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miércoles, 1 de junio de 2011

MENSAJE DE SANTA MARIA MADRE DE LA IGLESIA A JOSE LUIS BELMONTE DE AVELLANEDA ARGENTINA

Hijos míos, he tratado en todas las formas que escucharais y no lo hacéis, os he hablado en todas la lenguas con la sencillez más pura que parte de mi corazón y no me entendéis ni os preocupa lo que os vengo advirtiendo, no os detenéis a meditar ni siquiera un sólo minuto mis palabras, viven corriendo carreras contra vuestros propios relojes tratando de obtener todo lo que deseáis y de cualquier forma, nada os importa cómo lo hacéis para obtenerlo. Mi amado Señor os dio la vida y vosotros la destruyen igual que el paraíso que os ha entregado para que vivierais todos en eterna unidad y amor. Nada os convence y nada es suficiente, todo es poco, todo es nada, siempre vais en la búsqueda de más y más y es ahí donde os perdéis sin daos cuenta que en la gran ambición que muchos de vosotros tenéis os perdéis pero lamentablemente para siempre, os perdéis de vivir una vida llena de armonía, paz y amor, os perdéis de gozar de vuestros hijos y de vuestras familias, os perdéis de venir a mi morada a hablar y confesar vuestros pecados a quien os salvó entregándose y asumiendo los pecados de todos vosotros y se entregó a morir en una cruz, y no lo hacéis y os perdéis de comer del Cuerpo y la Sangre de mi Hijo para que a través de Él tengáis luz, y esa luz sea la que junto a todos vuestros hermanos iluminen el sendero que cada día más y más va cayendo en la inmensa oscuridad, una oscuridad que os lleva a la tentación de hacer lo que en vuestras mentes pone el ángel desterrado, todo lo que es contra los Sagrados Mandamientos, todo aquello que os conduce al pecado, desde el carnal hasta el de odiar y maldecir. No miráis a vuestro alrededor y tampoco os importa a muchos de vosotros el sufrimiento de mis pequeños, estáis en otro mundo y os consideráis que sois superiores a muchos de ellos, tenéis que ayudarlos y os dejáis solos y perdidos entre las tinieblas porque dicen que no tenéis tiempo de salir a evangelizar, sabiendo que a través de la palabra iríais abriendo una inmensa brecha de luz que os devolvería a todos ellos el camino que os conduciría al encuentro con CRISTO JESÚS. Os veis que sufren y no acuden a su lado para calmar sus dolores, os veis perdidos y no os enseñáis el sendero, os veis solos y no les hacéis compañía, no os entregáis a ninguno, sólo queréis vivir una vida alejados de todo lo que representa para vosotros entregarse en cuerpo y alma a cada uno de aquellos que tanto padecen. Vosotros permiten las guerras, la muerte, vosotros aceptáis que muchas de mis hijas maten al niño que llevan en su vientre, sacáis leyes que van contra el amor, contra la misericordia y después habláis de los derechos y salen a defender los derechos de aquellos que toman armas en sus manos y cometen toda clase de bajezas, y defienden esas leyes, aquellas que piden arrancar de sus entrañas a ese niño puro y inocente que llevan en el vientre.
Entonces os pregunto, cuál es el mundo que vosotros queréis vivir, cuál es el mundo que habéis elegido, el de la paz, de la armonía, la pureza, la justicia, la misericordia y el amor o el de la guerra, el odio, el rencor, la envidia, la desidia y la libertad para hacer lo que os plazca, así estéis cometiendo los pecados más horribles y tremendos del mundo. No podéis comprender que con vuestro comportamiento estáis siendo llevados a vivir toda una eternidad entre las llamas del infierno, entre la inmensa oscuridad y el dolor, no podéis comprender que estáis desafiando a mi amado Señor, a vuestro Padre, no comprendéis que este mundo tiene que ser un mundo de amor y en ese amor vivir todos juntos como hermanos e hijos del mismo Padre que sois, qué pretendéis cada uno de vosotros, os pregunto porque mi corazón llora pero llora al verlos que durante tantos años os hablo, me muestro frente a muchos de vosotros y no creéis y siguen caminando por el mismo sendero. Sólo os diré a todos vosotros a través de mi Hijo que estáis muy cercanos al final, pero ese final sois vosotros los que lo estáis construyendo a través del odio y las guerras, sois vosotros que estáis llevando a vuestra tierra al final de sus días. Yo os hablo y os traigo en mis manos una nueva oportunidad que vuestro Padre os quiere entregar, pero vosotros tendréis que decidir entre el bien y el mal, entre un mundo de paz o de violencia, guerras y muertes, vosotros sois los únicos que podéis detener todo y desterrar a aquél que con engaños os está llevando rumbo al fin de los tiempos y LO PODÉIS HACER A TRAVÉS DEL SANTO ROSARIO, VOSOTROS SABÉIS QUE AL REZARLO LO CEGÁIS Y HACÉIS QUE SE PIERDA Y QUE CAIGA EN SU PROPIA OSCURIDAD, LO MISMO SI REZÁIS LA CORONILLA, PERO TODOS LOS DÍAS, TODOS JUNTOS, SI VIENEN A MI MORADA Y CONFESÁIS VUESTROS PECADOS Y RECIBEN A MI HIJO ENTONCES VERÉIS TODOS CÓMO SE ROMPERÁN LAS LIGADURAS QUE NO OS PERMITEN AVANZAR Y SERÉIS LIBRES AMADOS HIJOS, LIBRES CRIATURAS DE LA CREACIÓN Y VOLVERÉIS A VIVIR EN UNIDAD CON EL AMOR DE CRISTO JESÚS UNIDOS A MI AMADA Y SANTA IGLESIA, JUNTO A VUESTROS PASTORES Y VUESTROS PASTORES JUNTO A VOSOTROS GUIÁNDOLOS POR EL SENDERO DE LA LUZ Y DEL AMOR, y eso lo podéis hacer por los siglos de los siglos siempre unidos, siempre escuchando y aceptando lo que os dice quien se encuentra en el Trono de Pedro y quien abrazó a CRISTO JESÚS desde su corazón con infinito amor.
Hoy os pido y os ruego a cada uno de vosotros que os detengáis un instante y meditéis bien cada una de mis palabras, veréis que si lo hacéis comenzaréis a vivir una vida nueva, y esa vida os llevará la felicidad, el amor y la eterna armonía y paz a vuestras almas. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
31/05/2011 07:45 Horas.
CAPITAL FEDERAL- PROVINCIA DE BUENOS AIRES - REPÚBLICA ARGENTINA
Para pedidos de oración de los miembros del Cenáculo SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA: www.lavozdesantamaria.com.ar
José Luis Belmonte

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