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lunes, 30 de junio de 2014

Lecturas del Lunes de la 13ª semana del Tiempo Ordinario



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Lunes, 30 de junio de 2014

Primera lectura

Lectura de la profecía de Amós (2,6-10.13-16):

Así dice el Señor: «A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente. Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios. Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo os saqué de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta años, para que conquistarais el país amorreo. Pues mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la vida; el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día.» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 49

R/.
 Atención, los que olvidáis a Dios

«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.

«Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño.» R/.

«Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.» R/.

«Atención, los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios.» R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,18-22):

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla. Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas.» 
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.» 
Otro, que era discípulo, le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
Jesús le replicó: «Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos.»

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del lunes, 30 de junio de 2014

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Fernando González
Queridos amigos:
Empezamos semana y mes. A lo largo de esta semana vamos a leer varios fragmentos del libro de Amós. Hoy lo llamaríamos un libro-denuncia, o un libro políticamente "no correcto". El profeta le hace ver al pueblo lo que éste no quiere ver: que "vende al justo por dinero y al pobre por un par de sandalias". Ya no se trata de pequeños oráculos de condenación sino de una verdadera querella que Dios presenta contra los opresores. Israel, que tantas veces ha sido víctima de la opresión de otros pueblos, reproduce en su interior una historia de injusticia y de antifraternidad.
Cuando contemplamos la interminable crisis de Oriente Medio caemos en la cuenta de que la historia se repite en sus trazos gruesos, como si nunca acabáramos de aprender la lección. Pero esto no se da sólo en las relaciones internacionales sino también en las relaciones interpersonales. Los agredidos se convierten en agresores, como si nunca pudiéramos escapar del círculo de la violencia.
El evangelio de Mateo nos propone un fragmento que también podríamos calificar de duro. Jesús, con sus curaciones milagrosas, ha provocado en algunos el deseo de seguirlo. Es probable que cualquier maestro hubiera aprovechado el tirón popular para hacer demagogia, como suelen hacer a menudo los políticos. Jesús, por el contrario, les presenta a los espontáneos seguidores dos condiciones duras: la itinerancia en pobreza ("el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza") y la apuesta por la novedad del Reino ("deja que los muertos entierren a sus muertos"). Creo que no se trata de exigencias ascéticas reservadas a los atletas del espíritu, sino de algo mucho más rico y profundo. Jesús invita a sus seguidores a jugarse el tipo, a no andar encendiendo una vela a Dios y otra al diablo. No busca seguidores "diez", pero sí seguidores que no teman el riesgo de vivir como él.
Leyendo estas palabras he pensado en la presentación "suave" que hoy solemos hacer del evangelio. Si todo vale, nada merece la pena. El aburrimiento y la tristeza están asegurados.

Primera Carta de Pedro



01 Ahora me dirijo a sus Ancianos, dado que yo también soy anciano, y testigo de los sufrimientos de Cristo, y espero ser partícipe de la gloria que ha de manifestarse.
02 Apacienten el rebaño de Dios cada cual en su lugar; cuídenlo no de mala gana, sino con gusto, a la manera de Dios; no piensen en ganancias, sino háganlo con entrega generosa;
03 no actúen como si pudieran disponer de los que están a su cargo, sino más bien traten de ser un modelo para su rebaño.
04 Así, cuando aparezca el Pastor supremo, recibirán en la Gloria una corona que no se marchita.
05 También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos. Revístanse de humildad unos para con los otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes.
06 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él los levante.
07 Depositen en él todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes.
08 Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar.
09 Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos en este mundo se enfrentan con sufrimientos semejantes.
10 Dios, de quien procede toda gracia, los ha llamado en Cristo para que compartan su gloria eterna, y ahora deja que sufran por un tiempo con el fin de amoldarlos, afirmarlos, hacerlos fuertes e inconmovibles.
11 Gloria a él por los siglos de los siglos. Amén.
12 He recurrido a Silvano, nuestro hermano, para escribirles estas breves líneas, pues lo considero digno de toda confianza. Quise animarlos y recalcar que esto es gracia de Dios: estén firmes.
13 Los saluda la comunidad que Dios ha congregado en Babilonia, también los saluda mi hijo Marcos.
14 Salúdense unos a otros con el beso fraterno. Paz a todos ustedes, que están en Cristo.

Primer Libro de los Reyes



01 El rey Salomón reunió luego en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los ancianos de las familias israelitas, para trasladar el Arca de la Alianza de Yavé que estaba todavía en la ciudad de David, llamada Sión.
02 Todos los israelitas se reunieron en torno a Salomón para la fiesta de las Tiendas; era el mes de Etanim, el séptimo mes del año.
03 Cuando llegaron los ancianos de Israel, los sacerdotes efectuaron el traslado del Arca.
04 Hicieron que subiera el Arca de Yavé como también la Tienda de las Citas y todos los objetos sagrados que se encontraban en la Tienda.
05 El rey Salomón y toda la comunidad de Israel reunida a su alrededor estaban allí delante del Arca. Ofrecieron sacrificios de ganado menor y mayor en tal cantidad que era imposible contarlos.
06 Los sacerdotes trasladaron el Arca de la Alianza de Yavé a su lugar, en la pieza más santa de la Casa, el Santo de los Santos, debajo de las alas de los Querubines.
07 Los querubines extendían sus alas por encima del sitio donde se ubicaba el Arca y así cubrían el Arca y sus andas.
08 Estas barras eran tan largas que sus puntas se veían desde el Lugar Santo que precede al Lugar Santísimo; pero no se veían desde afuera. Allí han estado hasta hoy día.
09 En el Arca no hay nada más que las dos tablas de piedra que Moisés colocó allí en el Horeb, cuando Yavé pactó la Alianza con los israelitas cuando salieron de Egipto.
10 Cuando los sacerdotes salían del Santo, la nube ocupó la Casa de Yavé.
11 Los sacerdotes no pudieron continuar su servicio litúrgico debido a la nube, porque la Gloria de Yavé ocupaba toda la Casa de Yavé.
12 Entonces Salomón declaró: «Yavé dijo que habita en la nube;
13 lo que yo he construido es pues la Casa donde tú moras, el lugar donde tú residirás para siempre».
14 El rey se volvió para bendecir a toda la comunidad de Israel que estaba allí de pie.
15 «¡Bendito sea Yavé, dijo, el Dios de Israel! Lo que su boca había anunciado a mi padre David, su mano acaba de ejecutarlo. Pues él había dicho:
16 Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo de Israel, no escogí a ninguna ciudad de entre las tribus de Israel para que se construyese allí un templo donde habitara mi Nombre, sólo elegí a David para que reinara en mi pueblo de Israel.
17 David, mi padre, quiso construir una Casa para el Nombre de Yavé, Dios de Israel.
18 Pero Yavé dijo a David mi padre: Es muy bueno que tengas ese deseo de construir un templo en honor de mi Nombre.
19 Pero, no serás tú quien construya el Templo sino tu hijo, el que nacerá de ti. El construirá la Casa en honor de mi Nombre.
20 Yavé ha cumplido pues la palabra que dijo: yo sucedí a mi padre David y me senté en el trono de Israel, tal como Yavé lo había dicho. Luego edifiqué la Casa en honor de Yavé, Dios de Israel,
21 y allí le reservé un lugar donde reside el Arca de la Alianza de Yavé, la alianza que concluyó con nuestros padres cuando los sacó de Egipto».
22 Salomón estaba de pie delante del altar de Yavé, frente a toda la comunidad de Israel. Levantó entonces sus manos al cielo,
23 y dijo: «¡Yavé, Dios de Israel! Ningún dios arriba en los cielos, abajo en la tierra es semejante a ti, porque tú respetas tu Alianza y tu fidelidad para con tus servidores cuando caminan delante de ti con todo su corazón.
24 Mantuviste la promesa que habías hecho a tu servidor David, mi padre, y hoy has llevado a cabo por ti mismo lo que habías prometido.
25 Ahora Yavé, Dios de Israel, mantén la promesa que hiciste a tu servidor David, mi padre: Si tus hijos velan por su conducta, si caminan delante mío como tú has caminado ante mí, entonces nunca te faltará un descendiente que se siente delante de mí en el trono de Israel.
26 Ahora, Dios de Israel, que se cumpla esa promesa que hiciste a tu servidor David mi padre.
27 ¿Podría Dios en realidad habitar en la tierra? ¡Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, cuánto menos lo podrá esta Casa que he construido!
28 Sin embargo, Yavé mi Dios, pon atención a la oración y a la súplica de tu servidor, escucha el grito alegre y la oración que tu servidor hace hoy ante ti.
29 Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre esta Casa, sobre este lugar del cual has dicho: Allí habitará mi Nombre. Escucha la oración que hará tu servidor en este lugar.
30 Escucha la súplica de tu servidor y de tu pueblo Israel cuando vengan a orar a este lugar. Escúchala desde lo alto del cielo, del lugar donde tú habitas, escucha y perdona.
31 Si alguien peca contra su hermano y éste lo obliga a hacer un juramento solemne, cuando aquél venga a hacer ese juramento en tu Casa delante de tu altar,
32 escúchalo desde lo alto del cielo e intervén. Juzga a tus servidores, condena al culpable y haz recaer sobre su cabeza su falta, pero haz justicia al inocente proclamando su inocencia.
33 Cuanto tu pueblo Israel haya pecado contra ti y sea aplastado por sus enemigos, si se vuelve a ti y da gloria a tu Nombre, cuando te dirija su oración y su súplica en esta Casa,
34 escúchalo desde lo alto del cielo. Perdona el pecado de tu pueblo Israel y devuélvelo al país que diste a sus padres.
35 Cuando tu pueblo haya pecado contra ti y se cierre el cielo y no haya más lluvia, si viene a este lugar a orar y a rendir gloria a tu Nombre, si renuncia al pecado por el que lo humillaste,
36 escúchalo desde lo alto del cielo y perdona el pecado de tus servidores y de tu pueblo Israel. Tú le indicarás el buen camino por donde deben caminar, tú harás caer la lluvia sobre la tierra que diste como herencia a tu pueblo.
37 Cuando haya en el país una hambruna, una peste, una plaga en el trigo, langostas, saltamontes, cuando el enemigo ponga sitio a una de sus ciudades, o también cuando haya una catástrofe o una enfermedad,
38 si un hombre, si Israel tu pueblo viene a orarte y a suplicarte, si reconoce su falta desde el fondo de su corazón y extiende sus manos hacia esta Casa,
39 entonces tú, desde lo alto de los cielos donde habitas, escucha y perdona. Tú conoces su corazón, pues tú y nadie más que tú conoce el corazón de todos los hijos de Adán: premia a cada uno según sus obras.
40 De esta manera, a lo largo de su vida te temerán en este país que diste a sus padres.
41 Cuando un extranjero que no es de tu pueblo Israel, pero que venga de un país lejano debido a tu Nombre,
42 porque oyó hablar de tu gran Nombre, de tu mano poderosa y de los grandes golpes que propinas, si viene a orar en esta Casa,
43 escúchalo desde lo alto del cielo donde habitas, y acoge la solicitud de ese extranjero. De ese modo todos los pueblos de la tierra conocerán tu Nombre, te temerán como lo hace tu pueblo Israel, y sabrán que tu Nombre permanece en esta Casa que he construido.
44 Cuando tu pueblo vaya a la guerra contra sus enemigos por el camino por donde tú lo hayas enviado, si se vuelve hacia esta ciudad que tu elegiste, a esta Casa que construí para tu Nombre,
45 escucha de lo alto del cielo sus oraciones y sus súplicas y hazle justicia.
46 Cuando hayan pecado contra ti ?porque nadie está sin pecado? cuando estés encolerizado con ellos, los entregues a sus enemigos y sus vencedores los lleven cautivos a su país, lejos o cerca,
47 si del fondo de su exilio se arrepienten, si se convierten y te dirijen sus oraciones en ese país adonde fueron deportados, si te dicen: Hemos pecado, hicimos lo que es malo, cometimos un crimen,
48 si del fondo de su destierro se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma, si te dirijen sus oraciones volviéndose al país que habías dado a sus padres, hacia la ciudad que has elegido y hacia esta Casa que edifiqué en honor de tu Nombre,
49 escucha desde el cielo donde habitas ( ).
50 Perdona a tu pueblo sus faltas y todos los pecados que ha cometido contra ti; haz que sus vencedores tengan piedad de él,
51 porque ellos son tu pueblo y tu propiedad personal, a los que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.
52 Y tus ojos estarán atentos a la súplica de tu servidor, a la súplica de tu pueblo Israel y los escucharás en todas sus peticiones.
53 Porque tú, Señor Yavé, los has puesto aparte de todos los pueblos de la tierra para que sean tu herencia, tal como lo dijiste por boca de Moisés tu servidor cuando sacaste a nuestros padres de Egipto».
54 Durante toda esta oración y esta súplica Salomón estuvo de rodillas, con las manos extendidas hacia el cielo frente al altar de Yavé. Cuando hubo terminado,
55 se levantó y bendijo a toda la comunidad de Israel en voz alta:
56 «Bendito sea Yavé, dijo, porque dio la paz a su pueblo Israel tal como lo había prometido. Ha hecho que se cumplan todas las buenas palabras que dio a oír por boca de Moisés su servidor.
57 Que Yavé, nuestro Dios, esté con nosotros así como lo estuvo con nuestros padres, que no nos abandonde ni nos rechace.
58 Que vuelva nuestros corazones hacia él para que sigamos todos sus caminos y observemos sus mandamientos, las leyes y las ordenanzas que dio a nuestros padres.
59 Que las palabras de esta súplica que he dirigido a Yavé estén presentes día y noche delante de Yavé, nuestro Dios, para que responda a su servidor y a su pueblo Israel según las necesidades de cada día.
60 Y todos los pueblos de la tierra sabrán que Yavé es Dios, y que no hay nadie más que él.
61 Que el corazón de ustedes sea totalmente de Yavé, nuestro Dios; caminen según sus leyes, observen sus mandamientos tal como lo hacemos hoy».
62 El rey y todo Israel ofrecieron sacrificios delante de Yavé:
63 Salomón ofreció a Yavé, como sacrificios de comunión, veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así fue como el rey y todos los israelitas consagraron la Casa de Yavé.
64 Ese día, el rey consagró también el interior del patio que está delante de la Casa de Yavé; allí ofreció los holocaustos, las ofrendas y las grasas de los sacrificios de comunión, porque el altar de bronce que está delante se hizo muy chico para recibir todos los holocaustos, las ofrendas y las grasas de los sacrificios de comunión.
65 Salomón celebró la fiesta durante siete días junto con todo el pueblo de Israel, una gran muchedumbre que había llegado para congregarse delante de Yavé, desde la entrada de Jamat hasta el Torrente de Egipto.
66 Al octavo día despidió al pueblo; bendijeron al rey y cada uno regresó a su casa, feliz y con el corazón contento por todo el bien que Yavé había hecho a David, su servidor, y a su pueblo Israel.

