1ro de enero
María Madre de Dios
La Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios". Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".
Si nosotros hubiéramos podido formar a nuestra madre, ¿qué cualidades no le habríamos dado? Pues Cristo, que es Dios, sí formó a su propia madre. Y ya podemos imaginar que la dotó de las mejores cualidades que una criatura humana puede tener.
Pero, ¿es que Dios ha tenido principio? No. Dios nunca tuvo principio, y la Virgen no formó a Dios. Pero Ella es Madre de uno que es Dios, y por eso es Madre de Dios.
Y qué hermoso repetir lo que decía San Estanislao: "La Madre de Dios es también madre mía". Quien nos dio a su Madre santísima como madre nuestra, en la cruz al decir al discípulo que nos representaba a nosotros: "He ahí a tu madre", ¿será capaz de negarnos algún favor si se lo pedimos en nombre de la Madre Santísima?
Al saber que nuestra Madre Celestial es también Madre de Dios, sentimos brotar en nuestro corazón una gran confianza hacia Ella.
Cuando en el año 431 el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso (la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años) e iluminados por el Espíritu Santo declararon: "La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios". Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
El título "Madre de Dios" es el principal y el más importante de la Virgen María, y de él dependen todos los demás títulos y cualidades y privilegios que Ella tiene.
Los santos muy antiguos dicen que en Oriente y Occidente, el nombre más generalizado con el que los cristianos llamaban a la Virgen era el de "María, Madre de Dios".
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jueves, 31 de diciembre de 2015
María Madre de Dios
Lecturas del Santa María Madre de Dios
Primera lectura
Lectura del libro de los Números (6,22-27):
El Señor habló a Moisés: «Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz." Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.»
Palabra de Dios
El Señor habló a Moisés: «Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz." Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 66
R/. El Señor tenga piedad y nos bendiga
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.
R/. El Señor tenga piedad y nos bendiga
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (4,4-7):
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! (Padre).» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! (Padre).» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,16-21):
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio del
Queridos Hermanos:
Hoy se nos amontonan los motivos de reflexión. La Iglesia cambió hace años la denominación de esta fiesta, que ya no de la circuncisión del Señor sino de la maternidad de María.
Poco sabemos acerca de cómo vivió María su sublime misión; en realidad, lo que hoy el evangelista nos dice de ella lo decían o dicen nuestras madres de sí mismas: guardaron en su interior (corazón) nuestras primeras expresiones, travesuras, ocurrencias, y lo que algunas personas decían de nosotros. A todo ello le dieron muchas vueltas, y, cuando nos hicimos mayores, nos lo contaban repetidas veces. Pero el evangelista no quiere decir una obviedad; invita a cada creyente a mirar a Jesús en profundidad, a grabar sus gestos y actitudes, retener sus palabras, asimilar su proyecto. La actitud de María debe ser la actitud de la Iglesia de todos los tiempos.
Junto al evangelista, conviene que escuchemos con atención a San Pablo: el Hijo nació en forma humana (de mujer) para que nosotros participemos en su filiación divina.
Junto al evangelista, conviene que escuchemos con atención a San Pablo: el Hijo nació en forma humana (de mujer) para que nosotros participemos en su filiación divina.
Al acoger a Cristo encarnado nos hacemos “parte de él” y podemos invocar al Padre con la expresión inefable, casi intraducible, con que lo hace Él: “Abbá”. Los gálatas no sabían arameo, pero Pablo quiso que conservasen la palabra aramea, como la pronunciaba Jesús. Es otro modo de decirnos lo que leíamos ayer en el prólogo del IV evangelio: “a quienes le acogieron les dio la capacidad de llegar a ser hijos de Dios” (Jn 1,12). Jesús no vino al mundo para pasearse exhibiendo su grandeza, sino para hacernos partícipes de ella.
La primera lectura nos hace conscientes de estar en un comienzo (“Año Nuevo”), de echar a andar conscientes de la bendición y providente benevolencia de ese Abbá para con nosotros, que en su Hijo nos lo da todo, que a través de él hace brillar su rostro sobre nosotros y nos concede su paz. Esto es exactamente lo que San Pablo afirma de los creyentes en cada una de sus cartas: “gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre”; la mirada del Padre, su “rostro”, produce paz. Hace algunas décadas, el beato Pablo VI declaró el 1 de enero como Día Mundial de la Paz; nuestro echar a andar podría ir guiado por las palabras con que se iniciaban las procesiones: “procedamus in pace”.
En este primer día del año hagamos un pequeño proyecto: el de la contemplación gozosa y habitual de nuestra grandeza, no conquistada sino regalada. Intentemos “guardar estas cosas meditándolas en nuestro corazón”, disfrutar de la paternal mirada de nuestro Dios Abbá, caminar junto a él llenos de la paz que su compañía produce.
Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf
Severiano Blanco cmf
ORACIONES DE FIN Y PRINCIPIO DE AÑO
Oración de Fin de Año
Autor: Padres Columbanos
Señor, al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de ti. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor por lo que fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice en este año: el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento las personas que a lo largo de estos meses ame, las amistades nuevas y los antiguos amores, los mas cercanos a mi y los que están mas lejos, los que me dieron la mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor, hoy quiero pedir perdón por el tiempo perdido, por el dinero malgastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías, y el trabajo mal hecho, por vivir sin entusiasmo. Por la Oración que fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.
Oración de Año Nuevo
Autor: Padres Columbanos
Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad. Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al empezar un año mas, detengo mi vida ante el nuevo calendario, aun sin estrenar, y te presento estos días que solo Tu sabes si llegare a vivirlos.
Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de compresión y paz.
Cierra tus oídos a toda falsedad; mis labios o palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi, encuentren en mi vida un poquito de Ti. Dame un año feliz, y enséñame a repartir felicidad.
Amen.
AL FINALIZAR EL AÑO......
Llegamos al final de otro año en nuestras vidas. En éste habrán sucedido muchas cosas, unas buenas y otras menos buenas. Por lo que os pido que antes de empezar las campanadas del nuevo año, nos acordemos mentalmente en un instante y le pidamos perdón por todo lo malo que hicimos y al mismo tiempo demos gracias a Dios por todo lo que nos sucedió en ese año. A la entrada de 2016 supliquemosle por la salvación de nuestra almay nos conceda:
Amor, para amarle sobre todo con toda nuestra alma y mente; para amar y perdonar a nuestros herman@s incluidos nuestros enemigos.
Fe, para que no decaiga con todo lo que sucede en el mundo.
Caridad, para con nuestros herman@s necesitados.
Salud y una vida digna para llevar hacia adelante a nuestras familias.
SAN MARCOS
La maldición de la higuera.
12 A la mañana siguiente, saliendo de Betania, sintió hambre;
13 y vió una higuera (2), y llegándose a ella, no encontró sino hojas porque no era tiempo de higos. 14 Y tomando la palabra, dijo: Que nunca jamás coma ya nadie fruto de ti. Los discípulos le oyeron. Expulsión de los vendedores.
15 Llegaron a Jerusalén y, entrando en el Templo, comenzó a expulsar a los que allí vendían y compraban (3), y derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas;
16 y no permitía que nadie transportase fardo alguno por el Templo.
17 Y los enseñaba y decía: ¿No está escrito: Mi casa será casa de oración para todas las gentes? Pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones.
18 Y llegó todo esto a oídos de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y buscaban cómo perderle, pero le temían, pues toda la muchedumbre estaba maravillada de su doctrina.
19 Y cuando se hizo tarde, salió de la ciudad.
---------------------
(2) San Marcos nota que no era aún el tiempo de los higos, por donde no era maravilla que no los tuviese. Esto pone más de relieve el sentido parabólico de este hecho. Véase Mt. ai f 18 ss. (3) San Mateo pone este suceso el mismo día de Ramos. Esto pone de manifiesto el aprecio que los evangelistas hacen de la cronología. Los hechos son para ellos lo substancial, las circunstancias de lugar y tiempo las pasan por alto, como cosas indiferentes.
12 A la mañana siguiente, saliendo de Betania, sintió hambre;
13 y vió una higuera (2), y llegándose a ella, no encontró sino hojas porque no era tiempo de higos. 14 Y tomando la palabra, dijo: Que nunca jamás coma ya nadie fruto de ti. Los discípulos le oyeron. Expulsión de los vendedores.
15 Llegaron a Jerusalén y, entrando en el Templo, comenzó a expulsar a los que allí vendían y compraban (3), y derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas;
16 y no permitía que nadie transportase fardo alguno por el Templo.
17 Y los enseñaba y decía: ¿No está escrito: Mi casa será casa de oración para todas las gentes? Pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones.
18 Y llegó todo esto a oídos de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y buscaban cómo perderle, pero le temían, pues toda la muchedumbre estaba maravillada de su doctrina.
19 Y cuando se hizo tarde, salió de la ciudad.
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(2) San Marcos nota que no era aún el tiempo de los higos, por donde no era maravilla que no los tuviese. Esto pone más de relieve el sentido parabólico de este hecho. Véase Mt. ai f 18 ss. (3) San Mateo pone este suceso el mismo día de Ramos. Esto pone de manifiesto el aprecio que los evangelistas hacen de la cronología. Los hechos son para ellos lo substancial, las circunstancias de lugar y tiempo las pasan por alto, como cosas indiferentes.
GÉNESIS
El diluvio.
6 1 Cuando comenzaron a multipilcarse los hombres sobre la tierra, y tuvieron hijos,
2 viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre ellas por mujeres las que bien quisieron.
3 Y dijo Yave: «No permanecerá por siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne. Ciento veinte años serán sus días.
4 Había entonces gigantes en la tierra, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres, les engendraron los héroes, que muy de antiguo son hombres famosos (1).
5 Viendo Yave cuánto había crecido la maldad del hombre sobre la tierra, y cómo todos sus pensamientos y deseos sólo y siempre tendían al mal,
6 se arrepintió de haber hecho al hombre en la tierra, doliéndose grandemente en su corazón,
7 y dijo: «Voy a exterminar al hombre que hice de sobre la haz de la tierra; al hombre, a los animales, a los reptiles y hasta a las aves del cielo, pues me pesa de haberlos hecho.»
8 Pero Noé halló gracia a los ojos de Yave.
9 Estas son'las generaciones de Noé: Noé era varón justo y perfecto entre sus contemporáneos, y siempre anduvo con Dios.
10 Había engendrado tres hijos, Sem, Cam y Jafet.
11 La tierra estaba corrompida ante Dios, y llena toda de iniquidad.
12 Viendo, pues, Dios que todo en la tierra era corrupción, pues toda carne había corrompido su camino,
13 dijo a Noé: «Veo venir el fin de todos, pues la tierra está llena toda de sus iniquidades, y voy a exterminarlos a ellos con la tierra.»
14 Hazte un arca de maderas resinosas, divídela en compartimentos, y la calafateas con pez por dentro y por fuera.
15 Hazla asi: trescientos codos de largo, cincuenta de ancho y treinta de alto:
16 harás en ella un tragaluz, y a un codo sobre éste acabarás el arca por arriba; la puerta la haces a un costado; harás en ella un primero, un segundo y un tercer piso,
17 pues voy a arrojar sobre la tierra un dilu'vio de aguas que exterminará cuanto bajo el cielo tiene hálito de vida.
18 Pero contigo haré yo mi alianza; y entrarás en el arca tíi y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos, contigo.
19 De todos los animales meterás en el arca parejas para que vivan contigo,
20 de las aves, de las bestias y de toda especie de animales, macho y hembra.
