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jueves, 30 de abril de 2015

ESA YA NO ES LA IGLESIA DE CRISTO. ES LA IGLESIA DE LA APOSTASIA. ES LA IGLESIA DEL DIABLO.

La grave crisis de la Iglesia en Alemania: Sacerdotes ya no se confiesan

Imagen referencial. Foto: Flickr Landahlauts (CC-BY-NC-SA-2.0)Imagen referencial. Foto: Flickr Landahlauts (CC-BY-NC-SA-2.0)

BERLÍN, 30 Abr. 15 / 02:40 am (ACI).- En todo el mundo las conferencias episcopales han asumido la tarea de responder a las preguntas planteadas desde el Vaticano para el Sínodo de la Familia que se realizará en octubre de este año. Los resultados, en el caso de la Iglesia en Alemania, no han sido nada buenos y revelan una grave crisis entre los sacerdotes.

Han sido ocho mil las personas que han intervenido para responder el cuestionario planteado por la secretaría del Sínodo de los Obispos, entre los cuales hay sacerdotes, diáconos y laicos que sirven en las parroquias del país.

De los miles de sacerdotes participantes, la mitad señala que se confiesa una vez al año o que simplemente ya no lo hace.

En líneas generales, los presbíteros que tienen a su cargo a los fieles de Alemania, no aprecian el celibato y declaran tener una “confusión sexual” que se traduce en una distorsionada aceptación del estilo de vida homosexual e incluso “la bendición en las iglesias del segundo matrimonio realizado por civil”.

Estos sacerdotes también apoyan la tesis del Cardenal Walter Kasper y de otros obispos alemanes que promueven el acceso a la Eucaristía de los divorciados en una nueva unión.

Los resultados del cuestionario también revelan que los sacerdotes dedican poco tiempo a la oración, en medio de fieles que, en su mayoría, asisten a las iglesias más por tradición que por convicción.

Las respuestas han sido publicadas en el sitio web de la Conferencia Episcopal Alemana señalando que “la repetición del cuestionario ha generado en muchos fieles grandes expectativas del Sínodo de los Obispos, del que se esperan mayores desarrollos de la doctrina de la Iglesia y de su pastoral sobre el matrimonio y la familia”.

El Cardenal Kasper, junto a los Obispos alemanes, han liderado la ofensiva para forzar a la Iglesia a aprobar la comunión para los divorciados en nueva unión.

La Iglesia en Alemania es la más adinerada en el mundo, con casi 7 mil millones de dólares de presupuesto anual. Este dinero es obtenido en su mayoría gracias a un impuesto que es obligatorio para todos los católicos del país.

Los católicos alemanes que no paguen este impuesto, según decretaron los obispos alemanes en 2012, no pueden recibir sacramentos de Confesión, Comunión, Confirmación o Unción de los Enfermos.

Expertos como el periodista Damian Thompson han señalado que los “vastos presupuestos” con que cuentan han creado “una mentalidad en la que los obispos alemanes se sienten con derecho a dictar la práctica pastoral de las diócesis del tercer mundo cuyas iglesias están desbordando (de fieles), pero no puede permitirse el lujo de reemplazar una bombilla”.

“Los obispos alemanes planean dominar –uno está tentado a decir secuestrar– las discusiones sobre la comunión para divorciados en el próximo Sínodo”, advirtió Thompson en un artículo de diciembre de 2014 en el diario británico The Spectator.

Diversas autoridades de la Iglesia han desautorizado el planteamiento del Cardenal Kasper sobre facilitar la comunión a divorciados en nueva unión, entre ellos el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller; el ex Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y actual Capellán de la Soberana Orden Militar de Malta, Cardenal Raymond Leo Burke; el presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas, Cardenal Walter Brandmüller; el Arzobispo de Bolonia, Cardenal Carlo Caffarra, uno de los teólogos más cercanos a San Juan Pablo II en cuestiones de moralidad y familia; y el Cardenal Velasio De Paolis, Presidente emérito de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede.

En opinión de algunos analistas del tema, los resultados del cuestionario en vistas al Sínodo de octubre recuerdan lo que decía el entonces Papa Benedicto XVI al Comité Central de Católicos Alemanes en 2011.

En aquella ocasión Benedicto XVI dijo que “en Alemania la Iglesia está organizada de manera óptima. Pero, detrás de las estructuras, ¿hay una fuerza espiritual correspondiente, la fuerza de la fe en el Dios vivo? Debemos decir sinceramente que hay un desfase entre las estructuras y el Espíritu. Y añado: La verdadera crisis de la Iglesia en el mundo occidental es una crisis de fe. Si no llegamos a una verdadera renovación en la fe, toda reforma estructural será ineficaz”.