OREMOS


Oración que salva miles de almas


Rezar todos los días: En el nombre del Padre etc., Señor mío Jesucristo...

¡Oh Jesús!
yo os pido humildemente me concedáis la gracia de salvar un alma por cada latido de mi corazón,
unido a los latidos del vuestro y a los del Corazón Inmaculado de vuestra Santísima Madre.
Os lo suplico por vuestra Preciosa Sangre y vuestra Divina Misericordia,
salva las almas, sálvalas Señor.

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Extraordinaria promesa de Cristo

“Si me piden salvar un alma por cada latido de su corazón, se lo concederé a quien me lo pida”(Mensaje del Señor a los Siervos del Divino Amor, año 1976).

Nota explicativa: Esta Oración es válida sólo durante 24 horas, y se refiere a la salvación de almas que aún viven. No es aplicable, por tanto a las almas del Purgatorio. (Con licencia eclesiástica)


Confidencias de Jesús a un Sacerdote




Mons. Ottavio Michelini

23 de noviembre de 1975 

LAS GRANDES VERDADES 

De los labios de la Sabiduría ha salido el dicho: "Meditare novissima tua et in aetenum non peccabis".

El Espíritu Santo ha querido poner ante vuestras almas cuatro grandes realidades:

Muerte - Juicio - Infierno - Paraíso.

Por tanto se muere.

La muerte es una realidad concreta, una realidad de la que, indirectamente, hacéis experiencia todos los días: un día haréis también la experiencia personal.

Sin embargo hijo, podrá parecer no cierto pero en realidad nadie se ocupa de ella; se vive más o menos alegremente, como si no se debiera morir.

¿Quién es el que conduce a los hombres, a los cristianos, a los sacerdotes, a olvidar lo dicho por el Espíritu Santo, aquello de reflexionar sobre la muerte, la mordaza de la que ninguno podrá escapar?

¡Es Satanás! Siempre él, que cerca al alma humana con sus astucias y seducciones, con sus mentiras: Sicut leo rugiens quarens quem devoret. (Como león rugiente buscando a quién devorar)

Se os ha puesto en guardia.

Se os ha dicho que ruge, pero no os puede morder si no en el caso de que vosotros os expongáis voluntariamente a sus pasadas.

