La guerra que se lleva en contra del yihadismo no es una guerra santa (…) Los cristianos, por respeto a las consciencias (…) no desean arrastrar al mundo a una guerra de religión.
Sin embargo, ello no debe conducirnos a descuidar la ayuda de la Reina de los Ángeles. Ella vencerá las herejías. Ella que es todopoderosa en el Corazón de Dios. Por parte de los católicos, más que negligencia, sería una falta no recurrir a Quien es feliz ayudando a los hijos que le han sido confiados.
Rezar a la Virgen públicamente es, en nuestros días, un acto de valentía así como de humildad y sabiduría. La humildad: nuestra impotencia como la urgencia de ayuda nos lo enseñan. La sabiduría: los católicos saben desde hace mucho tiempo que la Virgen es el baluarte frente al enemigo, ella es más fuerte que un ejército en línea de batalla”, según lo dicen las Escrituras (…) lejos de ser unos “afeminados” o los tontos del pueblo, los devotos de la Virgen, ¡son los más listos y valientes de los hombres!
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario