreto de Fátima revelado por el Secretario de Estado del Vaticano en el año 2000, que sin embargo es considerado que está incompleto para los fatimistas:

“Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un Obispo vestido de Blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.

Y así se puede seguir con este tipo de profecías.

NO SÓLO ESTE MOMENTO HA SIDO MALO

Ha habido sin duda grandes crisis. Ha habido Papas que fueron detenidos, encarcelados, incluso, papas que de hecho tuvieron que huir, ha habido Papas que estuvieron inmersos en un escándalo sexual, un tiempo en que las orgías presuntamente ocurrían en el Palacio de Letrán, cuando los fondos de la Iglesia se gastaban en los burdeles, cuando los pontífices hacían la guerra o nombraban emperadores.

En un momento durante la Edad Media hubo una ausencia de setenta años del pontificado de Roma, seguido por el desastre del Gran Cisma de cuarenta años, cuando dos y finalmente tres papas lucharon por el control. Hubo momentos en que uno podía pagar dinero para convertirse en cardenal y cuando las rectorías eran el lugar de concubinato. Pasaron los problemas de Basilea y Constanza – que conducen a los concilios de la reforma.

Tiempos tumultuosos, inquietantes. Pero también energizantes como el de ahora. De los que siempre la Iglesia salió fortalecida.

Una llamada a las armas. Una llamada a la santidad, a la oración, una llamada a nosotros durante la Cuaresma, el tiempo adecuado para ello.

Fuentes: Spirit Daily, Signos de estos Tiempos