Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. (Mt 10, 21-22).
Enseñanza:
Este tiempo difícil, muy difícil de que habla aquí el Señor, no ha llegado todavía; al menos no ha llegado en plenitud, pero llegará, como toda palabra de Jesús que se cumple al pie de la letra.
Y para ese tiempo debemos estar preparados ya desde ahora, no dejándonos absorber por una acción desordenada, de modo que descuidemos la oración constante, ya que es la oración lo que nos permitirá mantenernos en pie, fieles al Señor, esperando su segunda venida y perseverando en el bien.
Ya se va perfilando en el mundo que cada vez es más odiado el Nombre del Señor, pues se quieren quitar las cruces de los lugares públicos, y en las constituciones de los países se quiere incluso eliminar hasta el nombre de Dios.
Esto se irá haciendo cada vez más evidente y habrá que tomar partido: con Cristo o contra Cristo. Y entonces se desatará la persecución en toda su crueldad, y bajo la opresión del Anticristo, los cristianos deberemos pasar esta tremenda prueba, como no la hubo desde que existen naciones, y que no la volverá a haber.
No tengamos miedo, pero aprovechemos el tiempo de vida que tenemos para prepararnos a estos acontecimientos que, antes o después, llegarán; y que a juzgar por muchas revelaciones y profecías, son tiempos que no están para nada lejanos.
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