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jueves, 31 de julio de 2014

Lecturas del Viernes de la 17ª semana del Tiempo Ordinario.



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Viernes, 1 de agosto de 2014

Primera lectura

Lectura de la profecía de Jeremías (26,1-9):
Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del Señor a Jeremías: «Así dice el Señor: Ponte en el atrio del templo y di a todos los ciudadanos de Judá que entran en el templo para adorar, las palabras que yo te mande decirles; no dejes ni una sola. A ver si escuchan y se convierte cada cual de su mala conducta, y me arrepiento del mal que medito hacerles a causa de sus malas acciones. Les dirás: Así dice el Señor: Si no me obedecéis, cumpliendo la ley que os di en vuestra presencia, y escuchando las palabras de mis siervos, los profetas, que os enviaba sin cesar (y vosotros no escuchabais), entonces trataré a este templo como al de Silo, a esta ciudad la haré fórmula de maldición para todos los pueblos de la tierra.»
Los profetas, los sacerdotes y el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras, en el templo del Señor. Y, cuando terminó Jeremías de decir cuanto el Señor le había mandado decir al pueblo, lo agarraron los sacerdotes y los profetas y el pueblo, diciendo: «Eres reo de muerte. ¿Por qué profetizas en nombre del Señor que este templo será como el de Silo, y esta ciudad quedará en ruinas, deshabitada?»
Y el pueblo se juntó contra Jeremías en el templo del Señor. 

Palabra de Dios

Salmo

Sal 68

R/.
 Que me escuche tu gran bondad, Señor.

Más que los pelos de mi cabeza
son los que me odian sin razón;
más duros que mis huesos,
los que me atacan injustamente.
¿Es que voy a devolver lo que no he robado? R/.

Por ti he aguantado afrentas,
la vergüenza cubrió mi rostro.
Soy un extraño para mis hermanos,
un extranjero para los hijos de mi madre;
porque me devora el celo de tu templo,
y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R/.

Pero mi oración se dirige a ti,
Dios mío, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,54-58):

En aquel tiempo fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: «¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?» Y aquello les resultaba escandaloso.
Jesús les dijo: «Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.» Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe. 

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del viernes, 1 de agosto de 2014

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Pablo Largo, cmf
Queridos amigos:
Un filósofo definía la pregunta como la piedad del pensamiento. Quizá nos da cierto corte preguntar, porque al hacerlo exponemos nuestra ignorancia y se puede empañar la imagen que queremos que los demás tengan de nosotros. El acto de preguntar es una forma de pedir; en ese sentido, es ocasión para ejercitar la humildad, la confianza en el otro, y a la vez para dar curso al deseo (en  el caso presente, al deseo de saber). Sentimos que toda verdad, por pequeña que sea, es, en cierto modo, una revelación, y esta reclama que nos dispongamos a recibirla con una actitud de escucha acogedora.
No todas las preguntas cumplen la definición citada; unas, por nacer de una curiosidad malsana; otras, por ser solo actos de cortesía que encubren una actitud de indiferencia; otras, por ser puramente retóricas y ocultar una posición inamovible. De hecho, las que salían a borbotones de los vecinos de Nazaret no eran un ejercicio de esa piedad; no revelaban apertura, receptividad, búsqueda, sino desconfianza e incredulidad.
Ellos conocían los orígenes y el parentesco de Jesús que registraba el libro de nacimientos; pero ignoraban otro parentesco más hondo, más radical, y no se mostraron mayormente abiertos a conocerlo. Creían haber despejado por completo la incógnita de Jesús, pero la verdad es que no avanzaron un paso para conocer su altura, su anchura, su largura, su profundidad. No acogieron los signos que daba de esa verdad, revelada por el evangelista en la confesión de Pedro: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo».
Hoy somos invitados a ejercitar la piedad del pensamiento, y esto reduplicativamente, por tratarse, no de cualquier verdad, sino de la que se escribe con mayúscula, de la que revela el Padre que está en el cielo. Hoy, también, se nos invita a estar al acecho sobre nosotros para no quedarnos en una visión superficial de los demás, ajena a su verdad, a sus dones, a su misión.
Vuestro amigo
Pablo Largo

