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sábado, 18 de agosto de 2012

Interpretación del Apocalipsis (Mensajes de la Santísima Virgen al Padre Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano)




Fátima, 13 de octubre de 1985

Aniversario de la última aparición

Los dos ejércitos

"Desde aquí, donde me aparecí como la Mujer vestida del Sol, os llamo a todos a recogeros en torno a vuestra celestial Capitana.

Éstos son los tiempos de la gran batalla entre Mí y el poderoso ejército a las órdenes del Dragón Rojo y la Bestia negra.

El ateísmo marxista y la masonería guían este ejército, reunido para conducir a toda la humanidad a la negación y rebelión contra Dios.

A la cabeza de él está el mismo Lucifer, que repite hoy su desafío de ponerse en lugar de Dios, para hacerse adorar él mismo como Dios.

Con él combaten todos los demonios que, en estos momentos, saliendo del infierno, se han desparramado por la tierra, para llevar a la perdición al mayor número posible de almas.

A ellos se unen todos los espíritus condenados y los que en esta vida caminan en el rechazo de Dios, le ofenden y le blasfeman, y corren por la senda del egoísmo y del odio, del mal y de la impureza.

Ellos hacen de la búsqueda del placer su único objetivo, satisfacen todas las pasiones, combaten por el triunfo del odio, del mal y de la impiedad.

El ejército que Yo misma conduzco está formado por todos los Ángeles y Santos del Paraíso, guiados por San Miguel Arcángel, que está al frente de toda la milicia celeste.

Es una terrible batalla que se combate, sobre todo, a nivel de espíritus.

En la tierra forman parte de mi ejército todos los que viven amando y glorificando a Dios, según la gracia recibida en el santo Bautismo, y caminan por la senda segura de la perfecta observancia de los Mandamientos del Señor.

Son humildes, dóciles, pequeños, caritativos; huyen de las asechanzas del demonio y de las fáciles seducciones del placer, caminan por la senda del amor, de la pureza y de la santidad.

Mi ejército lo forman todos mis pequeños hijos que, hoy, en todas partes del mundo, me han dicho sí, y me siguen por la senda que en estos años les he trazado.

Es por medio de mi ejército, en estos tiempos, como llevo adelante mi victoria.

Es por medio de mi ejército como construyo cada día el triunfo de mi Corazón Inmaculado.

Es por medio de mi ejército como preparo el camino por el que vendrá a vosotros el Reino glorioso de Jesús, que será un Reino de amor y de Gracia, de santidad, de justicia y de paz.

Desde este lugar, donde me aparecí, os repito hoy mi ruego materno: ¡Alistaos todos, lo más pronto posible, en mi ejército!

La hora de la gran batalla ha llegado ya.

Combatid con el arma del Santo Rosario y caminad por la vía del amor a Jesús, del desprecio del mundo y de vosotros mismos, de la humildad, de la caridad, de la sencillez, de la pureza.

Entonces estaréis dispuestos a afrontar las grandes pruebas, que pronto comenzarán para la Iglesia y la humanidad.

Desde este bendito lugar, con mi Papa, con mis predilectos e hijos consagrados a Mí, os bendigo a todos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo." 

Comentario: 

Palabras serias de nuestra Madre del Cielo, que nos dicen que ya estamos en medio de la batalla entre Cielo e Infierno, y nosotros estamos también participando de ella.

A la luz de este mensaje de María, es que comprenderemos mejor todos los acontecimientos del mundo, que están siendo guiados por las fuerzas del mal. Y también nos enteramos de que no sólo sobre el mundo se han dispersado los demonios para tentarnos y dañarnos de todas formas, sino que también han ascendido del Infierno las almas de los condenados, que por haberse condenado son también demonios, y ayudan a Satanás en el plan de destrucción del mundo y de la Iglesia.

Este mensaje de María es muy serio y tenemos que tomarlo seriamente, porque Ella nos invita a que urgentemente (¡y el mensaje fue dado en el año 1985!), a que entremos lo más pronto posible a formar parte de su ejército victorioso. Y entramos a este ejército por medio de la consagración al Inmaculado Corazón de María, pues con esta consagración nos entregamos completamente a la Virgen y ya no quedamos a merced del demonio y todos sus espíritus condenados, puesto que la Virgen nos protege como cosa y posesión suya.

Hay una canción en Argentina que lleva como título. "Ya no se puede ocultar", y habla de que el demonio se presenta con mil caras y ya no se puede ocultar, sino que para quien quiere ver las cosas con claridad, ya ve el rostro del Maligno en los acontecimientos de este mundo que cada vez está más en su poder.

Los enemigos son muchísimos y más fuertes que nosotros. Pero en toda la historia del pueblo elegido, y también del Cristianismo, hemos visto innumerables veces cómo Dios ha intervenido y ayudado a los que eran minoría, a su pequeño rebaño. Y esta vez no será distinto, sino que Dios y su santísima Madre, estarán de nuestra parte e inclinarán la balanza hacia el bien y el triunfo de Dios y de sus hijos.

(Vea cómo Consagrarse al Corazón Inmaculado de María)

Visite: www.santisimavirgen.com.ar


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