MENU

jueves, 31 de marzo de 2016

Lecturas del Viernes de la Octava de Pascua


Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,1-12):

En aquellos días, mientras hablaban al pueblo Pedro y Juan, se les presentaron los sacerdotes, el comisario del templo y los saduceos, indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran la resurrección de los muertos por el poder de Jesús. Les echaron mano y, como ya era tarde, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. Muchos de los que habían oído el discurso, unos cinco mil hombres, abrazaron la fe. Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas; entre ellos el sumo sacerdote Anás, Caifás y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos sacerdotes. 
Hicieron comparecer a Pedro y a Juan y los interrogaron: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso?»
Pedro, lleno de Espíritu Santo, respondió: «Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 117,1-2.4.22-24.25-27a

R/.
 La piedra que desecharon los arquitectos 
es ahora la piedra angular


Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R/.

La piedra que desecharon
los arquitectos es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho, 
ha sido un milagro patente.
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (21,1-14):

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.»
Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo.»
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?»
Ellos contestaron: «No.»
Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. 
Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor.»
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. 
Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger.»
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: «Vamos, almorzad.»
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del 

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf

¿Tenéis pescado?



                Los discípulos estaban juntos. Eso se nos da bastante bien a nosotros. Organizamos, programamos, revisamos, redactamos papeles, encargamos carteles,presupuestamos, repartimos... 
           Aunque estar juntos no significa que estemos de acuerdo, que nos llevemos todos bien, que seamos capaces de dialogar, o corregirnos fraternalmente, que nos expresemos con libertad... Pero es algo que nos enseñó el Señor desde el principio: a ser comunidad. Y una comunidad de «distintos».
           Pero a la pregunta del Señor: «¿tenéis pescado?»... A menudo tenemos que reconocer que no.  El «no» de los discípulos fue seco y sin explicaciones. Esta vez ni siquiera comentan que han estado toda la noche, sin obtener resultados. Eso lo explica el evangelista. Para aquellos que fueron llamados a ser pescadores de hombres, no había ni pescados en la red, ni nuevos miembros que se les hubieran unido. Ni siquiera están todos los discípulos: sólo 7.
          Quizá nosotros podríamos matizar que sí tenemos algunos peces (la mayoría los cogimos hace mucho tiempo). Nos cuesta lanzarnos una y otra vez al mar,aunque algunos lo procuran, como en nuestra escena evangélica: el bueno de Pedro se va a pescar, y hasta le siguen. Pero algo «falta». Nada menos que «el Señor»
          El caso es que nuestras fuerzas se van gastando, y  los pescadores vamos siendo menos (aunque aquellos primeros pescadores, no es que fuera un ejército, precisamente),los resultados casi siempre nos parecen decepcionantes (objetivamente, a menudo lo son) para el esfuerzo y el tiempo empleados. Hemos diseñado planes de evangelización, catecumenados de lo más variado, hemos procurado ponernos al día en las nuevas tecnologías, hacemos sesudos análisis de la realidad, a veces preparamos con cuidado celebraciones y homilías, y... 
          Es verdad que «los romanos» nos ponen bastantes «pegas»para que cojamos la barca. Y que siempre nos acecha la tentación de «volver» a lo de antes, como si nada hubiera cambiado, a nuestra barca, nuestras redes y nuestro lago de siempre, porque es lo que sabemos hacer.
            El tema es largo y complejo como para abordarlo en este lugar. Pero el Evangelio me sugiere o recuerda algunas claves importantes para aplicármelas a mí mismo:
            + Lo primero es reconocer que me falta la Palabra del Resucitado. Que el Resucitado me hable. La he escuchado muchas veces, la he estudiado, la explico y la predico, algunas de sus frases las he memorizado... pero... Como a los 7 pescadores, me «falta» dejar que la Palabra me cambie, afecte a mis acciones, criterios, me «saque» de mi orilla. Está bien saber «cosas de Dios» y hablar de Dios... pero siempre que antes se hable «con» Dios y le hagamos caso. Está bien decirle muchas cosas a Dios con tantos recursos y métodos orantes que tenemos. Pero aún más... dejarle que nos diga lo que tenemos que hacer, que nos haga preguntas (aunque sean molestas).
             + En segundo lugar, reconocer la permanente presencia del Resucitado. No es necesario «verle», pero si descubrir los múltiples signos de su presencia cercana y activa, para poder decir «es el Señor» cada vez que nos demos cuenta. Conviene que repase mis primeras llamadas (siempre en plural) y también las posteriores, dándome cuenta de que la primera condición para encontrarle es saber que soy «el discípulo al que tanto quiere» el Señor, y también, al que tanto quiero. Qué penetrante vista la del amor. El amor siempre dilata las pupilas. El amor será la pregunta crucial de Jesús a Pedro, después de las negaciones, antes de encomendarle su gran responsabilidad comunitaria.
             + En tercer lugar: mucho me (nos) falta para trabajar con otros. Toda una cura de humildad que quien se da cuenta de que es el Señor no es quien tiene la autoridad, no es la Piedra, sino el discípulo amado. Otros ven mejor que yo, y me lo pueden mostrar donde yo no veo nada. Hay demasiado autoritarismo, demasiadas reservas y controles, demasiados que cuentan con los otros sólo cuando ven que ellos no llegan, demasiados que nos creemos imprescindibles... Una Iglesia-comunidad-comunión es otra cosa.
             + En cuarto lugar, los peces son para llevárselos al Señor. No para guardarlos en mi estanque. No pescamos para nuestro grupo, nuestra congregación, nuestro movimiento, nuestra parroquia... Ni para quedarme tan contento porque tengo «153", aunque sean «grandes». (Hay muchas interpretaciones sobre el significado de este número. No pasa nada porque nos quedemos sin interpretarlo: ¡ya quisiera yo pescar 153 cada vez que echo la red!).
             + Y por último, aunque no menos importante: cuando no haya resultados (o sí los haya), cuando haya desánimo o euforia, cuando volvamos cansados o esperanzados... que no me falten unas brasas, un pescado, un Pan... y hermanos para compartirlo... alrededor del Señor.
La imagen es de Fr. Félix Hernández, op
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

