Gietrzwald se encuentra al norte de Polonia. En 1877, cuando el país estaba dividido entre Rusia, Prusia y Austria, la Virgen María se apareció allí a dos niñas, Justina Szafrynska y Barbara Samulowska entre el 27 de junio y 16 de septiembre.
Estas apariciones se continuaron diariamente en diferentes momentos. La Virgen les dijo en polaco: "Quiero que recen el rosario todos los días." El 1° de julio, ella dijo: "Yo soy la Virgen María Inmaculada."
Muchas personas se unieron a las dos niñas durante los meses siguientes. Ellas le preguntaron a la Virgen sobre los sacerdotes prisioneros, las personas desaparecidas y la libertad de Polonia. Otros pidieron que les curara de las enfermedades, especialmente del alcoholismo. La respuesta de la Virgen María fue siempre "recen y recen el rosario, los sacerdotes serán liberados, sanarán los enfermos, Polonia recuperará su independencia, gracias a sus oraciones."
Los polacos ganaron en Gietrzwald la sensación de reunificarse y de ser de nuevo una nación. El 11 de septiembre de 1977, cien años después de las apariciones, el obispo de la región declara la autenticidad de las apariciones con el acuerdo de la Santa Sede.
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