Carta a los Romanos



01 Por lo tanto, ya no hay condenación para aquellos que viven unidos a Cristo Jesús.
02 Porque la ley del Espíritu, que da la Vida, me libró, en Cristo Jesús, de la ley del pecado y de la muerte.
03 Lo que no podía hacer la Ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios lo hizo, enviando a su propio Hijo, en una carne semejante a la del pecado, y como víctima por el pecado. Así él condenó el pecado en la carne,
04 para que la justicia de la Ley se cumpliera en nosotros, que ya no vivimos conforme a la carne sino al espíritu.
05 En efecto, los que viven según la carne desean lo que es carnal; en cambio, los que viven según el espíritu, desean lo que es espiritual.
06 Ahora bien, los deseos de la carne conducen a la muerte, pero los deseos del espíritu conducen a la vida y a la paz,
07 porque los deseos de la carne se oponen a Dios, ya que no se someten a su Ley, ni pueden hacerlo.
08 Por eso, los que viven de acuerdo con la carne no pueden agradar a Dios.
09 Pero ustedes no están animados por la carne sino por el espíritu, dado que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo no puede ser de Cristo.
10 Pero si Cristo vive en ustedes, aunque el cuerpo esté sometido a la muerte a causa del pecado, el espíritu vive a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales, por medio del mismo Espíritu que habita en ustedes.
12 Hermanos, nosotros no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal.
13 Si ustedes viven según la carne, morirán. Al contrario, si hacen morir las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.
14 Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
15 Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios
16 El mismo espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
17 Si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con el.
18 Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros.
19 En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios.
20 Ella quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero conservando una esperanza.
21 Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
22 Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gime y sufre dolores de parto.
23 Y no sólo ella: también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
24 Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se ve lo que se espera, ya no se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que se ve?
25 En cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia.
26 Igualmente, el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero es Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.
27 Y el que sondea los corazones conoce el deseo del Espíritu y sabe que su intercesión en favor de los santos está de acuerdo con la voluntad divina.
28 Sabemos, además, que Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio.
29 En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos;
30 y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.
31 ¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
32 El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos concederá con él toda clase de favores?
33 ¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?
35 ¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada?
36 Como dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se nos considera como a ovejas destinadas al matadero.
37 Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó.
38 Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales,
39 ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Segundo Libro de los Reyes



01 Oseas, hijo de Elá, comenzó a reinar en Israel desde Samaría, el año duodécimo de Ajaz, rey de Judá; reinó nueve años.
02 Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé, pero no tanto como los reyes de Israel que lo habían precedido.
03 Salmanazar, rey de Asur, fue a atacarlo y Oseas tuvo que sometérsele, pagándole un tributo.
04 Pero el rey de Asur supo que Oseas estaba conspirando contra él, ya que había enviado mensajeros a Saís, donde el rey de Egipto, y no pagaba más el tributo al rey de Asur, como debía hacerlo cada año. Aquel, entonces, lo mandó arrestar y lo metió encadenado a la cárcel.
05 El rey de Asur invadió todo el país; llegó a Samaría y la sitió tres años.
06 El año noveno de Oseas, el rey de Asur se apoderó de Samaría y deportó a Asur a los israelitas. Los instaló en Jala, a orillas del Jabor, el río de Gozán, y además, en las ciudades de Media.
07 Eso ocurrió porque los hijos de Israel habían pecado contra Yavé su Dios, quien los había hecho subir del territorio de Egipto y los había librado de las manos del Faraón, rey de Egipto, y se habían vuelto hacia otros dioses.
08 Los israelitas imitaron las costumbres de los pueblos que Yavé había expulsado delante de los hijos de Israel.
09 Pronunciaron contra Yavé, su Dios, palabras indecentes, se construyeron Altos Lugares en todas sus ciudades, desde la torre de vigía hasta en la ciudad fortificada.
10 Instalaron piedras paradas y postes sagrados en cualquier colina sobresaliente y bajo cualquier árbol verde.
11 Y allí, en todos esos Altos Lugares, quemaban incienso, tal como lo hacían las naciones que Yavé había expulsado ante ellos; cometieron además toda clase de malas acciones para irritar a Yavé.
12 Se pusieron a servir a ídolos inmundos, siendo que Yavé les había dicho: «No hagan eso».
13 Yavé, sin embargo, les había llamado la atención a Israel y a Judá por boca de todos los profetas y de todos los videntes: «Renuncien a su mal comportamiento y observen mis mandatos y mis órdenes, según esa Ley que ordené a sus padres y que les comuniqué por boca de mis servidores los profetas».
14 Pero no hicieron caso, y se mostraron más tercos que sus padres que no ha bían creído en Yavé, su Dios.
15 Despreciaron sus mandatos, la Alianza que había pactado con sus padres, y las ordenanzas que les había dado. Se apegaron a ídolos inútiles y se hicieron tan inútiles como sus ídolos, igual que las naciones que los rodeaban, siendo que Yavé les había mandado que no las imitaran.
16 Abandonaron todos los mandamientos de Yavé, su Dios, y se hicieron ídolos de metal ¡sus dos terneros! Erigieron postes sagrados, se postraron ante todos los poderes del cielo, y sirvieron a Baal.
17 Sacrificaron en la hoguera a sus hijos y a sus hijas, practicaron la hechicería y la magia, se prestaron para hacer lo que es malo a los ojos de Yavé, para provocar su cólera.
18 Al final, Yavé se enojó con Israel y lo echó lejos. Unicamente quedó la tribu de Judá.
19 Pero Judá tampoco cumplió los mandamientos de Yavé, su Dios; imitaron las prácticas que se habían hecho una costumbre en Israel.
20 Por eso Yavé rechazó a toda la raza de Israel, los castigó, los entregó en manos de salteadores, y por último, los echó lejos de su presencia.
21 Cuando Jeroboam, hijo de Nabat, separó Israel de la casa de David, cuando lo consagraron como rey, apartó a Israel lejos de Yavé, haciéndo que cometiera un gran pecado.
22 Los israelitas persistieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam, y no se apartaron de ellos,
23 de tal modo que al último Yavé echó a Israel lejos de él, tal como lo había dicho por boca de todos sus servidores los profetas; Israel fue deportado a Asur, lejos de su tierra, hasta el día de hoy.
24 El rey de Asur trasladó gente de Babilonia, de Cuta, de Avá, de Jamat, y de Sefarvayim, y la instaló en las ciudades de Samaría en lugar de los israelitas. Así tomaron posesión de Samaría y se establecieron en sus ciudades.
25 Cuando estaban recién instalados en ese lugar, esa gente no honraba a Yavé, por eso Yavé les mandó unos leones que hicieron con ellos una carnicería.
26 Entonces dijeron al rey de Asur: «Los pueblos que trasladaste e instalaste en las ciudades de Samaría no conocen la Ley del dios del país. Por eso envió contra nosotros leones, los que los mataron porque no conocían la Ley del dios de este país».
27 El rey de Asur dio entonces esta orden: «Manden de vuelta allá a uno de los sacerdotes que he deportado, que se establezca allí y que les enseñe la Ley del Dios del país.
28 Uno de los sacerdotes de Samaría que había sido deportado fue pues para allá; se instaló en Betel y les enseñó cómo debían honrar a Yavé.
29 Pero cada pueblo se hacía sus propios dioses y los ponía en las ermitas de los Altos Lugares que habían construido los samaritanos, cada pueblo lo hacía en las ciudades donde vivía.
30 Fue así como la gente de Babilonia se hizo un Sucot-Benot; la gente de Cuta, un Nergal; los de Jamat, un Asima;
31 los de Avá se hicieron un Nibjaz y un Tartac; los de Sefarvayim quemaban en la hoguera a sus hijos en honor a Adramalec y a Amamelec, las divinidades de Sefarvayim.
32 También servían a Yavé, por eso eligieron entre ellos a sacerdotes para los Altos Lugares, para que sirvieran en su nombre en las ermitas de los Altos Lugares.
33 Servían a Yavé y al mismo tiempo a sus dioses, según las costumbres de las naciones de donde provenían.
34 Hasta el día de hoy siguen con sus antiguas costumbres. No honran realmente a Yavé, porque no toman en cuenta sus ritos ni sus costumbres, de acuerdo a la Ley y el mandato que Yavé dio a los hijos de Jacob, el hombre a quien dio el nombre de Israel.
35 Yavé había pactado con ellos una Alianza y les había dado esta orden: «No sirvan a dioses extranjeros, no se postren ante ellos, no les rindan culto ni les ofrezcan sacrificios;
36 ustedes no tienen más que a Yavé, quien los hizo subir del territorio de Egipto, demostrando su fuerza y dando grandes golpes. A él tienen que servir, ante él deben postrarse y a él tienen que ofrecer sacrificios.
37 Ustedes tienen que respetar y poner en práctica diariamente los preceptos, las ordenanzas, la Ley y los mandamientos que escribió para ustedes; no sirvan a otros dioses.
38 No se olviden de la Alianza que pacté con ustedes ni sirvan a otros dioses.
39 A Yavé, su Dios es a quien deben servir, a él que los librará de las manos de todos sus enemigos».
40 Pero no hicieron caso y siguen con sus antiguas costumbres.
41 Así pues esos pueblos, si bien temían a Yavé, servían también a sus ídolos, y sus hijos y nietos actúan hasta el día de hoy como lo hacían sus padres.