Novena a la Divina Misericordia


CLCIKEA:  WEB DE LA DIVINA MISERICORDIA

Después de cada oración diaria se rezará la Coronilla de La Divina Misericordia:



Empezamos con:
Padre Nuestro... Ave María... El Credo...
 
Después como un rosario:
  • Al comenzar cada misterio (en vez del Padrenuestro) decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
  • En cada cuenta de cada misterio (en vez del ave maria) decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
  • Al finalizar los cinco misterios de la coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. (Tres veces).

Octavo día 01 Abril
Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mi. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi Justicia. Está en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrecelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y salvarías las deudas que tienen con mi justicia.
Jesús Misericordiosísimo, Tu mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí, yo que llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadisimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen limites. Amén.


Noveno día 02 Abril
Hoy, tráeme a las almas tibias y sumergelas en el abismo de mi Misericordia. Estas almas son las que mas dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la mas intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mi este cáliz, si es tu voluntad.
Para ellas, la ultima tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.
Jesús Misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh, Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque Tu lo puedes todo.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la Misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu Misericordia. Amén.

SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS

Capítulo 12
1 ¿Hay que seguir gloriándose? Aunque no esté bien, pasaré a las visiones y revelaciones del Señor.
2 Conozco a un discípulo de Cristo que hace catorce años –no sé si con el cuerpo o fuera de él, ¡Dios lo sabe!– fue arrebatado al tercer cielo.
3 Y sé que este hombre –no sé si con el cuerpo o fuera de él, ¡Dios lo sabe!–
4 fue arrebatado al paraíso, y oyó palabras inefables que el hombre es incapaz de repetir.
5 De ese hombre podría jactarme, pero en cuanto a mí, sólo me glorío de mis debilidades.
6 Si quisiera gloriarme, no sería un necio, porque diría la verdad; pero me abstengo de hacerlo, para que nadie se forme de mí una idea superior a lo que ve o me oye decir.
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me envanezca, tengo una espina clavada en mi carne, un ángel de Satanás que me hiere.
8 Tres veces pedí al Señor que me librara,
9 pero él me respondió: «Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad». Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo.
10 Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
11 Si me he convertido en necio, es porque ustedes me han obligado. Les correspondía a ustedes valorarme debidamente, ya que en nada soy inferior a esos «apóstoles por excelencia», aunque en realidad no soy nada.
12 Ustedes han comprobado en mí los rasgos que distinguen al verdadero apóstol: paciencia a toda prueba, signos, prodigios y milagros.
13 ¿Qué tienen de menos que las otras Iglesias, sino que no he sido una carga para ustedes? Perdónenme si los ofendo.
14 Ahora estoy dispuesto a visitarlos por tercera vez, y tampoco en esta oportunidad les seré gravoso, porque lo que yo busco no son sus bienes, sino a ustedes mismos: en efecto, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos.
15 En consecuencia, de buena gana entregaré lo que tengo y hasta me entregaré a mí mismo, para el bien de ustedes. Si yo los amo tanto, ¿no seré amado en la misma medida?
16 Algunos dirán que personalmente no les he sido gravoso, pero que procedí así por astucia, para atraerlos con engaños.
17 ¿Acaso obtuve de ustedes algún provecho por intermedio de mis enviados?
18 Le rogué a Tito que fuera, y envié con él al hermano que ustedes conocen. ¿Acaso Tito los ha explotado? ¿No hemos actuado con las mismas intenciones y de la misma manera?
19 Les parecerá que hace mucho que estamos tratando de justificarnos delante de ustedes. En realidad, hablamos en nombre de Cristo y en la presencia de Dios, y todo lo hacemos, hermanos, para edificación de ustedes.
20 Porque temo que a mi llegada no los encuentre como deseo, y que ustedes, a su vez, no me encuentren como quisieran. Quizá haya contiendas, envidias, animosidades, rivalidades, detracciones, murmuraciones, engreimientos, desórdenes.
21 Y temo también que en mi próxima visita Dios me humille a causa de ustedes, y tenga que lamentarme por muchos de aquellos que antes pecaron y no se arrepintieron de la impureza, de la fornicación y de los excesos que cometieron.