Sobre este tema disponéis de mucha luz. Las Sagradas Escrituras, las vidas de los Santos y de los Mártires, y toda una historia de luchas tremendas entre el hombre y el Príncipe de las tinieblas. Recordad al Angel de Tobías que libera a Sara, y otros miles de episodios. 

El Ángel custodio 

En esta lucha, al lado del hombre, al que Yo no he querido solo, porque de otro modo la lucha habría sido desigual, he puesto un Angel mío, un Angel siempre preparado para intervenir en cualquier momento que es requerido.

Por desgracia la incredulidad hace, sí, que pocos recurran a él. 

¡Cuántas veces mis Angeles, vuestros custodios están obligados a la pasividad casi absoluta por la incredulidad de los hombres! ¡Cuántas veces se ven obligados a retirarse para no asistir a la destrucción que el hombre hace de si mismo!

¡Pobre hombre que vas andando a tientas en las tinieblas, cuando Yo te he trazado un camino de luz!...

¿Medios de defensa? ¡Pero si son tantos!

Están los Sacramentos, los Sacramentales, la oración. Pero ningún medio es útil cuando el alma está en la oscuridad, y hoy muchísimas almas están en la más profunda oscuridad. La falta de fe lleva tinieblas a las almas. 

Si no hacéis penitencia 

La crisis de fe más grande, desde la creación del hombre hasta hoy, es la actual.

Una formalista costumbre de vida cristiana hace ilusionar a muchos de estar en el camino justo. Algunos sacerdotes creen estar en el camino justo como lo creían los sacerdotes, los escribas y los fariseos en los tiempos en los que Yo estuve en la tierra en mi visible Humanidad.

En todos los tiempos y en todos los lugares la lucha entre el bien y el mal lleva el mismo sello inmutable. 

Si la humanidad atea de hoy no se pone en pie y no procura sacudirse el polvo y el humo que le nubla el alma perecerá en gran parte.

No serán los sarcasmos ni las ironías de los pseudo-teólogos y de los sacerdotes insensatos y soberbios, no serán las artes de los manipuladores de corrupción en todos los sectores de la vida privada y pública, lo que evite la ruina que el hombre neciamente esta provocando.

Di fuerte que el tiempo está contado, grítalo fuerte como Jonás: "Si no hacéis penitencia pereceréis"

Dilo fuerte que de Dios no se puede reír impunemente.

Grítalo fuerte que la hora de las tinieblas no es querida por Dios sino por los hombres mismos.

Grítalo fuerte que mi Madre ha hecho mucho para alejar del mundo la catástrofe. 

Recuérdales a todos: Lourdes, Fátima y miles de intervenciones muchas veces sofocadas precisamente por obra de aquellos cuya tarea era la de juzgar con mayor objetividad y menor respeto humano. Han tenido miedo del juicio del mundo...

Aquí está su culpa: no la verdad, sino a sí mismos han puesto delante. Y ahora hablan sólo de la Misericordia de Dios y no de sus responsabilidades.

¿También al pronunciarse sobre estos mensajes otra vez más será rechazada la luz?...

Yo los quiero a todos salvos, pero ellos oponen resistencia. Aman la oscuridad. En las tinieblas perecerán.

Tú no temas; continúa siéndome fiel. Estás en Mi Corazón y aquí nadie te podrá tocar, ni siquiera rozar.

Te bendigo, hijo mío; ámame y camina derecho ante Mí. Soy el Camino que muchos se niegan a transitar.

Corazón alegre.


 
El demonio es un mensajero de malas noticias y quiere llevarnos por el camino de la tristeza y la angustia. No le demos el gusto y confiemos en Dios, que gobierna todas las cosas y que nada escapa a su adorable providencia.

Ya San Juan Bosco nos dice que: "El demonio tiene miedo de la gente alegre". Y es una gran verdad que debemos tener en cuenta en nuestra vida cristiana, porque hechos desafortunados y problemas no nos faltarán en el camino, pero si pensamos que todo está en los planes de Dios, y que él no deja que se muera ni un pajarillo sin su consentimiento, entonces debemos vivir confiados y alegres, sabiendo que hay un Padre bueno que vela por nosotros y por los que amamos.

Pensemos siempre en el Cielo que nos espera, y no hagamos caso al diablo cuando nos quiere convencer de que el Paraíso no está hecho para nosotros, porque con esa astucia nos quiere quitar la alegría de la Vida futura, que nos da alegría continua para vivir alegres en este mundo.

Porque al fin y al cabo, los planes de Dios se cumplirán todos, y en definitiva se condenarán aquellos que rechazaron el plan de Dios, y quienes hemos sido predestinados al Cielo, no perderemos tan gran recompensa.

Entonces no le demos el gusto al diablo y vivamos siempre alegres. ¿Cómo lograrlo? Pensando SIEMPRE que Dios está al tanto de lo que nos sucede hasta en lo más mínimo, hasta en lo más insignificante y secreto. Y no sólo sabe de lo nuestro, sino que está al tanto de lo que pasa en los que amamos, y en el mundo entero. Viviendo colgados de su Providencia, estaremos siempre alegres, pase lo que pase.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Consejo de DDHH de la ONU acaba de aprobar una resolución profamilia que tumba las pretensiones del lobby gay. ¡¡Bien!!



El Consejo de DDHH de la ONU acaba de aprobar una resolución profamilia que tumba las pretensiones del lobby gay. ¡¡Bien!!