LAS PARÁBOLAS DE JESÚS


LA LEVADURA

Lc 13, 20-21

20 Dijo también: «¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?

21 Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa».

OREMOS


 
"Y a ti, Madre, una espada de dolor te atravesará el corazón..."
(Lucas 2, 35)

Explicación de la Devoción y Oración

Devoción
Siempre los cristianos han aprendido de la Virgen a mejor amar a Jesucristo. La devoción a los Siete Dolores de la Virgen María se desarrolló por diversas revelaciones privadas.
La Virgen comunicó a Santa Brígida de Suecia (1303-1373):
"Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios."
Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores:
1. "Yo concederé la paz a sus familias."
2. "Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios."
3. "Yo las consolaré en sus penas y las acompañaré en sus trabajos.»
4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas."
5. "Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas."
6. "Les asistiré visiblemente en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
7. "He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la felicidad eterna ya que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y gozo eterno."
Según San Alfonso María Ligorio, Nuestro Señor reveló a Santa Isabel de Hungría que El concedería cuatro gracias especiales a los devotos de los dolores de Su Madre Santísima:
1. Aquellos que antes de su muerte invoquen a la Santísima Madre en nombre de sus dolores, obtendrán una contrición perfecta de todos sus pecados.
2. Jesús protegerá en sus tribulaciones a todos los que recuerden esta devoción y los protegerá muy especialmente a la hora de su muerte.
3. Imprimirá en sus mentes el recuerdo de Su Pasión y tendrán su recompensa en el cielo. 4. Encomendará a estas almas devotas en manos de María, a fin de que les obtenga todas las gracias que quiera derramar en ellas.
Meditar los siete Dolores de Nuestra Madre Santísima es una manera de compartir los sufrimientos  más hondos de la vida de María en la tierra.
La fiesta de Nuestra Señora de los Dolores se celebra el 15 de septiembre, al día siguiente de la Exaltación de la Santa Cruz. Al pie de la Cruz, donde una espada de dolor atravesó el corazón de María, Jesús nos entregó a Su Madre como Madre nuestra poco antes de morir. En respuesta a esta demostración suprema de Su amor por nosotros, digamos cada día de nuestras vidas: "Sí, Ella es mi Madre. Jesús, yo la recibo y Te pido que me prestes Tu Corazón para amar a María como Tú la amas."
Se reza un Padrenuestro y siete Ave Marías por cada dolor de la Virgen. Al mismo tiempo le pedimos que nos ayude a entender el mal que hemos cometido y nos lleve a un verdadero arrepentimiento. Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los del mundo entero.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores de Tu Madre Santísima. Amén.
(Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan a cada dolor)


Primer Dolor - La profecía de Simeón 
(cf. Lucas 2,22-35)
Qué grande fue el impacto en el Corazón de María, cuando oyó las tristes palabras con las que Simeón le profetizó la amarga Pasión y muerte de su dulce Jesús. Querida Madre, obtén para mí un auténtico arrepentimiento por mis pecados.
-Padr
enuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre



Segundo Dol
or - La huida a Egipto 
(Mateo 2,13-15)
Considera el agudo dolor que María sintió cuando ella y José tuvieron que huir repentinamente de noche, a fin de salvar a su querido Hijo de la matanza decretada por Herodes. Cuánta angustia la de María, cuántas fueron sus privaciones durante tan largo viaje. Cuántos sufrimientos experimentó Ella en la tierra del exilio. Madre Dolorosa, alcánzame la gracia de perseverar en la confianza y el abandono a Dios, aún en los momentos más difíciles de mi vida.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre


Tercer Dolo
r - El Niño perdido en el Templo 
(Lucas 2,41 -50)
Qué angustioso fue el dolor de María cuando se percató de que había perdido a su querido Hijo. Llena de preocupación y fatiga, regresó con José a Jerusalén. Durante tres largos días buscaron a Jesús, hasta que lo encontraron en el templo. Madre querida, cuando el pecado me lleve a perder a Jesús, ayúdame a encontrarlo de nuevo a través del Sacramento de la Reconciliación.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre



Cuarto Dolor - María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV Estación del Vía Crucis)
Acércate, querido cristiano, ven y ve si puedes soportar tan triste escena. Esta Madre, tan dulce y amorosa, se encuentra con su Hijo en medio de quienes lo arrastran a tan cruel muerte. Consideren el tremendo dolor que sintieron cuando sus ojos se encontraron - el dolor de la Madre bendita que intentaba dar apoyo a su Hijo. María, yo también quiero acompañar a Jesús en Su Pasión, ayúdame a reconocerlo en mis hermanos y hermanas que sufren.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre

Quinto Dolor - Jesús muere en la Cruz (Juan 19,17-39)
Contempla los dos sacrificios en el Calvario - uno, el cuerpo de Jesús; el otro, el corazón de María. Triste es el espectáculo de la Madre del Redentor viendo a su querido Hijo cruelmente clavado en la cruz. Ella permaneció al pie de la cruz y oyó a su Hijo prometerle el cielo a un ladrón y perdonar a Sus enemigos. Sus últimas palabras dirigidas a Ella fueron: "Madre, he ahí a tu hijo." Y a nosotros nos dijo en Juan: "Hijo, he ahí a tu Madre." María, yo te acepto como mi Madre y quiero recordar siempre que Tú nunca le fallas a tus hijos.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre


Sexto Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz 
(Marcos 15, 42-46)
Considera el amargo dolor que sintió el Corazón de María cuando el cuerpo de su querido Jesús fue bajado de la cruz y colocado en su regazo. Oh, Madre Dolorosa, nuestros corazones se estremecen al ver tanta aflicción. Haz que permanezcamos fieles a Jesús hasta el último instante de nuestras vidas.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre



Séptimo Dolor -Jesús es colocado en el Sepulcro
 (Juan 19, 38-42)
¡Oh Madre, tan afligida! Ya que en la persona del apóstol San Juan nos acogiste como a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros y alcánzanos las gracias que te pedimos en esta oración. Alcánzanos, sobre todo, oh Madre tierna y compasiva, la gracia de vivir y perseverar siempre en el servicio de tu Hijo amadísimo, a fin de que merezcamos alabarlo eternamente en el cielo.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre


Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.



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Esta página es obra de Las  Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.Copyright © 2010 SCTJM

Ser santos




No tener miedo.

El miedo paraliza en la vida espiritual, y si tenemos miedo, entonces estamos como atrofiados para alcanzar la santidad. Por eso el Papa Juan Pablo II insistía tanto en que no tengamos miedo.

Y el demonio tiene mucho que ver en meternos miedo, porque quiere hacernos creer que él tiene más poder del que en realidad tiene, y como un mago que con sus trucos está frente a una audiencia de niños, el demonio quiere darnos la impresión de que es todopoderoso y que puede hacer grandes prodigios. Pero quien presta atención y es un poco observador, se da cuenta de que el demonio no tiene poder ninguno sobre quienes son de Dios, y que no se le permite actuar más allá de la medida. Esto nos debe dar una gran paz y tranquilidad, sabiendo que Dios cuida de nosotros, y que NADA malo nos puede pasar, sino que todo lo que nos suceda en la vida, será querido, o al menos permitido, por Dios, y será todo para bien.

Este pensamiento que en definitiva es confiar en Dios, entregarse a Él dejándole actuar en nosotros, en nuestras vidas y en las vidas de quienes amamos, es el camino directo al Corazón de Jesús, es decir, a la santidad. Porque Dios nos ha creado para el Cielo, y Él, más que nosotros, es el interesado en que lleguemos a la meta.

El miedo paraliza nuestra vida espiritual y de piedad. Por eso tenemos que luchar contra el miedo, o al menos ofrecérselo a Dios, para que Él los transforme en coraje y valentía, así seremos anunciadores del Reino de Dios entre los hombres, y llegaremos un día a la santidad.

Nos fusilan sin piedad, nos obligan a exiliarnos y nos roban hasta los crucifijos #GenocidioCristiano




Nos fusilan sin piedad, nos obligan a exiliarnos y nos roban hasta los crucifijos
#GenocidioCristiano

