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miércoles, 31 de agosto de 2016

Lecturas del Jueves de la 22ª semana del Tiempo Ordinario


Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,18-23):

Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia.» Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos.» Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/.
 Del Señor es la tierra y cuanto la llena

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,1-11):

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad las redes para pescar.»
Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.» 
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a lo socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. 
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.» 
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres.» 
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor

Dictados de Jesús a Marga

El Reinado Eucarístico

19-XI-2015
Jesús:
Todo se maquina para empezar una guerra de difícil solución. Y cuando ya todo Occidente se vea inmiscuido y no se vea un final posible, surgirá un falso líder político pacífico, que devolverá la paz aparente al mundo. La política de los gobiernos está a merced de la masonería, el aparato logístico del NOM se ha puesto manos a la obra y está actuando. ¿Crees tú que sin tener claros sus objetivos?
El fin último es dejaros sin leyes, sin patria, sin Dios y sin justicia.

MENSAJES DE MARÍA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS

Abrirse a Dios



14-08-88 ##                                                                                                     1486

Hijos míos: Sentid el Amor de Dios, que grandemente quiere obrar en vosotros.
Abrid vuestro corazón al Señor, que acude en ayuda de sus hijos.
No lo ignoréis ya que El, es vuestra salvación.
Gloria al Altísimo.
Predícalo.

14-09-88 ##                                                                                                      1513

Hijos míos: Es el Amor de Dios, Socorro y Fortaleza para las almas; buscad amparo y fortaleceos en El.
¿Qué os impide entonces que lo hagáis? No cerréis vuestro corazón al Señor, dejad que entre con toda Su Misericordia.
Bajo la Cruz, me convertí en vuestra Madre y desde la Cruz, vengo reclamando el abandono de cada cruz.
El dolor redime y es testigo del Dolor mismo.
Ame cada uno su cruz y se unirá así, a Cristo Jesús.
Amén, amén.
Predícalo.

13-10-88 ##                                                                                                     1534

Hoy hace cinco años que la Santísima Virgen, me habla.
La veo y me dice: Gladys, Soy la Madre, que desde el primer día que te habló, no cesa de pronunciar palabras de confianza en Dios, de llamar a los hombres a la oración, a la conversión.
Son mensajes, que los hombres deben comprender que encierran, el Amor de la Madre del Cielo, por sus hijos; mensajes, que deben ser recibidos con humildad, pero también con apertura de corazón.
Deben saber mis hijos, que los llamo a la Consagración, porque siendo Consagrados a Mi Corazón, pertenecen a la Madre y al Hijo.
Mi Luz, quitará toda oscuridad y ayudará a mis hijos, a caminar el Camino que el Señor, ha establecido.
Bendito sea Dios.


DEBEMOS REZAR TODOS LOS DIAS LAS SIGUIENTES ORACIONES Y AYUNAR MIÉRCOLES Y VIERNES (LOS QUE NO ESTÉN ENFERMOS). HAGAMOSLO HERMANOS EN CRISTO, ESTAMOS EN LOS TIEMPOS FINALES. TOMEMOSLO EN SERIO.

ORACIONES QUE SALVAN MUCHAS ALMAS DE ESTE MUNDO Y SACAN DEL PURGATORIO. 


 


1.-PRIMERA ORACIÓN

Oración que salva miles de almas
En el nombre del Padre...,Señor mío Jesucristo...

¡Oh Jesús! yo os pido humildemente me concedáis
la gracia de salvar un alma por cada latido
de mi corazón, unido a los latidos del vuestro
y a los del Corazón Inmaculado de vuestra
Santísima Madre. Os lo suplico por vuestra
Preciosa Sangre y vuestra Divina Misericordia,
salva las almas, sálvalas Señor.

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Extraordinaria promesa de Cristo

“Si me piden salvar un alma por cada latido de su corazón, se lo concederé a quien
me lo pida” (Mensaje del Señor a los Siervos del Divino Amor, año 1976).