21 Recoge alimentos de toda clase, para que os sirvan de comida.
22 Hizo, pues, Noé en todo como Dios se lo mandó. Después dijo Yave a Noé:
-------------------------
(1) La interpretación del lugar es difícil; parece lo más probable que se trata de las uniones conyugales de los descendientes de la raza elegida, los hijos de Dios, con las mujeres de la raza de Caín, las hijas de los hombres; uniones que aun a aquéllos llevaron la más profunda corrupción. De los gigantes se hace después mención en la Escritura (Num. 13. 33) y, aunque con nombres distintos, también en otros lugares.
6 1 Cuando comenzaron a multipilcarse los hombres sobre la tierra, y tuvieron hijos,
2 viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre ellas por mujeres las que bien quisieron.
3 Y dijo Yave: «No permanecerá por siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne. Ciento veinte años serán sus días.
4 Había entonces gigantes en la tierra, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres, les engendraron los héroes, que muy de antiguo son hombres famosos (1).
5 Viendo Yave cuánto había crecido la maldad del hombre sobre la tierra, y cómo todos sus pensamientos y deseos sólo y siempre tendían al mal,
6 se arrepintió de haber hecho al hombre en la tierra, doliéndose grandemente en su corazón,
7 y dijo: «Voy a exterminar al hombre que hice de sobre la haz de la tierra; al hombre, a los animales, a los reptiles y hasta a las aves del cielo, pues me pesa de haberlos hecho.»
8 Pero Noé halló gracia a los ojos de Yave.
9 Estas son'las generaciones de Noé: Noé era varón justo y perfecto entre sus contemporáneos, y siempre anduvo con Dios.
10 Había engendrado tres hijos, Sem, Cam y Jafet.
11 La tierra estaba corrompida ante Dios, y llena toda de iniquidad.
12 Viendo, pues, Dios que todo en la tierra era corrupción, pues toda carne había corrompido su camino,
13 dijo a Noé: «Veo venir el fin de todos, pues la tierra está llena toda de sus iniquidades, y voy a exterminarlos a ellos con la tierra.»
14 Hazte un arca de maderas resinosas, divídela en compartimentos, y la calafateas con pez por dentro y por fuera.
15 Hazla asi: trescientos codos de largo, cincuenta de ancho y treinta de alto:
16 harás en ella un tragaluz, y a un codo sobre éste acabarás el arca por arriba; la puerta la haces a un costado; harás en ella un primero, un segundo y un tercer piso,
17 pues voy a arrojar sobre la tierra un dilu'vio de aguas que exterminará cuanto bajo el cielo tiene hálito de vida.
18 Pero contigo haré yo mi alianza; y entrarás en el arca tíi y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos, contigo.
19 De todos los animales meterás en el arca parejas para que vivan contigo,
20 de las aves, de las bestias y de toda especie de animales, macho y hembra.
21 Recoge alimentos de toda clase, para que os sirvan de comida.
22 Hizo, pues, Noé en todo como Dios se lo mandó. Después dijo Yave a Noé:
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(1) La interpretación del lugar es difícil; parece lo más probable que se trata de las uniones conyugales de los descendientes de la raza elegida, los hijos de Dios, con las mujeres de la raza de Caín, las hijas de los hombres; uniones que aun a aquéllos llevaron la más profunda corrupción. De los gigantes se hace después mención en la Escritura (Num. 13. 33) y, aunque con nombres distintos, también en otros lugares.
Santa María Faustina Kowalska DIARIO La Divina Misericordia en mi alma
771
En el mismo instante el alma se
hunde entera en Él y siente una felicidad [257] tan grande como los elegidos en
el cielo. Aunque los elegidos en el
cielo ven a Dios cara a cara y son totalmente felices, de modo absoluto, sin
embargo su conocimiento de Dios no es igual; Dios me lo ha dado a conocer. El conocimiento más profundo empieza aquí en
la tierra, según la gracia, pero en gran parte depende de nuestra fidelidad a
la gracia. Sin embargo, el alma que
experimenta esta inefable gracia de la unión, no puede decir que ve a Dios cara
a cara, ya que aquí hay un delgadísimo velo de la fe; pero tan (185) delgado
que el alma puede decir que ve a Dios y habla con Él. Ella es “divinizada”, Dios da a conocer al
alma cuánto la ama y el alma ve que las almas mejores y más santas que ella no
han recibido esta gracia. Por eso la
envuelve el sagrado estupor, y la mantiene en una profunda humildad, y se hunde
en su nada y en ese sagrado estupor.
Cuanto más se humilla, tanto más estrechamente Dios se une a ella y se
humilla hacia ella. En aquel momento el
alma está como escondida, sus sentidos inactivos, en un momento conoce a Dios y
se sumerge en Él. Conoce toda la
profundidad del Insondable y cuanto más profundo es el conocimiento, tanto más
ardientemente el alma lo anhela.
772
Es grande la reciprocidad entre
el alma y Dios. Cuando el alma sale de
su escondite, los sentidos gustan de lo que ella se deleitó. Esto también es una grandísima gracia de
Dios, pero no es puramente espiritual; en la primera fase los sentidos no toman
parte. Cada gracia da al alma fortaleza
y fuerza para la acción, valentía para [afrontar] los sufrimientos. El alma sabe bien qué es lo que Dios quiere
de ella y cumple (186) su santa voluntad, a pesar de las contrariedades. Sin embargo, en estas cosas el alma no puede
------------------------------------------------------------------
773
Avanzar sola, tiene que seguir
el consejo de un confesor iluminado, porque, de lo contrario, puede desviarse o
no obtiene ningún beneficio.
774
+ Comprendo bien, oh Jesús mío,
que como una enfermedad se mide con el termómetro y la fiebre alta nos indica
la gravedad de la enfermedad, así en la vida espiritual el sufrimiento es el
termómetro que mide el amor de Dios en el alma.
775
+ Mi fin es Dios…. Mi felicidad
es el cumplimiento de la voluntad de Dios y nada en el mundo podrá turbarme
esta felicidad, ninguna potencia, ninguna fuerza.
