Canal: STARR
Aquí estoy Padre Amado, habla que tu sierva escucha.
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Si hija mía.
Padre estaba preocupada por el mensaje que yo se tienes para
nosotros y no estaba bien. ¿Tú lo sabes verdad?
-
Sientes dolores de parto, hija mía, toda la creación nace a través de ti, cada
dolor debe ser contrarrestado con el amor, pues la fuerza de vuestro amor, la
que liberáis cuando os amáis, tiene el poder del universo. El de renovar todas
las cosas, mitigando el dolor. Sepan pues de ahora en adelante mucho dolor
sentirás dentro de ti, pues eres la madre, CON DOLOR PARIRAS, recuerden esas
palabras que fueron pronunciadas, cuando os dijeron que concebirían al germen
del amor, seáis uno solo con ellos con el germen del amor y antes de que
vosotros, aún antes del momento señalado, nacerán de ti una a una, las nuevas
herramientas, con las que forjaréis el nuevo mundo, la nueva civilización del
amor.
-
Tus dolores son los dolores de quien da a luz, mitiguen pues el dolor con el
amor.
Padre me preocupa el mensaje.
Si
te preocupa el mensaje, hija mía, simplemente comunícalo, no te preocupes por
el tiempo que lleve expresarlo, el mensaje llegará a quien debe llegar, y hará
su obra. Cada mensaje que os doy habla por si solo, es claro en su contenido y
es claro en sus palabras, pues así debe ser para que sea comprendido
cabalmente, ante todo recordad siempre lo que los hermanos y Yo vuestro Padre
os hemos enseñado.
No
es importante lo bien que vosotros recibís el mensaje, sino lo bien que
vosotros lo enviéis, y para ello no necesitáis tener nada escrito pues lo que
ha de ser transmitido, ha sido escrito en vuestras almas, y al pronunciar las
palabras, el mensaje hablará por vuestros labios con la voz de Dios.
Dime Padre cuanto tiempo y que cosas aún debemos aprender.
-
Muchas palabras hija mía.
¿Dices muchas palabras?
-
Que no necesitas pronunciar, del tiempo ya os he hablado, y en cuanto a que más
debéis aprender, no es cuanto debéis aprender, sino lo que debéis enseñar, pues
enseñarán aquello que deban aprender. Enseñar es la menor manera en el que el
hombre aprende, tampoco es necesario alcanzar el nivel más alto en vuestra
sabiduría, para dar a conocer la sabiduría, pues la misma, vive dentro de
vosotros, sois la misma sabiduría, sois Yo mismo.
Solo sed auténticos, sinceros, simples y
humildes, lo demás os vendrá por añadidura.
Padre perdona a veces me siento culpable pues no alcanzo a escribir
todo lo que siento que tu me dices, estoy limitada en mi humanidad.
-
Hija mía ten cuidado, la culpa y el temor son vuestros únicos enemigos, los
únicos enemigos de la humanidad entera y vuestra. La culpa no te permitirá ser
lo que estas llamada a ser.
Padre acaso ¿la culpa no es aquello que nos dice que lo que hemos
hecho está mal hecho o esta hecho a medias?
-
Estás hablando de conciencia, no de culpa, te diré una sola cosa, y es
importante que la grabes bien en tu interior, la culpa es veneno, veneno que
mata tu interior, que corroe tus raíces, y ahueca tu espíritu, no crecerás a
través de la culpa, sino que simplemente te secarás por dentro y morirás, y creeme
que eso es lo que busca ahora en este instante el enemigo.
Cuanto se alegraría, cuanto se
regodearía de placer al verte marchitar y morir. Ten cuidado hija mía. Nunca
sientas culpa de nada, simplemente tu conciencia, la voz de tu interior, que es
Mi voz, será tu guía y nada más.
Repito una vez más a ti y a mi guerrero,
tened mucho cuidado con el temor y la culpa son vuestros únicos enemigos. El
amor en cambio y la conciencia son vuestros amigos, no confundáis uno con otro
pues mientras uno os matará, el otro os dará vida.
Padre no comprendo entonces ¿No debo sentir culpa de nada?
-
Nunca jamás hija mía, únicamente no te permitiría amarte a ti misma y eso mata
cualquier posibilidad de que puedas amar a otros.
¿Y el temor Padre?
- Se precavida, pero nunca temerosa, pues el
temor hija mía sabes que paraliza, inmoviliza, tu conciencia en cambio te
movilizará, y vosotros debéis movilizaros, no estar paralizados para nada, de
vuestro accionar depende el nuevo reino.
Padre en catequesis enseñamos el temor de Dios cuando hablamos de
los dones.
-
Si ya se y así os va.
Cuantos hijos míos hay que están
paralizados por el temor a Dios. Ridículo, temor a su Padre, de donde habéis
sacado eso, si solamente cuando dejáis de temerme es posible para vosotros
crear cualquier clase de relación amorosa con vuestro Padre. Benditos sean los
que no me temen, pues ellos verán a Dios, no enseñes hija el temor a Dios,
enseña el amor a vuestro Dios, enseña el amor a vuestros prójimos, a los
próximos a vosotros, enseña el respeto a vuestro Padre, como Yo os respeto,
pero no dejes que ni un solo niño me tema, eso me causa un profundo dolor.
Sí Padre así lo haré.