¿Qué se puede aprender de los pobres? Lo explica el Papa Francisco

El Papa saluda a un grupo de indigentes en la Plaza de San Pedro. Foto L'Osservatore Romano
El Papa saluda a un grupo de indigentes en la Plaza de San Pedro. Foto L'Osservatore Romano

VATICANO, 29 Abr. 15 / 08:11 pm (ACI/EWTN Noticias).- En un mensaje enviado a quienes reciben la asistencia de Cáritas de Roma, el Papa Francisco hizo ua reflexión sobre las cosas que se pueden aprender de los pobres, de su vida y ejemplo.
En un videomensaje emitido el 28 de abril, el Papa saludó a los participantes de la obra de teatro titulada “Si no fuera por ti”, que se estrenó esa misma noche en el Teatro Brancaccio de Roma. El espectáculo fue interpretado por 24 huéspedes de Cáritas, personas que viven en la calle y que compartieron con el público sus experiencias personales de marginación, dificultad, y abandono.
“Estoy contento de estar entre ustedes, de este modo, complaciéndome por su coraje, para decirles que no pierdan la esperanza ¡Dios los quiere, los quiere a todos!”, animó el Santo Padre.
“¿Quién pensaría que un sin techo es una persona de la cual aprender? ¿Quién pensaría que puede ser un santo?... En cambio, esta noche serán ustedes quienes desde el escenario transmitirán enseñanzas preciosas sobre el amor, la necesidad de los demás, la solidaridad, y de como en la dificultad se encuentra el amor del Padre”.
“La pobreza es una gran enseñanza que nos dio Jesús cuando salió de las aguas del Jordán para ser bautizado por Juan Bautista. No lo hizo por necesidad de penitencia, ni de conversión, sino para mezclarse con la gente, la gente que necesitaba el perdón, en medio a nosotros los pecadores, para cargar con el peso de nuestros pecados. Eligió este camino para consolarnos, salvarnos y liberarnos de nuestras miserias. Su amor de compasión, ternura y compartir es lo que nos da libertad, y verdadera salvación y felicidad. El Buen Samaritano que nos recoge, golpeados por los ladrones”, afirmó.
El Papa Francisco subrayó la dignidad que tiene todos pobres, “ellos revistieron el rostro del Señor. En su misericordia les dio su propio rostro”, y así mismo, recordó que Cristo “subió a los cielos como un rico, pero permanece todavía entre nosotros a través del pobre que sufre”.
“¡Cómo quisiera que al entrar un pobre en una iglesia, las comunidades parroquiales en oración se arrodillaran en veneración, así como hacen cuando entra el Señor! ¡Cómo quisiera esto, que se toque la carne de Cristo presente en los pobres de esta ciudad!”, dijo luego.
A los pocos días de su elección como nuevo pontífice de Roma, los pobres asistidos por Cáritas enviaron una carta al Santo Padre. Francisco respondió pidiendo oraciones y asegurando que “os llevo en el corazón y estoy a vuestras disposición”, volvió a remarcar Francisco.
“Ustedes no son una carga -continuó el Pontífice-. Son la riqueza sin la cual nuestros intentos por descubrir el rostro del Señor serían vanos”.
“Cuánto quisiera que Roma pudiera brillar de piedad por los que sufren, de acogida a los que huyen de guerras y muerte, de disponibilidad, de sonrisas y de generosidad por el que ha perdido la esperanza. Cuánto quisiera que la la Iglesia de Roma se manifestase cada vez más como madre atenta hacia los débiles. Todos tenemos debilidades, cada uno las suyas”, dijo.
El Papa se despidió invitando a los “sin techo” a encontrarlo en persona, y agradeciendo la labor de los trabajadores y voluntarios de Cáritas: “los siento como mis manos, las manos del Obispo, que tocan el cuerpo de Cristo” que “descubren un mundo que exige atención y solidaridad. Hombres y mujeres en busca de amor, respeto, dignidad, y con el que todos podemos experimentar la caridad aprendiendo a acoger, escuchar y donarse a sí mismos”.

Ser cristiano no es maquillarse un poco el alma, asegura el Papa Francisco

Papa Francisco. Foto: Bohumil Petrik / ACI Prensa.
Papa Francisco. Foto: Bohumil Petrik / ACI Prensa.


