SEÑOR JESUCRISTO, HIJO DEL PADRE, MANDA AHORA TU ESPÍRITU SOBRE LA TIERRA. HAZ QUE EL ESPÍRITU SANTO HABITE EN EL CORAZÓN DE TODOS LOS PUEBLOS, PARA QUE SEAN PRESERVADOS DE LA CORRUPCIÓN, DE LAS CALAMIDADES Y DE LA GUERRA. QUE LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS, QUE UN DÍA ERA MARÍA, SEA NUESTRA ABOGADA. AMÉN.
La Santísima Virgen se manifiesta bajo una nueva advocación: “La Señora de todos los Pueblos” o “La Madre de todos los Pueblos”. El 11 de febrero de 1951 se presentó bajo su nuevo título: “Yo soy La Señora, María, Madre de todos los Pueblos”.En este tiempo Ella desea ser conocida y amada por todos con ese nombre.
De forma profética nos ha dado sobre todo una impresionante visión de la situación de la Iglesia y del mundo durante la segunda mitad del siglo XX.
En sus mensajes, María revela poco a poco el plan con que Dios quiere salvar al mundo por medio de la Madre. Para lo cual Ella da a los hombres y a los pueblos una imagen y una oración.
Sólo después de que el Papa Pío XII hubo proclamado el dogma de la Asunción de María al Cielo, el 1° de Noviembre de 1950, en el mensaje sucesivo Ella se dio a conocer con su nuevo título: “Hija, estoy de pie sobre este globo, porque quiero ser llamada la Señora de todos los Pueblos” (16.11.1950).
La nueva advocación resume la vocación de María como Corredentora, Medianera de todas las gracias y Abogada. “La Señora de todos los Pueblos está de pie en el centro del mundo, ante la Cruz. Ella viene en este tiempo bajo este nombre, como Corredentora, Medianera y Abogada” (31.12.1951). “He puesto mis pies firmemente sobre el globo terrestre, porque en este período el Padre y el Hijo quieren traerme en este mundo, como la Corredentora, Medianera y Abogada” (31.05.1951).
El el mensaje del 6 de Abril de 1952 dice : “Se ha convertido en la «Señora», la Corredentora y la Medianera, durante el sacrificio de la Cruz; el Hijo anuncia este título a todo el mundo”. Verdadera Madre, ella declara a sus hijos, creyentes o no, de toda raza o pueblo, instruidos o ignorantes: “No importa quienes seáis o lo que seáis, Yo puedo ser para vosotros la Madre, la Señora de todos los Pueblos”(31.05.1954).
“La Señora de todos los Pueblos llegará a todas partes del mundo y volverá a esas naciones que la han rechazado. Estará como la Señora de todos los Pueblos, de pie sobre el globo de la tierra, ante la Cruz; rodeada por el rebaño de Cristo. Así quiero venir y así vendré. Yo escucharé a todos los que me pidan en esta forma, como la Señora de todos los Pueblos, según sea la voluntad del Hijo” (20.09.1951).
En este tiempo en que el demonio domina el mundo de tantas formas, la Madre del Señor promete derrotarlo: “Las fuerzas del infierno se desatarán… Sin embargo, no podrán vencer a la Señora de todos los Pueblos”(3.12.1953). “Todavía satanás no ha sido expulsado. A la Señora de todos los Pueblos se le ha concedido venir ahora a expulsar a satanás. Ella viene a anunciar al Espíritu Santo” (31.05.1955).
Y profetiza: “El signo de la Señora de todos los Pueblos será visto más tarde en todo el mundo. Haz que comprendan bien esto. Las potencias falsas caerán. … La Señora de todos los Pueblos quiere y puede dar Gracia, Redención y Paz a todos los pueblos que se lo pidan”(17.02.1952). “Para dar la prueba de que soy la Señora de todos los Pueblos, yo he dicho: las grandes potencias caerán; vendrá una lucha político-económica; cuidado con los falsos profetas; poned atención a los meteoros; vendrán calamidades; vendrán calamidades naturales; estamos frente a grandes decisiones; estamos ante grandes presiones … Con este título Ella salvará el mundo”(20.03.1953).
“La Señora de todos los Pueblos podrá traer la Paz al mundo”(11.10.1953). Sí, es enviada por su Señor y Creador en cuanto Señora de todos los Pueblos “para poder salvar al mundo, con este título y por medio de esta oración, de una gran catástrofe mundial” (10.05.1953).“Pero antes la Iglesia y los pueblos tienen que invocar a María bajo su nuevo título y rezar su oración, para que sean alejados de este mundo la corrupción, las calamidades y la guerra” (11.10.1953). Así se despejará el camino al último y decisivo dogma mariano, resumido y proclamado en el título de SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS.