Sin embargo, la ONU pretende "esconder" a la familia en los objetivos de desarrollo post2015
LLevaremos tu firma a Ban Ki-moon y a los 192 embajadores en Naciones Unidas
Firma esta petición haciendo clic aquí
Hola AMARAJESUS:
A pesar del ruido de la marcha del ¿orgullo? gay, la familia se impone. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó esta semana una resolución de "Protección de la Familia” que es espectacular. Todo un revés a las pretensiones del lobby gay. Te dejo un resumen:
"Reconocemos a la familia como el núcleo natural y fundamental de la sociedad, y tiene derecho a la protección por parte de la sociedad y el Estado (…) La familia tiene la responsabilidad primaria de nutrir y proteger a los niños (…) para el desarrollo completo y armonioso de su personalidad, deben crecer en un ambiente familiar y en una atmósfera de felicidad, amor y entendimiento”.
Ganamos por 26 votos a favor, 14 en contra 6 abstenciones.
  • A favor: Argelia, Benin, Botswana, Burkina Faso, China, Congo, Costa de Marfil, Etiopía, Gabón, India, Indonesia, Kazakhstan, Kenia, Kuwait, Maldivas, Marruecos, Namibia, Pakistan, Filipinas, Federación Rusa, Arabia Saudita, Sierra Leona, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y Vietnam
  • En contra: Austria, Chile, República Checa, Estonia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Montenegro, República de Corea, Rumania, Reino Unido y Estados Unidos.
  • Abstenciones: Argentina, Brasil, Costa Rica, México, Perú y la República de Macedonia
  • Ausencias: Cuba
El resultado no fue fácil. Hubo intentos de los países europeos de bloquear la resolución. ¡Pero finalmente ganamos, AMARAJESUS! Al final se impuso lo que importa a la mayoría, no los caprichos de las élites del hemiferio norte. La victoria obedece en gran parte al buen trabajo de lobby de la coalición de asociaciones profamilia encabezada por Sharon Slater, del Family Watch Internacional.
Y lo más importante, esta resolución significa un duro varapalo para los intereses del lobby gay. Como dice mi amigo Austin Ruse, el Instituto Familia Católica de EEUU, "la derrota del concepto de 'varios tipos de familia' demuestra que la ONU está cansada de este tipo de debates”.
Con esta resolución, AMARAJESUS, creo que va a ser muy difícil que en los trabajos de la Cumbre del Desarrollo post-2015 no se incluya a la familia. Mi amigo Gregory Mertz, editor de campañas en inglés de CitizenGO, estará en Washington haciendo lobby. Llevará tu firma a los embajadores y al mismo secretario general de la ONU
Deben de saber que la familia es la garantía de paz, estabilidad, cohesión y desarrollo. Y sobre todo, deben ser coherentes con lo aprobado esta semana en Ginebra y con lo establecido en el art, 16 de la declaración de Derechos Humanos de la ONU:
"La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado"
En concreto, vamos a pedir lo siguiente:
  • Establecer como objetivo de desarrollo sostenible expreso el fortalecimiento de la familia como un colaborador esencial para el desarrollo.
  • Incorporar una perspectiva de familia en cada uno de los otros objetivos del desarrollo sostenible mediante el establecimiento de objetivos centrados en la familia, medibles en cada área.
  • Desarrollar mecanismos para analizar el impacto de todas las leyes, políticas y programas en la estabilidad de la familia y la autonomía.
¿Quieres decírselo tú? Hazlo ahora
Muchas gracias, AMARAJESUS, por sumarte a esta campaña. De todas formas, como ves, estamos avanzando. La 'inquisición gay' hace ruido, mucho ruido. Pero la resolución dice lo que dice. ¡Bien!
Cualquier novedad, te voy contando.
Un abrazo,
Luis Losada Pescador y todo el equipo de CitizenGO
PD1. Novedades de Meriam. Está refugiada junto a su familia en la embajada de EEUU en Jartum (Sudán). Desgraciadamente no ha terminado su calvario. Debemos seguir apoyando: http://www.citizengo.org/es/7539-liberen-meriam
PD2. Si quieres saber más sobre CitizenGO, te dejo una entrevista que me hicieron recientemente: http://www.siame.mx/apps/info/p/?a=11996&z=32
PD3. No dejes de repasar www.citizenGO.org de vez en cuando. Encontrarás campañas vivas en las que seguramente querrás participar.

domingo, 29 de junio de 2014

Lecturas del San Pedro y san Pablo, apóstoles



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Domingo, 29 de junio de 2014

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (12,1-11):

En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él. 
La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor y se iluminó la celda. 
Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo: «Date prisa, levántate.» 
Las cadenas se le cayeron de las manos y el ángel añadió: «Ponte el cinturón y las sandalias.»
Obedeció y el ángel le dijo: «Échate el manto y sígueme.» 
Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel. 
Pedro recapacitó y dijo: «Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9

R/.
 El Señor me libró de todas mis ansias

Bendigo al Señor en todo momento, 
su alabanza está siempre en mi boca; 
mi alma se gloría en el Señor: 
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre. 
Yo consulté al Señor, y me respondió, 
me libró de todas mis ansias. R/.

Contempladlo, y quedaréis radiantes, 
vuestro rostro no se avergonzará. 
Si el afligido invoca al Señor, 
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.

El ángel del Señor acampa 
en torno a sus fieles y los protege. 
Gustad y ved qué bueno es el Señor, 
dichoso el que se acoge a él. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.17-18):

Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-19):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» 
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» 
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» 
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del domingo, 29 de junio de 2014

