Primera lectura
Lectura del libro de los Proverbios (2,1-9):
Hijo mío, si aceptas mis palabras y conservas mis consejos, prestando oído a la sensatez y prestando atención a la prudencia; si invocas a la inteligencia y llamas a la prudencia; si la procuras como el dinero y la buscas como un tesoro, entonces comprenderás el temor del Señor y alcanzarás el conocimiento de Dios. Porque es el Señor quien da sensatez, de su boca proceden saber e inteligencia. Él atesora acierto para los hombres rectos, es escudo para el de conducta intachable, custodia la senda del deber, la rectitud y los buenos senderos. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la rectitud y toda obra buena.
Palabra de Dios
Hijo mío, si aceptas mis palabras y conservas mis consejos, prestando oído a la sensatez y prestando atención a la prudencia; si invocas a la inteligencia y llamas a la prudencia; si la procuras como el dinero y la buscas como un tesoro, entonces comprenderás el temor del Señor y alcanzarás el conocimiento de Dios. Porque es el Señor quien da sensatez, de su boca proceden saber e inteligencia. Él atesora acierto para los hombres rectos, es escudo para el de conducta intachable, custodia la senda del deber, la rectitud y los buenos senderos. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la rectitud y toda obra buena.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 33,2-3.4.6.9.12.14-15
R/. Bendigo al Señor en todo momento
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará. R/.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor. R/.
Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.
R/. Bendigo al Señor en todo momento
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará. R/.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor. R/.
Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (19,27-29):
En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?»
Jesús les dijo: «Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?»
Jesús les dijo: «Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.»
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio del Jueves 11 de Julio del 2013
Queridos amigos y amigas:
Celebramos hoy a San Benito, patrono de Europa, junto con otras figuras como Cirilo y Metodio, Catalina de Siena, Brígida de Suecia, etc. Benito, en su tiempo, supo dar un alma a los pueblos de Europa, un ideal de vida, una inculturación del evangelio. Su “no anteponer nada a Cristo” y su propuesta de vida armónica en obediencia a una regla consiguieron insuflar aliento a una sociedad que estaba postrada anímica, cultural y económicamente. Él y sus hijos construyeron una red de monasterio por Europa. Es verdad. Roturaron campos, desarrollaron la agricultura, constituyeron núcleos poblacionales, conservaron y difundieron la cultura clásica, cuidaron la liturgia. Todo esto es verdad. Pero nos quedaríamos siempre en las ramas si no prestáramos atención a las raíces de las que surge un ideal de cultura como el que representa Benito de Nursia. Las raíces son su experiencia de Jesucristo.
La Europa de hoy aspira a constituirse como una sociedad justa, democrática, solidaria, aunque la crisis económica poco a poco va socavando las esperanzas puestas en este proyecto. Esto es algo noble y deseable. Pero, ¿cuál es el alma de este proyecto? ¿Cuáles son sus raíces? ¿Basta la alusión a un difuso humanismo de corte ilustrado?
El cristianismo no puede imponer su manera de ver las cosas. Puede proponer con humildad (porque tiene a las espaldas una larga historia de contradicciones), pero también con confianza y audacia (porque no se propone a sí mismo como ideología sino a la persona de Jesús) un alma para este nuevo proyecto de unidad.
Celebramos hoy a San Benito, patrono de Europa, junto con otras figuras como Cirilo y Metodio, Catalina de Siena, Brígida de Suecia, etc. Benito, en su tiempo, supo dar un alma a los pueblos de Europa, un ideal de vida, una inculturación del evangelio. Su “no anteponer nada a Cristo” y su propuesta de vida armónica en obediencia a una regla consiguieron insuflar aliento a una sociedad que estaba postrada anímica, cultural y económicamente. Él y sus hijos construyeron una red de monasterio por Europa. Es verdad. Roturaron campos, desarrollaron la agricultura, constituyeron núcleos poblacionales, conservaron y difundieron la cultura clásica, cuidaron la liturgia. Todo esto es verdad. Pero nos quedaríamos siempre en las ramas si no prestáramos atención a las raíces de las que surge un ideal de cultura como el que representa Benito de Nursia. Las raíces son su experiencia de Jesucristo.
La Europa de hoy aspira a constituirse como una sociedad justa, democrática, solidaria, aunque la crisis económica poco a poco va socavando las esperanzas puestas en este proyecto. Esto es algo noble y deseable. Pero, ¿cuál es el alma de este proyecto? ¿Cuáles son sus raíces? ¿Basta la alusión a un difuso humanismo de corte ilustrado?
El cristianismo no puede imponer su manera de ver las cosas. Puede proponer con humildad (porque tiene a las espaldas una larga historia de contradicciones), pero también con confianza y audacia (porque no se propone a sí mismo como ideología sino a la persona de Jesús) un alma para este nuevo proyecto de unidad.
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