Nota explicativa: Esta Oración es válida sólo durante 24 horas ( por esto hay que rezarla todos los días), y se refiere a la salvación de almas que aún viven. No es aplicable, por tanto a las almas del Purgatorio. (Con licencia eclesiástica) 

2.-SEGUNDA ORACION 

MENSAJE DE AMOR QUE LE COMUNICO EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


La fórmula de este Acto es: "Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas" 

Esta oración comprende todo:

Las almas del Purgatorio, las de la Iglesia militante, las almas inocentes, los pecadores, los moribundos, lospaganos, todas las almas. Con ella podemos pedir la conversión de los pecadores, la unión de las Iglesias, por la santificación de los sacerdotes, por las vocaciones del estado sacerdotal y religioso. En un acto subido de amor a Dios y a la Santísima Virgen María y puede decidir la salvación de un moribundo, reparar por mil blasfemias, como ha dicho Jesús a Sor Consolata, etc., etc.

"¿Quieres hacer penitencia? ¡Ámame!", dijo Nuestro Señor a Sor Consolata. A propósito, recordemos las palabras de Jesucristo al Fariseo Simón sobre Magdalena penitente: "Le son perdonados muchos pecados, porque ha amado mucho". 


3.- TERCERA ORACIÓN

Oremos por las Almas del purgatorio. Es una obra de Caridad y Misericordia.


"Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima Sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio.

4. CUARTA ORACIÓN





EVANGELIO SEGUN SAN LUCAS


Capítulo 7
1 Cuando Jesús terminó de decir todas estas cosas al pueblo, entró en Cafarnaúm.
2 Había allí un centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que estimaba mucho.
3 Como había oído hablar de Jesús, envió a unos ancianos judíos para rogarle que viniera a curar a su servidor.
4 Cuando estuvieron cerca de Jesús, le suplicaron con insistencia, diciéndole: «El merece que le hagas este favor,
5 porque ama a nuestra nación y nos ha construido la sinagoga».
6 Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa;
7 por eso no me consideré digno de ir a verte personalmente. Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.
8 Porque yo –que no soy más que un oficial subalterno, pero tengo soldados a mis órdenes– cuando digo a uno: "Ve", él va; y a otro: "Ven", él viene; y cuando digo a mi sirviente: "¡Tienes que hacer esto!", él lo hace».
9 Al oír estas palabras, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguí, dijo: «Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe».
10 Cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron al sirviente completamente sano.
11 En seguida, Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud.
12 Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba.
13 Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: «No llores».
14 Después se acercó y tocó el féretro. Los que los llevaban se detuvieron y Jesús dijo: «Joven, yo te lo ordeno, levántate».
15 El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.
16 Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo».
17 El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.
18 Juan fue informado de todo esto por sus discípulos y, llamando a dos de ellos,
19 los envió a decir al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?».
20 Cuando se presentaron ante él, le dijeron: «Juan el Bautista nos envía a preguntarte: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?"».
21 En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos.
22 Entonces respondió a los enviados: «Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
23 ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de escándalo!».
24 Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
25 ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes.
26 ¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.
27 El es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
28 Les aseguro que no hay ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él.
29 Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan.
30 Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de dios para con ellos.
31 «¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen?
32 Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos:"¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!".
33 Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!".
34 Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!".
35 Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos».
36 Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa.
37 Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume.
38 Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume.
39 Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!»
40 Pero Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». «Di, Maestro!, respondió él.
41 «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta.
42 Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos amará más?».
43 Simón contestó: «Pienso que aquel a quien perdonó más». Jesús le dijo: «Has juzgado bien».
44 Y volviéndose hacia la mujer, dijo de Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos.
45 Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies.
46 Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies.
47 Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor».
48 Después dijo a la mujer: «Tus pecados te son perdonados».
49 Los invitados pensaron: «¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?».
50 Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz».

