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domingo, 25 de enero de 2015

MENSAJES DE MADRE MARÍA 17,18,19 Y 21. MENSAJE DE JESÚS 22.



Hoy os diré, hijo mío, que en el mundo que os toca vivir, en este tiempo, veo con inmenso dolor en mi Corazón que está cayendo en más y más pecados; siento cómo a mis hijos e hijas ya nada os importa, que viven en la total oscuridad y os dejáis llevar por lo que os dice el ángel desterrado, no escuchando la voz de mi Hijo que os llama ni mis palabras llamándolos a la luz y a la unidad de todos vosotros. 
Ni siquiera, hijo mío, con la Sagrada Sangre de mi Hijo JESÚS volvéis vuestras miradas a mi amada Iglesia, a mi amado Señor, vuestro Padre, ni a mi Hijo amado JESÚS.
Hoy es difícil calmar la Justa Ira de DIOS si vosotros siguen por ese mismo sendero. Cada día estaréis más y más perdidos en la inmensa oscuridad. Por ello, os pido que me dejéis tomar prestados vuestros cuerpos y vuestras bocas. Yo estoy tiritando de frío, hijo mío. Os pregunto, aparte de vosotros, a quienes os hablo y os guío, y de mis Hijos e Hijas Predilectas, aquellas que siguen por el sendero de la luz y cuidan de los rebaños, en estos días quién puede consolarme, sí, hijo, quién puede consolar mi Corazón que tiembla de frío; y os diré por qué está temblando de frio y de dolor, por muchos de vosotros que no os encontráis orando ni rezáis el Santo Rosario como os he pedido continuamente; no estáis dirigiendo vuestras oraciones hacia mí. Por ello, amados hijos, quiero pediros, imploraros a cada uno de vosotros, que lo llevéis a la práctica y que comencéis a rezar, os ruego orad por los Sacerdotes, mis Hijos Predilectos, ellos siguen siendo tentados y la única protección que podéis daros es a través de la oración y os entregaréis la gracia y os habréis de proteger. Vosotros debéis dar ropa, comida y agua a aquella gente cuyas almas están desnudas, hambrientas y sedientas. A través de éstas almas, los demonios se están fortaleciendo y volviendo más violentos. Para preveniros de ellos, debéis ofrecer oraciones combinadas con sacrificios y auto negación, y también ofrecer graciosamente pobreza y mortificación. Tenéis que llevar la Palabra a todos, amados hijos míos, y pediros en mi nombre que deben volver a mi Corazón Inmaculado. Decidles, hijo, que en este día a través vuestro os llamo hoy con un propósito especial para que renuncien a su ego y abandonen todo egoísmo. Yo os prometo que he de ser su escudo, aún las flechas de fuego lanzadas por los demonios no os harán daño. Por ello, orad mucho sin preocuparos. Os ruego desde mi Inmaculado Corazón, amados hijos míos, que estéis a mi lado y os volváis valientes guías, salvando a un mundo contaminado con el mal.
Hijo mío, seguid escuchando mis palabras y dadlas al mundo. No tengáis fronteras y no os detengáis frente a nada ni a nadie. Seguid llevándolas y que lleguen las palabras de vuestra Madre a cada una de mis criaturas. Decidles que escuchen con total atención. Tú sabéis y habéis visto que os imploro con lágrimas en muchos lugares del mundo a través de hijos e hijas como tú, pero a pesar de mis pedidos, veo con inmenso dolor que ha sido muy difícil encontrar almas que se consagren para la conversión de los pecadores participando conmigo en los sufrimientos en beneficio de mi Hijo JESÚS y de mí misma. Pero tú has prometido el martirio. De tal modo, os pido que encontréis esas almas por mí. Yo os pido, hijo mío, que vosotros ofrezcáis vuestros dolores combinándolos con más oraciones, sacrificios, penitencia, pobreza y negación de vosotros mismos, porque hoy, hijo, los pecados en el mundo son tan numerosos que la Ira de DIOS PADRE ha alcanzado un nivel extremadamente alto.
