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viernes, 27 de septiembre de 2013

Apocalipsis 11

1 Luego me fue dada una caña de medir parecida a una vara,
diciéndome: «Levántate y mide el Santuario de Dios y el altar, y a los que 
adoran en él.
2 El patio exterior del Santuario, déjalo aparte, no lo midas, porque ha 
sido entregado a los gentiles, que pisotearán la Ciudad Santa 42 meses.
3 Pero haré que mis dos testigos profeticen durante 1260 días,
cubiertos de sayal».
4 Ellos son = los dos olivos = y los dos candeleros = que están en pie 
delante del Señor de la tierra. =5 Si alguien pretendiera hacerles mal, saldría fuego de su boca y
devoraría a sus enemigos; si alguien pretendería hacerles mal, así tendría
que morir.
6 Estos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva los días en
que profeticen; tienen también poder sobre las aguas para convertirlas en
sangre, y poder de herir la tierra con toda clase de plagas, todas las veces
que quieran.
7 Pero cuando hayan terminado de dar testimonio, la Bestia que surja 
del Abismo = les hará la guerra, los vencerá = y los matará.
8 Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente 
se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado.
9 Y gentes de los pueblos, razas, lenguas y naciones, contemplarán sus 
cadáveres tres días y medio: no está permitido sepultar sus cadáveres.
10 Los habitantes de la tierra se alegran y se regocijan por causa de
ellos, y se intercambian regalos, porque estos dos profetas habían
atormentado a los habitantes de la tierra.
11 Pero, pasados los tres días y medio, = un aliento de vida =
procedente de Dios = entró en ellos y se pusieron de pie, = y un gran
espanto se apoderó de quienes los contemplaban.
12 Oí entonces una fuerte voz que les decía desde el cielo: «Subid
acá.» Y subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos.
13 En aquella hora se produjo un violento terremoto, y la décima parte 
de la ciudad se derrumbó, y con el terremoto perecieron 7.000 personas.
Los supervivientes, presa de espanto, dieron gloria al Dios del cielo.
14 El segundo ¡Ay! ha pasado. Mira que viene en seguida el tercero.
15 Tocó el séptimo Ángel... Entonces sonaron en el cielo fuertes voces 
que decían: «Ha llegado el reinado sobre el mundo de nuestro Señor y de su 
Cristo; y reinará por los siglos de los siglos.»
16 Y los veinticuatro Ancianos que estaban sentados en sus tronos
delante de Dios, se postraron rostro en tierra y adoraron a Dios diciendo:
17 «Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, “Aquel que es y
que era” porque has asumido tu inmenso poder para establecer tu reinado.
18 = Las naciones se habían encolerizado; = pero ha llegado tu cólera 
y el tiempo de que los muertos sean juzgados, el tiempo de dar la
recompensa a = tus siervos los profetas, = a los santos y = a los que temen 
tu nombre, pequeños y grandes, = y de destruir a los que destruyen la
tierra.»
19 Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su 
alianza en el Santuario, y se produjeron relámpagos, y fragor, y truenos, y 
temblor de tierra y fuerte granizada.

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