JUECES

Capítulo 17
El santuario y el ídolo de Micá
1 Había un hombre de la montaña de Efraím, llamado Miqueas.
2 El dijo a su madre: «Esos mil cien siclos de plata que te quitaron, y por los que te oí proferir una imprecación, están en mi poder; yo te los quité, pero ahora te los devuelvo». Su madre exclamó: «¡Que el Señor te bendiga, hijo mío».
3 El le devolvió los mil cien siclos de plata, y su madre dijo: «Yo había consagrado solemnemente esa plata al Señor, en favor de mi hijo, para hacer una estatua revestida de metal fundido».
4 Así, cuando él devolvió la plata a su madre, ella tomó doscientos siclos de plata y se los entregó al orfebre. Este hizo una estatua revestida de metal fundido, y la pusieron en la casa de Miqueas.
5 Y como este hombre tenía un lugar de culto, se hizo un efod y unos ídolos familiares, e invistió a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote.
6 En aquel tiempo no había rey en Israel, y cada uno hacía lo que le parecía bien.
El levita de Belén, sacerdote de Micá
7 Había un hombre joven de Belén de Judá, del clan de Judá, que era levita y residía allí como forastero.
8 Este hombre había dejado la ciudad de Belén de Judá, tratando de encontrar un sitio donde residir. Llegó a la montaña de Judá y, mientras iba de camino, dio con la casa de Micá.
9 Este le preguntó: «¿De dónde vienes?». «Soy un levita de Belén de Judá, le respondió él, y estoy tratando de encontrar un sitio donde residir».
10 Entonces Micá le dijo: «Quédate conmigo, y serás para mí un padre y un sacerdote. Yo te daré diez siclos de plata al año, además de la ropa y la comida». Ante su insistencia,
11 el levita accedió a quedarse con aquel hombre, y el joven fue para él como uno de sus hijos.
12 Micá invistió al levita, y así el joven se convirtió en su sacerdote y se quedó en casa de Micá.
13 Entonces Micá exclamó: «¡Ahora sé que el Señor me hará prosperar, porque tengo a este levita como sacerdote!».

Nuevo estudio en Sexualidad y Género contrarresta la política global LGBTI

«THE NEW ATLANTIS PUBLICA» UNA REVISIÓN DE 200 ARTÍCULOS CIENTÍFICOS


La revista The New Atlantis ha publicado una revisión de más de 200 artículos científicos sobre la salud de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. En síntesis, no encuentra apoyo científico a la noción generalizada de que las personas que experimentan atracción por el mismo sexo y disforia de género simplemente «nacen así», afirmación que se utiliza en la promoción global de la agenda LGBTI.
31/08/16 11:12 AM | Imprimir | Enviar
(TheNewAtlantis / C-FamUna revisión de más de 200 artículos científicos sobre la salud de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) socava supuestos comunes que se utilizan en el esfuerzo por crear leyes y políticas internacionales LGBT.
El informe especial sale a la luz en un momento en que los defensores LGBT están haciendo incursiones en las Naciones Unidas. Publicado en la revista The New Atlantis, no encuentra ningún apoyo científico a la noción generalizada de que las personas que experimentan atracción por el mismo sexo y la disforia de género simplemente «nacen así».
«Algunas de las posturas más ampliamente sostenidas acerca de la orientación sexual, tales como la hipótesis de que ‘nacen de esa manera’, simplemente no son admitidas por la ciencia», escriben los autores del informe Lawrence S. Mayer y Paul R. McHugh de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. McHugh fue durante veinticinco años, el jefe de psiquiatría en dicho hospital.
El informe también echa por tierra la creencia popular de que la identidad de género es una «propiedad innata, fija de los seres humanos, que es independiente del sexo biológico». Esa suposición se encuentra en el corazón de los intentos de establecer la orientación sexual y la identidad de género como categorías de no discriminación en la ley internacional.
Recientemente, con un margen estrecho y muchas divisiones, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una resolución para comenzar a incluir las nociones de orientación sexual e identidad de género como cuestiones de derechos humanos en el sistema de la ONU.
En los últimos tres años la Secretaría y organismos de la ONU han abrazado la opinión popular en los países desarrollados que los individuos «nacen de esa manera», y que estas características tienen una base biológica, innata y fija en los seres humanos, con un enfoque especial en los niños.
El Fondo para la Infancia de la ONU, UNICEF, entre otros, ha recomendado la reducción de la edad de consentimiento de los menores a los actos homosexuales y la eliminación de las sanciones penales a tales actos, y la Organización Mundial de la Salud está ahora tratando de cambiar «trans género» como un estado psicológico conocido como «disforia de género», y que requiere atención psicológica, a una médica, que requiere cirugía y tratamiento hormonal en su lugar.

