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viernes, 29 de julio de 2011

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

El camino es sencillo y la labor es ardua, pero con sencillez y humildad podréis llevarla adelante como lo habéis hecho a través de todos estos años. Siempre, hijo mío, fuiste por el sendero, el que os fui marcando y el que está marcado por mi Hijo que os dejó sus huellas para que vosotros retomarais el andar y fuerais llevando a través del sendero la palabra, y junto a la palabra el amor y la luz de mi amada Iglesia. Esa semilla que os digo, tenéis que derramarla sobre la tierra para que crezca y se fortalezca, para que todo vuestro mundo dé un inmenso giro rumbo a la luz, para que aquellos que están apartados de mi corazón de Madre despierten y se den cuenta que tienen que venir al gran encuentro, que tienen que meditar de la palabra, que deben abrazar sus cruces con infinito amor y armonía, que todos juntos tienen que comprender que en la unidad está la gran fuerza para romper todas las cadenas que hoy os tiene atados y no os deja mover, no os permite poder salir a vivir una vida en plena paz, y esa paz es la armonía que se esparce sobre todos los continentes llevando al corazón de aquellos que están tan alejados la palabra, y la palabra se hará carne en cada uno, y al hacerse carne, os guiará al encuentro con mi amado Hijo para que os pongáis de rodillas y confeséis vuestros pecados pidiéndole perdón, pero ese pedido partirá desde lo más profundo de vuestras almas y Él os perdonará en nombre del Padre e ingresará en cada uno de vosotros a través de la Eucaristía, a través de la luz y la Llama del Amor Eterno que emana su Corazón Inmaculado.

Vosotros tenéis que comprender y entender que sois a quienes he elegido como verdaderos misioneros de la palabra, vosotros sois quienes tenéis que ser peregrinos en este mundo y ser fervientes cuidadores de mi Iglesia, una Iglesia que en los últimos años fue muy atacada y difamada y que vuestros Pastores son perseguidos e injuriados, y también sé que un conjunto de ellos están apartados también de mi morada y no escuchan la palabra de vuestro amado PAPA, a quien os debéis obediencia y quien os habla en nombre del Espíritu Santo. No sigáis por caminos que no son los correctos y no os dejéis ya más engañar por el ángel desterrado, abrid vuestros corazones a la luz y que la luz se haga amor, y ese amor entregadlo a cada uno de vuestros rebaños, cuidad de ellos, acompañadlos y guiadlos por el sendero de la luz, salid a rescatarlos de las ligaduras y del mundo de la oscuridad, rescatadlos del mundo del dolor, de la tristeza y haced que comprendan que vuestra Madre os está esperando para acompañarlos y está esperando que me traigáis en vuestras manos lo que desean que lleve como intercesora ante mi amado Señor, vuestro Padre, vuestros pedidos, os aseguro, hijitos míos, que mi Señor, vuestro Padre, os ama y os concederá lo que le pidáis si realmente ese pedido sale desde el mismo corazón, desde lo más profundo de vuestra alma, si vosotros sienten esa Llama que os irá envolviendo, esa Llama que os abrazará continuamente, esa Llama que os dará la paz y la armonía siempre a cada uno de vosotros.

No os dejéis, hijos míos, abandonar, no permitáis que el ángel desterrado os haga pensar que estáis vencidos, nunca estaréis vencidos porque todos vosotros tenéis en vuestras manos el arma más potente contra el arma que lo enceguece y lo enloquecerá, y si todos tomáis en vuestras manos las cuentas del Rosario y rezáis todos unidos las oraciones del SANTO ROSARIO, veréis cómo lo enloqueceréis y cegaréis y caerá en su propia oscuridad por mil años, y seréis libres y volverá a renacer en el mundo el amor, la misericordia y la paz y no habrá odios ni rencores, ni sabréis lo que es envidiar ni iréis nunca más a una guerra, aprenderéis a compartir con cada uno de vuestros hermanos lo que vosotros tenéis y a ellos os falta. Por eso os pido oración y encuentro en mi morada junto a vuestros Pastores, que hagáis ayuno y que leáis el Libro Sagrado y meditéis de él, que aprendáis todos a vivir en un mundo de armonía y paz y que seáis un fiel custodio de mis muros y nunca ya más dejéis la Casa de vuestro Padre, no podéis abandonar vuestra Casa porque con mentiras os quieren separar de mi morada, hijos míos. Tenéis que comprender que tenéis que estar juntos y unidos, os ruego volved a caminar todos juntos, tenéis que volver al amor, a la paz y al encuentro con mi amado Hijo JESÚS.

Os ruego, hijo, haced que mis palabras lleguen a todos los continentes y a cada uno de mis pequeños que moran en esos lugares, que llegue hasta los lugares más apartados de este mundo. Os amo, hijo, y os digo a ti, sigue el sendero, sigue caminando, y junto a vuestros hermanos y hermanas que como tú he elegido en el mundo, únanse todos para que junto a vuestros Pastores salgáis a evangelizar, de esa forma se levantará una nueva nación, la nación que estará basada sobre los SAGRADOS MANDAMIENTOS, basada en el amor INMACULADO DEL CORAZÓN DE JESÚS. Os amo, hijitos míos, os amo. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
27/07/2011 01:00 Horas.
AVELLANEDA – PROVINCIA DE BUENOS AIRES – REPÚBLICA ARGENTINA
Para pedidos de oración de los miembros del Cenáculo SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA: www.lavozdesantamaria.com.ar
José Luis Belmont


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