17-01-09
(Estaba en un Retiro, con el Santísimo Expuesto)
Virgen: Hija mía: perdona que permitiera esto. (Una tentación muy fuerte. Me encuentro mal, pues he abortado el niño que esperaba, con un aborto natural) Pero es necesario probarte. Probarte en tu virtud. Para hacerte cada vez más semejante al Cristo. El aborto es por causas naturales. Tranquila. Sí podrás tener más. Esto te hará ser más delicada y sensible con todos. Te prepara el alma para el Encuentro futuro con Dios. Piensa en las mamás de otros países, países de guerras, “de misión”, cómo viven esto que vives tú ahora. En medio de los ataques, carestías, inclemencias del tiempo… Madres de familias numerosas que me entregan sus hijos, que no han podido tener, por amor. Y en medio de enfermedades o incomodidades mayores que las tuyas. Y esas madres siguen con su vida normal. ¡Escucha cantar! (Cantan en el Retiro: “Viva Cristo Rey”) Así que: ¡Viva Cristo Rey! Te quiero Capitana de la Tropa en todos los momentos. Porque en los buenos momentos es fácil relativamente. Es en estos malos momentos cuando te quiero también Capitana de la Tropa. Gracias por apuntar aun en estos momentos.
19-01-09
Virgen: Mañana: Yo estaré contigo. (En el médico) Cuando los sufrimientos se acrecienten: Yo estaré contigo. Y dame la mano. Dame la mano a Mí. Sufre esto con amor y con dignidad. Sonríe, puesto que no hay para una madre anhelo mayor que el que sus hijos estén en el cielo, y éste está ya conmigo.
Te decía antes que hoy en día hay muchos niños como los tuyos que vienen a Mí en existencias tan tempranas, abortados voluntariamente. El Cielo está lleno de ellos. ¿Recuerdas esas almitas que subían a Mí en una de tus visiones? Son todos ellos. Imposibilitados a la existencia por sus propios padres. Sí, tantas realidades que debéis conocer. Y dime, ¿cómo hablar tú un día de ellas si tú no lo has vivido antes?
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