VATICANO, 06 Abr. 16 / 11:57 am (
ACI).- Al término de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco tuvo un breve y emotivo encuentro en la Plaza de San Pedro con Lizzy Myers, una pequeña niña de cinco años cuyo deseo era conocer personalmente al Pontífice. La menor aún no sabe que se quedará ciega y sorda a causa de una rara enfermedad llamada Síndrome de Usher tipo B.
La pequeña Elizabeth llegó al Vaticano junto a sus padres y su hermana menor gracias a una cadena de solidaridad internacional, donde participaron también UNITALSI (Unión Nacional Italiana para el traslado de los enfermos a Lourdes y a los Santuarios internacionales), una empresa que ofreció alojamiento y Turkish Airlines, que la trasladó desde su natal Ohio (Estados Unidos), hasta la capital italiana.
En las imágenes se ve al Santo Padre acercarse al lugar dispuesto para los enfermos y personas con discapacidad en la Plaza de San Pedro hasta encontrarse con la niña, quien se levantó de su sitio para abrazar a Francisco. Ante la mirada emocionada de los padres, el Papa bendijo sus ojos, le acarició el rostro y le regaló un
rosario.
Christine, madre de la niña, dijo que sintió una gran paz y agradeció a todos los italianos que les demostraron un gran afecto.
Sobre cómo nació la idea de ver a Francisco, la mamá señaló que Lizzy “va a una escuela católica, mi
familia es católica por generaciones, así que ella ha crecido en la fe católica, y en su escuela hablan del Papa Francisco y que ha estado en Estados Unidos”.
“Entonces, cuando le dijimos que haríamos un viaje a Roma y que en Roma vive el Papa, ella dijo ‘vamos entonces a ver al Papa’”, indicó en conferencia de prensa.
Los padres señalaron que cuando se enteraron de la enfermedad de la niña, decidieron hacer una lista de cosas para ella antes de que perdiera el sentido de la vista y el oído, entre estas estaba el viaje a Italia.
Sin embargo, como relató Steve, nunca pensaron que podría hacerse realidad el encuentro con Francisco. En ese sentido, dijo que estuvo muy emocionado cuando vio a su hija recibiendo la bendición del Santo Padre. Ambos padres recordaron que el Pontífice dijo que rezará por ellos, y aseguraron que también orarán por él.
Además la niña le regaló a Francisco una caja con un pequeño trozo de meteorito hallado en su lugar de origen, algo que fue recibido con agrado por el Papa.
Los padres dijeron a la prensa que por el momento Lizzy no sabe que quedará ciega y sorda, y velan porque la niña de cinco años no tenga mucho contacto con las noticias. Mientras, indicaron, dejan que disfrute plenamente cada experiencia.
En un principio, este encuentro estaba previsto para el miércoles 30 de marzo, pero un retraso en el vuelo obligó a mover la fecha.
Por su parte, el presidente de UNITALSI en Roma, Emanuele Trancali, dijo que la primera cura para las familias con hijos enfermos es “no dejarlos solos”. En una nota enviada por esta organización indicó que “seguramente invitaremos a la familia Myers a Lourdes con ocasión de nuestra peregrinación de octubre para hacer juntos un camino de esperanza y fe”.
La semana pasada el Pontífice tuvo un encuentro privado con Ignazio Fucci, un tiene ocho años que sufre una enfermedad y que hace unas semanas escribió una carta al Papa para pedirle que rezara por él.
La respuesta de Francisco fue recibirlo junto a su familia en la Casa Santa Marta, donde les aseguró que Dios está siempre a su lado, aunque a veces parezca difícil verlo.
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