776
Hoy, el Señor estuvo en mi
celda y me dijo: Hija Mía, te dejaré en esta Congregación ya poco tiempo. Te lo digo para que aproveches con más
diligencia las gracias que te concedo.
777
(187) 27 XI [1936]. Hoy, en espíritu, estuve en el cielo y vi
estas inconcebibles bellezas y la felicidad que nos esperan después de la
muerte. Vi cómo todas las criaturas dan
incesantemente honor y gloria a Dios; vi lo grande que es la felicidad en Dios
que se derrama sobre todas las criaturas, haciéndolas felices; y todo honor y
gloria que las hizo felices vuelve a la Fuente y ellas entran en la profundidad
de Dios, contemplan la vida interior de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que
nunca entenderán ni penetrarán.
Esta fuente de felicidad es invariable en su esencia, pero siempre
nueva, brotando para hacer felices a todas las criaturas. Ahora comprendo a San Pablo que dijo: Ni el
ojo vio, ni oído oyó, ni entró al corazón del hombre, lo que Dios preparó para
los que le aman.
778
Y Dios me dio a conocer una
sola y única cosa que a sus ojos tiene el valor infinito, y éste es el amor de
Dios, amor, amor y una vez más amor, y con un acto de amor puro (188) de Dios
nada puede compararse. Oh, qué inefables
favores Dios concede al alma que lo ama sinceramente. Oh, felices las almas que ya aquí en la
tierra gozan de sus particulares favores, y éstas son las almas pequeñas y
humildes.
779
Esta gran Majestad de Dios que
conocí más profundamente, que los espíritus celestes adoran según el grado de
la gracia y la jerarquía en que se dividen; al ver esta potencia y esta
grandeza de Dios, mi alma no fue conmovida por espanto ni por temor, no, no
absolutamente no. Mi alma fue llenada de
paz y amor, y cuanto más conozco a Dios tanto más me alegro de que Él sea
así. Y gozo inmensamente de su grandeza
y me alegro de ser tan pequeña, porque por ser yo tan pequeña, me lleva en sus
brazos y me tiene junto a su Corazón.
780
Oh Dios mío, que lastima me dan
los hombres que no creen en la vida eterna; cuánto ruego por ellos para que los
envuelva el rayo de la misericordia y para que Dios los abrace a su seno paterno. Oh amor, oh rey.
Ayuntamiento de Madrid impide a colegio católico participar en cabalgata de Reyes
Por Blanca Ruiz
Imagen referencial / Foto: Facebook Colegio Arenales Carabanchel
MADRID, 30 Dic. 15 / 11:17 am (ACI).- El colegio Arenales del distrito de Carabanchel en Madrid (España) no podrá participar en la cabalgata de Reyes Magos porque, según el Ayuntamiento de la capital, realiza “una discriminación de sexo en alumnos”.
El Ayuntamiento invitó el pasado 2 de noviembre a todos los colegios de la zona de Carabanchel, incluyendo los concertados, a inscribirse para participar; sin embargo el colegio Arenales no recibió ninguna invitación. El Consistorioreconoce que “no enviamos la invitación al colegio Arenales porque no salían registrados como utilidad pública”, sin embargo otras asociaciones en la misma situación que dicho colegio no tuvieron problemas para participar.
A pesar de ello, el colegio Arenales se inscribió para participar en la cabalgata del próximo 5 de enero. La Asociación de Padres de Alumnos del colegio sabía que no recibiría ninguna subvención para esta actividad, pero decidieron seguir adelante costeando los gastos.
“Queremos dejar claro que no se han quedado fuera por ser católicos, en Madrid participan muchas parroquias y colegios concertados. Sin embargo, éste realiza discriminación de sexo y la Junta ha decidido no incluirles”, apuntan desde el Consistorio.
Otras 13 asociaciones y colegios del distrito de Carabanchel sí participarán en esta cabalgada del día de Reyes.
El colegio Arenales de Carabanchel tiene un ideario católico, es concertado y cuenta con 800 alumnos. Los niños comparten patio de recreo y comedor y tan sólo en dos cursos están divididos según su sexo.
Sin embargo desde el centro apuntan que no se puede hablar de discriminación cuando los grupos comparten “los mismos profesores, los mismo libros y los mismo espacios generales”.
También han manifestado su “indignación y rechazo a la discriminación de la que han sido objeto las 800 familias que representan la Asociación, por parte de la Junta Municipal del Distrito de Carabanchel, al no permitir a sus hijos en la Cabalgata de Reyes”.
Indicaron que esta discriminación por parte del Ayuntamiento de Madrid se ha producido por “el ideario católico del colegio. Ideario que las familias han elegido libremente”, y subrayaron la “gran desilusión al ver la falta de respeto hacia nuestro ideario”.
“En resumen: 800 niños madrileños discriminados, han visto frustrada injustamente su ilusión de vivir la Cabalgata de Reyes como verdaderos protagonistas de la Navidad”, precisan y concluyen con la esperanza de que “el 2016 sea un año de nuevas oportunidades de entendimiento”.
Sarah Salviander (Científica): De Atea a Cristianismo Tras Comprender que el Universo Fue Creado por Dios.
imagenesdeluniverso.com
Una astrónoma y astrofísica, se desanimó del ateísmo y abrazó la fe en Jesucristo, tras entender las maravillas del cosmos como la creación de Dios.
Una astrónoma y astrofísica, se desanimó del ateísmo y abrazó la fe en Jesucristo, tras entender las maravillas del cosmos como la creación de Dios.
Sarah Salviander, llegó a menospreciar al cristianismo, tanto que no deseaba saber nada de la fe cristiana, hasta el momento en que se fue comprendiendo que debería existir un autor de todo cuanto existe en el cosmos, conforme cuenta la científica en su testimonio, publicado por Six Day Science.
