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viernes, 24 de octubre de 2014

Job


¿A quién vas a recurrir?
01 ¡Clama, a ver si alguien te responde! ¿A cuál de los santos te volverás?
02 Porque la exasperación mata al insensato y la pasión hace morir al necio.
03 Yo he visto al insensato echar raíces, pero al instante maldije su morada.
04 Sus hijos estarán lejos de toda ayuda, aplastados en la Puerta, sin que nadie los libre.
05 Lo que ellos cosechen se lo comerá el hambriento, y el sediento suspirará por sus riquezas.
06 No, el mal no sale del suelo ni la miseria brota de la tierra:
07 es el hombre el que engendra la miseria, como las águilas levantan vuelo hacia lo alto.
08 Yo, por mi parte, buscaría a Dios, a él le expondría mi causa.
09 El realiza obras grandes e inescrutables, maravillas que no se pueden enumerar.
10 Derrama la lluvia sobre la tierra y hace correr el agua por los campos.
11 Pone a los humildes en las alturas y los afligidos alcanzan la salvación.
12 Hace fracasar los proyectos de los astutos para que no prospere el trabajo de sus manos.
13 Sorprende a los sabios en su propia astucia y el plan de los malvados se deshace rápidamente.
14 En pleno día, chocan contra las tinieblas, y andan a tientas al mediodía, como si fuera de noche.
15 El salva al huérfano de la espada, y al indigente, de la mano del poderoso.
16 Así, el débil recupera la esperanza y los malvados cierran la boca.
17 ¡Feliz el hombre a quien Dios reprende y que no desdeña la lección del Todopoderoso!
18 Porque él hiere, pero venda la herida; golpea, pero sana con sus manos.
19 Seis veces te librará de la angustia, y la séptima, el mal no te alcanzará.
20 En tiempo de hambre, te librará de la muerte, y en la guerra, del filo de la espada.
21 Estarás protegido contra el azote de las malas lenguas y no temerás cuando llegue la devastación.
22 Te reirás de la devastación y del hambre y no temerás a las fieras de la tierra.
23 Sí, tendrás una alianza con las piedras del campo y las fieras estarán en paz contigo.
24 Sabrás que en tu carpa hay prosperidad, y cuando revises tu morada, nada faltará.
25 Verás que se multiplica tu descendencia y que tus retoños son como la hierba de la tierra.
26 Llegarás a la tumba lleno de vigor como se levanta una parva a su debido tiempo.
27 Esto es lo que hemos comprobado, y es así: escúchalo bien, y saca provecho.

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