AMSTERDAM, COMO CONTINUACIÓN DE LA APARICIÓN DE LA MEDALLA MILAGROSA
Para exponer las concordancias más evidentes entre ambas apariciones, hacemos fundamentalmente referencia a un estudio del Comité Señora de todos los Pueblos, de 1973.
* Conviene ante todo señalar que tanto en Francia, como en los Países Bajos los acontecimientos milagrosos ocurrieron en la capital.
* Los mensajes de la Stma. Virgen han sido revelados a dos mujeres sencillas, abssolutamente sinceras. Las dos habían perdido a su propia madre en tierna edad y habían sido preparadas a su propia vocación por numerosas experiencias sobrenaturales.
* La Virgen revela a cada una de las videntes una oración relacionada con una imagen, con el encargo de hacerla conocer. En París le enseña a Catalina Labouré una invocación hasta entonces desconocida: “Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros, que recurrimos a Tí”. En Amsterdam, la Señora de todos los Pueblos revela solemnemente a Ida Peerdeman su ORACIÓN, que contiene la insólita y sorprendente expresión “que un día era María”.
* Ambas videntes no sólo oyen la oración, sino que al mismo tiempo la ven escrita. Catalina vió el texto entero de la oración en un semicírculo que partía de la mano derecha de María, proseguía circundando su cabeza y terminaba en su mano izquierda, y el nuevo título: LA INMACULADA CONCEPCIÓN. En Amsterdam, en la visión del 11 de febrero de 1951, Ida vió las palabras de la oración escritas con grandes letras; en otra visión sucesiva, leyó el nuevo título de SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS en semicírculo en torno a la cabeza de María.
* El hecho de que tres veces en la Rue du Bac y seis veces en Amsterdam la Stma. Virgen haya dado precisas explicaciones sobre su imagen demuestra la importancia que le da a su fiel representación. Tanto en la Medalla Milagrosa, como en la imagen de la Señora de todos los Pueblos, María se presenta como la Mujer vestida de Sol de pie sobre el globo terrestre con los brazos tendidos. Catalina vió rayos deslumbrantes de esplendor que brotaban de las manos de María y oyó su voz que decía: “Estos rayos son el símbolo de las gracias que María obtiene para los hombres”. En Amsterdam, los tres rayos que brotan de las llagas transfiguradas en la palma de sus manos significan la gracia del Padre, la redención del Hijo y la paz del Espíritu Santo.
* Las apariciones en la Rue du Bac iban destinadas tanto a Francia, como al mundo entero, como lo precisó la Stma. Virgen aludiendo a la esfera dorada que sostenía en las manos. Lo mismo vale para Amsterdam, donde la Señora pide repetidamente ser llevada desde los Países Bajos a todo el mundo.
* Sin que se dieran cuenta, en el momento de las apariciones de la Stma. Virgen, Francia y Holanda estaban al borde del precipicio. Ella vino a ayudarlas y a indicar la vía de salvación.
* Tanto en París como en Amsterdam la Señora subraya la gravedad de los tiempos, sea en el aspecto religioso que en el político. En París dice: “Los tiempos son muy críticos”. “Sobre Francia se adensan las desgracias”. “El mundo entero sufrirá desventuras de todo tipo”. En Amsterdam amonesta de igual manera: “Esta época, de tal apostasía, el mundo nunca la ha vivido …”. (28.03.1951) “… el mundo entero se autodestruirá”. (19.11.1949)
*Ambos mensajes llaman la atención también al desprecio de la cruz. A Catalina le dice: “Hija mía, la cruz será despreciada, será tirada al suelo”. E Ida Peerdeman refiere: “Ahora veo de repente la Cruz… plantada en el centro del mundo. A su alrededor hay toda clase de personas, que sin embargo vuelven la cabeza”. (29.03.1946) “Es una grave lucha espiritual… Quieren transformar esa Cruz en otras cruces”. (3.01.1946) “Ella señala la Cruz y dice: ‘Todo el mundo tendrá que volver a ella, desde el más grande al más pequeño, tanto el pobre como el rico; pero costará mucho”. (7.10.1945) “Que todos vuelvan a la Cruz; sólo entonces habrá paz y tranquilidad”. (11.02.1951)
* Sabemos que el Papa Pío IX proclamó solemnemente en 1854 el dogma de la Inmaculada. Pero ya 24 años antes la “Inmaculada Concepción” se había manifestado a la novicia Catalina, invitando a los creyentes a decir esta jaculatoria: “Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a Tí”. También en Amsterdam María desea que los fieles invoquen a la Corredentora, Medianera y Abogada. Como en París, su oración y su imagen preceden un dogma, el más grande y “el último dogma de la historia mariana” (15.11.1951), que, promete, será solemnemente proclamado un día: “Este dogma será muy discutido, pero se cumplirá”. (31.05.1951)
* En París “la voz celestial” continuó después de que se terminaron las visiones. “Hija mía, de ahora en adelante ya no me verás”, dijo la Stma. Virgen a Catalina, “pero en tus oraciones oirás mi voz”. En Amsterdam, después de los mensajes, Ida siguió oyendo una voz celestial, como ella refiere en las “Experiencias eucarísticas”.
* Una evidente concordancia entre la INMACULADA y la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS resulta así mismo de la fecha del primer mensaje de Amsterdam, del 25 de marzo de 1945, que no sólo era la Fiesta de la Anunciación, sino también el día en que en Lourdes, en 1858, la “bella Señora” manifestó su nombre a Bernadette Soubirous “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
LA MEDALLA MILAGROSA
Los evidentes paralelismos entre la Rue du Bac y Amsterdam solicitan de nuevo nuestra atención a la Medalla Milagrosa, de la formaì como la Stma. Virgen ha querido que se acuñara. Reflexionando sobre el profundo sentido de los símbolos reproducidos en la medalla, se ve como Ella anticipó una medalla de la Corredentora, Medianera de todas las gracias y Abogada.
LA CARA DE LA MEDALLA: Medianera de gracias – Abogada
En la cara anterior de la medalla vemos a María que aplasta la cabeza de la serpiente, como Dios había anunciado en el primer libro de la Sagrada Escritura: la MUJER que con su Hijo Jesús aplasta la cabeza de la serpiente. (cfr. Gén 3,15).
Con los brazos abiertos y las manos de las que brotan rayos de luz, la Inmaculada Concepción distribuye gracias. En cada dedo lleva anillos, algunos de los cuales brillan. Un detalle interesante del diálogo de Catalina Labouré con la Stma. Virgen nos enseña que debemos pedir las gracias, pues a la pregunta de Catalina: “¿Por qué algunos anillos no brillan?”, la Virgen responde: “¡Esas son las gracias que olvidais pedirme!”.
La cara de la medalla representa a la Señora también como Intercesora, ya que la figura de la Inmaculada está enmarcada por la invocación: “Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a Tí”.
EL REVÉS DE LA MEDALLA: Corredentora
En la cara de la medalla vemos a María, la Mujer que aplasta la cabeza de la serpiente, la Medianera de gracias y la Abogada. En el revés de la Medalla la Virgen se presenta como Corredentora, mediante los cuatro mayores símbolos de la Sagrada Escritura que se refieren a la corredención: la cruz, la M de María, el Corazón de Jesús coronado de espinas y el de María traspasado por una espada, con las doce estrellas de la Mujer del Apocalipsis.
La CRUZ expresa de forma completa todo el misterio de la Redención.
La M indica a María y su vocación universal. Está unida a la cruz tan estrechamente que no es posible separar una de la otra. Significa que Jesucristo y la Corredentora estan profundamente unidos en el mismo amor, en el mismo sufrimiento y en el mismo fin de la Redención.
LOS DOS CORAZONES HERIDOS constituyen el más hermoso símbolo del amor que redime. El Corazón de Jesús y el de María estan representados uno al lado del otro, dos corazones unidos indisolublemente en el mismo amor divino.
A la pregunta de Catalina, si en el revés de la medalla había que escribir un texto, María contestó: “La M y los dos corazones dicen lo suficiente”.
A la pregunta de Catalina, si en el revés de la medalla había que escribir un texto, María contestó: “La M y los dos corazones dicen lo suficiente”.
Las DOCE ESTRELLAS de la medalla indican la vocación universal de María como madre de todos. Nos recuerdan LA MUJER del Apocalipsis, vestida de sol y con una corona de doce estrellas en la cabeza, que grita en los dolores del parto. Ella sufre en cuanto corredentora por el mundo entero, para que Cristo pueda nacer en cada hombre.
Por tanto, ya en la Rue du Bac, en los dos lados de una medalla, la Stma. Virgen hace alusión a los tres títulos marianos: Corredentora, Medianera de todas las gracias y Abogada.
En Amsterdam se da a conocer después directamente como Corredentora, Medianera de todas las gracias y Abogada con una sola imagen, de la cual dice: “Ella es el significado y la representación del nuevo dogma”. (8.12.1952)
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