Cuenta que sus progenitores eran ateos, quienes le enseñaron que Dios no existe, de ahí que a lo largo de su vida pensó que el cristianismo era para personas “enclenques”.Cuando fue a estudiar en la universidad, no halló respuestas a las incógnitas de la vida.
Su desazón por no localizar respuestas a los inconvenientes de la sociedad, y por no comprender por qué razón la mayor parte de las personas eran infelices, le llevó a especializarse en la física y en las matemáticas, involucrándose de esta forma en los clubes universitarios y a tener amigos.
“Por vez primera en mi vida conocí a cristianos. Eran alegres, felices y también inteligentes, y descubrí que los profesores a quienes admiraba asimismo eran cristianos” afirmó Sarah.
Fue becada para estudiar en un conjunto que estudia el nacimiento del cosmos. “La experiencia de estudiar el cosmos fue tan fantástico, que lo equiparé con lo que afirma el Cántico 19: “los cielos cuentan la gloria de Dios; y el firmamento anuncia la obra de sus manos”. Es allá donde entendí verdaderamente que Dios existe y que el término de un autor no eran tan filosóficamente triviales como había pensado”.
El libro “La Ciencia de Dios” de Gerald Schroeder, le dio respuestas a muchas de sus preguntas, que cambiaron su vida por siempre.
Un episodio doloroso en su vida, fue cuando murió su hija, que apenas tenía 6 meses. “Estuve realmente triste y me sentía agobiada, mas en un sueño que tuve, vi a un pequeño en los brazos cariñosos de su Padre celestial; solo entonces hallé la paz”, afirmó Sarah, que desde ese momento y su familia han superado todo obstáculo y ahora chilla a los 4 vientos su experiencia, que Dios existe y que actúa en la vida de las personas y en su obra autora.
En nuestros días es maestra universitaria y también científica investigadora, aparte de cristiana evangélica al lado de su esposo, ha demostrado al planeta que se puede ser científica y cristiana al unísono, debido a la experiencia que tuvo con Dios cuando más lo precisaba.
Fuente: AcontecerCristiano.Net
Tres pequeñas resoluciones que todo cristiano puede hacer en Año Nuevo
Foto : Persona rezando / Crédito : Flickr - David Dennis (CC-BY-SA-2.0)
REDACCIÓN CENTRAL, 31 Dic. 15 / 10:22 am (ACI).- Mañana se acabará el 2015 y este cambio de año es una buena oportunidad para hacerse nuevos propósitos o resoluciones. Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), es uno de los que sugieren realizar esta práctica.
“Hacer resoluciones de Año Nuevo es un hábito profundamente cristiano. Refleja un hermoso deseo de crecer en amistad con Jesucristo y refleja nuestra conciencia de que no somos todavía el pueblo que Dios quiere que seamos”, indicó en una de sus columnas publicadas en ACI Prensa.
Por ello, presentamos las tres resoluciones sugeridas por Mons. Gómez para el año nuevo:
1.- Colocar a Jesús en el centro de nuestras vidas
El Prelado indicó que la mejor forma de acercarse a Jesús es leyendo el Evangelio diariamente. Cada día durante unos minutos lea un pasaje, puede ser de la lectura diaria de la Misa.
Después “pídanle a Jesús que abra su Palabra para ustedes. No se pregunten lo que el pasaje del Evangelio dice “en general”, o lo que podría significar para otras personas. Pregúntenle personalmente a Jesús: “Señor, ¿qué me estás diciendo a mí? ¿Qué quieres que yo haga? “¿Qué debo cambiar en mi vida si quiero seguirte más de cerca?”.
Mons. Gómez sugiere aplicar lo que el pasaje dijo a cada uno durante el día. “De este modo, empezamos a ver nuestras vidas como él las ve desde su perspectiva”.
2.- Mejorar la vida de los demás
La segunda resolución es tener la disposición y la intención diario para servir, “de mejorar la vida de alguien”. El Arzobispo de Los Ángeles indicó que el amor “empieza con aquellos que nos exigen más cosas, con los que representan un reto para nuestro egoísmo”. Con aquellos que están más cerca.
Por ello, sugiere tener más paciencia, ser más comprensivos, no juzgar inmediatamente sino dar el beneficio de la duda; aceptar a las personas tal cómo son. También dejar de criticar y hacer que las conversaciones sean positivas.
“Hemos de tratarnos unos a otros con ternura y amor. Algunas veces podemos cambiar todo el curso del día de las personas tan solo sonriéndoles, tan solo con escuchar lo que ellas tienen qué decir”, manifestó.
3.- Perdonar a los demás como Dios nos perdona a nosotros
Este propósito consiste en pensar en silencio en alguna persona con la que uno esté enfadado o que no nos agrade.
“En silencio, pensemos… en alguna persona con la que estemos molestos, con los que estemos enojados, en alguien que no nos guste. Pensemos en esa persona y… oremos por esta persona y volvámonos misericordiosos con esta persona”.
“No perdonamos lo suficiente. Esto daña a nuestras familias. Esto perjudica nuestras relaciones. La gente nos va a hacer daño y nos va a ofender todos los días. Pero permanecer enojados o resentidos no cura nada. Sólo hace que las cosas nos lastimen por más tiempo”, indicó el Arzobispo de Los Ángeles.
Lea la columna completa de los propósitos de año nuevo AQUÍ
Existe el demonio y hay una guerra contra la verdad y la vida, advierte el Papa Francisco
Por Alvaro de Juana
Fotos: Papa Francisco / ACI Prensa - Demonio / Flickr Estitxu Carton CC-BY-SA-2.0
VATICANO, 31 Dic. 15 / 09:19 am (ACI).- El Papa Francisco habló hoy en el Vaticano de la existencia de una lucha entre el bien y el mal, que no es otra que “la del demonio contra Dios”.
