Karol Wojtyla, posteriormente Papa Juan Pablo II |
EL GRAN RABINO DE ISRAEL
El Gran Rabino Askenazi de Israel contaba el siguiente episodio. Durante la Segunda Guerra Mundial un joven matrimonio judío de Polonia fue deportado a un campo de concentración. Tenían un niño que, con el fin de salvarlo, confiaron a una familia católica de Cracovia que lo aceptó en casa con todo el cariño debido a un hijo. Cuando la familia polaca supo que los padres habían muerto en Auschwitz, decidieron adoptarlo. Como primer paso pidieron al párroco bautizarle. El joven sacerdote, persona inteligente y abierta, se extrañó de que legado a los ocho años no hubiera recibido el bautismo. La familia le explicó que el niño era de familia judía. Entonces preguntó el sacerdote si conocían la última voluntad de los padres. "Sí, la madre del niño nos dijo que, si no volvía, explicásemos a su hijo que era judío y que hiciese todo lo posible para ir a Israel. "En este caso -concluyó el sacerdote-, no puedo bautizar al niño. Debemos respetar la voluntad de sus padres."
El Gran Rabino Askenazi terminó diciendo: "Ese niño soy yo y el joven sacerdote se llamaba Karol Wojtyla." (Del semanario polaco Tygodnik Katolicki).
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