VATICANO, 30 Abr. 15 / 09:36 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco presidió la Misa de la mañana en la capilla de la Casa Santa Marta del Vaticano y habló sobre cómo el hombre, el cristiano, está inmerso en una historia de pecado y de gracia. Pero también alertó sobre la tentación de querer ser servido y no servir, de querer usar a los demás en beneficio propio.
Francisco aseguró que ser cristiano no es “”maquillarse un poco el alma” para que se vea más bonita.
En su homilía el Santo Padre recordó que los primeros discípulos “no anunciaban un Jesús sin historia: anunciaban a Jesús en la historia del pueblo, un pueblo que Dios ha hecho caminar desde hace siglos” para llegar “a la plenitud de los tiempos”.
El cristiano “es hombre y mujer de historia, porque no pertenece a sí mismo, forma parte de un pueblo, un pueblo que camina”.
El Papa alertó que “no se puede pensar en un egoísmo cristiano”. “El cristiano no es un hombre, una mujer espiritual de laboratorio” sino que “es un hombre, es una mujer espiritual dentro de un pueblo, que tiene una historia larga y continua de caminar hasta que el Señor regrese”.
Francisco reflexionó además sobre la gracia y el pecado y afirmó: “Cuántos pecadores, cuántos crímenes. También hoy San Pablo menciona al Rey David, santo, pero antes de ser santo fue un gran pecador”.
“Nuestra historia debe asumir santos y pecadores. Y mi historia personal, la de cada uno, debe asumir nuestro pecado, el propio pecado y la gracia del Señor que está con nosotros, acompañándonos en el pecado para perdonar y acompañándonos en la gracia”. Por tanto, “no hay identidad cristiana sin historia”, dijo.
Pero el cristiano también está llamado al servicio y Francisco recordó también que “Jesús lava los pies a los discípulos invitándonos a hacer como él, servir”.
La identidad cristiana es el servicio, no el egoísmo. ‘Pero padre, todos somos egoístas’. ¿Ah, sí? Es un pecado, es un hábito con el que tenemos que acabar. Pedir perdón, que el Señor nos convierta”.
“Estamos llamados al servicio. Ser cristiano no es una apariencia o una conducta social, no es maquillarse un poco el alma para que resulte un poco más bonita. Ser cristianos es hacer aquello que ha hecho Jesús, servir”.
El Santo Padre invitó a los fieles que le acompañaban en la celebración a preguntarse: “¿En mi corazón que es lo que hago más?, ¿me hago servir por los demás, me sirvo de los otros, de la comunidad, de la parroquia, de mi familia, de mis amigos o sirvo, estoy al servicio de ellos?”.

[TEXTO COMPLETO] Catequesis del Papa sobre el matrimonio y desafíos de la familia hoy


