MENU

viernes, 15 de marzo de 2013

Lecturas Viernes de la 4ª semana de Cuaresma



Imprimir
Viernes 15 de Marzo del 2013
Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (2,1a.12-22):

Se dijeron los impíos, razonando equivocadamente:
«Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; declara que conoce a Dios y se da el nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo da grima; lleva una vida distinta de los demás, y su conducta es diferente; nos considera de mala ley y se aparta de nuestras sendas como si fueran impuras; declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios. Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»
Así discurren, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 33,17-18.19-20,21.23

R/.
 El Señor está cerca de los atribulados

El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha 
y lo libra de sus angustias. R/.

El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo librará el Señor. R/.

Él cuida de todos sus huesos,
ni uno solo se quebrará.
EI Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (7,1-2.10.25-30):

En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: «¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene.»
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: «A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado.»
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del Viernes 15 de Marzo del 2013

Imprimir
Fernando Prado, cmf
Jesús reclama su procedencia. Él procede de un mundo diferente al de los que no aceptan sus palabras. Lo suyo viene de Dios, de lo alto. Se lo dice en el templo gritando, porque parece que no quieren oír. Lo dice abiertamente, sabiendo que su destino y su suerte está ya echada. Lo vamos a vivir en la próxima Semana Santa.  Él ha dejado clara su carta de presentación.

No hace nada malo. Tan solo les habla de un Reino, de un mundo nuevo, diferente, en el que el ser varón o mujer, judío, fariseo, samaritano… no es algo que haga a nadie más o menos digno ante Dios. Les habla de un Dios que es amor y que ama y perdona siempre, hasta el punto de perdonar incluso a aquellos que se saltan las normas establecidas por la religión. Les habla de que aquellos signos que están viendo ha de hacerles comprender que se está fraguando un tiempo nuevo ya ahora; y que Dios está con él.

Sus palabras suenan provocadoras porque, en definitiva, exigen posicionarse ante ellas. O seguir como hasta ahora o cambiar. Jesús, que es imagen visible del Dios invisible, nos invita siempre a posicionarnos ante él. Su vida y su mensaje contrastan la nuestra. Ante él, que es bandera discutida, no caben mediocridades. Seguirle o no seguirle. Aceptarlo o acabar con él, acallarlo para siempre. 

Hay muchas maneras de acallar a Jesús. Teorizarlo, llenar nuestra vida personal o nuestra institución de normas secundarias, so capa de cumplir las fundamentales,…

Jesús nos invita a vivir en verdad; a posicionarnos ante él con honestidad. Nos invita a escuchar con apertura su propuesta y a dejarnos seducir por ella. No valen las meras teorías. Es necesario poner en práctica la propuesta. El Señor no defrauda. Una nube de testigos que se entregaron a Él nos precede. Esa es su mejor carta de presentación.

Con afecto,
Fernando Prado, cmf.

No hay comentarios:

Publicar un comentario