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domingo, 27 de julio de 2014

Los musulmanes de Gaza rezan en iglesias



Religión Digital Mundo



Mujeres y niños palestinos en la puerta de la iglesia de San Porfirio, Gaza

Los desplazados se refugian en templos cristianos
La experiencia de sufrir juntos los bombardeos refuerza los lazos

Redacción, 26 de julio de 2014 a las 18:40

Mahmud Jalaf se postra cinco veces al día para la oración musulmana delante de una figura de Jesús en una iglesia de la Franja de Gaza, en la que tuvo que refugiarse ante la ofensiva israelí.

Cuanto el ejército israelí comenzó a bombardear su ciudad, Shaaf, en el norte de este pequeño territorio de unos 360 km2, no tuvo más remedio que refugiarse en laiglesia grecoortodoxa de San Porfirio, en el casco antiguo de Gaza.

"Nos dejan rezar. Me ha cambiado la opinión que tenía sobre los cristianos. Antes, no los conocía, pero se han convertido en nuestros hermanos", explicó este palestino de 27 años. "Aquí crece el amor entre musulmanes y cristianos", declara.

Mahmud Jalaf estruja entre sus manos el rosario visiblemente nervioso, aunque aliviado por haber hallado refugio junto a otros 500 desplazados en esta iglesia.

Comienza a acostumbrarse a rezar en un lugar de culto de otra religión, sobre todo durante el Ramadán, el mes sagrado de ayuno musulmán, que termina a finales de julio.

Cada día recita los versículos del Corán en dirección a La Meca, principal lugar sagrado del islam, en Arabia Saudí, de la misma forma que lo haría en una mezquita.

Y tanto los sacerdotes como los feligreses de San Porfirio son atentos con sus huéspedes.




Fiesta de los mártires

"Los cristianos no ayunan, por supuesto, pero evitan comer delante de nosotros durante el día. No fuman ni beben cuando están con nosotros", cuenta Mahmud Jalaf.

Pero reconoce que es difícil ser devoto cuando los obuses caen en los alrededores y más de 1.000 palestinos han muerto, en su inmensa mayoría civiles y muchos de ellos, niños.

"En tiempos de normalidad, soy un musulmán practicante, pero fumé durante el Ramadán, y no ayuné por miedo y tensión debido a la guerra", reconoció.

La próxima semana, la gran fiesta del Fitr marcará el final del Ramadán. Pero las familias de luto, los decenas de miles de desplazados y los que todavía sufren los bombardeos no tienen ganas de fiesta.

"Es posible que los cristianos y los musulmanes celebren juntos aquí el Aid", estima Sabrin Al Ziyara, una musulmana que trabaja desde hace 10 años en San Porfirio en las labores de limpieza. "Pero este año, no será la fiesta del final del ayuno, será la fiesta de los mártires", comenta con tristeza.



"Ama a tu prójimo"

Pese al clima de tolerancia, la iglesia, situada a la sombra del minarete de la mezquita vecina, se encuentra en medio de un campo de batalla y la tensión es palpable.

La llegada de provisiones casi provoca una pelea entre las mujeres y los niños que se precipitan para recoger las bolsas de pan y el agua, pese a que los voluntarios de la iglesia intentan distribuirlas de la forma más ordenada posible.

Las explosiones resuenan en las inmediaciones. El arzobispo greco-ortodoxo Alexios y uno de sus voluntarios discuten, aparentemente sobre a quién deben dejar entrar en la iglesia.

El martes, el cementerio adyacente se vio alcanzado por obuses y los edificios del patio están acribillados de metralla.

La comunidad cristiana de Gaza cuenta con unas 1.500 personas, en su mayoría greco-ortodoxas, de una población de 1,8 millones de habitantes, casi todos musulmanes. Sólo hay unos 130 católicos.

De hecho, la coexistencia no siempre es amistosa. La minoría cristiana ha sufrido varios ataques atribuidos a los extremistas islámicos que fueron condenados por el movimiento Hamas, que controla Gaza.

Pero la experiencia de sufrir juntos los bombardeos refuerza los lazos. "Jesús dijo: 'Ama a tu prójimo. No sólo a tu familia, sino a tu colega, tu compañero de clase: musulmán, chiita, hindú, judío", explica Tawfiq Khader, un voluntario cristiano. "Abrimos nuestras puertas a todos", asegura. (RD/Agencias)

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