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miércoles, 27 de junio de 2012

Se extiende la epidemia zombie en EE.UU. producida por la droga “sales de baño”


Una nueva droga está produciendo una plaga de zombies y ataques caníbales en EE.UU.  Se trata de las llamadas “sales de baño”.
Es un compuesto de cristales de colores, muy parecido a las sales relajantes musculares, con el nombre clínico de ‘Metilendioxipirovalerona’, o MDPV por sus siglas en inglés. Los drogadictos también le llaman ‘Ola de marfil’, ‘Cielo de Vainilla’, ‘Bendición’ o ‘Relámpago blanco’.
El MDPV es un derivado del ‘crack’, basada en la cocaína, que puede ser consumida fumando pipas especiales, por inyección o sencillamente ingiriendo. Es una versión refinada de la vieja moda de oler pegamento.
Una vez consumido, el MDPV actúa sobre los neurotransmisores del cerebro, provoca un síndrome agudo de dependencia, produce psicosis, delirios, alucinaciones auditivas y táctiles, agresión y un elevado aumento de la temperatura corporal. “Las personas se quitan la ropa y, de pronto, tienen una fuerza sobrehumana, se vuelven violentas y se queman por dentro”,  explica Armando Aguilar, el presidente del sindicato de la Policía de Miami.
La droga se vende en las calles enmascarada en sobres o envases imitando sales de baño reales. Los Centros de Toxicología de EE. UU. afirman que ya han sido  registrados 1.007 casos de abusos de esta droga, lo que supone cuatro veces más en comparación con 2010. Y solo en el estado de Luisiana, desde septiembre hasta la fecha se han detectado 165 casos. En Florida, especialistas sanitarios del estado confirmaron a que se han detectado unos 15 casos en lo que va de año. También ha aparecido en California y Nevada.
Además de la fuerza sobrehumana, el MDPV produce deseos suicidas incontrolables. Hace tres meses en Luisiana, donde parece estar más expandida, un joven que había consumido las sales durante varios días, se hizo un profundo corte en la garganta, dañó varias arterias y se suicidó con una pistola.
En Missisipi, un adicto al crack y a la heroína se autolesionó con varios cortes en la cara y en el estómago, tras drogarse con las sales que le produjeron “unas alucinaciones tan terroríficas”, que decidió escribir a un periódico local para advertir a la gente de que no probara la sustancia.
La ciudad de Miami ha aprobado en primera instancia una ordenanza que prohíbe la venta de ‘sales de baño sumándose así a otras ciudades del sur del estado de Florida -que es donde fueron detectados más casos de ataques caníbales- como Sweetwater, Sunrise y el condado de Miami-Dade que han prohibido distintos tipos de drogas sintéticas.
Hasta la reciente pandemia zombi, se podía comprar ‘sales de baño’ de manera legal en gasolineras y diferentes tiendas.
OTRO CANÍBAL EN LA FLORIDA
Un hombre fue detenido la semana pasada después de morder a una persona y resistirse a las autoridades cuando se encontraba bajo la influencia de “sales de baño”.
El suceso ocurrió cuando Charles Baker, de 27 años, se presentó en la casa de su novia para visitar a sus hijos y cuando le abrieron la puerta comenzó a maldecir, a gritar y a quitarse toda la ropa, según un informe de la oficina del alguacil del condado de Manatee, en la costa oeste de Florida.
Baker siguió gritando, empezó a lanzar los muebles alrededor de la casa y cuando otro hombre, identificado como Jeffrey Blake y que se encontraba en la casa, intentó detenerlo, lo mordió y le arrancó un trozo de carne de un abrazo.
La víctima, de 48 años, logró someterlo hasta que agentes de la policía se presentaron en la vivienda en el momento del suceso. ”Cuando los agentes llegaron, Blake liberó a Baker, quien se levantó y no acató las órdenes de los policías, los encaró, tensó su cuerpo, apretó los puños y gritó“, según el comunicado de la oficina del Alguacil.
Después de aplicarle varias veces la pistola de descargas eléctricas, las autoridades lo arrestaron y lo trasladaron a un centro médico para someterlo a una evaluación antes de llevarlo a la cárcel.
MUJER MUERE LUEGO DE ALTERCADO BAJO EFECTOS DE SALES DE BAÑO EN NUEVA YORK
La “droga caníbal” impulsó a una madre a tratar de matar a su hijo en Nueva York. Pamela McCarthy de 35 años intentó asesinar a su hijo luego de consumir “Ivory wave” (una marca de sales de baño).
Pamela McCarthy, de 35 años, murió tras las descargas eléctricas que le propinó un policía de Nueva York para evitar que siguiera golpeando al niño de tres años.
“Ella no era consciente de lo que estaba ocurriendo a su alrededor”, aseguró Rodney Campbell, capitán de la Policía neoyorkina.
Los chillidos que salían de la casa conmovieron a los vecinos, que después de un rato llamaron a las autoridades. Pero ante la demora de los oficiales en acudir, Heather Ames, que vive en la casa contigua, se dirigió hacia donde se estaba produciendo la escena.
La madre no paraba de zurrar al niño. Entonces empezaron a forcejear, pero la fuerza de McCarthy pudo más y desplazó a Ames. “Me aprisionó con sus manos y pensé que iba a pegarme. Me rasguñó la cara y me tiró del cabello”, contó.
En ese momento apareció Jason Williams, el padre, que sí consiguió sacarle a su hijo, y salió a la calle corriendo, con él en brazos. Pero la madre no estaba dispuesta a que le arrebataran a su presa, así que salió detrás de su esposo con tanta furia que terminó tropezándose al descender por la escalera que llevaba a la calle. Según David Bridge, otro testigo, “después de volar varios metros, golpeó el concreto y se levantó como si nada”.
Al ver que ya no podía alcanzarlos, empezó a sacarse toda la ropa y a arrojársela a los transeúntes, exactamente igual que el caníbal de Miami. Luego de amenazar a las personas que circulaban en ese momento, dio media vuelta y volvió corriendo hacia su casa.
EL MES PASADO
En mayo pasado, Rudy Eugene devoró el 75 por ciento del rostro del indigente Ronald Poppo en un lateral de una rampa de una transitada autopista de la ciudad, lo que le valió el apelativo de “el caníbal de Miami”. Poppo se recupera en un hospital, pero es posible que quede ciego y necesite someterse a varias operaciones más para que le reconstruyan el rostro.
Eugene, de 31 años, también gruñó al policía que intentó detenerle cuando desnudo arrancó con sus dientes la nariz, los ojos y parte de la frente de Poppo. Un agente tuvo que dispararle varias veces y “el caníbal” falleció.
Semanas después de ese incidente, el indigente Brandon De León fue detenido por conducta desordenada, gruñó a dos policías, amenazó con devorarles y trató de morderlos.
“Brandon gruñía, abría y cerraba la boca y rechinaba los dientes como lo hubiera hecho un animal (…)”, indicaron agentes en un informe.
Las autoridades comprobaron que De León había consumido “Cloud 9″, una marca de “sales de baño”.
Fuentes: Periódicos de EE.UU., Signos de estos Tiempos

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