VATICANO, 29 Abr. 15 / 09:49 am (ACI).- El Papa Francisco realizó este miércoles en la mañana de Roma, en la Plaza de San Pedro, un repaso por algunos problemas y desafíos con los que se encuentra la familia hoy día. En particular, habló del matrimonio y comentó el episodio evangélico de las bodas de Caná y respondió a la interrogante sobre qué en la actualidad los jóvenes no se quieren casar y sin embargo sí optan por la convivencia.
A continuación, la traducción de la catequesis del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Nuestra reflexión sobre el designio originario de Dios sobre la pareja hombre-mujer, después de haber considerado las dos narraciones del Libro del Génesis, se dirige ahora directamente a Jesús.
El evangelista Juan, al comienzo de su Evangelio, narra el episodio de las bodas de Caná, en las cuales estaban presentes la Virgen María y Jesús, con sus primeros discípulos (cfr. Jn 2, 1-11). ¡Jesús no sólo participó en aquel matrimonio, sino que “salvó la fiesta” con el milagro del vino! Por lo tanto, el primero de sus signos prodigiosos, con el cual Él revela su gloria, lo cumplió en el contexto de un matrimonio y fue un gesto de gran simpatía por aquella familia naciente, solicitado por el apremio materno de María.
Y esto nos hace recordar el libro del Génesis, cuando Dios terminó la obra de la creación y hace su obra maestra; la obra maestra es el hombre y la mujer. Y aquí precisamente Jesús comienza sus milagros, con esta obra maestra, en un matrimonio, en una fiesta de bodas: un hombre y una mujer. Así Jesús nos enseña que la obra maestra de la sociedad es la familia: ¡el hombre y la mujer que se aman! ¡Esta es la obra maestra!
Desde los tiempos de las bodas de Caná, tantas cosas han cambiado, pero aquel “signo” de Cristo contiene un mensaje siempre válido.
Hoy, no parece fácil hablar del matrimonio como de una fiesta que se renueva en el tiempo, en las diversas estaciones de la entera vida de los cónyuges. Es un hecho que las personas que se desposan son siempre menos. Esto es un hecho: los jóvenes no quieren casarse. En muchos países en cambio aumenta el número de las separaciones, mientras disminuye el número de los hijos. La dificultad para quedarse juntos – ya sea como pareja que como familia – lleva siempre a romper los vínculos siempre con mayor frecuencia y rapidez, y precisamente los hijos son los primeros en pagar las consecuencias. Pero pensemos que las primeras víctimas, las víctimas más importantes, las víctimas que sufren más en una separación son los hijos.
Si experimentas desde pequeño que el matrimonio es un vínculo “a tiempo determinado”, inconscientemente para ti será así. En efecto, muchos jóvenes son llevados a renunciar al proyecto mismo de un vínculo irrevocable y de una familia duradera. Creo que debemos reflexionar con gran seriedad sobre el porqué tantos jóvenes “no se sienten” de casarse. Existe esta cultura de lo provisorio…todo es provisorio, parece que no hay algo definitivo.
Ésta de los jóvenes que no quieren casarse es una de las preocupaciones que surgen en el día de hoy: ¿por qué los jóvenes no se casan? ¿Por qué a menudo prefieren una convivencia y tantas veces “a responsabilidad limitada”? ¿Por qué muchos – también entre los bautizados – tienen poca confianza en el matrimonio y en la familia? Es importante tratar de entender, si queremos que los jóvenes puedan encontrar el camino justo para recorrer. ¿Por qué no tienen confianza en la familia?
Las dificultades no son sólo de carácter económico, si bien estas son realmente serias. Muchos consideran que el cambio sucedido en estos últimos decenios haya sido puesto en marcha por la emancipación de la mujer. Pero ni siquiera este argumento es válido. ¡Pero ésta es también una injuria! ¡No, no es verdad! Es una forma de machismo, que siempre quiere dominar a la mujer. Hacemos el papelón que hizo Adán, cuando Dios le dijo: “¿Pero por qué has comido la fruta?” Y él: “Ella me la dio”. Es culpa de la mujer. ¡Pobre mujer! ¡Debemos defender a las mujeres, eh! En realidad, casi todos los hombres y las mujeres querrían una seguridad afectiva estable, un matrimonio sólido y una familia feliz.
La familia está en la cima de todos los índices de agrado entre los jóvenes; pero, por miedo de equivocarse, muchos no quieren ni siquiera pensar en ella; no obstante son cristianos, no piensan al matrimonio sacramental, signo único e irrepetible de la alianza, que se transforma en testimonio de la fe. Quizás, precisamente este miedo de fracasar es el más grande obstáculo para acoger la palabra de Cristo, que promete su gracia a la unión conyugal y a la familia.
El testimonio más persuasivo de la bendición del matrimonio cristiano es la vida buena de los esposos cristianos y de la familia. ¡No hay modo mejor para decir la belleza del sacramento! El matrimonio consagrado por Dios custodia aquel vínculo entre el hombre y la mujer que Dios ha bendecido desde la creación del mundo; y es fuente de paz y de bien para la entera vida conyugal y familiar.
Por ejemplo, en los primeros tiempos del Cristianismo, esta gran dignidad del vínculo entre el hombre y la mujer venció un abuso considerado entonces completamente normal, es decir, el derecho de los maridos de repudiar a las esposas, también con los motivos más falsos y humillantes. El Evangelio de la familia, el Evangelio que anuncia precisamente este sacramento ha vencido esta cultura de repudio habitual.
El germen cristiano de la radical igualdad entre los cónyuges hoy debe traer nuevos frutos. El testimonio de la dignidad social del matrimonio se hará persuasivo precisamente por este camino, el camino del testimonio que atrae, el camino de la reciprocidad entre ellos, de la complementariedad entre ellos.
Por esto, como cristianos, debemos hacernos más exigentes a este respecto. Por ejemplo: sostener con decisión el derecho a la igual retribución por igual trabajo ¿por qué se da por cierto que las mujeres deben ganar menos que los hombres? ¡No! ¡El mismo derecho! ¡La disparidad es un puro escándalo!
Al mismo tiempo, reconocer como riqueza siempre válida la maternidad de las mujeres y la paternidad de los hombres, a beneficio sobre todo de los niños. Igualmente, la virtud de la hospitalidad de las familias cristianas reviste hoy una importancia crucial, especialmente en las situaciones de pobreza, de degrado, de violencia familiar.
Queridos hermanos y hermanas, ¡no tengamos miedo de invitar a Jesús a la fiesta de bodas! Y no tengamos miedo de invitar a Jesús a nuestra casa, para que esté con nosotros y custodie la familia. ¡Y también a su madre, María!
Los cristianos, cuando se desposan “en el Señor” son transformados en un signo eficaz del amor de Dios. Los cristianos no se desposan sólo por sí mismos: se desposan en el Señor en favor de toda la comunidad, de la entera sociedad.
De esta bella vocación del matrimonio cristiano, hablaré en la próxima catequesis. Gracias.

Lecturas del Jueves de la 4ª semana de Pascua


Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,13-25):

En aquellos días, Pablo y sus compañeros se hicieron a la vela en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejó y se volvió a Jerusalén. Desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. 
Acabada la lectura de la Ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: «Hermanos, si queréis exhortar al pueblo, hablad.»
Pablo se puso en pie y, haciendo seña de que se callaran, dijo: «Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta años los alimentó en el desierto, aniquiló siete naciones en el país de Canaán y les dio en posesión su territorio, unos cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel. Pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. Lo depuso y nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias."»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 88,2-3.21-22.25.27

R/.
 Cantaré eternamente tus misericordias, Señor

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R/.

Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso. R/.

Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder.
Él me invocará: «Tú eres mi padre, 
mi Dios, mi Roca salvadora.» R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (13,16-20):

Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe recibe al que me ha enviado.»

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del 

Bonifacio Fernández,cmf
Queridos amigos:
“Dichosos vosotros si entendéis estas cosas y las ponéis en práctica”, esta bienaventuranza de Jesús a los discípulos está situada en el contexto inmediato del gesto de servicio de Jesús consistente en lavar los pies de los discípulos. Y es que Jesucristo es en sí mismo la “Palabra abreviada”. En él se concentra y se realiza el conjunto de la Escritura; en él resuenan todas las palabras inspiradas de la Biblia. Y  todos los gestos del servicio y la misión de Israel en la historia de salvación.
En este tiempo pascual, el Señor resucitado anima, reconoce, confirma a su Iglesia por el dinamismo de la Palabra. Quiere transformar a los seguidores en testigos de la fuerza de la resurrección. Los inicia en la nueva forma de presencia y de acción del de Jesús, convertido en Cristo. Los discípulos continúan la misión de Jesús: son enviados. Pero no basta. Tienen que continuar la práctica de Jesús. “el enviado no es más que el que le envía”. La misión es servicio; el estilo de los misioneros se autentifica en el servicio recíproco.
El ejemplo de Jesús instruye y fortaleza a los discípulos. Los prepara para afrontar las dificultades. Tendrán que vivir la traición, como Jesús mismo sufrió la deslealtad de su discípulo Judas. Jesús prepara a los discípulos para el futuro y los previene. Les confiere la certidumbre de la identificación con él: el que los recibe a ellos, en realidad, lo recibe a él, el que lo recibe a él, recibe, en realidad, al Padre.
La bienaventuranza de Jesús sobre la praxis de sus gestos nos confronta con nuestra actitud. Nos  escudriña sobre nuestros sentimientos de dicha en el seguimiento de la praxis servicial de Jesús. ¿Entiendo yo la praxis del servicio? ¿La continúo en mi vida como actitud permanente? ¿Cuáles  son mis luchas por el poder clerical, laical, conyugal o familiar?
Bonifacio Fernández,cmf

OREMOS


Letanías reparadoras al Inmaculado Corazón de María

¡Oh Madre nuestra dulcísima!
Permite por piedad que nosotros tus devotos hijos, unidos en un solo pensamiento de veneración y amor, vengamos a reparar las horrendas ofensas que cometen c
ontra Ti tantos desventurados que no conocen el paraíso de bondad y de misericordia de tu corazón maternal.
De la horribles ofensas que se cometen contra tu dulcísimo Jesús, te consolaremos oh María .
De la espada de dolor que hijos degenerados quieren nuevamente clavar en tu corazón maternal, te consolaremos oh María.
De las blasfemias nefandas que se vomitan contra tu purísimo y santísimo nombre, te consolaremos oh María.
De las infames negaciones que se hacen de tus privilegios y de tus glorias más excelsas, te consolaremos oh María.
De los insultos que los protestantes y otros herejes lanzan contra tu culto dulcísimo, te consolaremos oh María.