Por ello, a través vuestro, quiero yo, vuestra Madre y Madre de la Iglesia, hacer en este día un llamado a los religiosos. A través de ellos yo soplaré mi espíritu en aquellos de mis hijos que no me conocen y dejaré que la luz brille desde ellos como un río. ¿Pero cómo pueden ellos comprender mis palabras si mantienen sus corazones cerrados? Por ello, hijo mío, ayudadme, ayudadme, os pido, y de esa forma apagad mi ardiente sed. Ahora, hijo mío, os entrego las tenazas que os doy y os pido pasadme los martillos que habéis estado sosteniendo en vuestras manos hasta ahora; arrancad todos los clavos con las tenazas, y también guardad bien esas armas, pues, hijo mío, tenéis que saber que el trabajo del demonio es quitaros las tenazas y daros nuevamente los martillos. Ellos mantienen permanentemente un ojo en vosotros. Así que estad alertas y en guardia. Los escudos y las armas que podéis usar en contra de él son las plegarias y las flechas de amor. Frente al amor, todos los demonios van a capitular.
Os pido a ti, y tú que transmitáis a todos mis hijos e hijas, que deberéis practicar la obediencia; obedeced a vuestros superiores y también a aquellos que están por debajo de ti. Como yo he obedecido todo, tú debéis hacer lo mismo. Yo me siento muy angustiada, pero os daré fuerzas. De tal modo, no lloréis, no os lamentéis y no os pongáis mal. No podéis deteneros nunca. Manteneos en pie con coraje. Qué podemos hacer si la gente rehúsa aceptar nuestro amor, ni siquiera DIOS os puede forzar. No esperéis demasiado tan pronto. Sé paciente y esperad los buenos tiempos. Os reitero, nunca bajéis vuestros brazos. Seguid, habladles, guiadlos, seguid haciendo Cenáculos y orad, amado hijo, rezad el Santo Rosario, habladles y transmitidles nuestro amor hasta que comprendan y abran sus corazones al amor de CRISTO JESÚS y de vuestra Madre.
Os amo. No sufráis más y seguid avanzando. No os detengáis, seguid de pie, nosotros estaremos a vuestro lado siempre, amado hijo.
Amén.

 18/01/15

Hijo mío,
Quiero que os hagáis ésta pregunta a todos vuestros hermanos y hermanas, mis hijos amados, si hay alguien que pueda bajarme de la Cruz. Momento tras momento, hay cada vez más gente que me crucifica. Yo estoy sufriendo en la Cruz junto a mi Hijo amado JESÚS. Por ello, os ruego y os pido que me ayudéis. Yo no puedo calmar la Ira de DIOS PADRE sin vuestra ayuda, sin la ayuda de todos vuestros hermanos, mis hijos. Podéis participar en mis sufrimientos debido al control de la natalidad y a los abortos. Siento extremos dolores en mi vientre porque en estos años pequeñas vidas están deambulando en el Limbo después de haber sido privadas de su dignidad humana y tratadas sólo como un pedazo de carne sangrienta. Hijo, ésta es la consecuencia de la crueldad humana, la desacralización y el no reconocimiento de la dignidad de la vida humana. Por ello, hoy más que nunca os ruego y os pido a todos vosotros que debéis orar y calméis vuestras heridas y ofrezcáis reparaciones por los pecados cometidos durante la noche. Yo habitaré en vosotros si renunciáis a sí mismos y vienen a mí. Por ello, uníos unos con otros en el amor. Si lo hacéis, el ángel desterrado, os aseguro, ha de ser vencido.
Os pido y os ruego que seáis Apóstoles de mi Inmaculado Corazón. Consoladme. Haciéndolo, os pido que os digáis a todos mis hijos e hijas que os transformen en una persona humilde, muy humilde. Yo estoy preparando una corona de laureles para cada uno de ellos que sigan tras los pasos y escuchen mis palabras.