Escribe a la ONU y a la Liga Árabe y pídeles que frenen este genocidio

Firma esta petición haciendo clic aquí
Hola 
Acabo de ver un video brutal en el que se ven las ejecuciones de los cristianos de Iraq a manos del islamismo radical. Sin contemplaciones. Los suben a camiones, les tumban en la acera y vacían el cargador. Uno a uno. Sin inmutarse. Brutal. Horrible.
Encima lo cuelgan en internet para "elevar la moral” de sus tropas. Repugnante. ¿Quieres hacer algo para detener el genocidio de cristianos en Iraq?
Lo que están sufriendo nuestros hermanos en Iraq no tiene nombre. El pasado viernes terminó el plazo dado por los radicales para que abandonáramos Mosul. La alternativa era la conversión o la muerte a espada.
Los pocos que se convirtieron tienen obligación de visitar la mezquita a diario. Son observados cada día. Un verdadero acoso.
Los que huyen son saqueados. Les roban todo: el agua, las mantas,... hasta los crucifijos. Todo, menos la dignidad. Aunque están a punto.
Hagamos algo. ¡Paremos este genocidio cristiano!
Sorprendentemente Francia ya se ha movilizado y ha ofrecido asilo a los cristianos forzados a exilio. Bien por Hollande.
El Papa Francisco está preocupado. Ha pedido el fin de las matanzas, ha rogado por la paz y se ha puesto a disposición del obispo de la zona. Si recuerdas, ANTONIO, en la última entrevista dijo que había más persecución a los cristianos ahora que en la época de Nerón. "No es exageración; son cifras”. Mucho.
El acoso a los cristianos en Iraq no es nuevo. Pero ahora les han colocado en una posición imposible.
La ONU ha hecho declaraciones grandilocuentes. Pero nadie actúa. Todo el mundo parece mirar para otro lado. La UE no ha sido capaz de coordinar una respuesta. La ONU no pasa de las palabras.
¿No es hora ya de pasar de las palabras a la acción?
Lo único positivo en medio de esta barbarie, son los gestos de solidaridad del islamismo moderado. La Organización de Cooperación Islámica ha denunciado la violencia contra los cristianos. También lo han hecho los musulmanes de Bagdad. Además, una periodista musulmana ha mostrado públicamente su apoyo. Incluso ha habido algún musulmán que ha sacrificado su vida por mostrar su rechazo al genocidio cristiano. Puedes leer todas las reacciones aquí.
Ya es hora de que la Liga Árabe intervenga. Son los únicos que pueden forzar la formación de gobierno y el fin de la barbarie. Pídeles una acción más eficaz.
Han señalado sus casas. Quieren borrar todo rastro del cristianismo de Iraq. Se olvidan que son tan iraquies como ellos. Perdón, más. Porque los cristianos llevan en Iraq más tiempo que el mismo Islam. Y desde luego la persecución religiosa nunca ha sido su forma de actuar.
Gracias, por sumarte a esta campaña. Ya hemos logrado que el gobierno francés mueva ficha. Ahora queda que la comunidad internacional se lo tome en serio. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante semejante barbarie.
Te voy contando e iré publicando en la campaña las novedades que se vayan produciendo. 
Un fuerte abrazo,

Luis Losada Pescador y todo el equipo de CitizenGO
PD1: Por favor, comparte esta campaña con tus familiares y amigos. Necesitamos parar esta salvajada ya.
PD2. Varios medios de comunicación se han hecho eco de nuestra campaña: Aleteia, Aciprensa, Infocatolica, HazteOir, Telemadrid, etc. Puedes ver todos los ecos de prensa aquí


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miércoles, 30 de julio de 2014

Lecturas del Jueves de la 17ª semana del Tiempo Ordinario



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Jueves, 31 de julio de 2014

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (18,1-6):

Palabra del Señor que recibió Jeremías: «Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi palabra.» 
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero. 
Entonces me vino la palabra del Señor: «¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? –oráculo del Señor–. Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 145

R/.
 Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista. R/.

No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes. R/.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,47-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos les contestaron: «Sí.»
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del jueves, 31 de julio de 2014

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Pablo Largo, cmf
Queridos amigos:
Distinguir y separar son actividades que hacemos todos los días, a semejanza de los pescadores; y luego ponemos orden. Es, por ejemplo, lo que hace el ama de casa cada día en la despensa.
En separar: en eso consistió, según el capítulo inicial del Génesis, la primera parte de la obra creadora de Dios. En el caos originario había que separar la luz y las tinieblas, las aguas superiores y las inferiores, los mares y la tierra. Los días siguientes puso Dios orden y ornamento en las regiones que había separado: en el cielo, en el mar, en la tierra. Finalmente creó al hombre y le confió el dominio y cuidado de todo.
Esta historia en que vivimos se nos antoja caótica: verdad y falsedad, bien y mal, valores y contravalores, andan confundidos, mezclados, enredados. Dejemos a Dios que haga la separación de peces buenos y malos, de historias ungidas de santidad e historias marcadas con el estigma de la injusticia, y que lo haga a su debido tiempo, cuando cree los nuevos cielos y la nueva tierra. Es su competencia exclusiva. Fue Él quien separó al comienzo de la historia; dejemos que sea él quien separe al final.
Nosotros, entretanto, procuremos no hacinar ni confundir; a la luz del evangelio, separemos las buenas opciones y las malas, y pidamos amor y energía para llevar a cabo las buenas, en la esperanza de que Dios nos acoja en su misericordia infinita y que su amor recreador nos haga hombres nuevos en el Hombre Nuevo, Cristo Jesús.
Vuestro amigo
Pablo Largo