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José María Vegas, cmf
La roca y fuego
Tal vez todos nos hemos hecho alguna vez la pregunta de por qué la Iglesia une en una misma fiesta a Pedro y a Pablo, los dos grandes apóstoles y columnas de la Iglesia. ¿Es qué no merecen cada uno por separado una conmemoración propia? ¿No resulta que al celebrar sus figuras el mismo día vienen como a hacerse sombra el uno al otro? De hecho, la Iglesia remedia en cierto modo esta situación dedicándoles a cada uno por separado otras dos fiestas: la conversión de san Pablo (el 25 de enero) y la de la Cátedra de San Pedro (el 22 de febrero). Pero la celebración principal, con el rango de solemnidad, es este 29 de junio, en que los recordamos juntos.
Este hecho, que puede parecernos extraño, responde a una antigua tradición romana, relacionada con el traslado de los restos de Pedro y Pablo en el año 258 a una cripta en la vía Apia (donde se erigió una basílica a los dos apóstoles, en el lugar en que hoy se levanta una iglesia a san Sebastián) para preservarlos durante la persecución de Valeriano. Los testimonios sobre los lugares en que reposaban originariamente los restos de los dos Apóstoles datan de tiempos anteriores. Sólo al llegar la paz de Constantino esos restos fueron llevados a sus emplazamientos iniciales, donde el mismo Constantino levantó dos templos en sus actuales emplazamientos de la colina Vaticana (Basílica de san Pedro) y de la vía Ostiense (Basílica de San Pablo extramuros).
Pero aquí, como tantas veces, la anécdota se eleva a categoría, y lo que puede parecer una mera coincidencia histórica revela un significado profundo, incluso providencial. Porque Pedro y Pablo, además de ser dos personalidades formidables y fundamentales en la historia de la primera Iglesia, representan dos principios esenciales e inseparables de la Iglesia universal, de la misma fe que Cristo encargó preservar y difundir a los apóstoles y, con ellos, a toda la Iglesia. El aparente antagonismo entre ellos que cree descubrir una mirada superficial esconde una profunda unidad y complementariedad.
Pedro representa la confesión firme, la roca de la fe, la seguridad en el contenido de la misma. La fe es un acto personal de adhesión; pero no es un acto meramente subjetivo, en el que poco importa lo que se crea, con tal de que se crea firmemente. Hoy somos especialmente proclives a esa forma de subjetivismo. Pero, como vemos en el evangelio de hoy, Jesús, al preguntar a los apóstoles sobre lo que las gentes piensan de Él, y sobre lo que piensan ellos mismos, está dando a entender que no cualquier opinión tiene el mismo valor, incluso si esas opiniones son favorables y positivas. En su tiempo se le tenía por profeta, por uno de los grandes profetas antiguos (como Elías) o recientes (como Juan el Bautista). Después se le ha visto, casi siempre de manera positiva, como un maestro de moral, un renovador o un revolucionario social, un adalid de la fraternidad universal, y así un largo etcétera. Pero ninguna de esas opiniones es suficiente. Pedro no emite una opinión, sino que realiza una verdadera confesión de fe, fruto de una experiencia personal que es, además, una revelación de lo alto: Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Y justo porque confiesa la verdadera identidad de Jesús recibe una bendición, una nueva identidad y una misión: ser piedra y fundamento, garante de la fe.  
Pablo representa el viento, el riesgo y el arrojo de la evangelización: el anuncio abierto universalmente de aquella fe confesada. Porque la fe en Cristo tiene que ser primero confesada, esto es, aceptada y asimilada hasta conformar de un modo nuevo la propia identidad. Pero no es posible quedarse ahí: como no puede esconderse la luz (cf. Mt 5, 14), la fe no puede no ser proclamada, anunciada y comunicada. Pues creer que Cristo es el Hijo de Dios y el salvador del mundo, muerto y resucitado para reunir a todos los seres humanos en la única familia de los hijos de Dios, significa que el creyente no puede guardarse esa fe para sí solo, sino que tiene que darla a conocer a todos, pues todos son llamados a ingresar en esa familia, a gozar de la misma bendición. Y Pablo, que no había conocido al Jesús histórico, pero conoció tan bien al Cristo al que había perseguido, reclama con fuerza el título de verdadero apóstol, apóstol de los gentiles, porque sabe que la fe en Cristo atraviesa épocas y también traspasa fronteras. Pablo comprendió como nadie la universalidad del Evangelio, que debe abrirse sin condiciones, ni culturales, ni raciales, ni religiosas.
De hecho, que el principio petrino (el cimiento firme y seguro) y el paulino (la evangelización abierta y sin límites) no están reñidos se echa de ver con claridad si consideramos que Pedro ya dio el primer paso hacia la apertura a los gentiles (cf. Hch 10), y que toda la actividad evangelizadora de Pablo no tiene otro centro que la confesión apasionada del Señor Jesucristo (cf., por ejemplo Flp 3, 8; 1 Cor 2, 2). Y aunque en alguna ocasión pudieran discutir o tener un enfrentamiento (cf. Gal 2, 14), esto no elimina en modo alguno la profunda amistad de los principios que representan, que, separados el uno del otro, se debilitan y mueren. Si nos quedamos sólo con la roca, resulta una identidad cerrada sobre sí misma y estéril. Pero si afirmamos sólo una apertura universal sin contenidos concretos, nos disipamos en una formalidad vacía que nada ofrece en concreto, que se disuelve en meras poses de aceptación de todo, hasta comulgar con ruedas de molino.
Encontramos, pues, en esta celebración conjunta de Pedro y Pablo, una sabia pedagogía divina, que la Iglesia ya en sus primeros siglos comprendió con clarividencia, vinculando para siempre a estos dos grandes apóstoles, a los dos principios que representan al servicio de la única fe en Jesucristo. Y la prueba principal de la unión indisoluble y necesaria de estas dos columnas de la fe se encuentra en el testimonio martirial que los hermana. Los dos por igual, en la misma persecución y en la misma ciudad, aunque de modos distintos, entregaron su vida por la fe que confesaron y difundieron, culminando de esta manera una vida de entrega sufrida y total al único Señor y Salvador. Las dos primeras lecturas dan fe de esa entrega. En la primera lectura, tras el martirio de Santiago, Pedro se encuentra también en situación de extremo peligro. La orden que recibe del ángel: “levántate, ponte el cinturón, sígueme” nos recuerdan esas otras palabras que le dirige Jesús en el evangelio de Juan: “Cuando seas viejo otro te ceñirá y te llevará a dónde no quieres. Tú sígueme” (Jn 21, 18. 19). Se ve que Pedro ha alcanzado ya la madurez del discípulo dispuesto a seguir al Maestro a donde quiera que vaya. De modo similar, el texto de la carta a Timoteo ofrece una especie de resumen final de la vida de Pablo, en el que expresa una confianza total en Aquel por el que ha combatido su combate y ha corrido hasta la meta, sabiendo que, tras librarle de toda clase de peligros, le liberará del mal radical, como rezamos en el Padre nuestro, una liberación que atraviesa también el muro de la muerte, destruido por Cristo en el altar de la Cruz.
Para nosotros hoy, como para los cristianos de todos los tiempos, conmemorar juntos a Pedro y a Pablo tiene especial significación. Mirándolos a los dos podemos vencer la tentación (digámoslo así, cediendo a los clichés en circulación) “conservadora” de una fe numantina, a la defensiva, encerrada sobre sí misma que mira al mundo sólo con temor y desconfianza; y también la otra tentación “progresista” de un aperturismo sin criterio, que acepta todo lo que va apareciendo como nuevo, sin pasarlo por el crisol de la fe confesada y personalizada. Es necesario unir en la vivencia de nuestra fe los dos principios, la inspiración de los dos Apóstoles, apoyándonos por igual en las dos columnas: confesar a Cristo sin fisuras, y, desde esa fe, abrirnos a todos sin temor: capaces de acoger con amor a todos, pero también de anunciar con convicción y sin complejos que “no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación” (Hch 4, 12), que sólo Jesús es “el Mesías, el Hijo de Dios vivo”, que “Dios salva al hombre no por cumplir la ley sino por la fe en Jesucristo” (Gal 2, 15). Confesión y apertura, la roca y el fuego, que se ponen a prueba y se autentifican, como en Pedro y en Pablo, en la disposición a dar la vida por Aquel en el que hemos creído y del que nos hemos fiado (cf. 2 Tim 1, 12).

