Este año el Domingo 14 coincide con la celebración de la exaltación de la Santa Cruz a la que la Liturgia de preferencia.
Jesús lo dijo: “Cuanto sea levantado en alto atraeré a todos hacia mí”.
Y a Nicodemo le dice: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna”.
Mi Fundador escribía:
“Procure permanecer escondido en las llagas santísimas de Jesús, que será enriquecido de todo bien y de toda verdadera luz, para volar hacia la perfección según su estado”. (San Pablo de la Cruz L. l, 558)
Más que explicaciones te ofrezco con camino para que vivas y te metas en ese misterio de la Cruz:
Esta meditación puedes comenzarla poniendo primero paz en tu espíritu, reconociendo humildemente tu pobreza espiritual, y la poca fidelidad que tienes a las exigencias del amor de Dios.
Pon tus ojos y los ojos de tu corazón en el Crucificado. Y contempla todas las llagas de su cuerpo entregado y maltratado colgado de la Cruz.
Anda repasando con tu mirada cada una de sus heridas, hazlo despacio identificándote con cada una de ellas.
Repasa luego las cinco llagas: las de sus manos y las de sus pies y la llaga del Costado.
Contempla cada llaga, como si cada una tuviese un letrero: amor. Así ama Dios.
Y después quédate mirando la gran llaga, la del Costado, por la que puedes meterte hasta el corazón mismo de Jesús.
– métete en esa llaga abierta hasta el fondo.
– siente dentro el calor del corazón de Jesús.
– siéntete amado por Él.
– siéntete acogido por Él.
– siente la seguridad de ese refugio amoroso del Corazón de Dios.
Vive ahí dentro como si fuese tu propia casa.
Siéntete a gusto ahí dentro.
Contempla también a Jesús, llagado hoy en tantos hermanos nuestros.
Intenta tocar a ese Jesús pobre que tantas veces se cruza en tu camino.
Es el momento de sentirse bañado por la sangre que mana del Costado de Jesús
sentir que de ahí dentro nació la Iglesia
bebe a gusto en la fuente misma de la Iglesia.
reaviva tu fe en la Iglesia.
siéntete tú mismo Iglesia.
Es también el momento de meter en las llagas de Jesús a los enfermos, a los ancianos, a los que sufren soledad, a los que viven pidiendo limosna y sienten el rechazo de la sociedad.
Haz la prueba de ir metiendo en la llaga del Costado a cada una de las personas necesitadas, pobres, enfermas…
Vivencia para el día, repite con frecuencia:
Señor:
Cuando me sienta solo, en tus llagas, escóndeme.
Cuando esté triste, en tus llagas, escóndeme.
Cuando esté sufriendo, en tus llagas, escóndeme.
Cuando me sienta incomprendido, en tus llagas, escóndeme.
Cuando sienta que te he ofendido, en tus llagas, escóndeme.
Cuando sienta miedo de acercarme a Ti, en tus llagas, escóndeme.
Señor:
Cuando mis hermanos sientan la desesperanza, en tus llagas, escóndelos.
Cuando mis hermanos sientan la frialdad de los demás, en tus llagas, escóndelos.
Cuando mis hermanos sientan la dureza de la pobreza, en tus llagas, escóndelos.
Cuando mis hermanos sientan la inseguridad del futuro, en tus llagas, escóndelos.
Cuando mis hermanos sientan la injusticia social, en tus llagas, escóndelos.
Clemente Sobrado C. P.
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