01/06/2011 04:12 Horas.
Amados hijos míos, os pido como Madre de todos vosotros la unidad, os ruego que os unáis para que de esa forma comencéis a cambiar el mundo en el cual estáis viviendo, que hagáis una entrega desde cada uno de vuestros corazones y derraméis sobre toda la tierra el amor que anida en
cada uno de vosotros. Sé, hijitos míos, que lo podéis hacer, sé que muchos de vosotros os habéis apartado de mi morada pero rezáis en vuestros hogares y en todo lugar por donde vais, os pido que volváis, no podéis estar separados de mi Hijo, de vuestro Padre, del Espíritu Santo, yo sé que ellos, igual que yo, estamos siempre al lado de vosotros pero también quiero expresarles la inmensa alegría que nos dais a nuestros corazones cuando os vemos ingresar en nuestra Casa, que es también la morada de todos vosotros, donde estáis directamente enfrente de CRISTO JESÚS y ahí es donde podéis limpiar vuestros corazones y vuestras almas de los pecados que podéis cometer, para ello están vuestros Pastores, para oírlos, para acompañarlos en todo momento, en los de dolor y en vuestras alegrías, pero tenéis que volver. Sé, hijitos, comprendo que algunas veces habéis recibido quizás contestaciones o miradas que os fueron alejando, pero también tenéis que pensar cada uno de vosotros que nada tenemos que ver con la actitud que pueden tomar otros hijos o hijas, quiero que comprendáis que son hombres y mujeres que como vosotros tenéis momentos buenos y malos y tenéis que saber comprenderlos como ellos os comprenden a cada uno de vosotros. No os apartéis, no os marchéis de mis muros, no os marchéis a otras religiones que muchas veces con mentiras y engaños os muestran un mundo distinto y sois tratados diferentes, no penséis que es porque realmente estáis en el sendero justo, el sendero justo lo hallaréis en mi morada y a partir de allí debéis ser un verdadero mensajero de la palabra, debéis ser un peregrino que camine por todo lugar donde podáis llevando en vuestras manos el Libro Sagrado y debéis enseñarle a aquellos que nunca pudieron oír la palabra, vosotros debéis leerles y enseñarles a reflexionar sobre lo que en él está escrito, que no os confundan más porque esa confusión es la que está cada día quitando más y más almas de mi morada y los principales culpables de todo ello sois vosotros que no salen a buscar al rebaño, que no camináis por vuestros barrios, pueblos y ciudades como mi Hijo lo hizo llevando la palabra y a través de la palabra estáis evangelizando, enseñando a vuestros hermanos a unirse a través de la oración, de la Llama Eterna del Amor de CRISTO JESÚS. Sé que en estos tiempos os cuesta mucho, sé que muchos no queréis retornar, pero está en el amor que cada uno ponga para poder rescatarlos antes que se pierdan en la inmensa oscuridad, antes que el ángel desterrado los lleve por el sendero del mal.
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