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Ora todos los días muchas veces: "Jesús, María, os amo, salvad las almas".

El Corazón de Jesús se encuentra hoy Locamente Enamorado de vosotros en el Sagrario. ¡Y quiero correspondencia! (Anda, Vayamos prontamente al Sagrario que nos está llamando el mismo Dios).

ESTEMOS SIEMPRE A FAVOR DE NUESTRO PAPA FRANCISCO, ÉL PERTENECE A LA IGLESIA DE CRISTO, LO GUÍA EL ESPÍRITU SANTO.

Las cinco piedritas (son las cinco que se enseñan en los grupos de oración de Medjugorje y en la devoción a la Virgen de la Paz) son:

1- Orar con el corazón el Santo Rosario
2- La Eucaristía diaria
3- La confesión
4- Ayuno
5- Leer la Biblia.

REZA EL ROSARIO, Y EL MAL NO TE ALCANZARÁ...
"Hija, el rezo del Santo Rosario es el rezo preferido por Mí.
Es el arma que aleja al maligno. Es el arma que la Madre da a los hijos, para que se defiendan del mal."

-PADRE PÍO-

Madre querida acógeme en tu regazo, cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos aleja de mí las trampas del enemigo, e intercede intensamente para impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión espero. Amén

Oración por los cristianos perseguidos

Padre nuestro, Padre misericordioso y lleno de amor, mira a tus hijos e hijas que a causa de la fe en tu Santo Nombre sufren persecución y discriminación en Irak, Siria, Kenia, Nigeria y tantos lugares del mundo.

Que tu Santo Espíritu les colme con su fuerza en los momentos más difíciles de perseverar en la fe.Que les haga capaces de perdonar a los que les oprimen.Que les llene de esperanza para que puedan vivir su fe con alegría y libertad. Que María, Auxiliadora y Reina de la Paz interceda por ellos y les guie por el camino de santidad.

Padre Celestial, que el ejemplo de nuestros hermanos perseguidos aumente nuestro compromiso cristiano, que nos haga más fervorosos y agradecidos por el don de la fe. Abre, Señor, nuestros corazones para que con generosidad sepamos llevarles el apoyo y mostrarles nuestra solidaridad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 23 de abril de 2015

Lituania: la Colina de las Cruces que desafió a la tiranía del ateísmo obligatorio

La imposición de la Unión Soviética no pudo con la fe de un pueblo católico
Colina das Cruzes na Lituâniaarquivodeviagens.com

Lituania es uno de los muchos países que permanecieron durante cinco décadas bajo la bota de hierro de la Unión Soviética. Y un lugar concreto del norte de Lituania sufrió con especial intensidad la fuerza de los puños de la ideología soviética, marcada por el absolutismo antirreligioso.

Se trata de una simple colina, situada en los alrededores de la ciudad de Siauliai. Durante el siglo XIX, aún bajo el Imperio Ruso, la población lituana se levantó contra el zar porque impedía que las familias de la región prestaran tributo a sus seres queridos ya fallecidos. El pueblo entonces plantó cruces en la colina en memoria de sus muertos.



En la década de 1960, la KGB decretó el fin de esta práctica. En abril de 1961, el número de cruces en la colina ya era muy grande: además de la memoria de los familiares fallecidos, los lituanos honraban, a través de ellas, a sus conciudadanos deportados a Siberia por orden de Stalin. Los soviéticos quemaron las cruces de madera y destruyeron las de metal y las de piedra. No quedó una sola cruz intacta.

Al día siguiente, sin embargo, la colina estaba nuevamente llena de cruces: de noche, los cristianos las reponían. La Unión Soviética destruyó el lugar varias veces, pero los católicos de Lituania no renunciaban a demostrar su fe ni siquiera en presencia del Ejército Rojo.



El gobierno bloqueó los accesos a la colina y llegó incluso a lanzar falsas alertas de epidemias en la región. Los lituanos no se rindieron: cada vez que las cruces eran destruidas o retiradas, volvían a colocarlas.

En 1979, un sacerdote valiente convocó una procesión desde su parroquia hasta la colina. La KGB no pudo hacer nada para impedirlo, porque se dio cuenta de que sería peor. Cuando la Unión Soviética finalmente cayó, la Colina de las Cruces ya tenía más de 100 mil crucifijos e iconos sagrados.



En los años 90, se erigió allí un santuario que pasó a atraer peregrinos del mundo entero. Uno de ellos fue nada menos que el Papa Juan Pablo II, que en 1993, declaró:

"Después de esta visita, parecía más clara para todos nosotros la verdad expresada por el Concilio Vaticano II: el hombre no puede comprenderse profundamente a sí mismo sin Cristo y sin su cruz. La Colina de las Cruces es un testigo elocuente de esto y también una advertencia. La elocuencia de ese santuario es universal: es una palabra escrita en la historia de la Europa del siglo XX".

La Colina de las Cruces, que resistió a los poderes tiránicos de este mundo, aún está en pie.



* Com informaciones del site Christo Nihil Praeponere, del p. Paulo Ricardo.

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