Oración que salva miles de almas
Rezar todos los días: En el nombre del Padre etc., Señor mío Jesucristo...
¡Oh Jesús!
yo os pido humildemente me concedáis la gracia de salvar un alma por cada latido de mi corazón,
unido a los latidos del vuestro y a los del Corazón Inmaculado de vuestra Santísima Madre.
Os lo suplico por vuestra Preciosa Sangre y vuestra Divina Misericordia,
salva las almas, sálvalas Señor.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Extraordinaria promesa de Cristo
“Si me piden salvar un alma por cada latido de su corazón, se lo concederé a quien me lo pida”(Mensaje del Señor a los Siervos del Divino Amor, año 1976).
Nota explicativa: Esta Oración es válida sólo durante 24 horas, y se refiere a la salvación de almas que aún viven. No es aplicable, por tanto a las almas del Purgatorio. (Con licencia eclesiástica)
Oración para las almas
del purgatorio
Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas animas del purgatorio por todos los pecadores del mundo.
Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amen.
El Señor le dijo a Sta. Gertrudis que cada vez que rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio.
Rezar todos los días: En el nombre del Padre etc., Señor mío Jesucristo...
¡Oh Jesús!
yo os pido humildemente me concedáis la gracia de salvar un alma por cada latido de mi corazón,
unido a los latidos del vuestro y a los del Corazón Inmaculado de vuestra Santísima Madre.
Os lo suplico por vuestra Preciosa Sangre y vuestra Divina Misericordia,
salva las almas, sálvalas Señor.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Extraordinaria promesa de Cristo
“Si me piden salvar un alma por cada latido de su corazón, se lo concederé a quien me lo pida”(Mensaje del Señor a los Siervos del Divino Amor, año 1976).
Nota explicativa: Esta Oración es válida sólo durante 24 horas, y se refiere a la salvación de almas que aún viven. No es aplicable, por tanto a las almas del Purgatorio. (Con licencia eclesiástica)
“Si me piden salvar un alma por cada latido de su corazón, se lo concederé a quien me lo pida”(Mensaje del Señor a los Siervos del Divino Amor, año 1976).
Nota explicativa: Esta Oración es válida sólo durante 24 horas, y se refiere a la salvación de almas que aún viven. No es aplicable, por tanto a las almas del Purgatorio. (Con licencia eclesiástica)
Oración para las almas
del purgatorio
del purgatorio
Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas animas del purgatorio por todos los pecadores del mundo.
Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amen.
Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amen.
El Señor le dijo a Sta. Gertrudis que cada vez que rezara esta oración, pudiese librar 1000 almas del purgatorio.
Poder de los Nombres de Jesús y María:
"Jesús, María, os amo, salvad las almas"
Jaculatoria a Dios Padre
“Padre, líbranos de todo mal.
Con tu Santa Sabiduría, Señor,
sálvanos de todo pecado;
en nombre de todos cuantos te queremos, Señor,
llévanos por el camino del bien. Amén”.
La Virgen dice: “El que reza esta oración nueve días seguidos, acompañada con un Rosario, le concederé una gracia especial”.
Oración para rechazar al Maligno
“A mi derecha y a mi izquierda está mi Señor, no hay un tercer lugar, no lo hay para el enemigo”.
Y os lo aseguro que se retirará de vuestro lado. Amén. Amén.
Oración para desechar lo malo
Sagrado Corazón de Jesús, purifícame.
Espíritu Santo, vive en mí.
Santísima Trinidad, llega a mí.
Orad de este modo y todo lo malo, huirá de vosotros.
Amén.
Rezo del Santo Rosario
V. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.R. Amén. V. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme. V. Gloria al Padre... R. Como era en el principio... Los misterios que hemos de contemplar son
Lunes y Sábados:
LOS MISTERIOS GOZOSOS
Primer misterio:La Anunciación y Encarnación del Hijo de Dios en las purísimas entrañas de la Virgen María.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
[Al final de cada misterio suele decirse:]
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre; Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo; Dios te salve María, Esposa del Espíritu Santo. Templo y sagrario de la santísima Trinidad, no permitáis, Señora, que ningún cristiano viva ni muera en pecado mortal ni venial. Amén.
Segundo misterio: La Visitación de María Santísima a su prima Santa Isabel
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: El nacimiento del Niño Jesús en el pobre y humilde portal de Belén.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: La Purificación de la Virgen María y Presentación del Niño Jesús en el Templo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Jueves:
LOS MISTERIOS LUMINOSOS
Primer misterio: El bautismo de Jesús en el río Jordán.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Segundo misterio: Jesús y María en las bodas de Caná.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: Jesús anuncia el Reino de Dios e invita a la conversión.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: La transfiguración de Jesús en el monte Tabor.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: La institución de la Eucaristía.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Martes y Viernes:
LOS MISTERIOS DOLOROSOS
Primer misterio: La oración de Jesús en el huerto de Getsemaní.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Segundo misterio: La flagelación de Jesús, atado a la columna.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: Jesús es coronado de espinas.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: Jesús con la cruz a cuestas, camino del Calvario.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: La crucifixión y muerte de Jesús.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Miércoles y Domingos:
LOS MISTERIOS GLORIOSOS
Primer misterio: La Resurrección del Señor.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Segundo misterio: La Ascensión del Señor al cielo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Tercer misterio: La venida del Espíritu Santo sobre el Colegio apostólico.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Cuarto misterio: La Asunción de Nuestra Señora al cielo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
Quinto misterio: La coronación de la Virgen María como Reina del universo.
Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
[Terminado el rezo de los misterios correspondientes, suele saludarse a la Virgen en sus "tres purezas" y recitarle la Salve:]
V. Virgen purísima antes del parto.
R. Purifica nuestros pensamientos. Avemaría
V. Virgen purísima en el parto.
R. Purifica nuestras palabras. Avemaría
V. Virgen purísima después del parto.
R. Purifica nuestras obras y deseos. Avemaría
Para más obligar a la Virgen santísima, saludémosla con una "Salve": Dios te salve...
Letanía lauretana
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios gozosos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios luminosos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios dolorosos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios gloriosos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V. Ave María Purísima.
R. Sin pecado concebida. |
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