Carta a los Romanos



01 ¿Acaso ustedes ignoran, hermanos ?hablo a gente que entiende de leyes? que el hombre está sujeto a la ley únicamente mientras vive?
02 Así, una mujer casada permanece ligada por la ley a su esposo mientras él viva; pero al morir el esposo, queda desligada de la ley que la unía a él.
03 Por lo tanto, será tenida por adúltera si en vida de su marido se une a otro hombre. En cambio, si su esposo muere, quedará desligada de la ley, y no será considerada adúltera si se casa con otro hombre.
04 De igual manera, hermanos, por la unión con el cuerpo de Cristo, ustedes han muerto a la Ley, para pertenecer a otro, a aquel que resucitó a fin de que podamos dar frutos para Dios.
05 Porque mientras vivíamos según la naturaleza carnal, las malas pasiones, estimuladas por la Ley, obraban en nuestros miembros para hacernos producir frutos de muerte.
06 Pero ahora, muertos a todo aquello que nos tenía esclavizados, hemos sido liberados de la Ley, de manera que podamos servir a Dios con un espíritu nuevo y no según una letra envejecida.
07 ¿Diremos entonces que la Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no hubiera conocido el pecado si no fuera por la Ley. En efecto, hubiera ignorado la codicia, si la Ley no dijera: "No codiciarás".
08 Pero el pecado, aprovechando la oportunidad que le daba el precepto, provocó en mí toda suerte de codicia, porque sin la Ley, el pecado es cosa muerta.
09 Hubo un tiempo en que yo vivía sin Ley, pero al llegar el precepto, tomó vida el pecado,
11 Porque el pecado, aprovechando la oportunidad que le daba el precepto, me sedujo y, por medio del precepto, me causó la muerte.
10 y yo, en cambio, morí. Así resultó que el mandamiento que debía darme al vida, me llevó a la muerte.
12 De manera que la Ley es santa, como es santo, justo y bueno el precepto.
13 ¿Pero es posible que lo bueno me cause la muerte? ¡De ningún modo! Lo que pasa es que el pecado, a fin de mostrarse como tal, se valió de algo bueno para causarme la muerte, y así el pecado, por medio del precepto, llega a la plenitud de su malicia.
14 Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal, y estoy vendido como esclavo al pecado.
15 Y ni siquiera entiendo lo que hago, porque no hago lo que quiero sino lo que aborrezco.
16 Pero si hago lo que no quiero, con eso reconozco que la Ley es buena.
17 Pero entonces, no soy yo quien hace eso, sino el pecado que reside en mí,
18 porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo.
19 Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
20 Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí.
21 De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me presenta el mal.
22 Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios,
23 pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 ¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte?
25 ¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi corazón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado.

