MENU

viernes, 28 de noviembre de 2014

Estamos en guerra.



"A través de la oración el alma se arma para enfrentar cualquier batalla"

(Diario #146 - Santa Faustina Kowalska) 

Comentario: 

Desde la rebelión de Lucifer, existe una gran batalla entre el Bien y el Mal, y los hombres estamos implicados en este combate, aunque no lo queramos, porque por ser imágenes de Dios, el demonio nos odia sobremanera y sólo los que oran incesantemente pueden salir sanos y salvos de esta gran contienda.

No dejemos nunca el arma de la oración, porque estaremos perdidos en poco tiempo, ya que al dejar la oración, nos vamos entibiando en el fervor y comenzamos a ocuparnos y preocuparnos sólo por las cosas de la tierra, los bienes materiales, y así perdemos el camino que lleva al Cielo.

Si Jesús, que es Dios, quiso orar mucho, siendo que Él no lo necesitaba; ¡cuánto más nosotros, pobres hombres necesitados de todo, debemos orar para pedir a Dios todos los auxilios necesarios para pasar bien la prueba de la vida, que siempre nos puede sorprender, y si no estamos preparados con una vida de oración, nuestra ruina espiritual será muy grande!

No hablemos tanto de oración, sino más bien practiquémosla, recemos cada día. 

Si se nos hace difícil, arranquemos al menos con el rezo de las tres avemarías al levantarnos y al ir a acostarnos. Luego sigamos con el rezo de un misterio del Rosario, hasta que podamos ir rezando cada vez más hasta llegar al Rosario completo.

Ya lo dijo San Alfonso María de Ligorio: "El que reza se salva y el que no reza se condena". ¿Necesitamos algo más claro para entender la importancia capital de la oración?

No hay comentarios:

Publicar un comentario