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miércoles, 20 de noviembre de 2013

J.N.S.R. vidente con la misión de difundir la Cruz de Dozulé, Francia

Proporciones de la Cruz de Dozulé pedida a Madeleine Aumont
J.N.S.R. (je ne sui rien, en español significa yo no soy nada) es el sobrenombre de una vidente de Francia llamada Fernande Navarro, que comienza a divulgar en el 2003 los mensajes de Jesús y María que recibe, luego de la muerte de esposo en el 2002.
Estos fenómenos místicos comienzan para ella en 1978, luego del milagro de su sanación en 1973.  
Una gran parte de la misión confiada por el Cielo para JNSR es hacer conocer la Cruz del Amor (ahora construida por miles, repartidas en los cinco continentes). La primera vidente de Dozulé fue Madelaine Aumont ver » La Cruz Gloriosa de Dozule, apariciones a Madeleine Aumont, Francia ( 12 de abril). Los mensajes recibidos por ella los puede ver aquí » Mensajes a Madeleine Aumont: Francia Dozulé.
Madeleine Aumont de Normandía, Francia recibió mensajes del Señor desde 1972 a 1978, y su misión era construir la cruz más alta del mundo en Dozulé. Una de las seguidoras más notorias con esta misión es J.N.S.R. y otra es Conchiglia del Movimiento D’Amore San Juan Diego.

LA TRAYECTORIA DE J.N.S.R.

Nacida en Argelia, Fernande (más tarde conocida como el “JNSR”) se casa con Antoine Navarro el 22 de septiembre 1942. A partir de esta unión nacieron cinco hijos. Veinte años después, la familia Navarro se va de Argelia y emigra a Francia.
Su familia era tibia con respecto a la práctica de la fe.
En 1973 Fernande fue a someterse a una cirugía por la parálisis en el ojo izquierdo. Ella oró y se comprometió a ir a la confesión y la iglesia con regularidad si podía ser curada. A la mañana siguiente se despertó y estaba curada y perfectamente. Fernande no sólo volvió a la iglesia, sino que se convirtió en catequista durante ocho años.
En 1978 Fernande escucha la voz en su corazón del Señor. Gran alegría y felicidad de ella y sentimiento de indignidad. El Señor le concede el don de sanidad “en el nombre de Dios” y por los próximos dos años, ella va a los hospitales dando curación de forma milagrosa a los enfermos.
En 1980 a Fernande se le da la misión de escuchar y escribir las palabras del Cielo que el Señor le dará a ella, y será asistida por su marido, Antoine. A pesar de la enfermedad  ellos llevan adelante la misión de escribir y difundir las palabras del Cielo para salvar a los hijos de la tierra.
El proyecto produjo diez volúmenes que reprodujeron las palabras de salvación y el aviso de los peligros que enfrenta el hombre. Para mantener su humildad y para protegerla de las asechanzas del enemigo, Jesús les da a Fernande el nombre: Je Ne Suis Rien (JNSR) que significa: yo no soy nada. Es bajo este nombre, que ahora es mensajera de Dios.
El 7 de septiembre de 2002, J.N.S.R. tiene el dolor de perder a su marido Antoine, quien murió después de años de sufrimiento debido a una enfermedad.

EL RELATO DE LA CURACIÓN DE J.N.S.R.

Es mi curación en 1973 la que me hizo volver a la práctica religiosa después de 30 años de tibieza:”tenía el ojo izquierdo totalmente paralizado. Un mes en el hospital en busca de un posible cáncer en el cerebro (el escaner no existía entonces). Fue considerada una operación con la posibilidad de recobrar 3/10 de vista. Sin embargo volví a casa para 3 días de descanso con otra hospitalización prevista para exámenes profundizados y más dolorosos.
Durante estos tres días en casa, en mi habitación y sin crucifijo ni imagen de Jesús o de María, recé con los brazos en cruz a mi Dios que yo amaba y que respetaba puesto que yo me prohibía comulgar por no confesarme:
“Si Tú eres verdaderamente el Dios que me ama, muéstramelo: los médicos me prometen 30% de visión después de una operación del nervio óptico; pues si me devuelves un 100% de visión, entraré en la Iglesia y me confesaré y comulgaré todos los domingos”.
¡Me atreví a hacer este “mercadeo” con el Señor!…A la mañana siguiente al despertarme, había recobrado el 100% de mi visión y no necesitaba más operación.
Cumplí mi promesa y en la iglesia era como si estuviese en el Cielo. Después di lecciones de catecismo durante 8 años. En 1978 hice una primera peregrinación a San Damiano.
Hacia1981, Dios me pidió curar a los enfermos con la oración e imponiendo las manos. Desde aquél entonces hubo muchas curaciones incluso de graves enfermedades.
Después de 6 novenas consecutivas en San Damiano, llega la primera peregrinación para Dozulé donde me envía la Virgen.