EXODO

Capítulo 29
La consagración de Aarón y de sus hijos
1 Esto es lo que harás para consagrarlos a fin de que ejerzan mi sacerdocio: toma un novillo y dos carneros sin defecto,
2 y prepara con harina de la mejor calidad panes ácimos, tortas sin levadura amasadas con aceite, y galletas sin levadura untadas con aceite.
3 Colocarás todo eso en una canasta y lo presentarás junto con los novillos y los dos carneros.
4 Después ordenarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la puerta de la Carpa del Encuentro y los lavarás con agua.
5 Tomarás luego las vestiduras y revestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y lo ceñirás con el cinturón del efod.
6 Le colocarás también el turbante sobre la cabeza y el signo de su consagración encima del turbante.
7 Tomarás después el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y lo ungirás con él.
8 En seguida ordenarás que se acerquen sus hijos; los vestirás con túnicas,
9 los ceñirás con un cinturón y les ajustarás las mitras. Así el sacerdocio les pertenecerá por un decreto irrevocable. De esta manera investirás a Aarón y a sus hijos.
Las ofrendas de la consagración
10 Acercarás el novillo hasta la Carpa del Encuentro. Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza,
11 y tú lo inmolarás delante del Señor, a la entrada de la Carpa del Encuentro.
12 Tomarás un poco de su sangre, untarás con tu dedo los cuernos del altar y derramarás todo el resto de la sangre sobre la base del mismo.
13 Recogerás luego la grasa que recubre las entrañas, la protuberancia del hígado, los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y los quemarás sobre el altar.
14 Pero la carne, el cuero y los excrementos, los quemarás fuera del campamento. Este es un sacrificio por el pecado.
15 Luego tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza.
16 Una vez que lo hayas inmolado, recogerás su sangre y harás una aspersión alrededor del altar.
17 Dividirás el animal en pedazos, lavarás sus entrañas y sus patas, y las colocarás sobre las partes restantes y sobre su cabeza.
18 Después dejarás que todo el carnero se queme sobre el altar. Este es un holocausto para el Señor, una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.
19 Tomarás luego el segundo carnero, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre su cabeza.
20 Una vez que lo hayas inmolado, recogerás un poco de su sangre y untarás con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho. Después harás una aspersión con esta sangre alrededor del altar.
21 Tomarás un poco de la sangre que está sobre el altar y un poco del óleo de la unción, y rociarás con ellos a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y también sus vestiduras. Así quedarán consagrados Aarón, sus hijos y las vestiduras de todos ellos.
La investidura de los sacerdotes
22 Luego tomarás la grasa de este carnero: la grasa de la cola, la que cubre las entrañas, la protuberancia del hígado, los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y también la pata derecha, porque se trata de carnero ofrecido para la investidura de los sacerdotes.
23 Recogerás además un pan redondo, una torta cocida en aceite y una galleta de la canasta de los panes ácimos que está delante del Señor;
24 depositarás todo esto en las manos de Aarón y de sus hijos, y realizarás el gesto de presentación delante del Señor.
25 Recogerás nuevamente todo esto y lo quemarás sobre el altar junto con el holocausto, como perfume agradable al Señor. Esta es una ofrenda que se quema para el Señor.
26 Tomarás también el pecho del carnero que se inmola para la investidura de Aarón y realizarás con él el gesto de presentación delante del Señor. Esta será tu parte.
27 Tú santificarás el pecho de la presentación y la pierna de la ofrenda, es decir, la parte presentada y ofrecida del carnero inmolado con motivo de la investidura de Aarón y de sus hijos.
28 Esta será la parte que Aarón y sus hijos recibirán de los israelitas, según un decreto irrevocable. Porque es una ofrenda que los israelitas deberán separar de sus sacrificios de comunión, como ofrenda reservada al Señor.
29 Las vestiduras sagradas de Aarón pasarán después a sus hijos, que las vestirán al recibir la unción y la investidura.
30 Y el hijo que lo suceda como sacerdote, cuando entre en la Carpa del Encuentro para el culto del Santuario, las vestirá durante siete días.
El banquete sagrado
31 Después tomarás el carnero ofrecido para la investidura y harás cocinar su carne en el recinto sagrado.
32 Aarón y sus hijos comerán la carne y el pan de la canasta, a la entrada de la Carpa del Encuentro.
33 Comerán aquello que sirvió para su expiación cuando fueron investidos y consagrados. Ningún extraño deberá comer con ellos, porque son cosas santas.
34 Si queda para el día siguiente algo de carne o de pan, deberás quemar ese resto. Nadie lo comerá, porque es una cosa santa.
35 Esto es lo que harás con Aarón y sus hijos, conforme a todo lo que yo te he ordenado. La ceremonia de su investidura durará siete días.
La consagración del altar de los holocaustos
36 Cada uno de esos días ofrecerás un novillo como sacrificio de expiación por el pecado; lo ofrecerás sobre el altar para expiar por él y lo ungirás para consagrarlo.
37 Durante siete días harás la expiación por el altar y lo consagrarás. Así el altar será algo santísimo, y todo aquello que lo toque quedará consagrado.
El holocausto cotidiano
38 Cada día ofrecerás sobre el altar dos corderos de un año, y esto en forma permanente.
39 Ofrecerás uno a la mañana y otro a la hora del crepúsculo.
40 Con el primer cordero ofrecerás también la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con un litro sesenta de aceite puro de oliva, y una libación consistente en un litro sesenta de vino.
41 El otro cordero lo ofrecerás a la hora del crepúsculo, con una oblación y una libación iguales a las de la mañana, como aroma agradable, como ofrenda que se quema para el Señor.
42 Este es un holocausto que se ofrecerá perpetuamente de generación en generación, en la presencia del Señor, a la entrada de la Carpa del encuentro. Porque es allí donde me encontraré contigo para hablarte.
43 Allí también me encontraré con los israelitas, y ese lugar será consagrado por mi gloria.
44 Yo consagraré la Carpa del Encuentro y el altar. También consagraré a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes.
45 Yo habitaré en medio de los israelitas y seré su Dios.
46 Entonces ellos sabrán que yo, el Señor, soy su Dios, el que los hice salir de Egipto para habitar en medio de ellos. Yo soy el Señor, su Dios.