Por ello, ahora, hijo mío, miradme. Recibid la Luz de mi Inmaculado Corazón y hacedla brillar hacia toda la gente que vive en la oscuridad. Yo estaré contigo. ¿Quién puede decir que está calificado? Lo que se requiere es la determinación de vivir de acuerdo a la VOLUNTAD DEL SEÑOR y hacer el esfuerzo de arrepentiros con lágrimas frente al Señor cuando se cometen errores. Sabéis cuán intensamente mi Inmaculado Corazón arde para salvar aunque sea un alma más de las que están siendo contaminadas con pecados en su debilidad.
Hijo mío, muchos de mis Hijos Predilectos en estos tiempos se encuentran caminando por una senda de soledad con una dolorosa Cruz. Están subiendo el Monte Calvario en medio del cansancio y el sufrimiento. Ellos caminan por la senda de la Cruz sufriendo muchos dolores en sus heridas. Ayudadlos; orad por ellos para que no sean infectados por el mundo, y que en cambio sean fieles a su vocación. Ellos son mis hijos que merecen respeto y ser amados por todos. Prestad atención y decidles esto a todos los demás. Vosotros debéis también ser quienes os consoléis. Ésta era es tan maligna y llena de errores que los demonios utilizan todos los medios para destruir a los Sacerdotes. Ellos saben que ganan más arruinando a un Sacerdote que destruyendo a mil o aún a diez mil laicos. Por ello, os recuerdo lo que siempre os pido y os ruego como Madre de cada uno de vosotros, y lo sabéis porque tú lo hacéis continuamente, pero muchos de mis hijos no lo llevan adelante aún sabiendo que os lo pido continuamente que es, como os dije antes, rezar continuamente sin deteneros todos juntos el Santo Rosario, venced a los demonios y de esa forma liberad las almas de vuestros hermanos, mis hijos, y construid entre todos un mundo basado en la verdad y el amor. Hijos míos, os lo ruego, seguid el sendero de la luz. Llevad a mis pequeños rumbo al camino de la luz y vivid en armonía y paz. Haced que vuelvan todos al sendero de la luz, y a través de ella a encontraros con mi amado Hijo JESÚS.
Os amo, amados hijos, os amo. Por ello os pido y os convoco al encuentro entre todos vosotros y a su vez a través de la oración con mi amado Hijo y conmigo, vuestra Madre.
Amén.



Tenéis que haceros comprender a vuestros hermanos, hijo mío, que a pesar de las muchas obras que hayáis acumulado, ellas colapsan una tras otra si vosotros no prestáis atención a las pequeñas cosas y habláis mal de los demásPor ello, os ruego que seáis muy lentos en abrir la boca y controléis sabiamente vuestra lenguaCuando sintáis deseos de criticar a los demás, en cambio, cubridlos con amor. Ésta es una buena obra tambiénSed sagrados en vuestras palabras y en vuestros actos. Practicad la humildad. De este modo me daréis un especial y precioso gozo. Nunca tratéis de estar por encima de los demás. Vuestra penitenciacaridad, sacrificios y reparaciones se volverán aceite perfumado para mis heridas.
Quiero que sepáis, hijo mío, que ahora es el tiempo de una gigantesca batalla entre mí y mi enemigo. Nuestro enemigo es el ejército del dragón rojo, que tiene el aspecto de un terrible animal. Todos los demonios están sueltos para conquistar ésta tierra desde el infierno. Ellos están desafiándome para conquistar muchas almas en este mundo, haciéndolas rechazar a DIOS y cometiendo pecados basados en toda clase de egoísmos. De este modo, ellos están tratando de formar un ejército. Una gigantesca batalla ha comenzado debido a que es una batalla espiritual. Armaos conmigo confiando todo a mi Inmaculado Corazón. También practicad los mensajes de mi amor. Entonces vosotros seréis capaces de escapar del terrible castigo que se aproxima a la humanidad y a la Iglesia, porque debéis saber, hijo mío, y todos vuestros hermanos, que los demonios viciosos han penetrado hasta el interior de la Iglesia causando división, confusión y oscuridad. ¡Qué serias heridas causarán a las ovejas del rebaño! Por lo tanto, orad, haced sacrificios y penitencia con un gran amor en este tiempo de oscuridad que os ataca y nos ataca. Ellos están siempre preparados para atacaros y llevaros, con mentiras, rumbo a las lenguas de fuego. Por ello, tenéis que llevar siempre en vuestras manos las cuentas del Rosario y vivir en total armonía y paz y abrazar vuestras Cruces con infinito amor. También debéis todos vosotros hacer y llevar adelante frecuentes confesiones para recibir al Señor de forma más digna y abrir vuestras mentes totalmente; mantenedlas limpias y organizadas; y amaos los unos a los otros de tal modo que se transformen en un Palacio y un Tabernáculo donde el Señor pueda habitar. Decid esto a todos los niños del mundo. Quiero que todos vosotros uséis el Escapulario con la intención de estar conmigo. Rezad el Rosario de modo más fervoroso con todo vuestro cuerpo, vuestra mente, con amor. Vivid una vida totalmente consagrada a la oración, a los sacrificios y a las reparaciones. Renovad vuestra vida con el espíritu de la auto-renunciación y la pobreza, y de este modo podréis repeler la violencia del demonio.
Hijo mío, veréis que pronto será LA ERA DE LOS APÓSTOLES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y DE MI INMACULADO CORAZÓN. En ese momento habrá muchos que se lamentarán y llorarán sin consuelo. Debido a ello, practicad el ayunoAquellos que sigan al Señor llevando la Cruz, que divulguen y practiquen el Evangelio y acepten los mensajes de mi ardiente amor, serán salvados y recibirán el gozo de la Vida Eterna. Por ello, os pido que os cuidéis porque en éstos tiempos son y serán numerosos los falsos profetas. Ellos cayeron en la tentación del demonio y están divulgando toda clase de falsa información como si fueran mensajes míos. De este modo están confundiendo a mis niños y promoviendo el desorden de modo de neutralizar y diluir mis mensajes. Y todo ello, mis queridos hijos, llena a mi Inmaculado Corazón de terrible dolor. Por ello os pido la unidad de todos y que meditéis tras cada palabra y siempre caminéis por el sendero de la luz, del amor y de la paz. No os desviéis nunca más, hijos míos, y preparaos para la gran batalla. No me abandonéis, seguid el sendero, seguid el camino unidos todos a vuestros Pastores; y especialmente tenéis que proteger a vuestro Papa, mi amado Hijo; escuchadlo y cuidadlo, rezad por él todo el tiempo y acompañadlo, y formad el ejército más grande del mundo en la defensa del amor y de la paz a través de la oración y la consagración de cada uno de vosotros a nuestros Inmaculados Corazones. Venid a nosotros, amados hijos.
Os amamos.
Amén.


MENSAJE DE LA SANTÍSIMA MADRE MARÍA- 21 Enero 2015

Mi amado hijo,
En estos días que han transcurrido y desde ya hace muchos años vengo pidiendo, y a través de vosotros, convocando a mis amados niños, os vengo hablando a través de cada uno de vosotros, os llamo para preveniros, para que no os alejéis, para que aprendáis a cuidaros unos a otros y para que os améis y comencéis, en la unidad, a levantar LA GRAN NACIÓN DE CRISTO JESÚS. También os llamo a cuidaros del ángel desterrado y de sus seguidores, porque ellos se encuentran entre vosotros; y os pido y os ruego a vosotros que os hagáis siempre comprender de todas las formas que sean posibles a vuestros hermanos que deben cuidaros y cuidar mucho más sus almas.
Quiero, como Madre de todos, sin excepción de ninguna clase, reuniros bajo mi Manto de Misericordia y de Amor. Yo he llamado y reunido a numerosos niños y os he abrazado en mi Manto, pero la mayoría de ellos no son agradecidos y os dispersan en todas direcciones, uniendo sus fuerzas con el ángel desterrado, en lugar de transformaros en la luz para éste mundo que día tras día cae y se ha vuelto oscuro. Yo estoy muy apenada y mi Corazón sufre mucho por cada uno de aquellos que están tan apartados de mi morada, de mi Iglesia, de mi amado Hijo, alejándose rumbo a la inmensa oscuridad. En ésta era presente, no sólo aquellos que están fuera de la Iglesia, sino también los numerosos niños que dicen que aman a DIOS, os están enemistando con Él y os están transformando como en asesinos en sus corazones, haciendo a éste mundo no menos miserable que el de los tiempos en que Caín mató a Abel. Por ello os convoco, por ello os llamo, os suplico desde mi Corazón de Madre de todos vosotros, porque no quiero que os perdáis entre las tinieblas, el llanto y el dolor por toda una eternidad. Os ruego escuchad mis palabras, dejaos guiar por ellas, caminad todos juntos y volved a ser el Gran Rebaño guiado por vuestros Pastores y caminad todos unidos para llevar a vuestro mundo a un mundo de armonía, paz y amor. Hoy veo con inmensa tristeza, amados hijos míos, que la corrupción se ha expandido no sólo en la sociedad y en las familias sino también en mi amada Iglesia, haciendo que el mundo se envuelva en una cortina de oscuridad. Pero, la mayoría de los líderes políticos y los superiores en la Iglesia, cuya tarea es corregir los problemas, son incapaces de crear la unidad, culpándose unos a otros, peleando entre ellos, llenándose de orgullo de sí mismos y arrojando falsas acusaciones hacia los demás, mientras, arrogantemente exponen sus conocimientos y no os dan cuenta qué alejados se encuentran ellos también del verdadero camino que un día emprendieron. Tenéis que uniros, tenéis que hablar, tenéis que aprender a vivir en la más inmensa humildad y abrazar y cuidar de vuestros rebaños. Tenéis que construir todos juntos, unidas todas las religiones, UN MUNDO DONDE LA PAZ SEA VERDADERA Y NO UNA TOTAL FALSEDAD, o acaso me vais a decir vosotros, que gobernáis en todo el mundo, que no os dais cuenta que sois los culpables de un mundo que continuamente se encuentra enfrentado en guerras interminables, y eso ocurre por vuestra inmensa codicia y por el orgullo que tenéis muchos de vosotros, os creéis que tenéis el poder de hacer lo que queréis con la vida de vuestros hermanos y con la Tierra que vuestro Padre os entregó a todos sus hijos por igual para que vivierais en armonía entre todos vosotros y cuidarais de ella; no sólo no cuidáis de los rebaños, sino tampoco cuidáis de vuestro mundo que agoniza día tras día, y ni siquiera podéis comprender que con él agonizáis todos vosotros. Yo os pregunto a vosotros, hijos míos, qué ocurre con ellos, son como capitanes de barcos que navegan en el mar y os han vuelto ciegos, sordos e ineptos espiritualmente; cómo podéis, hijos míos, pensar muchos de vosotros que vuestro amado Padre no puede encontrarse enojado. Hijo, podéis ver lo mismo que nosotros observamos diariamente, a muchos de mis hijos e hijas venir a mi morada a decir que abrazan sus Cruces, y cuando tan pronto atraviesan sus puertas rumbo a la calle, vuelven a cometer los mismos pecados y nada os importa, pero, hijo mío, decidles que deben arrepentiros golpeando sus pechos, llorando y gritando antes del tiempo en que el castigo de DIOS por todos los pecados de ésta era, que se ha vuelto tan corrupta, caiga sobre el mundo. Os pido y os ruego que mediéis de qué utilidad os será arrepentiros luego debido a que yo no seré capaz de hacer algo en ese momento. Estoy ansiosamente alegando por vosotros, repitiendo las mismas palabras una y otra vez, y vosotros desprestigiáis lo que os digo, injuriáis a mis hijos e hijas que en el mundo yo he elegido, os burláis, pero no tan sólo vosotros, sino tengo que ver con inmenso dolor que muchas veces sois guiados para no hacer lo que os digo por muchos de vuestros Pastores que no creen porque piensan que vuestra Madre no puede buscar entre todos sus hijos e hijas a aquellos que no están al frente de mi morada; y ahí se encuentra el gran error, y más que error ahí están la ambición y la falta de humildad de muchos de ellos.
Por ello, os convoco a que reflexionéis todos y que os unáis en oración, que os unáis a llevar la Palabra a todo lugar de vuestro mundo, que rescatéis a todas las ovejas perdidas; y a vosotros, fieles a mi amado Hijo y a mí, vuestra Madre, os ruego que recéis mucho por aquellos Pastores que os apartaron del verdadero sendero de la luz y del amor y de los votos que dieron un día y no os están llevando adelante. Por ello, os pido como Madre y os ruego, uníos todos y orad, hijos míos, rezad el Santo Rosario, confesad vuestros pecados, recibid el Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo, haced ayuno y penitencia y vivid la semilla del amor, la misericordia, la justicia y la paz sobre toda la Tierra. Mis amados hijos, volved a ser el Gran Rebaño y volved a los brazos de vuestro amado Padre, mi amado Señor.
Quiero que comprendáis y sintáis lo que os diré, hijos e hijas mías, os repetiré algo que os vengo diciendo y pidiendo, que si vosotros volvéis al sendero, todavía no es demasiado tarde. Vaciad vuestros corazones en forma urgente, arrepentíos y regresad a mí, vuestra Madre Celestial. Entonces, el Señor, quien se ha transformado en la Víctima de Sacrificio para la reconciliación y para salvaros, verá que piden por su perdón y reconstruirá lo que el ángel desterrado ha destruido y sanará las heridas que el ángel desterrado ha causado. Por lo tanto, orad y pedir a DIOS con amor, aún por aquellos que están gozando sobre las miserias de los demás. Esto es debido a que sólo a través del amor vosotros podréis lograr la victoria sobre el ángel desterrado y sus seguidores. Sabed, hijos míos, que DIOS aún sostiene la Copa de la Ira debido a las oraciones, los sacrificios y las reparaciones de las pequeñas almas que se han consagrado a mi Inmaculado Corazón. Por lo menos vosotros, que habéis sido llamados, haceos apóstoles del SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS y de mi Inmaculado Corazón y armaos vosotros mismos con amor; permaneced despiertos y orad para prevenir el castigo que DIOS ha hecho descender. Quiero en este día que todos mis amados hijos que han sido llamados como apóstoles del SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS y de mi Inmaculado Corazón siempre penséis en construir entre todos un mundo de amor y de paz; y haceos uno conmigo. Vuestro trabajo para el Señor y para mí será acompañado de numerosos dolores de todos modos. Sabed que cuanto más dolores vosotros sufráis, tanto más recibiréis y más grande será el premio en el Cielo. Ofreced esos dolores sangrantes graciosamente. Ahora no hay más tiempo para retroceder o dudar. Yo quiero que todos vosotros demostréis más valientemente el poder del amor manteniéndose en unidad y que me seáis total y heroicamente leales, de tal modo que el ardiente amor y los ansiosos alegatos de mi Inmaculado Corazón sean conocidos en todo el mundo. Por ello, aún cuando vosotros gimáis en la ladera de una peligrosamente empinada montaña mientras me hacéis conocer, sólo durará un breve tiempo. Esto será de éste modo porque yo os protegeré dentro de mi Manto, que está siempre listo para vosotros, y os guiará al Cielo. Por ello, os ruego, amados hijos míos, seguid vuestro sendero, seguid caminando de la mano de vuestros hermanos y hermanas, escuchad siempre mis palabras, salid a recorrer todo lugar donde seáis necesarios, mantened siempre viva mi amada IGLESIA, que el mundo sepa que se encuentra de pie y que está luchando a través de la oración y del amor, de unir a todos los pueblos y naciones del mundo; vivid en armonía y paz, construid la Gran Nación y abrazad vuestras Cruces.
Pequeños míos, yo os convoco, yo os llamo en nombre de mi amado Hijo, en nombre de mi amado Señor, y os pido uníos a mi llamado, romped toda cadena y atadura que no os permite caminar rumbo al Gran Encuentro y a volver a renacer y despertar de éste mundo que el ángel desterrado llevó a muchos de vosotros, con engaños y mentiras, a pensar que teníais que abandonar mi morada. Por ello, volved y venid, amados hijos, que yo os protegeré bajo mi Manto de Misericordia y Amor.
Os amo, hijos míos. Orad, rezad todos los días en unidad el Santo Rosario, haced Cenáculos y uníos para entre todos llevar adelante un mundo donde reine la paz y el amor. Os amo. Os ruego que mis palabras lleguen a todo rincón de vuestro mundo, que toquen cada corazón y que la luz brille en toda su intensidad.
Amén.

MENSAJE DE SANTÍSIMO JESÚS - 22/1/15


Hijo tenéis que hacerles comprender a vuestros hermanos, mis amados hijos que sienten que se encuentran solos, que jamás os dejamos en ningún momento, que siempre Yo, junto a Mi Madre y Madre de todos vosotros, estamos a vuestro lado cuidándolos y guiándolos a través de la Palabra y de cada mensaje que os entregamos a ti y a vuestros hermanos en el mundo entero; al encuentro, a la oración y a que viváis en eterna Comunión con nosotros. Os pido que os hagáis comprender que vuestra Madre, la Madre de todas las Criaturas, que vive en vuestro mundo, os trae en nombre de Mi Padre y en Mi nombre a todos vosotros lo que os ofrecemos, la Luz del Amor y la Misericordia.
Por ello, os ruego a todos vosotros que oréis y oréis nuevamente, siempre, continuamente, y no dejéis de hacerlo aún si vuestros pensamientos son imperfectos; ofreced vuestra vida entera a Mí a través de Mi Madre como pequeñas, pequeñitas personas. Esto es transformar verdaderamente la vida en plegarias y ofreceros vosotros mismos. Aunque parezca que la oscuridad lo cubre todo, seguid a Mi Madre confiándole todo a ella con fe y confianza, creyendo en ellaEntonces, vosotros recibiréis LA LUZ DE MI SAGRADO CORAZÓN y ganaréis el Cielo todos aquellos que cumpláis con lo que hoy, hijos Míos, os pido. También, las palabras de Mi Madre, que dijo a través de las plegarias, sacrificios y reparaciones de las pequeñas almas y se logrará la paz en el mundo, serán ciertamente cumplidas. Por ello, siempre Os pedimos que tengáis confianza, que no abandonéis la Fe, la Esperanza, y que cada oración que deis todos vosotros lo hagáis desde lo más profundo de vuestros corazones; y cuando recéis el Santo Rosario, lo meditéis profundamente y lo hagáis despacio, sintiendo cada una de las oraciones que repiten con total amor, armonía y paz.
Yo os diré a todos vosotros hoy que Mi Madre os ama y el sufrimiento que siente en su Inmaculado Corazón es inmenso muchas veces por el alejamiento que encuentra en muchos de vosotros y que no llegáis hasta su presencia para acompañarla, para hablarle y para pedirle cuando muchas veces os sienten mal. Tenéis que comprender, pero todos, amados Míos, que ella desea que ni siquiera uno sólo de vosotros, sus hijos e hijas  del mundo, os perdáis y os dejéis engañar por el ángel desterrado a través de la mentira y de esa forma os alejéis de su morada, nuestra amada Iglesia, y de nuestros Inmaculados Corazones. Por ello, os está siempre advirtiendo, pidiendo y rogándoles que no os apartéis, que caminéis todos juntos tomados de la mano como debéis hacerlo, como una Gran Nación, una sola nación basada en los Sagrados Mandamientos, el amor, la pureza, la justicia y la paz. Comprended, amados hijos Míos, el amor que sienten nuestros corazones es inmenso y queremos que ni una sola criatura se pierda en la oscuridad y el dolor. Por ello, os pido en Mi nombre y en nombre de Mi Madre que se una todo el Rebaño, que volváis a nuestra morada, que os confeséis y de esa forma viváis todos en total armonía y paz unidos a nuestros Inmaculados Corazones. Haced penitencia, amados hijos, por tanto dolor y tantos ataques que en éstos últimos años nuestras moradas están sufriendo por los bárbaros y son profanadas. Unid vuestras voces y hacedlas sentir en cada rincón de vuestra tierra para detener tanta ofensa y tanto dolor. También no permitáis que Mis hermanos sean injuriados, perseguidos y castigados. Por ello, os pido oración, y unido a ella, la conversión de todos aquellos que os apartaron un día de nuestro lado. No nos dejéis solos, necesitamos de cada uno de vosotros, de sentiros junto a nuestros Corazones, de escuchar vuestras voces y de entregaros a cada uno LA LLAMA DE AMOR DE NUESTROS INMACULADOS CORAZONES.
Amados Míos, hoy Mi Madre y Yo, vuestro Hermano, os hablamos y os pedimos que os pongáis todos en camino para reparar todo el mal que muchos habéis cometido. Salvad vuestras almas de la oscuridad, salvad vuestras vidas y vuestro mundo de la inmensa oscuridad, del dolor, de la depuración y de la guerra y nunca más os dejéis guiar por el ángel desterrado. Mi Madre siempre se encuentra al lado de cada uno de vosotros. Ella os acompaña y os guía. Yo estoy a vuestro lado y camino junto a cada uno de vosotros guiándolos al Gran Encuentro. Por ello, os lo ruego, volved al comienzo y levantad la Gran Nación basada en el amor. Apartaos de todo pecado y romped todas las ataduras que no os permiten vivir en armonía y paz. Comprended todos que os amamos y comprended que Yo os perdono a todos aquellos que lleguéis hasta Mí y pidáis perdón por los pecados cometidos y renunciéis a todoVivid en armonía entre vosotros y con vuestra Madre Tierra y vuestra Madre Naturaleza; cuidad de ella y cuidaos unos a otros; no permitáis que nunca más se pierda uno de vosotros en la oscuridad. Sed la luz en todo lugar de vuestro mundo y demostradle a aquellos que piensan que Mi Iglesia no está a su lado, decidles que abran sus ojos, que despierten de ese largo sueño y aprendan a mirar, y entonces podrán ver y observar que sí nos encontramos más que nunca al lado de vosotros; y también tienen que comprender hoy más que nunca que cada mensaje dado a nuestros hijos son reales. No permitáis que aquellos que están al lado y al servicio del ángel desterrado siembren en vuestras mentes la duda que no somos nosotros los que estamos hablando a través de éstos hijos elegidos. Amados Míos, es nuestra voz, es la voz de nuestra Madre previniéndolos y preparándolos para lo que ha de venir si no siguen por el sendero que ella os marca todos los días. Estamos entre vosotros por amor, porque no queremos que os perdáis en la oscuridad, para salvar vuestras almas y PARA QUE UN DÍA ESTÉIS TODOS GOZANDO DEL REINO DE LOS CIELOS JUNTO A NOSOTROS. Comprended, amados Míos, volved a nuestra morada, volved a los brazos de Mi Padre, volved a la entrega y a la oración y convertíos cada uno en un verdadero Misionero del Amor de nuestra Llama de Amor. Yo, junto a Mi Madre, os convocamos a todos vosotros a volver a comenzar, pero junto a vuestros Pastores. Y os ruego y os pido, proteged a Francisco, nuestro amado Hijo; cuidad de él, acompañadlo, no lo abandonéis y no permitáis que aquellos que están unidos a las fuerzas del mal, que obedecen al ángel desterrado, lo ataquen; él está llevando nuestra morada por el buen sendero, os está guiando a la luz y a nuestros brazos; escuchadlo y dejaos guiar, os lo ruego. Os amamos, amados Míos.
Y yo, como Madre de todos vosotros, hijos míos, os ruego no abandonéis la lucha, y la lucha ha de ser a través del rezo del Santo Rosario, de la entrega, del amor, de la unidad de todos vosotros, de llevar adelante la Palabra y QUE SIGÁIS ABRAZANDO TODOS JUNTOS LA CRUZ CON INFINITO AMOR.
Amados hijos e hijas, hoy os pedimos unidad y que llevéis adelante este mundo rumbo a una nueva nación, la Gran Nación, donde reinará por siempre la paz; y si lo hacéis, entonces, amados hijos, podréis todos unidos ver un nuevo amanecer.
Amén.

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