Para empezar, pensaba que el matrimonio sería muy fácil. Pensé que nos adaptaríamos más o menos automáticamente. Pensé que porque nos amábamos, pasaríamos por cualquier tormenta sin contratiempo alguno. O al menos, pensé que cualquier forcejeo simplemente terminaría con una escena romántica, como ocurren en las telenovelas en cuyo reparto él y yo éramos los protagonistas.
Pero me he dado cuenta de que muy poco parece pasar automáticamente en una relación matrimonial. El matrimonio es trabajo - el trabajo a veces es duro, cansón e incómodo. De hecho, imagino que el grado de dificultad en combinar dos vidas se encuentra entre desviar un huracán y encontrar estacionamiento en el centro de la Ciudad.
La opinión es que sólo Dios en sí mismo puede hacer de un matrimonio algo realmente bueno. Y cuando Él lo hace a Su manera, el matrimonio es uno de Sus mejores milagros. Partir el Mar Rojo fue bueno, pero para lo que a nosotros concierne, ¡un matrimonio fuerte y fundado en la ley de Dios es mejor! Que Dios puede crear algo bueno de los ingredientes combinados de dos vidas destrozadas, es verdaderamente "más abundante de lo que pedimos o entendemos" (Efesios 3:20)
Idea falsa 2: Teoría del Esposo Clarividente.
Cuándo estaba recién casada, pensé que si mi esposo realmente me amaba, él debería ser al menos clarividente (¡o al menos casi vidente!). Yo esperaba que él supiera automáticamente lo que yo pensaba y sentía, y que supiera qué hacer sin que yo tuviera que decirle nada. Si el no reaccionaba conforme a como mis necesidades lo requirieran, y conforme a como yo lo esperaba, yo llegaría a la conclusión que… ¡él no me amaba!
Fue extremadamente difícil para mí darme cuenta que realmente quería estar allí para mí. Él quería conocer mis necesidades y hacia lo mejor que podía, pero… ¡él no adivinaba el pensamiento! ¡Él no podía saber lo que yo necesitaba a no ser que yo se lo dijera!
Y así, a través de los años, hemos ido mejorando en compartir nuestros pensamientos y sentimientos, clarificando nuestras esperanzas, necesidades, y expectativas de cada uno y nuestra relación. Como consecuencia, hemos mejorado en cumplir las necesidades de cada uno y poner de nuestra parte para realizar las esperanzas y expectativas de ambos.
Idea falsa 3: Teoría de la llave de la felicidad.
Antes de que yo estuviera casada, pensaba que ser feliz significaba obtener aquello que uno quiere. He aprendido, después de treinta y siete años de matrimonio que ser feliz significa amar eso que obtienes.
Idea falsa *4: Teoría del guisado de ternero
En los primero años de nuestro matrimonio, cuando estábamos en la escuela y ambos trabajábamos y no nos veíamos lo suficiente, yo tenía la falsa idea de que un matrimonio podía sobrevivir en medio de aquella clase de negligencia "no perjudicial".
Sin embargo, he aprendido desde entonces la siguiente verdad: "hacer un matrimonio es muy parecido a hacer un guisado. Un matrimonio sólo será tan bueno como los ingredientes que pongas en él. Si no te paras tiempo para conversar con tu compañero, para salir a caminar, a cenar juntos en ocasiones especiales y salir por las tardes; si no tomas tiempo para compartir impresiones, para reír y para disfrutar de ocasiones románticas, tu matrimonio no será más que un guisado sin sabor y mal hecho.
Idea falsa 5: Teoría de los Momentos importantes.
De algún modo asumí que los días más importantes en un matrimonio serían los aniversarios, las bodas, las Navidades, y las reuniones de familia. Pero ahora he cambiado de parecer, y a cambio ahora sé que el día más importante en cualquier matrimonio es el día de hoy.
Mi querido amigo me dijo algo cuando él era muy anciano - algo que nunca he olvidado.
" No esperes para ser feliz. No lo aplaces. Marta y yo siempre quisimos hacer un viaje de fantasía a California cuando Fredy estaba cursando la preparatoria. Nunca lo hicimos y ahora es muy tarde."
Idea falsa *6: La teoría de "Si metiste la pata, tienes que aguantar"
Tengo que confesar que yo tenía una idea totalmente falsa sobre Dios y el matrimonio. Pensé que si habíamos metido la pata en un matrimonio que resultaba ser un fracaso, Dios querría engancharnos de las quijadas y que simplemente colgáramos ahí hasta que llegase el fin. ¡Qué equivocada estaba!
Eso no es lo que Dios quiere en absoluto. En efecto, Dios quiere que nosotros continuemos juntos, por supuesto. Pero no es suficiente adaptarse a que no existe esperanza de que el matrimonio que no salió bien no pueda arreglarse. Él quiere que nosotros nos apoyemos, oremos, trabajemos y que continuemos trabajando duro para arreglar nuestro matrimonio. Dios quiere que nosotros le demos todo el tiempo y el espacio en nuestro matrimonio para que Él pueda convertir nuestro desastroso matrimonio en algo no solamente tolerable, sino hermoso, deseable y fuerte - algo que atestiguará Su misericordia y Su presencia en este mundo.
Pienso que Dios está diciendo algo a los matrimonios y si solamente lo escucháramos. Dios nos está diciendo: "No se conformen con matrimonios mediocres. No bajen sus expectativas. ¡Auméntenlas! ¡Confíen en Mí! ¡Yo continúo siendo el Dios de los milagros!"
"Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla." Hebreos 13:4
No hay comentarios:
Publicar un comentario