«De nuevo, la familia. Sin ideologías». Así resumía el obispo de Alcalá y responsable de temas de familia de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Reig Pla, lo que la Iglesia pide en materia familiar al Estado. «Nos es indiferente quién gobierne», aseguró al presentar la gran misa del Día de las Familias en la plaza de Colón de Madrid del próximo 30 de diciembre.
«Lo que la Iglesia propone, con el aval de dos milenios de experiencia, es lo que está en el corazón del hombre, más allá de los turnos y cambios de gobiernos», afirmó. Y recordó que «España es el país de Europa que menos ayuda a las familias». Para concienciar a los políticos, propuso –como hizo el año pasado– «que los laicos católicos alcen la voz y sean interlocutores, que no se hagan legislaciones sin contar con las familias, que las leyes tengan perspectiva de familia, no de género». En un país que combina «un estatalismo exagerado» y «un individualismo atroz», el obispo pidió «subsidiariedad», es decir, «que el Estado ayude a las familias a atender a sus propios miembros». «Estos encuentros anuales del Día de la Familia no se organizan en clave política, no son contra nadie», insistió. El obispo denunció la «gran mentira cultural» impuesta por «los que en mayo del 68 eran jóvenes y hoy ocupan lugares importantes en cada país», una mentira que implica seguir la estrategia del antiguo líder comunista italiano Gramsci: «Ganar la cultura para cambiar la sociedad». ¿Cómo? «Con la manipulación del lenguaje, la ideología, los llamados nuevos derechos, hasta cambiar las leyes», lamentó el obispo. Pero es una gran mentira, dijo «porque la política no da respuesta a las expectativas del corazón, que también pide algo más que economía». Así, el obispo recordó que, excepto la Iglesia, «no hay ninguna institución que prepare a los jóvenes para el amor y el matrimonio, como si el amor no necesitase una educación». También apuntó el trabajo de los Centros de Orientación Familiar (COF) católicos. «En el COF de Alcalá trabajan 17 profesionales como voluntarios, que atienden cada día a 10 matrimonios, pero las administraciones no saben nada de esto», explicó. En Madrid hay 15 centros de orientación familiar, y el 85% de los matrimonios en crisis que acuden a ellos se mantienen juntos.
Y, seguro de que tras la JMJ vendrán muchos jóvenes a la misa del viernes 30, el obispo pidió también que la sociedad aprenda a valorar el noviazgo.
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