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miércoles, 29 de agosto de 2012
MENSAJE DADO AYER POR NUESTRA MADRE
Siempre que os hablo, amados hijitos, os pido y os ruego desde mi Inmaculado Corazón el mismo pedido, la misma súplica, que es la de la gran unidad de todos los pueblos del mundo, de todas las religiones y que os sentéis a hablar y meditar en un marco de humildad, de amor y total respeto los unos hacia los otros y que nunca debéis olvidar que sois todos hermanos y hermanas entre sí, que profeséis la religión que profeséis, sois hijos del mismo Padre y hermanos de mi amado Hijo JESÚS.
Por ello antes que sigáis avanzando por distintos caminos y muchos de vosotros por senderos llenos de oscuridad que os traerán inmenso dolor, quiero que habléis y os deis cuenta todos que sin el amor de CRISTO JESÚS nada podéis llevar adelante, que vosotros, los hombres, sois solamente hombres, que nadie en vuestro mundo tiene poder de hacer y realizar lo que vosotros muchas veces pretendéis. Si os ponéis en las manos de vuestro amado Padre, entonces si podéis llevar adelante una vida de armonía y paz. Tenéis que daros cuenta del sufrimiento por el que atraviesan millones de hermanos vuestros en todos los continentes, el hambre, la desocupación, la violencia y la dejadez de muchos de vuestros gobernantes y también que muchos líderes religiosos os apartaron del sendero y os están llevando la desesperación y un inmenso dolor al corazón de mis pequeños, Mientras vosotros discuten y os peleáis, millones de criaturas son quitadas de los vientres de las madres y hay países que se levantan en enfrentamientos que jamás se terminan, llevándose con ellos a miles de almas y la sangre se transforma en ríos en muchas naciones. La sangre de mis pequeños, el llanto y la tristeza están cubriendo con su manto a todo el mundo, y vosotros os encontráis como dormidos, siguiendo por el mismo sendero, el del enfrentamiento, el de querer cada uno tener la razón, pero cómo podréis hacer para que en el mundo reine la paz si no os habláis, si uno está contra el otro y si cada uno de los líderes tratan de hacer hasta lo imposible para ganar, como si fuera una inmensa carrera, pequeños, para crecer en el egoísmo y en los egos particulares.
YO OS PREGUNTO, DÓNDE HA QUEDADO LA PARTE ESPIRITUAL, DÓNDE SE ENCUENTRA EL ACERCAMIENTO ENTRE VOSOTROS Y VOSOTROS CON CRISTO JESÚS, DE QUÉ FORMA RECIBEN SU CUERPO Y SU SANGRE, CUÁNTO HACE, PEQUEÑOS MÍOS, QUE NO OS CONFESÁIS, QUE NO HACÉIS AYUNO Y NO CUMPLEN NI SIQUIERA CON UN SÓLO MANDAMIENTO. MUCHOS DE VOSOTROS PENSÁIS QUE VINIENDO A MI MORADA UNA VEZ Y COMULGANDO YA ESTÁ TODO. NO, PEQUEÑOS MÍOS, NO ES ASÍ, NO OS EQUIVOQUÉIS MÁS, TENÉIS QUE COMPROMETEROS CON MI MORADA, TENÉIS QUE SALIR A CUMPLIR COMO VERDADEROS MISIONEROS DEL AMOR DE CRISTO JESÚS, LLEVANDO A TODO LUGAR SU PALABRA, ACOMPAÑANDO A LOS ENFERMOS, DÁNDOLES DE COMER Y BEBER A TODOS VUESTROS HERMANOS QUE NADA TIENEN Y DÁNDOLES UN LUGAR DONDE MORAR A AQUELLOS QUE NO TIENEN DÓNDE PASAR SUS NOCHES DE INMENSO FRÍO.
Por ello os pido que no sigáis discutiendo, que el amor invada vuestros corazones, que la luz ingrese en cada uno de vosotros, que el entendimiento crezca y que os detengáis en esta lucha que vienen llevando adelante desde ya hace miles de años. Pequeños míos, MI AMADO HIJO DIO SU VIDA POR TODOS VOSOTROS, CARGÓ CON VUESTROS PECADOS PARA SALVAROS, Y VOSOTROS QUÉ HABÉIS HECHO, SABÉIS QUÉ HICISTEIS, OS DISTEIS TOTALMENTE LA ESPALDA, LO ABANDONASTEIS Y ÉL OS ESTÁ ESPERANDO A CADA UNO, QUE LLEGUÉIS A ÉL PARA ESCUCHAROS, PARA CAMINAR JUNTO A VOSOTROS Y VOSOTROS TRAS ÉL, PARA QUE CUMPLÁIS EL COMPROMISO, COMO HIJOS DE VUESTRO PADRE, DE LLEVAR LA PAZ, SÍ, PEQUEÑOS MÍOS, LA PAZ Y LA ARMONÍA A TODOS AQUELLOS QUE TANTO SUFREN.
Por ello os ruego y os pido, os ruego y os digo desde mi Corazón Inmaculado que no os olvidéis de ninguna forma que tenéis que estar unidos, os ruego, y os llamo a que penséis desde el corazón, queridos míos, os pido que no os olvidéis nunca que sois hermanos todos vosotros entre sí y sois hijos del mismo Padre. Por ello os ruego que volváis a caminar unidos y juntos siempre y que rompáis toda cadena y las diferencias que hasta este momento os separaban unos de otros. Volved a la unidad, sin jerarquías y desde la pequeñez y la humildad más grande. Abrazad vuestras cruces, sed fieles a mi amado Hijo, quien se encuentra en el Trono de Pedro, cuidad de Él, os suplico. Ayudad a vuestros Pastores y haced que la luz de mi amada morada se levante sobre todos los continentes, marcando el sendero para todos aquellos que se encuentran perdidos entre las sombras y la inmensa oscuridad.
Vosotros sois mis hijos, os pido no me rechacéis, soy vuestra Madre y os amo a todos por igual. Nosotros, pequeños de mi Corazón, no hacemos diferencia como lleváis adelante muchos de vosotros, nosotros os amamos y queremos que a partir de este momento comencéis a sembrar toda la tierra con la semilla de la verdad, la esperanza, la fe, el amor y en la unidad de todos los pueblos y naciones, en la unidad de todas las religiones, porque vosotros sabéis que de una forma u otra todos sois hijos del mismo Padre, así que no podéis seguir más separados de mi morada porque vosotros mismos estáis caminando por un sendero que no es el correcto y sois conscientes. Oíd la voz que os habla a través de vuestros corazones, es la voz del amor de CRISTO JESÚS, es su voz que os convoca a la unidad y en esa unidad encontrar y construir un nuevo mundo basado en los Sagrados Mandamientos y bajo la luz divina del amor.
Os convoco a la reflexión, a que meditéis, a que comencéis a partir de este mismo momento a orar porque en vuestro mundo, para detener toda la maldad, se necesita oración, oración, rezo del Santo Rosario, ir a Misa, Confesión, hacer ayuno y salir a Evangelizar para que reine el AMOR Y LA PAZ SOBRE TODA LA TIERRA.
OS AMAMOS, AMADOS HIJITOS DE NUESTRO CORAZÓN, Y OS RUEGO UNIDAD ENTRE TODOS VOSOTROS.
Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
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