Primera Carta de Pedro



01 Dado que Cristo padeció en su carne, háganse fuertes con esta certeza: el que ha padecido en su carne ha roto con el pecado.
02 Por ello, entreguen lo que les queda de esta vida, no ya a las pasiones humanas, sino a la voluntad de Dios.
03 Ya es bastante el tiempo que dimos a todo lo que buscan los paganos: excesos, pasiones, borracheras, orgías y culto de los ídolos.
04 A ellos les parece raro que ustedes ahora no corran con ellos hacia ese torrente de perdición, e incluso lo interpretan mal;
05 pero tendrán que rendir cuentas a Aquel que está preparado para juzgar a vivos y a muertos.
06 Pues no sin razón el Evangelio ha sido anunciado a muchos que han muerto; si bien en cuanto seres humanos han recibido la sentencia de muerte, a través del Espíritu viven para Dios.
07 El fin de todas las cosas está cerca; vivan, pues, con sensatez y dediquen sus noches a la oración.
08 Sobre todo ámense de verdad unos a otros, pues el amor hace perdonar una multitud de pecados.
09 Acójanse unos a otros en sus casas sin quejarse
10 Que cada uno ponga al servicio de los demás el carisma que ha recibido, y de este modo serán buenos administradores de los diversos dones de Dios.
11 Si alguno habla, que sean palabras de Dios; si cumple algún ministerio, hágalo con el poder de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Cristo Jesús. A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
12 Queridos hermanos, no se sorprendan por el incendio que ha prendido en medio de ustedes para ponerlos a prueba. No es algo insólito lo que les sucede.
13 Más bien alégrense de participar en los sufrimientos de Cristo, pues también se les concederán las alegrías más grandes el día en que se nos descubra su gloria.
14 Si son insultados a causa del nombre de Cristo, felices ustedes, porque la gloria y el Espíritu de Dios descansan sobre ustedes.
15 Sería una lástima que alguno tuviera que sufrir por asesino, ladrón, malhechor o delator;
16 pero si sufre por ser cristiano, no tiene por qué avergonzarse, sino que más bien debe dar gracias a Dios por llevar ese nombre.
17 Ha llegado el tiempo del juicio, y éste empieza por la casa de Dios. Pues si comienza por nosotros, ¿qué fin tendrán los que se niegan a creer en el Evangelio?
18 Si el justo se salva a duras penas, ¿dónde se presentarán el pecador y el impío?
19 Así, pues, si sufren porque ésta es la voluntad de Dios, confíen sus almas al Creador, que es fiel, y continúen haciendo el bien.

Primer Libro de los Reyes



01 Salomón construyó también su palacio: demoró trece años en terminarlo.
02 Construyó la casa del Bosque del Líbano; tenía cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto. Se alzaba sobre postes de cedro que descansaban en bases de cedro.
03 Un cielo raso de cedro que cubría los cuartos era soportado por cuarenta y cinco columnas repartidas en tres filas de a quince.
04 También había tres filas de cuartos cuyas ventanas se enfrentaban cada tres pasos.
05 Las puertas y ventanas eran cuadradas y las ventanas estaban frente a frente cada tres pasos.
06 Se hizo un vestíbulo de columnas; su largo era de veinticinco metros y su ancho de quince; por delante se alzaba un pórtico con columnas y peldaños.
07 También hizo Salomón el Vestíbulo del Trono donde administraba justicia, lo llamaban el vestíbulo del Juicio; estaba recubierto de cedro desde el piso hasta el cielo raso.
08 Su casa privada estaba construida de la misma forma, en un segundo patio, luego del Vestíbulo. Salomón construyó para la hija del Faraón, con la que se había casado, una casa igual al Vestíbulo.
09 Todas esas construcciones, desde sus cimientos hasta sus cornisas, habían sido hechas con piedras talladas a la medida y cortadas con cincel.
10 Los cimientos también eran de piedra seleccionada, piedras de grandes dimensiones, de cuatro a cinco metros.
11 Por encima también había piedras seleccionadas talladas a la medida, como asimismo madera de cedro.
12 El gran patio había sido hecho de tres hileras de piedra tallada y de una hilera de postes de cedro, igual que el patio interior y que el vestíbulo de la Casa.
13 Salomón mandó a buscar a Juram de Tiro,
14 que era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, pero cuyo padre era de Tiro, y que trabajaba el bronce. Era un hombre muy hábil, lleno de sabiduría y de destreza para todo lo que fuera bronce. Llegó pues donde Salomón para ejecutar todos sus trabajos.
15 Fundió las dos columnas de bronce; cada columna tenía nueve metros de alto, un hilo de seis metros medía su circunferencia; la segunda columna era como la primera.
16 Fundió dos capiteles de bronce para la parte superior de las columnas; cada capitel medía dos metros y medio de alto.
17 Los capiteles que se situaban encima de las columnas estaban revestidos de cintas y cadenitas de bronce; había siete en cada capitel.
18 Luego hizo las granadas, que en hileras de a dos, rodeaban a cada cinta, para cubrir los capiteles puestos encima de las columnas.
19 Los capiteles puestos encima de las columnas en el vestíbulo tenían forma de lirio; tenían dos metros de alto.
20 Doscientas granadas rodeaban los capiteles puestos sobre las dos columnas, por encima del zócalo guarnecido de cinta de bronce.
21 Salomón levantó las columnas delante del vestíbulo de la Casa; colocó la primera a la derecha y le puso el nombre de Yaquin; colocó la segunda a la izquierda y le dio el nombre de Boaz.
22 Así terminó la obra de las columnas.
23 También hizo el mar de bronce. Era redondo con cinco metros de diámetro y dos y medio de alto; un cordel de quince metros medía su circunferencia.
24 Debajo del borde había una hilera doble de calabazas de metal fundido.
25 El Mar de bronce se apoyaba en doce bueyes, tres que miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este; la parte posterior de su cuerpo estaba tapada por el Mar que se apoyaba en ellos.
26 El espesor del Mar era de una palma, su borde tenía la forma de una copa, parecido a una azucena; podía contener dos mil medidas.
27 Se fabricaron también diez sustentáculos de bronce; cada uno medía dos metros de largo, dos de ancho y uno y medio de alto.
28 Los sustentáculos eran así: estaban formados de paneles y los paneles se encajaban en marcos.
29 En los paneles encajados en los marcos había leones, toros y querubines; en los marcos, por arriba y abajo, se veían en relieve leones y bueyes.
30 Cada sustentáculo tenía cuatro ruedas de bronce con ejes de bronce; los cuatro pies tenían patas de bronce que sostenían la pileta; estaban fundidas junto con los pies, vueltas hacia adentro.
31 La boca para recibir a la pileta estaba en el interior de la corona del sustentáculo, a la que sobrepasaba por medio metro; esta boca era redonda, tenía un espesor de setenta y cinco centímetros. En esta boca había esculturas, los paneles eran cuadrados y no redondos.
32 Las cuatro ruedas estaban bajo los paneles; los ejes de las ruedas estaban fijos a las patas de bronce; cada rueda tenía setenta y cinco centímetros de alto.
33 Las ruedas eran parecidas a las de un carro. Todo estaba fundido: sus ejes, sus llantas, sus rayos y sus cubiertas.
34 En los cuatro ángulos de los sustentáculos de bronce había junturas y éstas conformaban un cuerpo con el sustentáculo.
35 La corona, que sobresalía medio metro del sustentáculo, conformaba un todo con los apoyos y los paneles.
36 En las placas de los apoyos y en los paneles se grabaron querubines, leones y palmeras, según el espacio disponible; había guirnaldas en derredor.
37 Así fue como se hicieron los diez sustentáculos de bronce fundidos de igual modo, de la misma dimensión y de la misma forma.
38 También se hicieron diez piletas de bronce: cada pileta contenía cuarenta medidas, cada pileta tenía dos metros de diámetro; descansaban en los sustentáculos, cada pileta en el suyo.
39 Pusieron los diez sustentáculos, cinco al lado derecho de la Casa y cinco al lado izquierdo; pusieron el Mar al lado derecho de la Casa cuando se mira al este, es decir hacia el sur.
40 Juram hizo también los calderos, las palas y las copas. Así terminó Juram todos los trabajos que le había encargado el rey Salomón para la Casa de Yavé:
41 las dos columnas, los capiteles puestos en la parte superior de las columnas, junto con las redes de bronce que los cubrían,
42 las cuatrocientas granadas repartidas en dos filas y adosadas a la red de bronce que cubrían los capiteles,
43 los diez sustentáculos de bronce junto con la pileta,
44 el Mar de bronce y los doce bueyes que lo sostenían,
45 los calderos, las palas y las copas. Juram hizo en bronce bruñido todos esos objetos que le había encargado el rey Salomón para la Casa de Yavé.
46 El rey los hizo fundir en la llanura del Jordán, cerca del vado de Adán, entre Sucot y Sartán.
47 La cantidad de bronce era tal que era imposible contarla.
48 Salomón hizo también todos los otros objetos que estaban en la Casa de Yavé: el altar de oro, la mesa de oro en la que se ponían los panes de la proposición,
49 los candelabros de oro puro puestos delante del Santo de los Santos: cinco a un lado y cinco al otro; las flores, las lámparas, los extinguidores de oro,
50 las palanganas, las vasijas, las escudillas, los incensarios de oro, y también los goznes de oro para el Santo de los Santos y para las puertas de la Casa.
51 Con eso se terminaron los trabajos que había emprendido el rey Salomón para la Casa de Yavé. Entonces mandó traer todo lo que su padre David había dado y consagrado, el oro, la plata y los vasos y lo depositó todo en el tesoro de la Casa de Yavé.