Consagras tu vida constantemente a Dios?
Hoy celebramos la presentación formal del bebé Jesús a Dios como es dicho por la lectura del Evangelio de hoy. Su vida entera - de su nacimiento a su muerte - fue consagrada a Dios para nuestro bien.
Cuando fuiste bautizado, fuiste sumergido en la vida, la muerte y la resurrección de Jesús; Pero has consagrado conscientemente tu vida a él? Esto es una decisión diaria, inclusive una renovación de momento a momento de esta decisión. Significa que escoges pertenecer completamente a Dios, quieres realmente llegar a ser como Cristo en la santidad, y realmente estás dispuesto a hacer lo que él haría por los demás.
¿Bien, quién de nosotros quiere realmente ser como Jesús? ¿Todo el tiempo? ¿Inclusive ir a la cruz? ¿Y abandonar todas las maneras en que pecamos? La verdad es que, tenemos que admitir que nosotros no queremos ser tan a imagen de Cristo. Ah bien, es por eso que Dios proporciona misericordiosamente el Purgatorio para nosotros: Aunque fallemos en purgarnos del pecado completamente en este mundo, nosotros podemos terminar la purificación después de que nos muramos. Sin embargo, la purgación es más doloroso allá, porque nos daremos cuenta dolorosamente y completamente lo santo y amoroso que es Dios comparado con lo poco que hemos amado.
Entonces hagamos este proceso más fácil y consagremos cada momento a Dios ahora.
Esto significa estar en un estado constante de oración, no importa lo ocupado que estemos. Aún durante las distracciones, nosotros continuamos orando en el espíritu si deseamos que Dios esté involucrado en todo.
Significa poner a Dios a cargo de lo que hacemos y lo que no hacemos,para que nuestras actividades sean ordenadas según su voluntad y deseo.
Significa identificar a lo que estamos conectados en este mundo, después volver a hacer prioridades para que lleguemos a estar conectados solamente a Dios.
¿Significa preguntarnos continuamente, en todas y cada situación, "Estoy compartiendo el amor de Dios en este momento? ¿Si no, qué debo hacer para cambiar"? Aun cuando alguien es difícil de amar, queremos amar y escogemos forzarnos a comportarnos como Cristo.
Y significa que cuando nosotros no somos amados por los demás como debe ser, permitimos que Dios nos ame en su lugar.
Aquí está una herramienta útil para entrar en el hábito de consagrar cada momento a Dios: Si tiene un reloj o un teléfono celular con una alarma que puede sonar cada hora a la hora en punto, siempre que suene, toma un momento para ofrecerle la próxima hora a Jesús. Puedes comenzar cada nueva hora con:
Señor Jesús, ayúdame a vivir la vida consagrada en cada momento. Espíritu Santo, ayúdame a darme cuenta de los momentos cuando fallo en hacer esto y muéstrame a como re-consagrar mi vida a Ti. Adorado Padre, acepta mi deseo de ser consagrado a Ti, y ayúdame a reconocer Tu amor generoso por mí. ¡Amén!
Hoy celebramos la presentación formal del bebé Jesús a Dios como es dicho por la lectura del Evangelio de hoy. Su vida entera - de su nacimiento a su muerte - fue consagrada a Dios para nuestro bien.
Cuando fuiste bautizado, fuiste sumergido en la vida, la muerte y la resurrección de Jesús; Pero has consagrado conscientemente tu vida a él? Esto es una decisión diaria, inclusive una renovación de momento a momento de esta decisión. Significa que escoges pertenecer completamente a Dios, quieres realmente llegar a ser como Cristo en la santidad, y realmente estás dispuesto a hacer lo que él haría por los demás.
¿Bien, quién de nosotros quiere realmente ser como Jesús? ¿Todo el tiempo? ¿Inclusive ir a la cruz? ¿Y abandonar todas las maneras en que pecamos? La verdad es que, tenemos que admitir que nosotros no queremos ser tan a imagen de Cristo. Ah bien, es por eso que Dios proporciona misericordiosamente el Purgatorio para nosotros: Aunque fallemos en purgarnos del pecado completamente en este mundo, nosotros podemos terminar la purificación después de que nos muramos. Sin embargo, la purgación es más doloroso allá, porque nos daremos cuenta dolorosamente y completamente lo santo y amoroso que es Dios comparado con lo poco que hemos amado.
Entonces hagamos este proceso más fácil y consagremos cada momento a Dios ahora.
Esto significa estar en un estado constante de oración, no importa lo ocupado que estemos. Aún durante las distracciones, nosotros continuamos orando en el espíritu si deseamos que Dios esté involucrado en todo.
Significa poner a Dios a cargo de lo que hacemos y lo que no hacemos,para que nuestras actividades sean ordenadas según su voluntad y deseo.
Significa identificar a lo que estamos conectados en este mundo, después volver a hacer prioridades para que lleguemos a estar conectados solamente a Dios.
¿Significa preguntarnos continuamente, en todas y cada situación, "Estoy compartiendo el amor de Dios en este momento? ¿Si no, qué debo hacer para cambiar"? Aun cuando alguien es difícil de amar, queremos amar y escogemos forzarnos a comportarnos como Cristo.
Y significa que cuando nosotros no somos amados por los demás como debe ser, permitimos que Dios nos ame en su lugar.
Aquí está una herramienta útil para entrar en el hábito de consagrar cada momento a Dios: Si tiene un reloj o un teléfono celular con una alarma que puede sonar cada hora a la hora en punto, siempre que suene, toma un momento para ofrecerle la próxima hora a Jesús. Puedes comenzar cada nueva hora con:
Señor Jesús, ayúdame a vivir la vida consagrada en cada momento. Espíritu Santo, ayúdame a darme cuenta de los momentos cuando fallo en hacer esto y muéstrame a como re-consagrar mi vida a Ti. Adorado Padre, acepta mi deseo de ser consagrado a Ti, y ayúdame a reconocer Tu amor generoso por mí. ¡Amén!
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