Segundo Libro de los Reyes



01 Ajaz, hijo de Yotam, rey de Judá, comenzó a reinar el año décimo séptimo de Pecaj, hijo de Remalías.
02 Ajaz tenía veinte años cuando subió al trono y reinó dieciseis en Jerusalén. No hizo lo que es justo a los ojos de Yavé, su Dios, tal como su antepasado David.
03 Siguió más bien las huellas de los reyes de Israel, y hasta llegó a sacrificar a su hijo en la hoguera, según las prácticas odiosas de los pueblos que Yavé había echado ante los israelitas.
04 Ofreció sacrificios y quemó incienso en los Altos Lugares, en las colinas y bajo cualquier árbol verde.
05 Entonces Razón, rey de Aram, y Pecaj, hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para atacarla. Sitiaron a Ajaz, pero no pudieron vencerlo.
06 En ese tiempo el rey de Edom recuperó Elat y expulsó a los judíos que se habían instalado allí; los edomitas tomaron posesión de ella y permanecen allí hasta hoy.
07 Ajaz mandó mensajeros a Teglat-Falazar, rey de Asur: «Soy tu sirviente y tu hijo, le decía, ven a salvarme del rey de Aram y del rey de Israel que vinieron a atacarme».
08 Ajaz tomó la plata y el oro que había en la casa de Yavé y en el tesoro del palacio real, y se lo dio al rey de Asur.
09 El rey de Asur lo atendió, y marchó para atacar a Damasco, la que conquistó; deportó a sus habitantes a Quir y mandó ejecutar a Razón.
10 Cuando el rey Ajaz fue a Damasco para entrevistarse con Teglat-Falazar, rey de Asur, vio un altar que había en Damasco; mandó un dibujo de ese altar y un modelo del mismo, con todos sus detalles, al sacerdote Urías.
11 Antes que regresara de Damasco el rey Ajaz, el sacerdote Urías construyó un altar exactamente igual a las indicaciones que había enviado el rey Ajaz.
12 Cuando el rey vio el altar a su regreso de Damasco, subió personalmente a él para ofrecer sacrificios.
13 Quemó su holocausto y su ofrenda, derramó la libación y roció el altar con la sangre de los sacrificios pacíficos.
14 Trasladaron el altar de bronce que estaba delante de Yavé; lo sacaron de delante de la Casa donde se encontraba entre el altar nuevo y la casa de Yavé, y lo pusieron al lado del altar nuevo hacia el norte.
15 El rey Ajaz dio esta orden al sacerdote Urías: En este gran altar quemarás el holocausto de la mañana y la ofrenda de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda, el holocausto por toda la población del país, su ofrenda y sus libaciones. Desde allí harás la aspersión de la sangre de todos los holocaustos y sacrificos. En cuanto al altar de bronce, ya veré lo que se hace».
16 El sacerdote Urías hizo todo lo que le había ordenado el rey Ajaz.
17 El rey Ajaz rompió los paneles y las bases, quitó los lavatorios que estaban encima, bajó el Mar de Bronce de encima de los bueyes que lo sostenían y lo puso en un embaldosado de piedras.
18 Como deferencia al rey de Asur transformó el Pórtico del Sábado, que se había construido dentro del Templo de Yavé, y la Entrada del rey que estaba fuera del mismo.
19 El resto de los hechos de Ajaz está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá.
20 Ajaz se acostó con sus padres y lo enterraron junto a éstos en la Ciudad de David; en su lugar reinó Ezequías, su hijo.

LAS PARÁBOLAS DE JESÚS


EL TRIGO Y LA CIZAÑA

Mt 13, 24-30


24 Y les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue.
26 Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña.
27 Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: «Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?.
28 El les respondió: «Esto lo ha hecho algún enemigo». Los peones replicaron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?».
29 «No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo.
30 Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero».

OREMOS


OREMOS IGUAL QUE ELLOS, QUE FALTA NOS HACE.

24 Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: «Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos; Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: «Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos;
25 tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: "¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?
26 Los reyes de la tierra se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido".
28 Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano.
27 Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido.
29 Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con toda libertad:
30 extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre de tu santo servidor Jesús:.

La Madre.




12-12-88 1574

Gladys, Soy la Madre, que con Amor Misericordioso, mira a sus pobres hijos. 

Digo a todos tus hermanos: Ha llegado la hora de dirigir los pasos hacia Dios, de crecer en amor a Dios.

Cerca de Mí, podéis adquirir lo que lejos no podríais; fuerzas, fe, perseverancia.

Los hijos recibirán de la Madre; sólo responded a la Madre.

Amén, amén.

Hazlo conocer.

(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás - Argentina) 

Comentario: 

Dios no hace nada inútilmente, y si nos está enviando a su Madre, que con sus apariciones y mensajes, nos invita a la conversión y al acercamiento a Dios, entonces los hombres tenemos que acercarnos a María y seguirla, escuchar sus palabras amorosas y ser fieles a Ella.

Nosotros somos como niños recién nacidos que, en la vida espiritual, necesitamos de una Madre para poder crecer y desarrollarnos. Y es María Santísima la encargada por Dios, de llevarnos al Corazón Divino de Jesús.

Jesús ha dicho en su Evangelio que quien lo rechaza a Él, rechaza también al Padre que lo envió. Y se puede decir también que quien rechaza a María, rechaza también a Jesús, y por ende, rechaza igualmente al Padre eterno.

No desaprovechemos esta ayuda valiosísima que nos da el Cielo, que es María Santísima, porque Ella es la perla de la que habla la parábola del Evangelio, por la que vale la pena vender todo lo que tenemos para hacerla nuestra.

Si tenemos a María, entonces lo tendremos todo, porque Ella es la Portadora de Dios, y en su seno está siempre Jesús, con su perfección de Hombre y Dios. Y si nos encomendamos a la Virgen, entonces automáticamente seremos de Dios.