VISIÓN DE 1984

Cruz de Dozulé
En 1984, para darme consuelo, y confortarme, y para que me pase en mi fe con todo el Amor que Dios me da para Dozulé, Jesús me mostró qué era exactamente este lugar bendito y sagrado: como yo había empezado a trasladar a los peregrinos a Dozulé, Jesús quiso remover el menor “grano de duda”:
“Vi, en tonos van del azul claro al azul marino, y los tonos van del crema al blanco resplandeciente (como la túnica de Jesús), vi una enorme cruz de luz azul que apareció en el cielo. Yo estaba de rodillas en la alta montaña (La Haute Butte) en Dozulé, cuando una pequeña cruz luminosa, que se mantuvo por sólo 3 segundos, me obligó a mirar el cielo. Y es entonces cuando vi la enorme cruz de color azul claro con Jesús en frente de ella.”
Pensé: “Este es Jesús, con su corona, pero no puedo ver su corona muy bien”, su vestido azul marino fue abierta  y apareció una túnica blanca resplandeciente mostrando, en su pecho, su Sagrado Corazón que estaba ardiendo con rayos azul y blanco.
Entonces Jesús se retiró de su cruz y dio paso a su Santísima Madre: María estaba en frente de la Cruz. Su vestimenta era más oscura que la de Jesús, Ella sostenía un rosario grande en sus manos, abrió su chaqueta y dejó vislumbrar su vestido largo y blanco, Ella se quedó en frente de la Cruz, y en el lado izquierdo de mi visión, desde el cielo vino una ciudad toda blanca, con edificios con cúpulas redondas y torres de planta cuadrada con almenas.
Esta ciudad estaba allí, en el lado izquierdo de la Cruz y de María, que no se había movido.
Yo exclamé: “Aquí está la nueva Jerusalén que desciende del cielo”, y luego todo desapareció, comenzando con la ciudad blanca, cuando llegó a la Cruz, la eliminación gradual de la visión se detuvo para mostrarme la corona de espinas de Cristo. ¡Sí, por supuesto! Jesús estaba coronado y su corona estaba colgada en la parte superior de la Cruz: esta fue la última cosa que vi en Dozulé en este día.”