El informe de Mayer y McHugh cuestiona recomendaciones de organismos de la ONU

Las personas afectadas por la atracción del mismo sexo y la disforia de género «muestran mayores tasas de depresión, ansiedad, abuso de sustancias y el suicidio en comparación con la población general», según el informe. El estrés social y el estigma asociado a la homosexualidad y la transexualidad no son capacer por sí mismos de dar razón de tanta disparidad según los autores. Los autores llegan a la conclusión de que es necesario seguir investigando.
Si bien no se puede encontrar una relación de causalidad entre el abuso sexual y la no heterosexualidad, los autores destacan cómo los documentos de publicaciones científicas documentan que «las personas no heterosexuales son de dos a tres veces más probables de haber sido objeto de abuso sexual en la infancia».
Los autores concluyen que a la luz de los resultados negativos de salud relacionados con la atracción hacia el mismo sexo y la disforia de género y su origen incierto, «podemos tener algunas razones para dudar de la suposición común de que con el fin de vivir una vida feliz y floreciente de alguna manera hay que descubrir este hecho innato acerca de nosotros mismos –que llamamos sexualidad u orientación sexual– , e invariablemente se debe expresar a través de determinados patrones de comportamiento sexual o una trayectoria particular de la vida».
Sugieren que los profesionales de la salud y la sociedad en general «consideren qué tipo de comportamientos, ya sea en el ámbito sexual o en cualquier otro, tienden a ser propicios para la salud y el florecimiento, y qué tipos de comportamientos tienden a debilitar una vida sana y floreciente».