Allí
tenéis una enseñanza que aprender, ambos la tenéis, habéis sido llamados a
desinstalar de vosotros muchas de las enseñanzas que vuestros maestros os han
dado y que están mal, mal enseñadas.
Yo vuestro Padre, el alfa y la omega, el
principio y el fin. Alejaos de lo que otros os han dicho sobre Mí, debéis ser
lo suficientemente valientes para osar entrar en vuestra experiencia de Dios, y
no debéis sentir culpa alguna de eso, cuando vuestra propia experiencia, vi lo
que sabíais y lo que los demás os han dicho sobre Dios, no debéis sentir culpa,
sino regocijaos pues estáis descubriendo la verdad absoluta sobre vuestro
Padre.
Gracias Padre por lo que me das, lo que nos das a mi esposo y a mí.
Acabas
de hacer la oración correcta hija mía, pues cuando dais las gracias por
anticipado por algo que se os dará, estáis orando correctamente, toda oración
ha de seer de gratitud, y no de súplica, pues todo lo tenéis, solo debéis ser
conscientes de que no tenéis carencia alguna, sino que lo que deseáis, ya lo
tenéis.
No comprendo Padre.
-
Hija mía, si vosotros sois Yo mismo, ¿piensas que Yo necesito algo? ¿O todo lo
tengo?
Padre todo lo tienes.
-
Pues entonces cuál es vuestra carencia, si sois Yo mismo, por lo tanto aquello
que necesitáis, no existe, como una necesidad en sí misma, pues tal necesidad
no existe, la tenéis ya, solo debéis dar gracias por lo que tenéis, de manera
de poder encontrarla dentro vuestro. Por eso no podéis dar felicidad, si antes
no la reconocéis como una realidad dentro de vosotros. Vosotros podréis
transmitir alegría, felicidad, amor, siendo felices, siendo alegres, siendo
amorosos.
¿Ser o no ser Padre, eso es?
-
Hija mía la felicidad es un estado mental y todos los estados mentales se
reproducen a sí mismos.
Padre
¿Y si no somos felices?
-
Actuad como si lo fuerais y atraeréis la felicidad a vosotros. Pero sed
auténticos en vuestros deseos, verdaderamente debéis desear ser aquello que
pretendéis obtener, recordar la unión de mente, cuerpo y espíritu, en la unión
reside todo el saber, todo el conocimiento, sois artífices de vuestra propia
felicidad, y de vuestra infelicidad. Todo hija mía está en vosotros mismos, no
en los demás. No esperéis ser felices a causa de que otros os hagan felices, es
al contrario, de allí el hombre y su constante falta de amor, de esperanza, de
fe, debéis luchar para alcanzar cada cosa, pues está en vosotros mismos.
Aquellos que deseéis para vosotros, dadlo a otros. Esa es la fórmula. Si elegís
ser felices, haced a otros felices.
Si elegís la prosperidad,
haced que otros sean prósperos.
Si elegís el amor en
vuestras vidas, haced que los demás tengan amor en las suyas.
Y hacedlo con sinceridad, no
busquéis jamás beneficio personal y todas las cosas que vosotros deis vendrán
de regreso a vosotros.
Padre sencillamente me agradaría tanto que a mi amor, experimente
esto Padre, él está en el camino espiritual mucho antes que yo, y todo lo ha
dado por Ti.
-
Y acaso crees que no lo se, hija mía, qué es lo que deseas que experimente, que
no haya experimentado ya.
Esto Padre Mío, el poder remontarme contigo a donde Tú me llevas,
desde donde me hablas.
-
A tu interior dirás hija mía, pues es desde allí donde Yo hablo y El ya me ha
experimentado mucho más que tu. Lo que vosotros llamáis mundo del espíritu, no
es tan complejo como creéis, lo que deseáis experimentar, experiméntelo, si
deseáis experimentar que sois un alma que estáis en un lugar, en un momento
determinado, pueden hacerlo, pueden experimentar incluso que estáis en varios
lugares al mismo tiempo, no tenéis límites alguno, más allá de los que vosotros
mismos, os colocáis como límites. De allí la oración contemplativa con vuestro
Padre, cuando os hacéis uno solo en cuerpo, mente y espíritu con Dios, sois
Dios mismo, y estáis en el mismo lugar que vuestro Dios.
¿Tanto
os cuesta, comprender esto?
¿Tanto
os cuesta comprender que vivo y permanezco dentro vuestro?
Os he dicho que solo hay un tiempo, y un
lugar, y yo estoy en todos siempre, y si Yo estoy allí, entonces también
vosotros estáis, pues sois uno solo conmigo. No existen carencias, más que las
que vosotros no sois capaces de descubrir, que las tenéis dentro vuestro, y
debéis tenerlas para caminar con vuestro Padre, para que el camino sea uno y no
os perdáis en él.
Sed astutos, como vuestro Padre es
astuto, sed firmes como vuestro Padre es firme y sobretodo no cambiéis nunca la
dirección, manteneos firmes en el rumbo, que os ha sido marcados, manteneos
firmes en el amor y descubrid que todo está dentro vuestro. No miréis hacia
arriba buscando lo que ya os ha sido dado por derecho, y vive y respira en
vosotros. Así sea.
Recuerda Hijo mío, tu esposa gime
dolores de parto y es tu amor, tu entrega, la que aliviará su dolor, no existe
otra cosa, pues ella hace su parte y tú harás la tuya, simplemente ámala. Amén.
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