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sábado, 12 de noviembre de 2011

CARTA DE JESUS ESPECIALMENTE PARA TI

Escúchame hermano mío, a ti te hablo, si a ti, que estás leyendo estas palabras que mi hermano hoy te transmite por pedido mío, llevo mucho tiempo acudiendo a ti, llevo mucho tiempo hablando a tu corazón, y aunque no lo creas he esperado mucho tiempo este momento, el que hoy has decidido regalarme para que pueda yo compartir mi mundo interno contigo, mi hermano.
Te he visto y te he acompañado durante toda tu vida, en el silencio cuando el ritmo de tu vida ese ritmo frenético que los hombres comparten día a día y que los vuelve tan sordos y tan ciegos, hoy he decidido dictar esta carta para que llegue a vosotros,  no os hablare ya las cosas que conocéis y que habéis leído en mis mensajes.
Hoy deseo que conozcáis cada uno de vosotros lo que arde dentro de Mí. Os conozco tanto, os escucho cada día, también os he visto levantar el puño cerrado al cielo por la impotencia y la incomprensión y ese puño llegó hasta mi Rostro, acusé el golpe como acuso cada uno de los golpes que el hombre en su sordera y en su ceguera envía hacia Mí.
Sé que estas solo, se que el mundo y la vida no son lo que tu esperabas, se que la guerra, el hambre, la injusticia, los niños violados y maltratados encienden tu ira, ¿Acaso crees que por un momento Tu Señor está olvidado o ajeno de tantas miserias?
Pero cada uno de vosotros fuisteis creados en la perfección del amor. Cada uno de vosotros también fuisteis encomendados a vivir en este mundo y hacer de él, un lugar bueno para vivir.
Hoy que tengo por un momento tu atención que he decidido escribir una carta solo para ti, pues como dice mi hermano las cartas personales os gustan, os motiva que os hable personalmente, por eso hoy lo hago, eres tan importante para Tu Señor, tanto hermano mío, que conozco todo tu ser y todo tu sentir. No existe ni una sola parte de tu ser que tu Maestro no conozca palmo a palmo.
Mi vida ha sido estar junto a vosotros, esa fue mi elección, no dude ni un instante cuando tuve que elegir mi destino. Y mi destino siempre fue estar a vuestro lado. No deseo que eleves los ojos al cielo, me busques en las alturas, tampoco me busques en un frío templo, búscame dentro de tu ser, buscame en los hermanos que tienes a tu lado, cada uno de ellos es mi viva imagen, aún con defectos, después de todo.  Mi padre no eligió a los perfectos no decidió enviarme a los que no me precisaban, me envió a los que más me precisaban, a aquellos que en su alma no conocían el amor, no conocían el don de Dios.
Por eso hermano mío abrete a mi amor, abrete al don de mi Padre que da todo por ti. A ti hermano mío te moldea día a día para que alguna vez llegues a ser perfecto como El lo es, como mi Padre y Yo lo somos, para que llegues a unirte plenamente a la Trinidad, como la Trinidad es una.
Te hemos preparado un destino de grandeza, no eres menos que las plantas ni las aves que pueblan el universo, eres más que cada una de las criaturas que camina por la tierra, eres perfecto, eres nuestra perfección, te creamos para la perfección.
Hoy Yo tu Maestro llegó una vez más a ti, pero a ti personalmente, me he puesto delante de tu puerta y estoy llamando, te llamo hermano mío para que puedas ver florecer este nuevo tiempo, este nuevo reino de amor que ya ha comenzado, te llamo por que el amor, aunque no lo veas vive ya cerca de ti recorre el mundo y siembra esperanza.
Yo tu Maestro vengo humildemente a ti para presentarte mi amor, para entregarte todo lo que en la gloria del cielo. Mi Padre tiene para vosotros una vida nueva, un mundo nuevo, una tierra nueva, en la cual podréis vivir en armonía haciendo realidad el sueño de Dios, aquél sueño que comenzó hace ya tanto tiempo cuando en un acto de amor sin límites sello con mi cuerpo y con mi sangre la redención. Habéis sido comprados, a un alto precio, comprados para la libertad y para el amor, vengo a liberarte de todas las ataduras que tienes dentro, vengo a soltar las amarras, de esa nave que es tu alma, para que pueda navegar a merced del viento del Espiritu y llegar hasta la casa del Padre, que os espera.
Vengo a decirles que cada día me ofrezco en banquete celestial, preparo mis mejores galas y pongo una mesa solo para ti y para Mi y allí te espero en la mesa del altar. Cuando un hermano llega hasta mi mesa, mis ojos se llenan de lágrimas y mi Padre hace escuchar mi voz, esa voz que resuena en todo el universo, este es mi hijo tan amado en quien me complazco.
Crees que lo dice por Mi, hermano mío, no, lo dice por ti, es en ti que se complace lo dijo hace mucho tiempo y los hombres interpretaron que solo se refería a Mi y no es así, lo hace por cada uno de vosotros.
Hoy te escribo esta carta, te doy mi tiempo solo a ti, no seas como los discípulos de Emaus que caminaban tan tristes por la vida creyéndome muerto, estoy vivo, vivo dentro de ti, solo muero si tu me matas dentro de ti.
Pero si tan solo una pequeña parte de tu ser, desea que viva Yo, viviré, y te daré mi luz, te daré mi amor y un día podrás ser tu, quien de mi luz y Mi amor a otros y sino mira a mis hermanos que están anunciando Mi Palabra, ellos me dieron la oportunidad de formar parte de sus vidas, se abrieron como una flor, y al don de Mi amor y hoy son árboles frondosos que engalanan las copas de los árboles del reino, sólo míralos, mira como se aman y luego piensa si ellos pueden, si ellos lograron encontrar la alegría que solo el amor perfecto da, ¿Por qué tu no? No eres menos que ninguno, eres hijo del Rey de Reyes, el Señor de la Vida y de la muerte, ese Rey, es Tu Padre y te ama, como Yo te amo nunca dejes que el mundo te convenza de lo contrario, eres digno hijo real, tienes la dignidad del Rey de Reyes y Yo Soy tu hermano,  tu Maestro, tu Señor.
Ahora ven, reposa en mi pecho, descarga en Mi tus pesares, dejame a Mi llevar tu carga mas pesada, déjame a Mi liberarte de tus rencores, déjame a Mi, derramar el amor en tu vida.
Aquí estoy vivo dentro de ti, no das un solo paso sin que mis pies no lo hayan dado junto a ti, no haces una sola tarea sin que Mi Ser no este acompañando tu rutina diaria.
Solo te pido un favor, ábrete a Mi amor, abre tus oidos al canto de los pájaros, que allí estoy Yo, siente la brisa, el frío del invierno o el calor del verano y allí el Espíritu de Mi Padre sopla para ti, vive una vida mejor, una vida mejor radica en saber amar, en saber dar, descubre el placer del servir, descubre hermano mío el SEA en ti, pues tu eres y has sido hecho para amar, ese es el SEA de todos los hombres, gracias hermano mío, por dejarme hablar a tu corazón.
Esta carta es solo para ti, llegará a ti por medio de mis mensajeros. Hoy te hablo personalmente y te bendigo, te amo con locura, como estaré de loco que llegué hasta la cruz, sólo por amor a ti. Soy el que amo hasta la locura de amor, bendita locura, que la vida os devolvió esta locura. Hoy toca a vuestra puerta y llama.
¿Puedo entrar hermano mío?

JESUS.

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