La desidia de Ada Colau ante las quejas por el ‘Padrenuestro blasfemo’

• Almudena Martinez-Bordiu
• 23 febrero, 2016

Más de 57.000 personas han pedido a Ada Colau que retire el Premio Ciudad de Barcelona a la autora del “Padrenuestro blasfemo”, Dolors Miquel, un hecho que la alcaldesa ha ignorado por completo.

La semana pasada, la alcaldesa de la ciudad condal otorgó los Premios Ciudad de Barcelona y, durante el acto, la poetisa Dolors Miguel leyó una versión del Padrenuestro blasfemo. Ada Colau, que aplaudió la interpretación blasfema, ha mostrado una gran pasividad e indiferencia ante las quejas y reivindicaciones para que se respeten los valores cristianos.

“La ‘obra’ de Dolors Miquel rebasa los límites de la libertad de expresión para convertirse en un delito contra los sentimientos religiosos”, ha explicado José Castro Velarde, el presidente de Enraizados, la asociación que junto a la plataforma Change.org ha recogido más de 57.000 firmas que piden a Ada Colau que retire el premio a la autora de la blasfemia.

Esta asociación ha pedido por escrito a Colau una reunión para entregarle las firmas, pero desde la semana pasada siguen sin obtener respuesta, ni siquiera acuse de recibo. “Nos encantaría que Ada Colau demostrase su capacidad de diálogo y de escucha de las necesidades de los ciudadanos reuniéndose con nosotros para que escuche la voz de las más de 57.000 personas que se han sentido molestas por el ‘Padrenuestro blasfemo’”, ha señalado Velarde.

La asociación Enraizados ha explicado a INFOVATICANA  que a pesar de la indiferencia de Ada Colau, seguirán insistiendo para reunirse con ella y mostrarle las más de 57.000 firmas recogidas, que han ido en aumento desde que pidieron encontrarse con ella el viernes pasado. “Vamos a trabajar desde nuestra sede en Barcelona para lograr verla”, ha asegurado María Isabel Moreno de Enraizados.

“El Padrenuestro blasfemo es un hecho absolutamente indignante.Hay ciertas cosas que hay que respetar, y el padrenuestro exige respeto”, ha señalado María Isabel Moreno, que ante la pasividad de Ada Colau pone en duda de que verdaderamente sea “un Gobierno para todos y abierto al diálogo”, como tantas veces ha defendido la alcaldesa.