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sábado, 31 de marzo de 2012
PALABRAS DE JESÚS MISERICORDIOSO A SANTA MARÍA FAUSTINA
ver también: Santa Faustina Kowalska; Divina Misericordia
Como descansar en el Corazón de Jesús"Hija mía, observa fielmente las palabras que te voy a decir: no valores demasiado ninguna cosa exterior, aunque te parezca muy preciosa. Olvídate de ti misma y permanece continuamente Conmigo. Confíame todo y no hagas nada por tu cuenta y tendrás siempre una gran libertad de espíritu; ninguna circunstancia ni acontecimiento llegará a perturbarte.No prestes mucha atención a lo que dice la gente, deja que cada uno te juzgue según le guste. No te justifiques eso no te causará daño. Dalo todo a la primera alusión de petición, aunque fueran las cosas mas necesarias; No pidas nada sin consultarme. Deja que te quiten incluso lo que te mereces; la estima, el buen nombre; que tu espíritu esté por encima de todo esto. Y así liberada de todo, descansa junto a Mi Corazón, no permitas que nada turbe tu paz. Discípula analiza las palabras que te he dicho". (Diario # 1685)
"Hija Mía, necesito sacrificios hechos por amor, porque sólo éstos tienen valor para Mí. Es grande la deuda del mundo contraída Conmigo, la pueden pagar las almas puras con sus sacrificios, practicando la misericordia espiritualmente." (Diario #1316, p. 471)
"Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá Mi misericordia e el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque su misericordia anticiparía Mi juicio." (Diario #1317, p. 472)
"Oh alma sumergida en las tinieblas, no te desesperes, todavía no todo está perdido, habla con tu Dios que es el Amor y la Misericordia Misma. Alma, escucha la voz de tu padre Misericordioso." (Diario #1486, p. 522)
"Has de saber hija mía, que mi corazón es la Misericordia misma. Desde este mar de Misericordia las Gracias se derraman sobre el mundo entero. Ningún alma que se haya acercado a Mí ha partido sin haber sido consolada. Cada miseria se hunde en mi Misericordia y de este manantial brota toda Gracia salvadora y santificante..." (Diario # 1777, p. 626)
"Mi corazón se alegra de este título de misericordia. Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios. Todas las obras de Mis manos están coronadas por la misericordia." (Diario #300 p.153)
"Ésta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión." (Diario #1320, p.472)
"A las tres, ruega por Mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de Mi agonía." (Diario #1320, p.472)
"Aun si un alma estuviese en descomposición como un cadáver y humanamente sin ninguna posibilidad de resurrección y todo estuviera perdido, no sería así para Dios: un milagro de la Divina Misericordia resucitaría esta alma en toda su plenitud. ¡Infelices los que no aprovechan de este milagro de la Misericordia Divina! ¡Lo invocaran en vano, cuando sea demasiado tarde!." (Diario #1448, p.510)
"Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas...Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios." (Diario #299, p.153)
"La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia. Oh, cuánto Me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi bondad. También los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi bondad." (Diario #300, p.153)
"¡Cuánto deseo la salvación de las almas! Mi querida secretaria, escribe que deseo volcar mi Vida Divina en las almas humanas y santificarlas, con tal de que quieran recibir mi Gracia. Los más grandes pecadores podrían alcanzar una gran santidad si solamente tuvieran confianza en mi Misericordia. Mis entrañas están colmadas de Misericordia, que es derramada sobre todo lo que he creado. Mi delicia consiste en el obrar en las almas de los hombres, llenarlas con mi Misericordia y justificarlas. Mi Reino en la tierra es mi Vida en las almas de los hombres." (Diario #1784, p. 628)
"Reza incesantemente este Rosario que te he enseñado. Todo aquel que lo rece se hará acreedor a la Misericordia a la hora de la muerte...Los Sacerdotes lo recomendaran a los pecadores como última tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si lo reza una vez tan solo, recibirá la Gracia de mi Misericordia infinita. Deseo que todo el mundo conozca mi Misericordia. Quiero conceder gracias inauditas a aquellos que confíen en mi Misericordia. (Diario #687, p. 290)
"A las almas que recen esta coronilla, Mi Misericordia las envolverá en vida y especialmente en la hora de la muerte." (Diario #754, p. 310)
"A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad." (Diario #1731, p. 608)
"Oh que enorme caudal de Gracias derramaré sobre las almas que recen esta coronilla: las entrañas de mi Misericordia se enternecen por aquellos que rezan la coronilla. Anota estas palabras, hija mía, habla al mundo de mi Misericordia. Que toda la humanidad conozca mi insondable Misericordia. Es la señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Cuando todavía queda tiempo, recurran al manantial de mi Misericordia; que aprovechen de la Sangre y el Agua que brotó para ellos." (Diario # 848, p.338)
" Mi Misericordia es mas grande que tus miserias y de aquellas del mundo entero. ¿Quién ha medido mi bondad? Por ti he bajado del cielo a la tierra, por ti me he dejado poner en la Cruz, por ti he permitido que fuera abierto con una lanza mi Sagrado Corazón y he abierto para ti una fuente de Misericordia. Ven y toma de las Gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. No rechazaré jamás un corazón que se humilla, tu miseria será hundida en el abismo de mi Misericordia." (Diario #1485, p. 521)
"...aquellos que proclamarán mi gran Misericordia. Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte, como mi Gloria aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche, cuando un pecador se dirige a mi Misericordia, me rinde la gloria más grande y es un honor para mi pasión. Cuando un alma exalta mi Bondad, entonces Satanás tiembla y huye a lo más profundo del infierno." (Diario #378, p. 186)
"Mi Corazón está colmado de gran Misericordia por las almas y sobre todo por los pobres pecadores. Oh si pudieran comprender que Yo soy para ellos el mejor de los padres; que para ellos ha brotado de mi Corazón Sangre y Agua, como de un manantial desbordante de Misericordia; que para ellos vivo en el Tabernáculo y como Rey de Misericordia deseo colmar a las almas de Gracias, pero no quieren aceptarlas. Ve tú por lo menos lo más seguido posible a tomar las Gracias, que ellos no quieren aceptar y con esto consolarás mi Corazón..." (Diario #367, p. 178)
"De todas mis llagas, como de arroyos, fluye la Misericordia para las almas, pero la Llaga de Mi Corazón es la fuente de la Misericordia sin límites; de esta fuente brotan todas las Gracias para las almas. Las llamas de mi compasión me consumen, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres." (Diario #1190, p.431)
"Deseo unirme a las almas humanas. Mi gran deleite es unirme con las almas. Has de saber, hija Mía, que cuando llego a un corazón humano en la Santa Comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas al alma, pero las almas ni siquiera Me prestan atención, Me dejan solo y se ocupan de otras cosas. Oh, qué triste es para Mí que las almas no reconozcan al Amor. Me tratan como una cosa muerta." (Diario #1385, p. 492)
"Oh, si los pecadores conocieran Mi misericordia no perecería un número tan grande de ellos. Diles a las almas pecadoras que no tengan miedo de acercarse a Mí, habla de Mi gran misericordia." (Diario #1396, p. 496)
Textos tomados del "DIARIO: La Divina Misericordia en mi alma." Editorial de los Padres Marianos, Stockbridge, Massachuesetts, 1996.
MENSAJE DE NUESTRA SANTA MADRE MARIA A JOSE LUIS BELMONTE DE AVELLANEDA ARGENTINA
Hijo mío, cada día que transcurre os hablo y os pido por todos vuestros hermanos, por la unidad, el amor, la misericordia y la paz, esa paz que está tan lejana de muchos de vuestros corazones, alejada de vuestros pensamientos y sois miles o millones de vosotros llevados a combatir como fieras hambrientas para obtener vuestras presas, sin daos cuenta que esas presas son vuestros propios hermanos que os vais quitando y tomando la vida de cada uno de ellos por el deseo de los poderosos, aquellos que caminan solamente detrás del poder con sus corazones llenos de vanidad y odio, son aquellos que no os interesa el prójimo, no os importa vuestro mundo, sólo os importa satisfacer sus propios egos y obtener para ellos lo que desean, y si eso que desean lleva las vidas de miles de hijos nada de ello os perturba, son los mismos que llevan a los pueblos al dolor más profundo, son los mismos que maltratan a mis amados ancianos, a mis hijos los adolescentes, a mis pequeñitos que os quitan la libertad, que os llevan a la explotación, que os sumergen en la droga y el alcohol y colocan en sus propias manos armas y os obligan a salir a robar y matar, y el resto de vosotros sólo sois espectadores, no participáis en nada porque pensáis que nunca os tocará a uno de vosotros o a vuestros propios hijos, entonces os calláis y os separáis de todo lo que está ocurriendo sobre la tierra. Amados hijos míos, os pregunto, cuándo realmente despertaréis y os daréis cuenta del terrible sufrimiento de los niños, los más pequeños, los inocentes, que son golpeados, maltratados y vejados aun por sus propios padres, no podéis comprender que ellos son mis hijos y los hijos de vuestro amado Padre, no podéis comprender el dolor y el sufrimiento que traéis a nuestros corazones porque no aprendéis que son vuestros propios hijos, vuestros hermanos que sufren y lloran, que sus pequeños corazoncitos están ansiosos y llenos de deseos de recibir una caricia, una palabra, un beso.
Amados hijos, mi Iglesia tiene que estar activa y todas las religiones cuidando y haciendo oír sus voces para detener en el mundo la mortalidad, para detener la muerte que hoy está cubriendo todos los continentes, en mujeres que arrancan desde sus propios vientres esas vidas, esos ángeles que esperan llegar al mundo para enseñaros a través de su inocencia y de su pureza que sí podéis vivir en un mundo diferente, en un mundo basado en el amor de DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO. Reaccionad todos y salid a buscarlos, salid a través del SANTO ROSARIO, de la oración, del encuentro con mi amado Hijo a través del Sagrario liberando vuestros corazones de los pecados para que podáis recibirlo en Cuerpo y Sangre y Él os guíe de su mano rumbo a cada uno de mis pequeños, llevadle la armonía, la paz y el amor, dadle la mano y caminad a su lado, que nunca más en vuestro mundo un niño viva en el dolor, en la soledad y en la injusticia, vosotros sois culpables de todo aquello que ocurre en vuestro mundo porque no nos escucháis, no lleváis adelante lo que os venimos pidiendo desde hace miles de años, la entrega y que os comportéis como verdaderos hijos de mi amado Señor; vivid en libertad y romped las cadenas que el ángel desterrado os puso para brillar en toda vuestra intensidad y poder caminar por el sendero llevando a cada uno de ellos la luz y el amor que emanan nuestros corazones. Os amamos, hijos míos, os ruego y os suplico por cada uno de ellos, guiadlos rumbo a mi morada y ponedlos bajo el manto piadoso de mi amor, dadles un lugar de privilegio en vuestros corazones y en vuestros hogares, basta de tanto dolor, basta de tanto sufrimiento y os ruego uníos y entre todos comenzad a llevar adelante un mundo nuevo, un mundo basado en los Sagrados Mandamientos y dejaos guiar por vuestros Pastores, y vuestros Pastores que vuelvan y escuchen la voz de CRISTO JESÚS y a vuestro Pastor Mayor y sigan el sendero de la luz. Amén.
El Nuevo Testamento APOCALIPSIS
Capítulo 5
1 Después vi en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos.
2 Y vi a un Angel poderoso que proclamaba en alta voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?».
3 Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo.
4 Y yo me puse a llorar porque nadie era digno de abrir el libro ni de leerlo.
5 Pero uno de los Ancianos me dijo: «No llores: ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David, y él abrirá el libro y sus siete sellos».
6 Entonces vi un Cordero que parecía haber sido inmolado: estaba de pie entre el trono y los cuatro Seres Vivientes, en medio de los veinticuatro Ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.
7 El Cordero vino y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.
8 Cuando tomó el libro, los cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero. Cada uno tenía un arpa, y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los Santos,
9 y cantaban un canto nuevo, diciendo: «Tú eres digno de tomar el libro y de romper los sellos, porque has sido inmolado, y por medio de tu Sangre, has rescatado para Dios a hombres de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones.
10 Tú has hecho de ellos un Reino sacerdotal para nuestro Dios, y ellos reinarán sobre la tierra».
11 Y después oí la voz de una multitud de Angeles que estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos. Su número se contaba por miles y millones,
12 y exclamaban con voz potente: «El Cordero que ha sido inmolado es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza».
13 También oí que todas las criaturas que están en el cielo, sobre la tierra, debajo de ella y en el mar, y todo lo que hay en ellos, decían: «Al que está sentado sobre el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y poder, por los siglos de los siglos».
14 Los cuatro Seres Vivientes decían: «¡Amén!», y los Ancianos se postraron en actitud de adoración.
1 Después vi en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos.
2 Y vi a un Angel poderoso que proclamaba en alta voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?».
3 Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo.
4 Y yo me puse a llorar porque nadie era digno de abrir el libro ni de leerlo.
5 Pero uno de los Ancianos me dijo: «No llores: ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David, y él abrirá el libro y sus siete sellos».
6 Entonces vi un Cordero que parecía haber sido inmolado: estaba de pie entre el trono y los cuatro Seres Vivientes, en medio de los veinticuatro Ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.
7 El Cordero vino y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.
8 Cuando tomó el libro, los cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero. Cada uno tenía un arpa, y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los Santos,
9 y cantaban un canto nuevo, diciendo: «Tú eres digno de tomar el libro y de romper los sellos, porque has sido inmolado, y por medio de tu Sangre, has rescatado para Dios a hombres de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones.
10 Tú has hecho de ellos un Reino sacerdotal para nuestro Dios, y ellos reinarán sobre la tierra».
11 Y después oí la voz de una multitud de Angeles que estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos. Su número se contaba por miles y millones,
12 y exclamaban con voz potente: «El Cordero que ha sido inmolado es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza».
13 También oí que todas las criaturas que están en el cielo, sobre la tierra, debajo de ella y en el mar, y todo lo que hay en ellos, decían: «Al que está sentado sobre el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y poder, por los siglos de los siglos».
14 Los cuatro Seres Vivientes decían: «¡Amén!», y los Ancianos se postraron en actitud de adoración.
viernes, 30 de marzo de 2012
╰✿╮Jesús revela detalles de Su Crucifixión╰✿╮
Mi muy querida y amada hija, Mi tiempo para más sufrimiento sucederá mientras Mi Pasión en la Cruz sea conmemorada.
Ningún hombre entiende lo extenso de Mi sufrimiento durante Mi crucifixión o la manera en que fui azotado.
Mi flagelación fue lo peor. Fui golpeado salvajemente por diez hombres y cada centimetro de Mi cuerpo fue cortada.
La carne de Mi espalda fue desgarrada y Mis omóplatos eran visibles.
Apenas Me podía poner en pie y un ojo fue magullado y aplastado.
Yo solo podía ver por Mi ojo esquierda.
En el momento en que Me llevaron delante de Poncio Pilatos y Me colocaron la corona de espinas en Mi cabeza, apenas podía tenerme en pie.
Ellos entonces Me desnudaron antes de colocarme una vestidura roja corta sobre Mi cabeza y entonces colocaron una hoja de palma en Mi mano derecha.
Cada espina era como una aguja muy puntiaguda. Una de las espinas también traspasó Mi ojo derecho, la cual Me dejó apenas capaz de ver.
Perdí tanta sangre que vomité y estaba tan mareado, que cuando Yo empecé a ascender el Calvario, no podía sostener la Cruz.
Caí tantas veces, que tomó horas alcanzar la cima de la colina.
Fui flagelado y azotado en cada paso del camino.
Mi cuerpo estaba todo ensangrentado y cubierto con un grueso sudor producido por un sol abrazador.
Me desmayé varias veces.
Mucho de esto era doloroso y agonizante, lo más espantoso de todo fue el odio mostrado hacia Mí, no solo por los adultos a lo largo del camino, sino por los niños pequeños, que Me pateaban, porque ellos estaban siguiendo el ejemplo de sus padres.
Los gritos que brotaban de sus bocas y el odio, eran nada comparado al miedo que tenían de Mí.
Porque, detrás de todo esto, ellos todavía no estaban seguros si era o no, de hecho, el Mesías que estaban esperando por tanto tiempo.
Era más fácil, por lo tanto, odiarme, denunciarme en vez de aceptarme por lo que habría significado que ellos habrían tenido que cambiar sus modales.
Mi momento más angustioso fue cuando Me tendí en el suelo sobre Mi costado, habiendo sido pateado en la espalda de nuevo y vi a Mi amada Madre mirándome.
Ella estaba desolada y siendo sostenida por dos de Mis discípulos.
Yo solo la podía ver a través del único ojo restante y casi no podía soportar mirar su tormento.
Las burlas, los gritos y los rugidos de las multitudes de cientos podían ser sentidos desde el suelo en que Yo yacía y tomó seiscientos soldados para organizar y supervisar la crucifixión Mía y de otros seis.
Yo era el foco principal de su atención y los otros no sufrieron como Yo lo hice.
Cuando Mis muñecas, en la base de Mis pulgares, fueron clavadas a la Cruz, Yo ya no podía sentir.
Mi cuerpo estaba tan maltratado y golpeado, que Yo estaba en estado de shock.
Mis hombros estaban dislocados y Mis brazos arrancados de sus órbitas.
El daño físico peor, fue infligido sobre Mi cuerpo antes de que fuera clavado a la Cruz.
No dejé escapar ni un grito.
No protesté.
Solo un susurro.
Esto enfurecía a Mis ejecutores, que querían una reacción para satisfacer sus deseos.
Nunca Me comprometí con ellos, porque hacer eso habría significado que Yo hubiera tenido que comprometerme con Satán y sus demonios, quienes infestaban sus almas.
Esto es por lo que su maldad hacia Mí era tan intensa.
Estuve colgado en la Cruz por cinco horas.
El sol estaba abrazador, sin nubes que ayudaran a reducir la quemadura de Mi piel.
Quando tomé Mi último aliento, Mi Padre envió nubes negras, así también truenos y relámpagos.
La tormenta que se llevó a cabo fue de magnitud aterradora y tan de repente que Mis espectadores quedaron sin duda en esta etapa de que Yo era, de hecho, el Salvador que había sido enviado por Dios Padre.
Revelo esto a ti, hija Mía, como un don a ti a cambio de el inmenso acto de sufrimiento que Me has ofrecido.
Dile a Mis hijos que Yo no lamento Mi Pasión en la Cruz.
Lo que lamento es que Mi sacrificio ha sido olvidado y que muchísimos niegan que Mi crucifixión se llevara a cabo.
Muchos no tienen idea de lo que Yo tuve que sufrir así como muchos de Mis apóstoles no presenciaron Mí subida al Calvario.
Lo que Me hiere hoy día es que tantos todavía Me niegan.
Mi llamado a ustedes, Mis seguidores, es no permitir que Mi crucifixión se desperdicie.
Yo morí por TODOS los pecados, incluso por los que se cometen hoy.
Yo quiero y necesito salvar a aquellos que Me niegan incluso hoy día.
Su Amado Salvador, Jesucristo
Ningún hombre entiende lo extenso de Mi sufrimiento durante Mi crucifixión o la manera en que fui azotado.
Mi flagelación fue lo peor. Fui golpeado salvajemente por diez hombres y cada centimetro de Mi cuerpo fue cortada.
La carne de Mi espalda fue desgarrada y Mis omóplatos eran visibles.
Apenas Me podía poner en pie y un ojo fue magullado y aplastado.
Yo solo podía ver por Mi ojo esquierda.
En el momento en que Me llevaron delante de Poncio Pilatos y Me colocaron la corona de espinas en Mi cabeza, apenas podía tenerme en pie.
Ellos entonces Me desnudaron antes de colocarme una vestidura roja corta sobre Mi cabeza y entonces colocaron una hoja de palma en Mi mano derecha.
Cada espina era como una aguja muy puntiaguda. Una de las espinas también traspasó Mi ojo derecho, la cual Me dejó apenas capaz de ver.
Perdí tanta sangre que vomité y estaba tan mareado, que cuando Yo empecé a ascender el Calvario, no podía sostener la Cruz.
Caí tantas veces, que tomó horas alcanzar la cima de la colina.
Fui flagelado y azotado en cada paso del camino.
Mi cuerpo estaba todo ensangrentado y cubierto con un grueso sudor producido por un sol abrazador.
Me desmayé varias veces.
Mucho de esto era doloroso y agonizante, lo más espantoso de todo fue el odio mostrado hacia Mí, no solo por los adultos a lo largo del camino, sino por los niños pequeños, que Me pateaban, porque ellos estaban siguiendo el ejemplo de sus padres.
Los gritos que brotaban de sus bocas y el odio, eran nada comparado al miedo que tenían de Mí.
Porque, detrás de todo esto, ellos todavía no estaban seguros si era o no, de hecho, el Mesías que estaban esperando por tanto tiempo.
Era más fácil, por lo tanto, odiarme, denunciarme en vez de aceptarme por lo que habría significado que ellos habrían tenido que cambiar sus modales.
Mi momento más angustioso fue cuando Me tendí en el suelo sobre Mi costado, habiendo sido pateado en la espalda de nuevo y vi a Mi amada Madre mirándome.
Ella estaba desolada y siendo sostenida por dos de Mis discípulos.
Yo solo la podía ver a través del único ojo restante y casi no podía soportar mirar su tormento.
Las burlas, los gritos y los rugidos de las multitudes de cientos podían ser sentidos desde el suelo en que Yo yacía y tomó seiscientos soldados para organizar y supervisar la crucifixión Mía y de otros seis.
Yo era el foco principal de su atención y los otros no sufrieron como Yo lo hice.
Cuando Mis muñecas, en la base de Mis pulgares, fueron clavadas a la Cruz, Yo ya no podía sentir.
Mi cuerpo estaba tan maltratado y golpeado, que Yo estaba en estado de shock.
Mis hombros estaban dislocados y Mis brazos arrancados de sus órbitas.
El daño físico peor, fue infligido sobre Mi cuerpo antes de que fuera clavado a la Cruz.
No dejé escapar ni un grito.
No protesté.
Solo un susurro.
Esto enfurecía a Mis ejecutores, que querían una reacción para satisfacer sus deseos.
Nunca Me comprometí con ellos, porque hacer eso habría significado que Yo hubiera tenido que comprometerme con Satán y sus demonios, quienes infestaban sus almas.
Esto es por lo que su maldad hacia Mí era tan intensa.
Estuve colgado en la Cruz por cinco horas.
El sol estaba abrazador, sin nubes que ayudaran a reducir la quemadura de Mi piel.
Quando tomé Mi último aliento, Mi Padre envió nubes negras, así también truenos y relámpagos.
La tormenta que se llevó a cabo fue de magnitud aterradora y tan de repente que Mis espectadores quedaron sin duda en esta etapa de que Yo era, de hecho, el Salvador que había sido enviado por Dios Padre.
Revelo esto a ti, hija Mía, como un don a ti a cambio de el inmenso acto de sufrimiento que Me has ofrecido.
Dile a Mis hijos que Yo no lamento Mi Pasión en la Cruz.
Lo que lamento es que Mi sacrificio ha sido olvidado y que muchísimos niegan que Mi crucifixión se llevara a cabo.
Muchos no tienen idea de lo que Yo tuve que sufrir así como muchos de Mis apóstoles no presenciaron Mí subida al Calvario.
Lo que Me hiere hoy día es que tantos todavía Me niegan.
Mi llamado a ustedes, Mis seguidores, es no permitir que Mi crucifixión se desperdicie.
Yo morí por TODOS los pecados, incluso por los que se cometen hoy.
Yo quiero y necesito salvar a aquellos que Me niegan incluso hoy día.
Su Amado Salvador, Jesucristo
El Nuevo Testamento APOCALIPSIS
Capítulo 4
1 Después tuve la siguiente visión: Había una puerta abierta en el cielo, y la voz que había escuchado antes, hablándome como una trompeta, me dijo: «Sube aquí, y te mostraré las cosas que deben suceder en seguida».
2 En ese mismo momento, fui arrebatado por el Espíritu y vi en el cielo un trono, en el cual alguien estaba sentado.
3 El que estaba sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de ágata. Rodeando el trono, vi un arco iris que tenía el aspecto de la esmeralda.
4 Y alrededor de él, había otros veinticuatro tronos, donde estaban sentados veinticuatro Ancianos, con túnicas blancas y coronas de oro en la cabeza.
5 Del trono salían relámpagos, voces y truenos, y delante de él ardían siete lámparas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios.
6 Frente al trono, se extendía como un mar transparente semejante al cristal. En medio del trono y alrededor de él, había cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás.
7 El primer Ser Viviente era semejante a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía rostro humano; y el cuarto era semejante a un águila en pleno vuelo.
8 Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y repetían sin cesar, día y noche: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá».
9 Y cada vez que los Seres Vivientes daban gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
10 los veinticuatro Ancianos se postraban ante él para adorarlo, y ponían sus coronas delante del trono, diciendo:
11 «Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad».
1 Después tuve la siguiente visión: Había una puerta abierta en el cielo, y la voz que había escuchado antes, hablándome como una trompeta, me dijo: «Sube aquí, y te mostraré las cosas que deben suceder en seguida».
2 En ese mismo momento, fui arrebatado por el Espíritu y vi en el cielo un trono, en el cual alguien estaba sentado.
3 El que estaba sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de ágata. Rodeando el trono, vi un arco iris que tenía el aspecto de la esmeralda.
4 Y alrededor de él, había otros veinticuatro tronos, donde estaban sentados veinticuatro Ancianos, con túnicas blancas y coronas de oro en la cabeza.
5 Del trono salían relámpagos, voces y truenos, y delante de él ardían siete lámparas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios.
6 Frente al trono, se extendía como un mar transparente semejante al cristal. En medio del trono y alrededor de él, había cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás.
7 El primer Ser Viviente era semejante a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía rostro humano; y el cuarto era semejante a un águila en pleno vuelo.
8 Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y repetían sin cesar, día y noche: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá».
9 Y cada vez que los Seres Vivientes daban gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
10 los veinticuatro Ancianos se postraban ante él para adorarlo, y ponían sus coronas delante del trono, diciendo:
11 «Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad».
jueves, 29 de marzo de 2012
El Nuevo Testamento APOCALIPSIS
Capítulo 3
1 Escribe al Angel de la Iglesia de Sardes: «El que posee los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, afirma: «Conozco tus obras: aparentemente vives, pero en realidad estás muerto.
2 Permanece alerta y reanima lo que todavía puedes rescatar de la muerte, porque veo que tu conducta no es perfecta delante de mi Dios.
3 Recuerda cómo has recibido y escuchado la Palabra: consérvala fielmente y arrepiéntete. Porque si no vigilas, llegaré como un ladrón, y no sabrás a qué hora te sorprenderé.
4 Sin embargo, tienes todavía en Sardes algunas personas que no han manchado su ropa: ellas me acompañarán vestidas de blanco, porque lo han merecido.
5 El vencedor recibirá una vestidura blanca, nunca borraré su nombre del Libro de la Vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus Angeles».
6 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
7 Escribe al Angel de la Iglesia de Filadelfia: «El Santo, el que dice la Verdad, el que posee la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir, afirma:
8 «Yo conozco tus obras; he abierto delante de ti una puerta que nadie puede cerrar, porque a pesar de tu debilidad, has cumplido mi Palabra sin renegar de mi Nombre.
9 Obligaré a los de la sinagoga de Satanás –que mienten, porque se llaman judíos y no lo son– a que se postren delante de ti y reconozcan que yo te he amado.
10 Ya que has cumplido mi consigna de ser constante, yo también te preservaré en la hora de la tribulación, que ha de venir sobre el mundo entero para poner a prueba a todos los habitantes de la tierra.
11 Yo volveré pronto: conserva firmemente lo que ya posees, para que nadie pueda arrebatarte la corona.
12 Haré que el vencedor sea una columna en el Templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Y sobre él escribiré el nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios –la nueva Jerusalén que desciende del cielo y viene de Dios– y también mi nombre nuevo».
13 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias».
14 Escribe al Angel de la Iglesia de Laodicea: «El que es Amén, el Testigo fiel y verídico, el Principio de las obras de Dios, afirma:
15 «Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
16 Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca.
17 Tú andas diciendo: Soy rico, estoy lleno de bienes y no me falta nada. Y no sabes que eres desdichado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.
18 Por eso, te aconsejo: cómprame oro purificado en el fuego para enriquecerte, vestidos blancos para revestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y un colirio para ungir tus ojos y recobrar la vista.
19 Yo corrijo y comprendo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete!
20 Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.
21 Al vencedor lo haré sentar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono».
22 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias».
1 Escribe al Angel de la Iglesia de Sardes: «El que posee los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, afirma: «Conozco tus obras: aparentemente vives, pero en realidad estás muerto.
2 Permanece alerta y reanima lo que todavía puedes rescatar de la muerte, porque veo que tu conducta no es perfecta delante de mi Dios.
3 Recuerda cómo has recibido y escuchado la Palabra: consérvala fielmente y arrepiéntete. Porque si no vigilas, llegaré como un ladrón, y no sabrás a qué hora te sorprenderé.
4 Sin embargo, tienes todavía en Sardes algunas personas que no han manchado su ropa: ellas me acompañarán vestidas de blanco, porque lo han merecido.
5 El vencedor recibirá una vestidura blanca, nunca borraré su nombre del Libro de la Vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus Angeles».
6 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
7 Escribe al Angel de la Iglesia de Filadelfia: «El Santo, el que dice la Verdad, el que posee la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir, afirma:
8 «Yo conozco tus obras; he abierto delante de ti una puerta que nadie puede cerrar, porque a pesar de tu debilidad, has cumplido mi Palabra sin renegar de mi Nombre.
9 Obligaré a los de la sinagoga de Satanás –que mienten, porque se llaman judíos y no lo son– a que se postren delante de ti y reconozcan que yo te he amado.
10 Ya que has cumplido mi consigna de ser constante, yo también te preservaré en la hora de la tribulación, que ha de venir sobre el mundo entero para poner a prueba a todos los habitantes de la tierra.
11 Yo volveré pronto: conserva firmemente lo que ya posees, para que nadie pueda arrebatarte la corona.
12 Haré que el vencedor sea una columna en el Templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Y sobre él escribiré el nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios –la nueva Jerusalén que desciende del cielo y viene de Dios– y también mi nombre nuevo».
13 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias».
14 Escribe al Angel de la Iglesia de Laodicea: «El que es Amén, el Testigo fiel y verídico, el Principio de las obras de Dios, afirma:
15 «Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
16 Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca.
17 Tú andas diciendo: Soy rico, estoy lleno de bienes y no me falta nada. Y no sabes que eres desdichado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.
18 Por eso, te aconsejo: cómprame oro purificado en el fuego para enriquecerte, vestidos blancos para revestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y un colirio para ungir tus ojos y recobrar la vista.
19 Yo corrijo y comprendo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete!
20 Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.
21 Al vencedor lo haré sentar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono».
22 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias».
La Virgen María: Pídele a Mis hijos un día de ayuno el Viernes Santo para evitar una moneda mundial
Martes, 27 de marzo del 2012, a las 18:00 hrs.
Hija mía, tu sufrimiento, junto con el de otras almas escogidas, se intensificará durante la Semana Santa.
Esta es la semana en donde el Engañador herirá a muchos de los hijos de Dios a como le sea posible a través de las guerras, persecución y violencia.
Es en este tiempo que él inflige gran sufrimiento, así como Mi precioso Hijo lo soportó durante Su pasión en la Cruz.
Mi niña, tú debes decir a todos aquellos que han alentado a las almas en todas partes a rezar Mi Santo Rosario todos los viernes hasta la Pascua, que estoy muy complacido.
Las almas que ellos están salvando, junto con el sufrimiento de sus propias naciones, están todas siendo ayudadas por estas devociones.
El amor de Mi Hijo está siendo sentido ahora por más personas, alrededor del mundo, en un tiempo de gran sufrimiento.
El alivia su dolor con gracias especiales y calma sus almas por el poder del Espíritu Santo.
Hijos, sus oraciones que son tan amorosamente presentadas por ustedes en los Cielos, están siendo oídas.
Deben buscar la ayuda de Mi Hijo y de Mi Padre Eterno todo el tiempo. Cada oración, no importa cuán pequeña, es oída y contestada de acuerdo a la voluntad del Dios Altísimo.
Mi niña, pide a Mis hijos hacer un día de ayuno el Viernes Santo, para evitar que una moneda mundial sea introducida.
Sus oraciones y ayunos pueden hacer esto.
Tan pronto como esta oración sea dicha durante su ayuno, Mi Padre Eterno detendrá a esta gente de infligir la austeridad que están planeando, para que ellos puedan controlarles.
Estas mismas personas quieren abolir el Cristianismo, así que es importante que ustedes eviten que esto suceda, a través de sacrificios especiales.
Cruzada de Oración (42): Oración del ayuno para detener la moneda mundial:
Oh Dios Altísimo, Te ofrezco a Ti mi don del ayuno,
para que así detengas las garras del mal en el mundo,
que están siendo planeadas para matar de hambre a mi país, de los alimentos, incluyendo el pan de la vida.
Acepta mi ofrecimiento y escucha mis súplicas por las naciones,
para impedirles el sufrimiento que está siendo planeado por el Anticristo.
Sálvanos, querido Señor, de esta maldad y protege nuestra fe,
para que así podamos honrarte con la libertad que necesitamos para amarte y adorarte a Ti. Por los siglos de los siglos. Amén.
Hija mía, un día de ayuno el Viernes Santo, traerá mucha libertad a las naciones, del maligno y de aquellos que siguen sus malvados deseos de controlar las finanzas de todas las naciones.
Su amada Madre, Madre de la Salvación, Madre de Dios
miércoles, 28 de marzo de 2012
El Nuevo Testamento APOCALIPSIS
Capítulo 2
1 Escribe al Angel de la Iglesia de Efeso: «El que tiene en su mano derecha las siete estrellas y camina en medio de los siete candelabros de oro, afirma:
2 «Conozco tus obras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos: has puesto a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos.
3 Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer.
4 Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo.
5 Fíjate bien desde dónde has caído, conviértete y observa tu conducta anterior. Si no te arrepientes, vendré hacia ti y sacaré tu candelabro de su lugar preeminente.
6 Sin embargo, tienes esto a tu favor: que detestas la conducta de los nicolaítas, lo mismo que yo».
7 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer del árbol de la vida, que se encuentra en el Paraíso de Dios».
8 Escribe al Angel de la Iglesia de Esmirna: «El Primero y el Ultimo, el que estuvo muerto y ha revivido, afirma:
9 «Conozco tu tribulación y tu pobreza, aunque eres rica, así como también la maledicencia de los que se llaman judíos, y no son más que una sinagoga de Satanás.
10 No temas por lo que tendrás que padecer: mira que el demonio va a arrojar en la cárcel a algunos de ustedes para que sean puestos a prueba, y tendrán que sufrir durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida».
11 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: la segunda muerte no dañará al vencedor.
12 Escribe al Angel de la Iglesia de Pérgamo: «El que tiene la espada de doble filo afirma:
13 «Sé que tú habitas donde está el trono de Satanás. A pesar de todo, permaneces fiel a mi Nombre y no has renegado de tu fe en mí, ni siquiera en la época de Antipas, mi testigo fiel, al que mataron en el lugar donde habita Satanás.
14 Sin embargo, debo reprocharte algo, y es que tienes adictos a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac cómo debía seducir a los israelitas para que se prostituyeran, comiendo los alimentos sacrificados a los ídolos.
15 Tienes además partidarios de la doctrina de los nicolaítas.
16 Arrepiéntete, o iré en seguida para combatirlos con la espada de mi boca».
17 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer el maná escondido, y también le daré una piedra blanca, en la que está escrito un nombre nuevo que nadie conoce fuera de aquel que lo recibe.
18 Escribe al Angel de la Iglesia de Tiatira: «El Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies semejantes al bronce fundido, afirma:
19 «Conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu constancia. Sé también que tus últimas obras son más abundantes que las primeras.
20 Pero, debo reprocharte que toleras a Jezabel, esa mujer que pretende ser profetisa, la que engaña a todos mis servidores, y les enseña a prostituirse comiendo los alimentos sacrificados a los ídolos.
21 Yo le he dado tiempo suficiente para arrepentirse, pero ella no quiere dejar de fornicar.
22 Por eso, la arrojaré en un lecho de dolor, y someteré a sus compañeros de adulterio a una prueba terrible, si no se arrepienten de sus obras,
23 y haré morir a sus hijos. Así sabrán todas las Iglesias que yo conozco íntimamente los sentimientos y las intenciones. Y yo retribuiré a cada uno según sus obras.
24 En cuanto a ustedes, los demás de Tiatira, los que no comparten esta doctrina ni conocen "los secretos de Satanás" –como dicen ellos– no les impondré nada nuevo,
25 excepto que conserven firmemente lo que ya poseen, hasta que yo vuelva.
26 Al vencedor, al que permanezca fiel hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones.
27 El las regirá con un cetro de hierro y las destrozará como a un vaso de arcilla,
28 con el mismo poder que yo recibí del Padre; y también le daré la Estrella de la mañana».
29 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias»
1 Escribe al Angel de la Iglesia de Efeso: «El que tiene en su mano derecha las siete estrellas y camina en medio de los siete candelabros de oro, afirma:
2 «Conozco tus obras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos: has puesto a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos.
3 Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer.
4 Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo.
5 Fíjate bien desde dónde has caído, conviértete y observa tu conducta anterior. Si no te arrepientes, vendré hacia ti y sacaré tu candelabro de su lugar preeminente.
6 Sin embargo, tienes esto a tu favor: que detestas la conducta de los nicolaítas, lo mismo que yo».
7 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer del árbol de la vida, que se encuentra en el Paraíso de Dios».
8 Escribe al Angel de la Iglesia de Esmirna: «El Primero y el Ultimo, el que estuvo muerto y ha revivido, afirma:
9 «Conozco tu tribulación y tu pobreza, aunque eres rica, así como también la maledicencia de los que se llaman judíos, y no son más que una sinagoga de Satanás.
10 No temas por lo que tendrás que padecer: mira que el demonio va a arrojar en la cárcel a algunos de ustedes para que sean puestos a prueba, y tendrán que sufrir durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida».
11 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: la segunda muerte no dañará al vencedor.
12 Escribe al Angel de la Iglesia de Pérgamo: «El que tiene la espada de doble filo afirma:
13 «Sé que tú habitas donde está el trono de Satanás. A pesar de todo, permaneces fiel a mi Nombre y no has renegado de tu fe en mí, ni siquiera en la época de Antipas, mi testigo fiel, al que mataron en el lugar donde habita Satanás.
14 Sin embargo, debo reprocharte algo, y es que tienes adictos a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac cómo debía seducir a los israelitas para que se prostituyeran, comiendo los alimentos sacrificados a los ídolos.
15 Tienes además partidarios de la doctrina de los nicolaítas.
16 Arrepiéntete, o iré en seguida para combatirlos con la espada de mi boca».
17 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer el maná escondido, y también le daré una piedra blanca, en la que está escrito un nombre nuevo que nadie conoce fuera de aquel que lo recibe.
18 Escribe al Angel de la Iglesia de Tiatira: «El Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies semejantes al bronce fundido, afirma:
19 «Conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu constancia. Sé también que tus últimas obras son más abundantes que las primeras.
20 Pero, debo reprocharte que toleras a Jezabel, esa mujer que pretende ser profetisa, la que engaña a todos mis servidores, y les enseña a prostituirse comiendo los alimentos sacrificados a los ídolos.
21 Yo le he dado tiempo suficiente para arrepentirse, pero ella no quiere dejar de fornicar.
22 Por eso, la arrojaré en un lecho de dolor, y someteré a sus compañeros de adulterio a una prueba terrible, si no se arrepienten de sus obras,
23 y haré morir a sus hijos. Así sabrán todas las Iglesias que yo conozco íntimamente los sentimientos y las intenciones. Y yo retribuiré a cada uno según sus obras.
24 En cuanto a ustedes, los demás de Tiatira, los que no comparten esta doctrina ni conocen "los secretos de Satanás" –como dicen ellos– no les impondré nada nuevo,
25 excepto que conserven firmemente lo que ya poseen, hasta que yo vuelva.
26 Al vencedor, al que permanezca fiel hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones.
27 El las regirá con un cetro de hierro y las destrozará como a un vaso de arcilla,
28 con el mismo poder que yo recibí del Padre; y también le daré la Estrella de la mañana».
29 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias»
martes, 27 de marzo de 2012
PARA SABER SI ES CIERTA UNA APARICION Ó REVELACION PRIVADA
La primera cuestión que surge cuando se intenta hablar de cualquier aparición es cómo la Iglesia lo ve. Para ello tiene que aprobar una aparición con el fin de que sea “digna de creer”. De acuerdo con el Papa Benedicto XVI (Verbum Domini), las apariciones o revelaciones “privadas” son “juzgadas por su orientación a Cristo mismo. Si nos alejan de Él, entonces no vienen ciertamente del Espíritu Santo, que nos guía profundamente al Evangelio y no fuera de él … la aprobación eclesiástica de una revelación privada, esencialmente significa que su mensaje no contiene nada contrario a la fe y la moral, es lícito hacerlo público, y los fieles están autorizados a darle la adhesión … Una revelación privada puede tener un carácter profético, y puede ser una valiosa ayuda para comprender mejor y vivir el Evangelio en un momento determinado. Por lo tanto, no debe tomarse a la ligera. Se trata de una ayuda que se ofrece, pero su uso no es obligatorio.”
El Catecismo de la Iglesia Católica también se ocupa de la revelación “privada”: “A lo largo de los siglos, se han producido los llamadas revelaciones ‘privadas’, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Ellas no son, sin embargo, del depósito de la fe. Su papel no es para mejorar o completar la Revelación definitiva de Cristo, sino para ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sensus fidelium sabe discernir y dar la bienvenida en estas revelaciones en lo que constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia “(CIC 67).
APOCALIPSIS
Capítulo 1
1 Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. El envió a su Angel para transmitírsela a su servidor Juan.
2 Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y testimonio de Jesucristo.
3 Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca.
4 Yo, Juan, escribo a las siete Iglesias de Asia. Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de aquel que es, que era y que vendrá, y de los siete Espíritus que están delante de su trono,
5 y de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la tierra. El nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por medio de su sangre,
6 e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén.
7 El vendrá entre las nubes y todos lo verán, aún aquellos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén.
8 Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que vendrá, el Todopoderoso.
9 Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las tribulaciones, el Reino y la espera perseverante en Jesús, estaba exiliado en la isla de Patmos, a causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
10 El Día del Señor fui arrebatado por el Espíritu y oí detrás de mí una voz fuerte como una trompeta, que decía:
11 «Escribe en un libro lo que ahora vas a ver, y mándalo a las siete iglesias: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardes, a Filadelfia y a Laodicea».
12 Me di vuelta para ver de quién era esa voz que me hablaba, y vi siete candelabros de oro,
13 y en medio de ellos, a alguien semejante a un Hijo de hombre, revestido de una larga túnica que estaba ceñida a su pecho con una faja de oro.
14 Su cabeza y sus cabellos tenían la blancura de la lana y de la nieve; sus ojos parecían llamas de fuego;
15 sus pies, bronce fundido en el crisol; y su voz era como el estruendo de grandes cataratas.
16 En su mano derecha tenía siete estrellas; de su boca salía una espada de doble filo; y su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza.
17 Al ver esto, caí a sus pies, como muerto, pero él, tocándome con su mano derecha, me dijo: «No temas: yo soy el Primero y el Ultimo, el Viviente.
18 Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo la llave de la Muerte y del Abismo.
19 Escribe lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá en el futuro.
20 El significado misterioso de las siete estrellas que has visto en mi mano y de los siete candelabros de oro es el siguiente: las siete estrellas son los Angeles de las siete Iglesias, y los siete candelabros son las siete Iglesias».
lunes, 26 de marzo de 2012
Ustedes no tienen mucho tiempo antes de que Yo venga a juzgar
Sábado, 24 de marzo del 2012, a las 11:45 hrs.