AIN se une a la Misa funeral por cristianos asesinados en Yemen y Pakistán

Ayuda a la Iglesia Necesitada


31/03/2016 -

 

Convocada por Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, para el 5 de abril a las 20:00h en la Catedral de la Almudena
AIN.- La fundación de la Santa Sede Ayuda a la Iglesia Necesitada se une a la Misa funeral por los cristianos asesinados recientemente en Yemen y Pakistán que tendrá lugar el próximo martes 5 de abril a las 20:00h en la Catedral de la Almudena, convocada por Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid. 

De esta manera queremos tener presentes a casi un centenar de víctimas que han sido asesinadas en ambos países y a sus familiares, así como el resto de personas heridas. En el caso de Yemen, un ataque terrorista contra el convento de las Misioneras de la Caridad en Adén, el pasado 4 de marzo, tuvo como balance 16 asesinados, entre ellos 4 religiosas de la congregación. Lás víctimas de Lahore, en Pakistán, han sido un total de 72, entre ellas 29 niños, que sufrieron un ataque suicida con bomba en el parque Gisbat Iqhbal mientras los cristianos celebraban el Domingo de Resurrección el pasado 27 de marzo. 

Mons. Paul Hinder, Vicario Apostólico del Sur de Arabia, ha asegurado a AIN "rezamos por la conversión de los perseguidores y hacemos nuestra la oración de Jesús en la cruz: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Por su parte, el arzobispo de Lahore, Pakistán, Mons. Sebastian Francis Shaw ha afirmado a la fundación pontificia: "En esta deprimente y traumática situación seguimos predicando y consolando a nuestros fieles con las palabras de Jesús después de la Resurrección: “Que la paz esté con vosotros”

Ayuda a la Iglesia Necesitada tiene abierta una campaña de oración por las víctimas de Lahore (haz clik aquí) y ha apoyado a la Iglesia católica de Pakistán en diversos proyectos pastorales de formación de catequistas, seminaristas y religiosas, construcción de templos, vehículos para la misión, material catequético y apoyo a las víctimas del terrorismo yihadista con un total de 716.000 euros en el año 2015.

Obispos piden al gobierno de India continuar esfuerzos para encontrar y liberar al P. Tom

P. Tom Uzhunnalil / Foto: Infoans
P. Tom Uzhunnalil / Foto: Infoans
145
145
ROMA, 30 Mar. 16 / 01:32 pm (ACI).- La Conferencia Episcopal de la India envió una carta al gobierno de ese país para exhortarlo a continuar sus esfuerzos por localizar al P. Tom Uzhunnalil y lograr su pronta liberación de los terroristas musulmanes que lo secuestraron el 4 de marzo en Aden (Yemen) tras el ataque que perpetraron contra el convento de las Misioneras de la Caridad donde asesinaron a cuatro religiosas y doce ayudantes.
En su carta del 28 de marzo, los prelados se dirigieron al ministro de Relaciones Exteriores de la India, Sushma Swaraj, donde abordaron también los rumores difundidos en medios de comunicación y redes sociales sobre una supuesta crucifixión del P. Tom en Viernes Santo.
Los obispos señalaron que la circulación de estas “noticias espantosas”, tanto dentro como fuera del país, es algo que “nos molesta”, trae “agonía a los familiares” y suscita preocupación en todo el mundo.
En ese sentido, indicaron que será para “el mejor interés de nuestro país, intensificar los esfuerzos para verificar la veracidad de este alarmante rumor”.
El Episcopado recordó los anteriores esfuerzos del gobierno para lograr la liberación del ciudadano secuestrados por terroristas. En ese sentido, en su carta recordaron que apenas supieron del rapto del sacerdote salesiano se pusieron en contacto con las autoridades indias para solicitar “su intervención urgente para garantizar la seguridad el P. Tom”.
Desde entonces están en permanente contacto con el gobierno indio y agradecen los esfuerzos realizados. Sin embargo, a pesar de esto, aún no hay “una respuesta definitiva” sobre el paradero del sacerdote y de la motivación de los secuestradores.
“No deje de hacer lo posible por garantizar la seguridad y la pronta liberación del P. Tom de las manos de sus raptores”, exhortaron al ministro.
Asimismo, señalaron que el Vaticano también ha realizado esfuerzos diplomáticos para lograr la liberación del sacerdote.
Por su parte, el Secretario de la Inspectoría Salesiana en Bangalore (India), P. Mathew Valarkote, reiteró el llamado a detener los rumores sobre la vida del P. Tom.
En declaraciones difundidas por la Agencia de Informaciones Salesiana advirtió que la difusión de rumores infundados solo crea preocupación entre los hermanos y parientes del sacerdote.
Recordó que el Vicario Apostólico de Arabia del Sur, Mons. Paul Hinder, “que es nuestra primera fuente de información”, ha señalado que hay fuertes indicaciones de que el sacerdote sigue vivo “y no hay ninguna razón para creer lo contrario”.

Era un gran ejecutivo y ahora forma jóvenes en Venezuela: La historia de Alejandro Marius

