Qué hermosas jornadas, las de hoy y mañana. Está todo planificado por Dios para que sean dos días de emocionante fiesta. Hoy celebramos el aniversario de la Canonización de Santa Faustina Kowalska, que ocurrió el 30 de abril del año 2000. Y es hoy víspera de la Fiesta de la Divina Misericordia, pedida por el mismo Jesús a Sor Faustina para que se celebre el Domingo posterior a la Pascua de Resurrección. Juan Pablo II fue el artífice principal de la proclamación de Faustina como Santa, y de la difusión de la Devoción a la Misericordia Divina, que Jesús entregara a nuestra querida Santa en la Polonia atribulada por los años previos a la gran guerra. Juan Pablo II murió justamente el sábado en las horas previas al Domingo de la Divina Misericordia del año 2005, por lo que hoy de algún modo recordamos su fallecimiento también. Y mañana, Domingo de la Misericordia Divina, celebramos la gran fiesta de Beatificación de nuestro amado Juan Pablo. Santa Faustina y Juan Pablo II se unen de este modo, alrededor de la Devoción a la Misericordia Divina, en un gesto que indica a las claras la invitación que Dios nos hace a reconocer cuan Amoroso y Misericordioso es Su Corazón. Y como si todo esto no fuera suficiente, el 1 de mayo también celebramos la Fiesta de San José Obrero, el glorioso trabajador que cuidara de nuestro Niño y Joven Jesús en la Nazaret de la Sagrada Familia. Todo se ha unido para hacer de este fin de semana una gran fiesta en el Cielo, y en la tierra. Dijo nuestro Papa Benedicto XVI: “Como sabéis, el 1 de mayo próximo tendré el gozo de proclamar beato al venerable Papa Juan Pablo II, mi amado predecesor. La fecha elegida es muy significativa: será el segundo domingo de Pascua, que él mismo dedicó a la Divina Misericordia, y en cuya vigilia terminó su vida terrena. Cuantos lo han conocido, cuantos lo han estimado y amado no podrán por menos que gozar con la Iglesia por este acontecimiento. ¡Estamos muy contentos!”, (Benedicto XVI, 16-01-11) Nosotros nos consideramos unidos a Juan Pablo II, porque él es un poco el Papa de nuestra generación, obra continuada por Benedicto XVI, como queda claro al leer sus emocionadas palabras anunciando esta maravilla. Hoy es día de Santa Faustina, y como es sábado es también el día de la Virgen, día de espera, de vigilia en las puertas del Domingo, día de Su Hijo. Y mañana, las puertas del Cielo se abrirán para derramar la Misericordia de Dios en el festejo de la Beatificación de nuestro amado Carlos, Karol, o como más lo reconocemos, Juan Pablo. ¡Como las multitudes lo aclamaban, Juan Pablo II, te quiere todo el mundo! Unidos a Santa Faustina, San José, nuestra amada Virgen, proclamemos a viva voz nuestro gozo de ser miembros de Su Iglesia, Iglesia que vivió la Gloria de tener un Pontífice como Juan Pablo, nada más ni nada menos que en nuestros tiempos. |
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