Vengo a ti hoy, Mi querida y amada hija, para informar al mundo de Mi Gran Misericordia.
Yo también deseo informar al mundo de Mi Justicia.
Hijos, ustedes no tienen mucho tiempo antes de que Yo venga a juzgar.
Es el período entre ahora y Mi día del Juicio, la cual tendrá lugar en Mi Segunda Venida, que ustedes deben usar inteligentemente para preparar sus almas.
Como su Divino Salvador, es Mi deber guiarles, instruirles y revelarles maneras en que puedan asegurarse que sean aptos para entrar a Mi Paraíso.
No rechacen a Mis profetas! Me refiero, en particular, a Mis Siervos Sagrados.
Ustedes deben pedirme que les cubra con Mi Espíritu Santo, por discernimiento, con humildad y pureza de alma.
Cuando lo hagan, Yo les revelaré a ustedes la verdad de Mi Santísima Palabra, dada a ustedes ahora a través de esta profeta.
Después de eso será su deber asegurar que todas aquellas almas que buscan su guía, sean ayudadas a preparar sus almas para Mi Segunda Venida.
Nunca tengan miedo de proferir la frase “La Segunda Venida de Cristo”, porque muchos de Mi rebaño no conocen lo que esto significa.
Muy pocos de ellos han sido enseñados acerca de este gran y glorioso evento o la importancia de preparar sus almas, para que así estén en estado de gracia.
Nunca tengan miedo de predicar acerca de la existencia del Purgatorio y el Infierno. Es su responsabilidad decirle a Mi pueblo la verdad!
Busquen Mi guía a través de esta Cruzada de Oración (40): Oración para que el Clero prepare las almas para la Segunda Venida.
Oh Mi Jesús,
yo no soy más que un humilde siervo y necesito que me guíes,
para que pueda preparar las almas para Su Segunda Venida gloriosa.
Ayúdame a convertir las almas y a prepararlas
de acuerdo a Tu Santa Voluntad, para que así ellas sean aptas
de entrar al Nuevo Cielo y Tierra, que prometiste a toda
la Humanidad por Tu muerte en la Cruz.
Dame las gracias que necesito, para que así pueda impartir
Tu Palabra a las sedientas almas y que nunca renuncie a mi
deber a Ti, querido Jesús, a quien yo prometí mi lealtad a través de mis Votos
Sagrados. Amén.
Vayan ahora Mis Siervos Sagrados y acepten el oficio para el cual ustedes fueron elegidos.
El reto de preparar las almas para Mi Segunda Venida es el mayor de la historia en su ministerio y deben aceptar esto con amor y gozo en sus corazones.
Acepten también el don de ser elegidos como siervos sagrados en estos, los tiempo del fin, cuando el nuevo Cielo y Tierra emergerán como Mi Nuevo Paraíso.
Ustedes son bendecidos por vivir en estos tiempos.
Pero serán atormentados y obstaculizados en toda parte de su viaje cuando ayuden a salvar las almas en la Tierra, porque el Engañador y todos aquellos que tienta a que sus corazones se alejen de Mí, su Divino Salvador.
Nunca se rindan en su Santa Misión y sepan que Yo, su Jesús, caminaré con ustedes todo paso del camino.
Su Amado Jesús
Vengo a ti hoy, Mi querida y amada hija, para informar al mundo de Mi Gran Misericordia.
Yo también deseo informar al mundo de Mi Justicia.
Hijos, ustedes no tienen mucho tiempo antes de que Yo venga a juzgar.
Es el período entre ahora y Mi día del Juicio, la cual tendrá lugar en Mi Segunda Venida, que ustedes deben usar inteligentemente para preparar sus almas.
Como su Divino Salvador, es Mi deber guiarles, instruirles y revelarles maneras en que puedan asegurarse que sean aptos para entrar a Mi Paraíso.
No rechacen a Mis profetas! Me refiero, en particular, a Mis Siervos Sagrados.
Ustedes deben pedirme que les cubra con Mi Espíritu Santo, por discernimiento, con humildad y pureza de alma.
Cuando lo hagan, Yo les revelaré a ustedes la verdad de Mi Santísima Palabra, dada a ustedes ahora a través de esta profeta.
Después de eso será su deber asegurar que todas aquellas almas que buscan su guía, sean ayudadas a preparar sus almas para Mi Segunda Venida.
Nunca tengan miedo de proferir la frase “La Segunda Venida de Cristo”, porque muchos de Mi rebaño no conocen lo que esto significa.
Muy pocos de ellos han sido enseñados acerca de este gran y glorioso evento o la importancia de preparar sus almas, para que así estén en estado de gracia.
Nunca tengan miedo de predicar acerca de la existencia del Purgatorio y el Infierno. Es su responsabilidad decirle a Mi pueblo la verdad!
Busquen Mi guía a través de esta Cruzada de Oración (40): Oración para que el Clero prepare las almas para la Segunda Venida.
Oh Mi Jesús,
yo no soy más que un humilde siervo y necesito que me guíes,
para que pueda preparar las almas para Su Segunda Venida gloriosa.
Ayúdame a convertir las almas y a prepararlas
de acuerdo a Tu Santa Voluntad, para que así ellas sean aptas
de entrar al Nuevo Cielo y Tierra, que prometiste a toda
la Humanidad por Tu muerte en la Cruz.
Dame las gracias que necesito, para que así pueda impartir
Tu Palabra a las sedientas almas y que nunca renuncie a mi
deber a Ti, querido Jesús, a quien yo prometí mi lealtad a través de mis Votos
Sagrados. Amén.
Vayan ahora Mis Siervos Sagrados y acepten el oficio para el cual ustedes fueron elegidos.
El reto de preparar las almas para Mi Segunda Venida es el mayor de la historia en su ministerio y deben aceptar esto con amor y gozo en sus corazones.
Acepten también el don de ser elegidos como siervos sagrados en estos, los tiempo del fin, cuando el nuevo Cielo y Tierra emergerán como Mi Nuevo Paraíso.
Ustedes son bendecidos por vivir en estos tiempos.
Pero serán atormentados y obstaculizados en toda parte de su viaje cuando ayuden a salvar las almas en la Tierra, porque el Engañador y todos aquellos que tienta a que sus corazones se alejen de Mí, su Divino Salvador.
Nunca se rindan en su Santa Misión y sepan que Yo, su Jesús, caminaré con ustedes todo paso del camino.
Su Amado Jesús