Al recibir esta mañana en el Aula Pablo VI a seis mil “Niños Cantores” de 127 coros y 18 países, Francisco recordó que hasta el final de los tiempos existirá esa maldad, pero también aseguró que Dios hace muchas cosas buenas y denunció que la televisión parece empeñada en ocultarlas.
“Hay mucha gente que sufre en el mundo hoy: hay guerras, en África, en Oriente Medio, donde ha nacido Jesús, en Ucrania… en muchos sitios, en América latina…”, dijo sobre la situación actual del mundo.
El Papa explicó que las guerras causan “pobreza, dolor, mal” y pidió a los jóvenes cantores que piensen en los niños que lo sufren.
“Hay niños que no tienen qué comer en el mundo, que no pueden ir a la escuela por la guerra, la pobreza o porque no las hay. Hay niños que cuando se enferman no pueden ir al hospital. Recen por estos niños”.
“¿El mundo será siempre así?”, se preguntó. “Puede mejorar, pero hay algo de lo que no gusta hablar, pero se debe hablar. En el mundo existe la lucha entre el bien y el mal, dicen los filósofos. Es la lucha entre el demonio y Dios. Esto existe todavía. Cuando a cada uno de nosotros le vienen las ganas de hacer una maldad. Esa pequeña maldad es una inspiración del diablo. Que a través de la debilidad que ha dejado en nosotros el pecado original te lleva a esto. Se hace el mal en las pequeñas cosas como en las cosas grandes”, señaló.
“Es una guerra contra la verdad de Dios, la verdad de la vida, contra la alegría. Esta lucha entre el diablo y Dios dice la Biblia que continuará hasta el fin”, explicó.
“Todos tenemos dentro un campo de batalla, se lucha entre el bien y el mal, tenemos tentaciones, y tenemos que hablar con los párrocos o los catequistas sobre estas cosas para conocer el bien”.
Francisco también dijo que existen muchas cosas buenas en el mundo. “¿Por qué estas cosa no se publicitan? Parece que a la gente le gusta más ver noticias malas y feas”.
Puso de ejemplo África, donde también hay “misioneros, sacerdotes, religiosas, que han dejado toda su vida allí predicando el Evangelio, en pobreza”.
Estas cosas no se ven en la televisión porque “hay esta atracción por el mal, parece que gusta más ver las cosas feas que las cosas buenas y grandes”. “El diablo hace de las suyas, pero también Dios hace de las suyas y hay mucha gente santa en el mundo, en el trabajo, en las familias, mucho abuelos… y esto no se ve en la televisión porque esto no da rating o audiencia, no da publicidad”, aseguró.
Parece “que con las cosas buenas la gente se aburre, o no saben presentar bien las cosas buenas”, denunció. “Cuando vean ustedes la televisión en su casa recuerden esto: hay una lucha entre el bien y el mal” es “la lucha entre Dios y el diablo”. “Pero hay mucha gente santa, que da la vida por ayudar a los otros”.
“¿Por qué en la televisión no se ven monjas de clausura que se pasan la vida rezando por nosotros? Esto no interesa, quizás interesan más los joyeros de una vida importante que se hacen ver, las cosas que se hacen vanidad. No nos dejemos engañar. En el mundo hay cosas, feas, feas, feas, es el trabajo del diablo contra Dios, pero hay cosas santas, grandes cosas que son la obra de Dios. Existen los santos escondidos, aquellos que no vemos”.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
AL FINALIZAR EL AÑO......
Llegamos al final de otro año en nuestras vidas. En éste habrán sucedido muchas cosas, unas buenas y otras menos buenas. Por lo que os pido que antes de empezar las campanadas del nuevo año, nos acordemos mentalmente en un instante y le pidamos perdón por todo lo malo que hicimos y al mismo tiempo demos gracias a Dios por todo lo que nos sucedió en ese año. A la entrada de 2016 supliquemosle por la salvación de nuestra alma y nos conceda:
Amor, para amarle sobre todo con toda nuestra alma y mente; para amar y perdonar a nuestros herman@s incluidos nuestros enemigos.
Fe, para que no decaiga con todo lo que sucede en el mundo.
Caridad, para con nuestros herman@s necesitados.
Salud y una vida digna para llevar hacia adelante a nuestras familias.
Lecturas del 31 de Diciembre. Octava de Navidad
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (2,18-21):
Hijos míos, es el momento final. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el momento final. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad.
Palabra de Dios
Hijos míos, es el momento final. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el momento final. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 95,1-2.11-12.13-14
R/. Alégrese el cielo, goce la tierra
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R/.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campo y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R/.
Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra: r
egirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.
R/. Alégrese el cielo, goce la tierra
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R/.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campo y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R/.
Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra: r
egirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.
Evangelio
Comienzo del santo evangelio según san Juan (1,1-18):
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."»
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."»
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio del
Queridos Hermanos:
Hace pocos días reflexionábamos sobre las palabras de Simeón: Jesús estaba destinado a que muchos en Israel, a causa de él, cayesen o se levantasen (Lc 2,34). En esa línea, el prólogo del IV evangelio, composición sublime que acabamos de oír, ya sabe de diferencias: la Palabra “vino a los suyos, pero los suyos no la recibieron; mas a quienes la recibieron…”.
Desgraciadamente la división no afectó solo al Israel de entonces; a las pocas décadas de su fundación, la comunidad joanea sufrió un cisma; cabalmente 1Jn nos habla hoy de los que se marcharon “porque no eran de los nuestros”; nos queda la impresión de una cierta ineficacia de la plegaria de Jesús por “que todos sean uno” (Jn 17,21). La Iglesia ha llevado siempre consigo el dolor de haber roto la túnica inconsútil de su Maestro.