De las sacrílegas afrentas que los impíos cometen contra tus carísimas imágenes, te consolaremos oh María.
De las profanaciones que se cometen en tus santuarios, te consolaremos oh María.
De las ofensas contra la virtud angelical que en Ti se personifica, te consolaremos oh María.
De los ultrajes que se cometen con las modas perversas, contra la dignidad de la mujer, por Ti reivindicada y santificada, te consolaremos oh María.

De los horrendos delitos con que se aparta a los inocentes de tu seno maternal, te consolaremos oh María.
De las incomprensiones de tus derechos divinamente maternales, por parte de tantas madres, te consolaremos oh María.
De las ingratitudes de tantos hijos a tus gracias bellas, te consolaremos oh María.
De la frialdad de tantos corazones frente a tus ternuras maternales, te consolaremos oh María.
Del desprecio de tus invitaciones de amor, te consolaremos oh María.
De la cruel indiferencia de tantos corazones, te consolaremos oh María.
De tus lágrimas maternales, te consolaremos oh María.
De las angustias de tu dulcísimo corazón, te consolaremos, oh María.
De las agonías de tu alma santísima en tantos Calvarios, te consolaremos oh María.
De tus suspiros de amor, te consolaremos oh María.
Del martirio que te ocasiona la pérdida de tantas almas redimidas por la sangre de tu Jesús y por tus lágrimas, te consolaremos oh María.
De los horrendos atentados que se cometen contra tu Jesús, que vive en su Vicario y en sus sacerdotes, te consolaremos oh María.
De la conjuración infernal contra la vida de tu Jesús en su Iglesia, te consolaremos oh María.
¡Oh Madre santa dulcísima, que en el heroísmo de tu amor maternal, al pie de la cruz, rogaste por aquellos crueles que martirizaban tan atrozmente a tu amado Hijo Jesús y desgarraban tu Corazón ternísimo!

Ten piedad de todos los desventurados e indignos que te ofenden; haz que ellos también puedan ser acogidos en tu seno maternal, purificados por tus lágrimas benditas, y admitidos a gozar los frutos estupendos de tu maternal misericordia. Amén.

Jaculatoria: Santa María, líbranos de las penas del infierno.