LAS MARAVILLAS DE LAS PEREGRINACIONES

Proporciones de la Cruz de Dozulé pedida a Madeleine Aumont
Fernande ha escrito sus experiencias en llevar a peregrinos a varios lugares como San Damiano y Dozulé.
El primer autobús eramos 32 personas. “Contigo, seremos 33″ me dijo el Señor, “33, la Cifra de Cristo”. Volviéndo ya de esta peregrinación, precediendo el autobus durante todo el viaje a Paris: ¡se mantuvo en el horizonte un triple arco iris. ¡Y pudimos arreglarlo todo: el viaje, los hoteles, los restaurantes, TODOS los comerciantes ajustaron sus precios con nuestras posibilidades!.
En CADA peregrinación hemos vivido “Lo maravilloso del Cielo”, la incesante ayuda de Nuestro Señor:
Cada miércoles en casa, somos de 12 hasta 15 rezando juntos el Rosario. El miércoles pasado de febrero 1989, un mes antes de la fecha de la peregrinación, NADIE se había inscrito y, durante el Rosario, hablaba con silencio a mi Jesús:
“¡No he inscrito a nadie! ¿No quieres más a Tu Dozulé?”.
Entonces me abrieron el pecho dos manos INVISIBLES, empezando por el medio. Me dañó mucho y sentí que se hinchaba mi corazón como si fuera una esponja mojada.
Después oí hablar a Cristo:
“¡Tú peregrinación claro que la quiero! Soy Yo quién va a organizarla”.
¿Cómo vas a hacerlo?”
“Como me oyes, todos Me oirán, y vendrán desde lejos, algunos de muy lejos. Ni siquiera conoces a la mayoría de ellos”.
Creía que Jesús había acabado hablarme y dije:”¡Hágase Su Voluntad!”, cuando añadió Nuestro Señor: “Andáis dos por dos a traer la Buena Nueva de Dozulé”.
Aquella MISMA TARDE, llegaron las primeras inscripciones por teléfono.
El miércoles siguiente, en el momento del Rosario en casa, fueron inscritas 44 personas y 44 otras más “el otro miércoles siguiente: eran muchos los que venían de regiones lejanas: Hautes Alpes, de Saboya, del Loire, de Alta Saboya, de Toulouse e incluso de París.
Así salieron para Dozulé 88 personas en 2 autobuses, en una peregrinación organizada por mi Jesús, así como me  lo había prometido 88, o sea dos veces 8: aquel “Octavo Día” del cual habla Jesús en uno de sus Mensajes: “El Día del Reinado de Dios en la Tierra”, la Era del Espíritu Santo, la era del Amor que María Madre de Dios prepara  para el segundo Advenimiento de Su Hijo. Estas 88 han conseguido a hacer conocer Dozulé“Gritadlo sobre los techos”, dijo Jesús en Dozulé.
En 1990, el 28 de febrero, NADIE se inscribía para la peregrinación. Además, caí enferma: angina de pecho, en la cama sin poder moverme. Mi vieja Mamá bajó por décima vez a recoger el correo: sólo un  pequeño sobre blanco. No era una inscripción sino un “Mensaje de la Virgen en Medjugorje”, que la Virgen había dado a los niños de Medjugorje en 1985 y que más o menos decía esto:
“Hijos Míos, pronto sabréis de donde viene el Mal; REZAD Y PERSEVERAD, estoy CON vosotros; CON Dios, TODO puede cumplirse, incluso lo imposible”.
Después dejé la cama; nadie podía detenerme; Dios acababa de decirme:“¡Levántate y anda!”
Jesús me había advertido:”Si te asientas, ¡ se acuestan! “. Pero, ¿dónde están mis peregrinos? No los espero. Hago la reservación para 150 personas en los hoteles y restaurantes de Lisieux.Y estaba Dios conmigo: el teléfono no paró y llegaron los cheques para inscribirse.
En el último momento tuve que encontrar dos autobuses más y 100 habitaciones más en los hoteles: todo estuvo organizado milagrosamente puesto que  estaba DIOS con nosotros. Salimos con 5 autobuses llenos.
He hecho mis 6 novenas de la peregrinación a San Damiano, lo cual corresponde a 54 peregrinaciones. Las cinco novenas empezaron en 1978 para  pedir a  Dios que se conviertan mis cinco hijos, puesto que nunca tuve la felicidad de tener a uno de ellos a mi lado durante la Oración. En efecto, ninguno de ellos quiere dejarme hablarles de Dios.
He ofrecido la sexta novena de peregrinaciones para que Dios cure a mi nieto. Estaba en un gran peligro después de una operación en Dakar. Se salvó el mismo día que hice la promesa de esta sexta peregrinación.
Y es en la novena peregrinación de esta sexta novena que MARIA, cerca de su “pequeño jardín del Paraíso” me envió hacer la peregrinación en Honor de la Cruz Gloriosa de Su Hijo Divino en Dozulé.
Durante estas  seis novenas y durante estas 54 visitas a la Virgen Santísima, en cada una sentí dolores agudos, comparables a los del parto, desde la salida del autobús hasta el fin de las Oraciones. Estos dolores sólo paraban al regresar de la peregrinación,54 veces los he experimentado, sin comprender.
Durante las 5 novenas para mis hijos recé llorando para que se conviertan, pero no se cumplió nada. Oí a María decirme: “Pide primero la conversión de tu Marido”. Y entonces grité:” ¡Mi Marido! ¡Pero Santísima Virgen! ¡Es como si tuviera que mover un MONUMENTO! ¡Él es imposible!”. (Sin darme cuenta acababa de contestar en voz alta y la gente alrededor me miraba curiosamente). Y María me dijo:”Reza y verás”.
Treinta días después, mi Marido fue totalmente convertido. Puedo decir “fue convertido” y no “se ha convertido”. Después me ayudó en todo: para visitar a los enfermos, para organizar las peregrinaciones a pesar de su grave y permanente insuficiencia respiratoria.
En cuanto a mis dos Hijas, una en Dakar y otra en Niza, me anunciaron su decisión de divorciarse. La fecha de sus cartas es la de mi primera venida a San Damiano. Aumenté mis Oraciones. Además de Novenas de peregrinación vine otras veces más a San Damiano hasta el día en  el cual me dijo la Santísima Virgen:
“Hija mía, no sabes rezar. ¡No reces así! Dí: “Padre que estás en el cielo, hágase Tu Voluntad y no la mía”.

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