El prólogo joaneo ya se nos leía el día de Navidad. Y no está demás su repetición. Nos invita a que nuestra mirada pase por la menesterosidad de ese Niño recién nacido pero no se quede detenida en él; a través de él es preciso ver la Gloria y la Verdad divinas, que han querido ponerse completamente a nuestro alcance. El que nace en condiciones humanas precarias y se cría en un pueblo pequeño y de mala fama (“¿de Nazaret puede salir algo bueno?”: Jn 1,46) es nada menos que el Eterno que ahora se convierte en la Luz y la Vida del mundo. “No pongáis lo ojos en nadie más que en él”, dice el conocido cantico.
El autor del célebre prólogo ha querido resaltar la categoría de Jesús en cuanto plena manifestación de lo divino. No menosprecia la descomunal personalidad religiosa de Moisés, pero el don que se realiza a través de Jesús es inmensamente mayor. Él es el único que está “vuelto hacia el pecho del Padre”, le conoce en profundidad y le refleja insuperablemente. La traducción correcta del último versículo sería: “él en persona fue la revelación”. En su despedida Jesús lo dirá más explícitamente: “quien me ha visto ha visto al Padre” (Jn 14,9).
En nuestra época de desoladora secularidad, algunos se consuelan resignadamente con la “inquietud religiosa” de quienes “buscan lo divino” siquiera en otros ámbitos, de quienes, desde la llegada de la “era de Acuario” u otras ofertas exotéricas, han optado por una religiosidad difusa y sin dios. “Algo es algo; queda cierta apertura a la trascendencia”. Pero es muy poco. Otros, incluso dentro de la Iglesia, después de un tiempo de abandono o decepcionados de lo recibido, han buscado fuentes alternativas: por ahí andan las espiritualidades sustentadas en apariciones, mensajes secretos… Tal vez han faltado en la transmisión del mensaje los resortes pedagógicos adecuados; o no hemos sabido hacer frente al cansancio de una civilización. Es preciso volver a lo esencial, y no pedir nuevas o diferentes revelaciones al Dios que en su Hijo nos lo ha dicho todo, “que es su única Palabra, que no tiene otra” (S. Juan de la Cruz).
Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf
Severiano Blanco cmf
SAN MARCOS
Entrada triunfal en Jerusalén.
11 1 Y cuando se aproximaban a Jerusalén, a Betfagé, y a Betania, al Monte de los Olivos (1), envió a dos de los discípulos
2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente, y luego que entréis en ella, encontraréis un pollino atado, sobre el que nadie montó aún; soltadlo y traedlo.
3 Y si alguno os dijere: ¿Por qué hacéis esto?, decidle: El Señor tiene necesidad de él; y al instante os lo dejará traer.
4 Y se fueron y encontraron el pollino atado a la puerta, fuera en el camino, y le soltaron.
5 Algunos de los que allí estaban les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?
6 Ellos les contestaron como Jesús les había dicho, y los dejaron.
7 Llevaron el pollino a Jesús, y echándole encima sus vestidos, montó en él.
8 Muchos extendían sus vestidos sobre el ca- mino, otros cortaron follaje de los árboles.
9 Y los que le precedían y le seguían gritaban: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor.
10 Bendito el reino, que viene, de David nuestro padre. ¡Hosanna en las alturas!
11 Y entró en Jerusalén, en el templo, y después de haberlo visto todo, ya de tarde, salió para Betania con los doce.
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(i1) Singular modo de escribir esta yuxtaposición de cuatro lugares como puntos de apro- ximación. Véase Mt. 21, 1
11 1 Y cuando se aproximaban a Jerusalén, a Betfagé, y a Betania, al Monte de los Olivos (1), envió a dos de los discípulos
2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente, y luego que entréis en ella, encontraréis un pollino atado, sobre el que nadie montó aún; soltadlo y traedlo.
3 Y si alguno os dijere: ¿Por qué hacéis esto?, decidle: El Señor tiene necesidad de él; y al instante os lo dejará traer.
4 Y se fueron y encontraron el pollino atado a la puerta, fuera en el camino, y le soltaron.
5 Algunos de los que allí estaban les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?
6 Ellos les contestaron como Jesús les había dicho, y los dejaron.
7 Llevaron el pollino a Jesús, y echándole encima sus vestidos, montó en él.
8 Muchos extendían sus vestidos sobre el ca- mino, otros cortaron follaje de los árboles.
9 Y los que le precedían y le seguían gritaban: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor.
10 Bendito el reino, que viene, de David nuestro padre. ¡Hosanna en las alturas!
11 Y entró en Jerusalén, en el templo, y después de haberlo visto todo, ya de tarde, salió para Betania con los doce.
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(i1) Singular modo de escribir esta yuxtaposición de cuatro lugares como puntos de apro- ximación. Véase Mt. 21, 1
GÉNESIS
Set y su descendencia.
25 Conoció de nuevo Adán a su mujer, que parió un hijo, a quien puso por nombre Set, diciendo: «Hame dado Yave otro descendiente por Abel, a quien mató Caín.»
26 También a Set le nació un hijo, al que llamó Enós; entonces comenzó a llamarse con el nombre de Yave (2).
------------------
(2) La interpretación es dudosa. Algunos interpretan que entonces comenzó a invocarse el nombre de Yave, es decir, que comenzó a dársele culto público; nos parece preferible la interpretación de que entonces la descendencia elegida comenzó a llamarse la descendencia de los hijos de Dios.
------------------
5 1 Este es el libro de las generaciones de Adán. Cuando creó Dios al hombre le hizo a imagen de Dios.
2 Hízolos macho y hembra, y los bendijo, y les dió, al crearlos, el nombre de Adán.
3 Tenía Adán ciento treinta años cuando engendró un hijo a su imagen y semejanza, y le llamó Set.
4 Fueron los días de Adán, después de engendrar a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5 Fueron todos los días de la vida de Adán novecientos treinta años, y murió.
6 Era Set de ciento cinco años, cuando engendró a Enós;
7 vivió, después de engendrar a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas;
8 fueron los días todos de su vida novecientos doce años, y murió.
9 Era Enós de noventa años, cuando engendró a Cainán;
10 vivió, después de engendrar a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.