TEXTO COMPLETO: Catequesis del Papa Francisco sobre la dignidad de las personas

El Papa Francisco en la Audiencia General de hoy / Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)
El Papa Francisco en la Audiencia General de hoy / Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)
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VATICANO, 31 Ago. 16 / 06:42 am (ACI).- En la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco dirigió hoy la Audiencia General, la cual dedicó al pasaje del Evangelio donde la mujer consigue tocar el manto de Jesús mientras este pasa en medio de la multitud.
A continuación el texto completo, gracias a Radio Vaticano:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio que hemos escuchado nos presenta una figura que sobresale por su fe y su coraje. Se trata de la mujer a la que Jesús curó de sus pérdidas de sangre (Cfr. Mt 9,20-22). Pasando en medio de la muchedumbre, se acerca por detrás de Jesús para tocar el borde de su manto. Pensaba: “Con sólo tocar su manto, quedaré curada”  (v. 21). ¡Cuánta fe, eh! ¡Cuánta fe tenía esta mujer! Razonaba así porque estaba animada por tanta fe, tanta esperanza y, con un toque de astucia, realiza cuanto lleva en su corazón. El deseo de ser salvada por Jesús es tan grande que la hace ir más allá de las prescripciones establecidas por la ley de Moisés.
En efecto, esta pobre mujer desde hacía tantos años no sólo estaba sencillamente enferma, sino que era considerada impura porque padecía de hemorragias (Cfr. Lv 15, 19-30). Por esta razón estaba excluida de las liturgias, de la vida conyugal, de las relaciones normales con el prójimo. El evangelista Marcos añade que había consultado a muchos médicos, agotando sus medios para pagarlos y soportando tratamientos dolorosos, pero sólo había empeorado. Era una mujer descartada por la sociedad. Es importante considerar esta condición – de descartada – para entender su estado de ánimo: ella siente que Jesús puede liberarla de la enfermedad y del estado de marginación y de indignidad en el que se encuentra desde hace años. En una palabra: sabe, siente que Jesús puede salvarla.
Este caso nos hace reflexionar acerca de cómo la mujer muchas veces es percibida y representada. A todos se nos pone en guardia, también a las comunidades cristianas, contra consideraciones de la feminidad aminoradas por prejuicios y recelos ultrajantes de su intangible dignidad. En este sentido son precisamente los Evangelios los que  restablecen la verdad y reconducen a un punto de vista liberatorio.
Jesús ha admirado la fe de esta mujer a la que todos evitaban y ha transformado su esperanza en salvación. No conocemos su nombre, pero las pocas líneas con las que los Evangelios describen su encuentro con Jesús trazan un itinerario de fe capaz de restablecer la verdad y la grandeza de la dignidad de toda persona. En el encuentro con Cristo se abre para todos, hombres y mujeres de todo lugar y de todo tiempo, el camino de la liberación y de la salvación.
El Evangelio de Mateo dice que cuando la mujer tocó el manto de Jesús, Él “se dio vuelta”, la vio (v. 22), y le dirigió la palabra. Como decíamos, a causa de su estado de exclusión, la mujer ha actuado a escondidas, detrás de Jesús – tenía un poco de temor – para no ser vista, porque era una descartada. En cambio, Jesús la ve y su mirada no es de reproche, no dice: “¡Vete de aquí, tú eres una descartada!”, como si dijera: “¡Tú eres una leprosa, vete!”, ¿no? No reprocha. Sino que la mirada de Jesús es de misericordia y ternura. Él sabe lo que ha sucedido y busca el encuentro personal con ella, lo que, en el fondo, ella misma anhelaba. Esto significa que Jesús no sólo la acoge, sino que la considera digna de ese encuentro hasta el punto que le dona su palabra y su atención.
En la parte central del relato el término salvación se repite tres veces. “Con sólo tocar su manto, quedaré curada. Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: ‘Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado’” (vv. 21-22). Este “ten confianza, hija” – “confianza hija”, dice Jesús – expresa toda la misericordia de Dios por aquella persona, y por toda persona descartada. Pero cuántas veces nos sentimos interiormente descartados por nuestros pecados, hemos hecho tantas, hemos hecho tantas… Y el Señor nos dice: “¡Confianza! ¡Ven! Para mí tú no eres un descartado, una descartada. Confianza, hija. Tú eres un hijo, una hija”. Y éste es el momento de la gracia, es el momento del perdón, es el momento de la inclusión en la vida de Jesús, en la vida de la Iglesia. Es el momento de la misericordia. Hoy, a todos nosotros, pecadores, que somos grandes pecadores o pocos [pequeños] pecadores, pero todos lo somos, ¡eh!,  a todos [nosotros] el Señor nos dice: “¡Confianza, ven! Ya no eres descartado, no eres descartada: yo te perdono, yo de abrazo”.
Así es la misericordia de Dios. Debemos tener coraje e ir hacia Él; pedir perdón por nuestros pecados e ir adelante. Con coraje, como hizo esta mujer.  Después, la “salvación” adquiere múltiples rasgos: ante todo devuelve la salud a la mujer; después la libera de las discriminaciones sociales y religiosas; además, realiza la esperanza que ella llevaba en su corazón anulando sus temores y su desaliento; y, en fin, la devuelve a la comunidad liberándola de la necesidad de actuar a escondidas. Y esto último es importante: un descartado siempre hace algo a escondidas [alguna vez] o toda la vida: pensemos en los leprosos de aquellos tiempos, en los sin techo de hoy… pensemos en los pecadores, ¡eh!, en nosotros pecadores: siempre hacemos algo a escondidas, como … tenemos necesidad de hacer algo a escondidas y nos avergonzamos por lo que somos. Y Él nos libera de esto, Jesús nos libera y hace que nos pongamos de pie: “Levántate, ven. De pie”. Como Dios nos ha creado: Dios nos ha creado de pie, no humillados. De pie. La salvación que Jesús da es total, reintegra a la vida de la mujer en la esfera del amor de Dios y, al mismo tiempo, la restablece en su plena dignidad.
En suma, no es el manto que la mujer ha tocado el que le da la salvación, sino la palabra de Jesús, acogida en la fe, capaz de consolarla, curarla y restablecerla en la relación con Dios y con su pueblo. Jesús es la única fuente de bendición de la que brota la salvación para todos los hombres, y la fe es la disposición fundamental para acogerla.
Jesús, una vez más, con su comportamiento lleno de misericordia, indica a la Iglesia el itinerario que debe realizar para salir al encuentro de cada persona, para que cada uno pueda ser curado en el cuerpo y en el espíritu, y recuperar la dignidad de hijos de Dios. Gracias.
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