Estoy preocupado. No paran de llegarme noticias del acoso del islamismo radical en Oriente Medio. Esta vez en Irán. La semana pasada arrestaron a tres cristianos cuyo único delito es practicar nuestra fe. ¿La excusa? La de siempre, la castrista: "peligro para la seguridad nacional?
¿Qué podemos hacer? Los medios internacionales apenas dan voz al drama de la persecución de los cristianos. Pero sólo en el primer semestre del año 411 iraníes fueron ajusticiados por razón de su fe.
El Consejo Supremo de la Revolución Cultural Islámica de Irán han declarado que los occidentales (cristianos) "son un montón de animales”. Los ayatolás consideran que los cristianos son "enfermos metales” y 'recetan' su tratamiento: la muerte
¡Ya está bien! Tenemos que parar esta masacre. La comunidad internacional no puede seguir mirando para otro lado. Escribe a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y exígeles que garanticen la libertad religiosa
Supuestamente el nuevo presidente iraní era más moderado y respetuoso con las minorías religiosas. Desgraciadamente no ha sido así. Mira cómo lo resume el Christian Telegraph:
"El presidente Rouhani vendió en su campaña electoral 'la prudencia de la esperanza' pero lo que practica en su gobierno es 'amenaza y terror' contra los cristianos”
El que se mueve no sale en la foto. Todavía conservan el delito de 'islamofobia' que aplican sin contemplaciones con pena de muerte. Inaceptable.
¿Y la comunidad islámica, qué hace? El Islam tampoco puede mirar para otro lado mientras se produce la blasfemia de matar en nombre de Alá. Está en juego su propia credibilidad. La Liga Árabe debe de hablar, censurar, desmarcarse de comportamientos claramente antirreligiosos.
Díselo ahora a los responsables de la Liga Arabe.
cada minuto cuenta, cada día importa. Cada segundo que pasa sin que hagamos nada es sinónimo de más injusticia, más asesinatos, más ajusticiamientos, más encarcelaciones, más persecución. ¡Debemos movernos ya!
El Papa Francisco también está preocupado, como es lógico. Ha pedido a los obispos y patriarcas de Oriente Medio que permanezcan en el Vaticano cuando acabe el sínodo de la Familia para afrontar la persecución a los cristianos. Te iré contando.
De momento, te pido que te sumes a esta campaña que hemos lanzado en todo el mundo.
Gracias, ANTONIO, por defender la libertad religiosa, por solidarizarte con nuestros hermanos que sufren persecución.
Un fuerte abrazo,
Luis Losada Pescador y todo el equipo de CitizenGO
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