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jueves, 28 de mayo de 2015

CONFIDENCIAS DE JESUS A UN SACERDOTE

5 de Enero de 1978 

MI IGLESIA 

«Casi total deficiencia de Directores Espirituales» 

Escribe, hijo mío, soy Jesús, quiero reanudar los mensajes que ya te he señalado en un coloquio anterior, vuelvo a un tema ya tratado: "casi total deficiencia de directores espirituales"; ¿cuáles son las causas? 
Señalaré las principales: 
1) Falta de sensibilidad pastoral por parte de no pocos Pastores. 
2) Compenetración del materialismo en todas las estructuras de mi Iglesia, seminarios, Órdenes religiosas, conventos 3) Deficiente cultura patrística, ascética y mística. 
4) Grande carencia de vida interior, con la consiguiente imposibilidad y lógica incapacidad de dirigir almas, debido al estridente contraste entre las manifiestas exigencias de las almas sedientas de verdad, sedientas de ascensión espiritual y el gélido hielo que se encuentra en el ánimo de los sacerdotes a quienes se ha pedido realizar este delicadísimo ministerio. 
Hijo, si entras en una casa oscura y fría ¿en dónde sacarás luz y calor si esa casa carece totalmente de ambos? ¿Cómo puede un alma deseosa de ser llevada a Dios encontrar ayuda en quien está más alejado de Dios? 
¡Cuántas almas están detenidas y como paralizadas e incapaces de caminar precisamente porque no tienen quien les ayude! 

La salvación eterna, meta final de la vida 

A la cabeza de las iglesias locales están los Obispos, a los cuales incumbe la gran responsabilidad de la vida espiritual de la grey a ellos confiada. Vida espiritual quiere decir fluida circulación de la Vida Divina en su Iglesia, en las almas que la forman; por tanto, al Obispo le incumbe el deber de darse cuenta de las más graves necesidades de las almas confiadas a Él. 
Si el Obispo es Santo no le faltará la Sabiduría, he dicho la Sabiduría, la intuición que le viene del Espíritu que está en su corazón, por lo que será como devorado por el celo para dar y proveer a las almas todas las ayudas válidas de que tienen necesidad para caminar rectamente hacia la meta final de la vida, que es la salvación eterna. 
Entonces verá el Obispo con claridad todas las lagunas, las sombras, las necesidades de las almas de la grey que debe pastorear y hará de todo para proveerlas; sólo así se dará cuenta de la desmedrada vida latente de familias religiosas; verá la parálisis de muchas almas, de muchas comunidades y de grupos de oración que tantas veces se equivocan, precisamente por la carencia de una segura guía espiritual.
Primera gran preocupación, despojada de todo interés material y humano, será la de llamar a su alrededor a los mejores sacerdotes para hacer de ellos unos buenos guías espirituales. 
Con estos sacerdotes decidirá luego lo que es necesario hacer para buscar una verdadera regeneración espiritual de su iglesia, para que en su iglesia no falte nada para poder caminar en el camino de la Santidad. 
El Obispo no es sólo "un" Presidente de una Asamblea, sino el Padre espiritual de su iglesia, a la que debe cuidar y alimentar, preservándola de la herejía, del error, de la amoralidad; por tanto, grande es su tarea, que debe llevar a cabo con prudencia y valor, pero con gran fe y amor, prescindiendo de los juicios de los hombres y teniendo en cuenta de la sola Divina Voluntad. 
Ahora bien, hijo mío, es mi Voluntad que los Obispos sean Santos, para que reflejen en sí mi vida de Hombre - Dios, para esto me he hecho hombre, y que pongan, ojalá, la segur a la raíz para erradicar el mal donde quiera que haya anidado, sin miedo y sin temor. Jamás les será negada mi ayuda si quieren obrar sólo para la gloria de Dios, para el advenimiento de Su Reino y para la realización de Su Voluntad. ¿No es esto lo que yo, Jesús, os he enseñado a pedir cada día? Así pues, radical desinfección de todas las estructuras infectadas; si un Obispo no se siente quemar por este celo no puede ser mi Apóstol en el mundo. 

Problema central de la Pastoral: arrebatar las almas a Satanás 

La concepción materialista que ha envuelto a mi Iglesia en una profunda oscuridad, jamás vista antes, esta crisis de fe qué ha alejado de Dios no sólo a los cristianos sino aun a pueblos infieles, no puede ser curada sino con el regreso a la fe, por lo cual, es tarea de los Obispos desarrollar una pastoral sabia e iluminada, sea dirigida hacia sus sacerdotes que a sus fieles; haya centros para la formación de Catequistas y un centro para la formación de una válida cultura de las Sagradas Escrituras, de los Santos Padres y Doctores de la Iglesia. No tengo necesidad de sacerdotes científicos, no tengo necesidad de teólogos presuntuosos, pero tengo necesidad de sacerdotes sabios y santos que tengan plena conciencia de su grandeza sacerdotal y de sus poderes sacerdotales. 
Esto deben comprender los Obispos, y para esto deben obrar, hacia esto deben orientar su pastoral, dejando de lado todo lo que es marginal; una vez más, hijo, afirmo que el problema central de la Pastoral a la que Pastores y Sacerdotes deben enderezar sus energías espirituales y materiales, porque el cuerpo es soporte del alma y para el alma ha sido dado, es el de arrebatar las almas a Satanás y a sus secuaces para volvérmelas a dar a Mí, porque a Mí me pertenecen, e impedir de todos los modos que los rectos y los puros de corazón tengan que ser engañados y arrollados por las astucias del Enemigo. Se quiera o no, esto es lo que Quiero, y la purificación en acto, hará ella lo que la necedad de mis consagrados no ha sabido o querido hacer. 
Te bendigo, hijo y ámame.  

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