CONFIDENCIAS DE JESUS A UN SACERDOTE

14 de Marzo de 1977 

PARTICIPES DIVINAE NATURAE 66 

Escribe, hijo mío, Dilo a todos que no hay cristianos de series diversas, de serie A o de serie B, o bien de serie C; todos lo deben saber, en particular Pastores y Sacerdotes. 
Todos los cristianos, en virtud del misterio de mi Encarnación, de mi Pasión y Muerte, todos igualmente han sido regenerados a la Vida divina, por la que todos han sido y son elevados a la inefable dignidad de verdaderos hijos de Dios, pero, hijo mío, ¿cuántos son los cristianos que tienen conciencia de esta regia magnanimidad divina con relación a ellos, y que se esfuerzan por ser coherentes? 
Hijo, si pudieras ver tú el exiguo número de los santos obradores de bien en contraste con el colosal número de los obradores de iniquidad, una vez más te digo que serías aniquilado. 
Tú me estás objetando en tu corazón, ¿cómo es posible semejante situación? ¿Cómo Tú, Dios Omnipotente, Omnipresente, Omnisciente, te dejas superar por las potencias oscuras del mal? ¿Qué son estas cosas frente a Ti? Son nada; menos, mucho menos que un granito de polvo frente al universo entero y nada pueden con relación a mí. Pero no Yo, hijo mío, soy superado, sino los hombres, los cristianos, la Iglesia es superada; los cristianos están pavorosamente tiranizados, y esto se debe a Mi misma Iglesia, y cuando digo Mi Iglesia me refiero a toda la Iglesia docente y discente, pero la iglesia docente, esto es la jerarquía, es mayormente responsable, y las razones de esta responsabilidad te han sido claramente manifestadas en precedentes mensajes, en particular en el libro 
"Líbranos del maligno". 
Si mis Pastores y mis sacerdotes fueran más humildes, también ellos estarían convencidos de esto, pero ellos en su mayor parte no ven; los ciegos, hijo, no ven y son ellos los más desventurados entre todos los ciegos y de su ceguera son responsables. Si se volviera a los orígenes Hijo, la Santa Misa, ¿no es tal vez el exorcismo más eficaz? 
El Santo Rosario ¿no es, después de la Santa Misa el arma más mortífera para derrotar y echar por la ventana a los enemigos míos, enemigos de la Iglesia y enemigos vuestros? ¿No ha sido siempre el Rosario el remedio seguro contra todos los males del espíritu y del cuerpo, de los males personales y sociales? ¿No ha confirmado todo esto mi Madre en el curso de los siglos con hechos indiscutibles que han confundido a la necedad humana y que han cambiado el curso de la historia y el destino de los pueblos y de las naciones? 
Todo esto no podía, no debía, ser ignorado, y no puede ser ignorado por mis Pastores ni por mis ministros que tenían y ¡tienen el deber de recordarlo a los cristianos! Sin embargo, a pesar de esta positiva experiencia de mi Iglesia, muchos sacerdotes y aún Pastores, están ciegos a tal punto de no creer ni siquiera en la evidencia de los hechos y renegar de un pasado que la historia no podrá jamás borrar. 
Pero si los Pastores y sacerdotes en humildad de espíritu, con fe viva, en unión Conmigo, se ofrecieran a sí mismos en holocausto, Conmigo, Sumo y Eterno Sacerdote y en unión con Mi Madre Santísima, Reina de los Apóstoles, Madre de la Iglesia, Reina del Santo Rosario, ellos solamente podrían despedir una potencia tal, para hacer huir y neutralizar las potencias oscuras del mal. 
Si Pastores y sacerdotes se recogiesen con fe viva en torno a Mí, real y físicamente presente en el Misterio de fe y de infinita humildad, en el Misterio Eucarístico, en torno a Mí, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, vibrante de infinito amor y de infinito poder, verían apagarse las nefastas actividades de los espíritus malditos. Si además todavía amor, celo y fe en mis ministros fueran verdadera levadura y fermento de vida sobrenatural para hacer florecer nuevamente en las comunidades parroquiales la verdadera vida cristiana, mi Iglesia sería testigo de la mayor inversión en su historia. 

66 Partícipes de la naturaleza divina 2 Pe 1, 4

Radix omnium malorum 

Hijo ¿he sido Yo acaso avaro de gracias, de auxilios, de llamadas y de intervenciones en favor de mi Iglesia docente? No, hijo mío, he sobreabundado en misericordia y ellos han respondido, en la mayor parte de los casos, con sobreabundante presunción e ingratitud. 
Ya te he dicho muchas y muchas veces que la verdadera raíz de muchos males de la humanidad y de mi Iglesia, es la soberbia de la cual la Sabiduría ha dicho que es "radix omnium malorum" 67
En la Iglesia regenerada las fuerzas oscuras del mal casi nada podrán, porque habrá sacerdotes santos, conocedores de la santidad y grandeza divina de su sacerdocio, porque Conmigo, junto a Mí y a nuestra común Madre, concelebrarán, ofreciéndose víctimas, 
Conmigo Víctima pura, santa e inmaculada, en holocausto al Padre por la remisión de los pecados, y será así como serán neutralizadas y derrotadas las oscuras y nefastas potencias del mal. Serán estos sacerdotes santos los verdaderos, genuinos y auténticos corredentores que con Mi Madre, verdadera Sacerdotisa y Corredentora, salvarán a Mi Iglesia. No más horripilantes sacrilegios, no más repugnantes profanaciones, por estos misericordia y justicia reinarán en medio de los hombres que mirarán incrédulos a esta generación perversa y atea y dirán: "Ha sido peor que la generación de Sodoma y Gomorra, rechazando la invitación al arrepentimiento y al retorno a la casa del Padre, y por esto ha sido destruida y dispersada". 
Reza, reza, hijo mío y repara. 

