ROMA, 02 Oct. 13 / 08:26 am (ACI).- En su diálogo con el veterano periodista y cofundador del diario italiano La Reppublica, Eugenio Scalfari, publicado ayer, el Papa Francisco abordó el tema de la justicia en el mundo, y la misión al respecto que tiene la Iglesia.
El Santo Padre subrayó que “los males más graves que afligen al mundo en estos años son la desocupación de los jóvenes y la soledad en la que son abandonados los viejos”.
“Los viejos necesitan cura y compañía, los jóvenes necesitan trabajo y esperanza, pero no tienen ni lo uno ni lo otro, y el problema está en que ya no buscan ambos. El presente los ha aplastado”.
“Dígame: ¿se puede vivir aplastados en el presente? ¿Sin memoria del pasado y sin el deseo de proyectarse al futuro construyendo un proyecto, un porvenir, una familia? ¿Es posible seguir así? Este, según yo, es el problema más urgente que la Iglesia tiene ante sí”, dijo Francisco.
Reconociendo que este es un problema político y económico, el Santo Padre señaló que en él “tiene que ver también con la Iglesia, sobre todo la Iglesia porque esta situación no hiere solo los cuerpos sino también las almas”.
“La Iglesia debe sentirse responsable de las almas y de los cuerpos”, remarcó.
El Santo Padre dijo que “en general, la conciencia (en la Iglesia, sobre este tema) existe, pero no basta. Me gustaría que fuese más amplia. No es el único problema que tenemos por delante pero es el más urgente y el más dramático".
Francisco recordó a su interlocutor que el ágape “es el amor por los otros, como nuestro Señor predicó. No es proselitismo, es amor. Amor al prójimo, levadura que sirve al bien común”.
“El Hijo de Dios se ha encarnado para infundir en el alma de los hombres el sentimiento de la fraternidad. Todos hermanos y todos hijos de Dios. Abbá, como Él llamaba a su Padre. Yo marco el camino, decía. Al seguirme siguen al Padre y serán todos sus hijos y Él se complacerá en vosotros”.
El Papa indicó que “el ágape, el amor de cada uno de nosotros hacia los otros, desde el más cercano hasta el más lejano, es el modo que Jesús nos ha indicado para encontrar el camino de la salvación y de las Bienaventuranzas”.
Para leer la entrevista completa, ingrese a:http://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
“Los viejos necesitan cura y compañía, los jóvenes necesitan trabajo y esperanza, pero no tienen ni lo uno ni lo otro, y el problema está en que ya no buscan ambos. El presente los ha aplastado”.
“Dígame: ¿se puede vivir aplastados en el presente? ¿Sin memoria del pasado y sin el deseo de proyectarse al futuro construyendo un proyecto, un porvenir, una familia? ¿Es posible seguir así? Este, según yo, es el problema más urgente que la Iglesia tiene ante sí”, dijo Francisco.
Reconociendo que este es un problema político y económico, el Santo Padre señaló que en él “tiene que ver también con la Iglesia, sobre todo la Iglesia porque esta situación no hiere solo los cuerpos sino también las almas”.
“La Iglesia debe sentirse responsable de las almas y de los cuerpos”, remarcó.
El Santo Padre dijo que “en general, la conciencia (en la Iglesia, sobre este tema) existe, pero no basta. Me gustaría que fuese más amplia. No es el único problema que tenemos por delante pero es el más urgente y el más dramático".
Francisco recordó a su interlocutor que el ágape “es el amor por los otros, como nuestro Señor predicó. No es proselitismo, es amor. Amor al prójimo, levadura que sirve al bien común”.
“El Hijo de Dios se ha encarnado para infundir en el alma de los hombres el sentimiento de la fraternidad. Todos hermanos y todos hijos de Dios. Abbá, como Él llamaba a su Padre. Yo marco el camino, decía. Al seguirme siguen al Padre y serán todos sus hijos y Él se complacerá en vosotros”.
El Papa indicó que “el ágape, el amor de cada uno de nosotros hacia los otros, desde el más cercano hasta el más lejano, es el modo que Jesús nos ha indicado para encontrar el camino de la salvación y de las Bienaventuranzas”.
Para leer la entrevista completa, ingrese a:http://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
Etiquetas: Vaticano, Papa Francisco
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