Alejandro Marius y el Papa Francisco / Foto: Facebook
Alejandro Marius y el Papa Francisco / Foto: Facebook "Trabajo y Persona"
194
194
VATICANO, 30 Mar. 16 / 05:02 pm (ACI).- De tener un puesto de gran relevancia en una empresa multinacional, a ayudar a jóvenes y adolescentes en Venezuela. Es la historia de Alejandro Marius, de 44 años de edad, casado y con cuatro hijas, quien en 2007 comenzó a preguntarse “¿qué significa viajar tanto?”, dado que se ocupaba de importantes responsabilidades en América Latina.
“Empecé a pensar qué era ser marido, ser padre, ser ciudadano y amigo viajando tanto, en una realidad que cada vez era más complicada”, cuenta a ACI Prensa coincidiendo con una visita al Vaticano.
“Mi mujer me decía que cuando hacía algo relacionado con la caridad, con ayudar a los demás, los ojos me brillaban” y eso “fue un bonito signo”. Pero el cambio de vida también llegaría gracias a unas religiosas benedictinas de un monasterio. “Allí conocí la experiencia de San Benito de ‘Ora et labora’ (reza y trabaja) y me cautivó”.
Después, “con ellas reflexioné sobre educar a la gente para el trabajo”, y “al contrario de lo que sucede ahora en Venezuela, donde muchos profesionales se están yendo del país, yo renuncié a este cargo internacional para quedarme”.
Poco después creó Trabajo y Persona, una asociación civil sin ánimo de lucro y basada en el humanismo cristiano. “Hacemos proyectos sociales para educar para el trabajo a quien no ha tenido oportunidad, principalmente a jóvenes y mujeres”.
“Es muy difícil dar el paso de dejarlo todo para ayudar a los demás si uno no entiende lo que es la vocación. Si uno piensa que vale más la pena el proyecto que Dios tiene para ti que tu propio proyecto, es fácil”, expresa Marius.
Alejandro recuerda que “al dejar de percibir ese importante sueldo tuve que pensar durante un año cómo hacer para pagar las cosas básicas para vivir”.
El proyecto también ayuda a que los jóvenes “se conozcan a sí mismos y descubran la vocación a la que Dios los llama, qué tarea pueden desarrollar en la vida”.
“Hacemos alianzas con empresas, con universidades… nosotros les damos la capacitación necesaria para conseguir empleo y para emprender, porque a esto último casi nunca se les enseña”, explicó. Para ello, “hemos desarrollado el método ‘Emprender 360’ y ya hemos hecho muchas cosas gracias a acuerdos con diferentes empresas”.
“A nosotros se nos mete en la cabeza ciertos estándares de vida que están rodeados de una cantidad de cosas que no valen la pena”, asegura al ser preguntado sobre este método.
Durante estos años, Alejandro ha vivido múltiples experiencias que le han permitido ver precisamente la eficiencia de la preparación que ofrecen.
Por ejemplo, “el caso de una chica que tuvo la tentación de entrar en el mundo del contrabando y en cambio siguió el programa de ‘Emprendedores del Chocolate’ con nosotros porque decía que no podía regresar cada noche a su casa y mirar a su hijo a los ojos si se dedicaba a contrabandear”.
También está el caso “de otro chico que me pidió una oportunidad para estudiar mecánica porque había terminado la relación con su novia ya que la familia de ella lo presionaba diciéndole que él no era nadie en la vida puesto que no estudiaba ni trabajaba”. “Le dimos la oportunidad, volvió con su novia y ahora en diciembre vino a Caracas para pedir que sea el padrino de su boda, en un barrio muy pobre de la ciudad de Valencia”.
“No hay poder, no hay situación de opresión de la gente que pueda conquistar su corazón”, indica. Al contrario, esta “es una propuesta que parte del amor de Cristo que me abraza a mi primero y luego me permite llegar a otros, y que puede cambiar la historia”.
Alejandro cuenta que todos los que le piden ayuda saben que la asociación es católica, pero no rechazan a nadie. “Hay una propuesta que parte de mí y de mi encuentro con el Señor y eso se va contagiando poco a poco”.
Al hacer un balance de estos seis años, afirma: “he aprendido más que haciendo un MBA en Harvard porque he tenido que aprender finanzas, manejo de riesgos, manejo de personal… y lo más importante es que estoy muy contento”.
"Los jóvenes están muy desesperanzados”, comenta. “No ven un futuro claro, ven problemas por todos lados”, añade. “Pero cuando tú enseñas a trabajar a alguien, ahi cambia la perspectiva porque la gente se da cuenta de que a través del esfuerzo se puede mantener a la familia… es una esperanza”.
Durante su visita al Vaticano, Marius participó del Congreso InternacionalDeus Caritas Est, organizado por el Pontificio Consejo Cor Unum. Allí tuvo la ocasión de conversar brevemente con el Papa Francisco de hacerle un regalo: varias cajas de chocolates de la Colección Bombones de San Benito elaboradas por los jóvenes que se forman en su asociación.
“Después de presentarme habló él, me expresó una gran sensibilidad y preocupación por lo que está pasando en Venezuela y dijo que todos estamos en sus oraciones; pero lo más impactante fue su mirada. Es una presencia que cambia todo y no las ideas o proyectos que tenemos nosotros”, recuerda Marius con emoción.