67 Raíz de todos los males  

Hechos de los Apóstoles

Pablo en Atenas
01 Atravesaron Anfípolis y Apolonia, y llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga.
02 Pablo, como de costumbre, se dirigió a ellos y discutió durante tres sábados, basándose en la Escritura.
03 Explicaba los textos y demostraba que el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos. «Y el Mesías, afirmaba, es este Jesús que yo les anuncio».
04 Algunos se convencieron y se unieron al grupo de Pablo y de Silas, lo mismo que un gran número de adoradores de Dios, de paganos y no pocas mujeres influyentes.
05 Llenos de envidia, los judíos reunieron un grupo de gente de la calle y promovieron un alboroto, sembrando la agitación en la ciudad. Entonces se presentaron delante de la casa de Jasón en busca de Pablo y de Silas, para conducirlos ante la asamblea del pueblo.
06 Como no los encontraron, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los magistrados de la ciudad, gritando: «Esos que han revolucionado todo el mundo, han venido también aquí
07 y Jasón los ha recibido en su casa. Toda esta gente contraviene los edictos del Emperador, pretendiendo que hay otro rey, llamado Jesús».
08 Estos gritos impresionaron mucho a la multitud y a los magistrados,
09 y solamente después de haber exigido una fianza de parte de Jasón y de los otros, los pusieron en libertad.
10 Esa misma noche, los hermanos hicieron partir a Pablo y a Silas hacia Berea. En cuanto llegaron, se dirigieron a la sinagoga de los judíos.
11 Como estos eran mejores que los de Tesalónica, acogieron la Palabra con sumo interés, y examinaban todos los días las Escrituras para verificar la exactitud de lo que oían.
12 Muchos de ellos abrazaron la fe, lo mismo que algunos paganos, entre los cuales había mujeres de la aristocracia y un buen número de hombres.
13 Pero, cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo había anunciado la Palabra de Dios también en Berea, fueron allí a perturbar a la multitud sembrando la agitación.
14 Entonces los hermanos hicieron partir inmediatamente a Pablo en dirección al mar; Silas y Timoteo, en cambio, permanecieron allí.
15 Los que acompañaban a Pablo lo condujeron hasta Atenas, y luego volvieron con la orden de que Silas y Timoteo se reunieran con él lo más pronto posible.
16 Mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos.
17 Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que adoraban a Dios, y también lo hacía diariamente en la plaza pública con los que pasaban por allí.
18 Incluso, algunos filósofos epicúreos y estoicos dialogaban con él. Algunos comentaban: «¿Qué estará diciendo este charlatán?», y otros: «Parece ser un predicador de divinidades extranjeras», porque Pablo anunciaba a Jesús y la resurrección.
19 Entonces lo llevaron con ellos al Areópago y le dijeron: «¿Podríamos saber en qué consiste la nueva doctrina que tú enseñas?
20 Las cosas que nos predicas nos parecen extrañas y quisiéramos saber qué significan».
21 Porque todos los atenienses y los extranjeros que residían allí, no tenían otro pasatiempo que el de transmitir o escuchar la última novedad.
22 Pablo, de pie, en medio del Aréopago, dijo: Atenienses, veo que ustedes son, desde todo punto de vista, los más religiosos de todos los hombres.
23 En efecto, mientras me paseaba mirando los monumentos sagrados que ustedes tienen, encontré entre otras cosas un altar con esta inscripción: «Al dios desconocido». Ahora, yo vengo a anunciarles eso que ustedes adoran sin conocer.
24 El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él no habita en templos hechos por manos de hombre, porque es el Señor del cielo y de la tierra.
25 Tampoco puede ser servido por manos humanas como si tuviera necesidad de algo, ya que él da a todos la vida, el aliento y todas las cosas.
26 El hizo salir de un solo principio a todo el género humano para que habite sobre toda la tierra, y señaló de antemano a cada pueblo sus épocas y sus fronteras,
27 para que ellos busquen a Dios, aunque sea a tientas, y puedan encontrarlo. Porque en realidad, él no está lejos de cada uno de nosotros.
28 En efecto, en él vivimos, nos movemos y existimos, como muy bien lo dijeron algunos poetas de ustedes: «Nosotros somos también de su raza».
29 Y si nosotros somos de la raza de Dios, no debemos creer que la divinidad es semejante al oro, la plata o la piedra, trabajados por el arte y el genio del hombre.
30 Pero ha llegado el momento en que Dios, pasando por alto el tiempo de la ignorancia, manda a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan.
31 Porque él ha establecido un día para juzgar al universo con justicia, por medio de un Hombre que él ha destinado y acreditado delante de todos, haciéndolo resucitar de entre los muertos».
33 Así fue cómo Pablo se alejó de ellos.
34 Sin embargo, algunos lo siguieron y abrazaron la fe. Entre ellos, estaban Dionisio el Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros.
32 Al oír las palabras «resurrección de los muertos», unos se burlaban y otros decían: «Otro día te oiremos hablar sobre esto».