11 Fueron todos los días de la vida, de Enós novecientos cinco años, y murió.
12 Era Cainán de setenta años cuando engendró a Malaleel;
13 vivió, después de engendrar a Malaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.
14 Fueron todos los días de su vida novecientos diez años, y murió.
15 Era Malaleel de sesenta y cinco años cuando engendró a Jared.
16 Vivió, después de engendrar a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
17 Fueron todos los días de su vida novecientos sesenta y dos años, y murió.
18 Era Jared de ciento sesenta y dos años, cuando engendró a Enoc.
19 Vivió, después de engendrar a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
20 Fueron todos los días de su vida novecientos sesenta y dos años, y murió.
21 Era Enoc de sesenta y cinco años cuando engendró a Matusalén.
22 Anduvo Enoc en la presencia de Dios, después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.
23 Fueron todos los días de la vida de Enoc trescientos sesenta y cinco años, 24 y anduvo constante- mente en la presencia de Dios, y desapareció (1), pues se lo llevó Dios.
24 Era Matusalén de ciento ochenta y siete años, cuando engendró a Lamec.
26 Vivió, después de engendrar a Lamec, setecientos ochenta y í dos años, y engendró hijos e hijas. 27 Fueron todos los días de Matusalén | novecientos sesenta y nueve años, y murió.
28 Era Lamec de ciento ochenta y dos años, cuando engendró un hijo,
29 al que puso por nombre Noé, diciendo: «Este nos consolará de nuestros quebrantos y del trabajo de nuestras manos por la tierra que maldijo Yave.»
30 Vivió Lamec, después de engendrar a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
31 Fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años, y murió.
32 Era Noé de quinientos años, y había engendrado a Sem, Cam y Jafet (2).
------------------------
(1) Esta desaparición de Enoc es para nosotros un misterio. Aunque otras veces alude a ella la Escritura, no levanta el velo. Las fantasías de los apócrifos no merecen crédito alguno. (2) En esta genealogía, al contrario de la de los cainitas, se pone de relieve la piedad de los setitas para con Dios, y se indica cuidadosamente el tiempo en que fué engendrado el patriarca, que entra después en la genealogía del Mesías. Cuanto a la longevidad y a la cronología que de estas genealogías se deduce, véase Intr. Gral. n ° 8
25 Conoció de nuevo Adán a su mujer, que parió un hijo, a quien puso por nombre Set, diciendo: «Hame dado Yave otro descendiente por Abel, a quien mató Caín.»
26 También a Set le nació un hijo, al que llamó Enós; entonces comenzó a llamarse con el nombre de Yave (2).
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(2) La interpretación es dudosa. Algunos interpretan que entonces comenzó a invocarse el nombre de Yave, es decir, que comenzó a dársele culto público; nos parece preferible la interpretación de que entonces la descendencia elegida comenzó a llamarse la descendencia de los hijos de Dios.
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5 1 Este es el libro de las generaciones de Adán. Cuando creó Dios al hombre le hizo a imagen de Dios.
2 Hízolos macho y hembra, y los bendijo, y les dió, al crearlos, el nombre de Adán.
3 Tenía Adán ciento treinta años cuando engendró un hijo a su imagen y semejanza, y le llamó Set.
4 Fueron los días de Adán, después de engendrar a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5 Fueron todos los días de la vida de Adán novecientos treinta años, y murió.
6 Era Set de ciento cinco años, cuando engendró a Enós;
7 vivió, después de engendrar a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas;
8 fueron los días todos de su vida novecientos doce años, y murió.
9 Era Enós de noventa años, cuando engendró a Cainán;
10 vivió, después de engendrar a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.
11 Fueron todos los días de la vida, de Enós novecientos cinco años, y murió.
12 Era Cainán de setenta años cuando engendró a Malaleel;
13 vivió, después de engendrar a Malaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.
14 Fueron todos los días de su vida novecientos diez años, y murió.
15 Era Malaleel de sesenta y cinco años cuando engendró a Jared.
16 Vivió, después de engendrar a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
17 Fueron todos los días de su vida novecientos sesenta y dos años, y murió.
18 Era Jared de ciento sesenta y dos años, cuando engendró a Enoc.
19 Vivió, después de engendrar a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
20 Fueron todos los días de su vida novecientos sesenta y dos años, y murió.
21 Era Enoc de sesenta y cinco años cuando engendró a Matusalén.
22 Anduvo Enoc en la presencia de Dios, después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.
23 Fueron todos los días de la vida de Enoc trescientos sesenta y cinco años, 24 y anduvo constante- mente en la presencia de Dios, y desapareció (1), pues se lo llevó Dios.
24 Era Matusalén de ciento ochenta y siete años, cuando engendró a Lamec.
26 Vivió, después de engendrar a Lamec, setecientos ochenta y í dos años, y engendró hijos e hijas. 27 Fueron todos los días de Matusalén | novecientos sesenta y nueve años, y murió.
28 Era Lamec de ciento ochenta y dos años, cuando engendró un hijo,
29 al que puso por nombre Noé, diciendo: «Este nos consolará de nuestros quebrantos y del trabajo de nuestras manos por la tierra que maldijo Yave.»
30 Vivió Lamec, después de engendrar a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
31 Fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años, y murió.
32 Era Noé de quinientos años, y había engendrado a Sem, Cam y Jafet (2).
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(1) Esta desaparición de Enoc es para nosotros un misterio. Aunque otras veces alude a ella la Escritura, no levanta el velo. Las fantasías de los apócrifos no merecen crédito alguno. (2) En esta genealogía, al contrario de la de los cainitas, se pone de relieve la piedad de los setitas para con Dios, y se indica cuidadosamente el tiempo en que fué engendrado el patriarca, que entra después en la genealogía del Mesías. Cuanto a la longevidad y a la cronología que de estas genealogías se deduce, véase Intr. Gral. n ° 8