MENU

sábado, 23 de febrero de 2013

Mensaje de conversión



Oración y conversión. 


Tengo una visión: Veo la tierra fraccionada en dos partes; una parte representa dos tercios y la otra un tercio, en el cual veo a la Santísima Virgen. 

Está con el Niño y de Su pecho salen rayos de Luz, que se dirigen hacia la parte que representa los dos tercios de la tierra.

Enseguida me dice: Gladys, estás viendo al mundo semidestruído. Esos rayos de Luz, los despide Mi Corazón, que quiere salvar las almas que más pueda.

Mi Corazón todo lo puede, pero no puede, si el corazón no quiere.

Los medios para salvar el alma son: La oración y la conversión.

Debe disponerse el alma para no ser aprisionada eternamente por las tinieblas.

Amén, amén.

(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás) 

Comentario: 

Está por venir sobre el mundo una gran prueba, y es necesario que los hombres nos convirtamos antes de que ella llegue sobre la tierra, puesto que quien no se haya convertido para ese tiempo, ya no podrá hacerlo. Por eso es que María tan angustiosamente llama a sus hijos.

En las ciudades donde cayó la bomba atómica, los hombres no tuvieron tiempo de arrepentirse de sus pecados. Y en estos tiempos puede suceder algo parecido en gran parte de la tierra, ya que la humanidad camina a grandes pasos hacia su autodestrucción.

Entonces la Virgen quiere que aprovechemos este tiempo que todavía nos concede la Misericordia de Dios, para que nos arrepintamos, nos confesemos y cambiemos de vida, siendo fieles a los Diez Mandamientos, para no caer en las tinieblas.

Esto lo logrará quien se aferre a la oración, porque sin oración no puede haber conversión, ya que la conversión es una gracia de Dios, que se obtiene rezando, para nosotros y para los demás.

No dejemos pasar estos preciosos momentos de relativa paz que todavía hay en el mundo, antes de que se haga de noche en el mundo y en las almas. Estamos a tiempo todavía, porque cuando suene la hora de la Justicia, habrá pasado ya la hora de la Misericordia y muchos se perderán.

Hagamos apostolado. Digamos a todos que es urgente que se conviertan, que vuelvan a Dios. La Iglesia está a punto de entrar en combate directo contra las fuerzas del mal, y si bien las puertas del Infierno no prevalecerán, eso no quita que sean momentos muy graves los que vamos a vivir los hombres. Preparémonos con la oración, la penitencia y la conversión.

Visite: www.santisimavirgen.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario