09-02-2000
Jesús: ¡Resto de Israel!, ¡venid a Mí! Mirad que solos, sin Mí, no podéis hacer nada.196 Mirad que vienen días en los que el temporal arreciará más, y será tan fuerte como un ciclón. ¿Qué será de los afianzados sobre tierra? Caerán en el primer embate. ¿Qué de los afianzados sobre Roca? Resistirán, recios en la fe, poderosos en su Baluarte, porque su Baluarte es Cristo. Mirad que Yo os he advertido. Aun así muchos sucumbirán. Yo Soy la Gracia, la Vida de Dios, la Vida Verdadera y el Verdadero Amor a los hombres, a todos y cada uno, y Yo me abajo a su altura, para que vean a Dios Cercano, que todo un Dios se preocupa, se ocupa y está al tanto del más pequeño movimiento hecho por la más débil y la última de sus criaturas. Vete ahora en paz. Y ten para Mí suaves recuerdos durante el día, que me llegarán como ondas del mar hacia este pequeño Tabernáculo, olvidado y despreciado de los hombres. Aquí Varón de Dolores, apartado y echado de lado por todos, y aquí en el Templo, arrinconado, olvidado, despreciado. Al menos tú, niña de mis dones, al menos tú, acuérdate de Mí.
23-02-2000
Que sepan que todos han sido invitados a mis Moradas íntimas, esto es, la Cámara Nupcial del Rey de los Reyes, esto es, mi Sagrado Corazón. Yo, desde hoy, les invito a penetrar, ¡a todos!, en mis Secretos Profundos por la Puerta Abierta de mi Herida. Que pasen. Que gusten. Que se embriaguen de mi Perfume. Que coman mis Manjares y que sacien su sed de Mí. Todo cobrará un sentido nuevo, un sentido verdadero. Después de hacer esto, ¿quién podrá decir que se siente incapaz? Yo os digo: nadie, nadie es incapaz porque es mi Voluntad daros a todos el poder de hacerlo. No es una manera de hablar, es realidad palpable. Haced la prueba. Os dejo ahora, esperándoos ansioso y anhelante. ¿Cuántos de los míos vendréis? Venid sin temor a Mí ...Os espero, os Amo ...Yo Soy vuestro Camino, vuestra Felicidad eterna y el que colma todos los anhelos de vuestra pequeña alma. ¡Venid a Mí! Aquí estoy ...Yo os espero ...sí ...venid ...venid... 198
196 Cfr. Jn 15,5.
197 Cfr. Sal 63,2.
198 Jesús estaba sentado en su Trono, majestuoso, con los Brazos abiertos, de blanco y el Pecho rojo, los brazos no muy extendidos sino como el sacerdote. Al terminar de hablar, sus Brazos se abrieron más e hizo ademán de dar un abrazo estrechándonos contra su Pecho .
21-04-2000
Jesús: Poderoso Ejército de lucha contra el Malo, poderoso y temible Ejército: el Demonio os tienta, pero el Demonio os teme. Procura por todos los medios que no descubráis vuestro poder, ¡oh, cómo os odia! Si descubrís que vuestro poder está en mi Corazón, el Demonio huirá con el rabo entre las piernas. Porque poderoso y fuerte es el hombre que confía y teme al Señor. Poderoso y fuerte, firme en su Roca, recio en su Baluarte, que es Cristo. El poder del imperio del mal no puede nada contra él.
02-05-2000
Jesús: Avanzad por el camino estrecho, la senda angosta.199 Se endurece el camino a medida en que avanzáis. No reduzcáis por eso vuestra marcha. Seguid, seguid valerosos. Que el ardor del guerrero sea vuestro impulso. Aun en estos momentos duros, recibiréis la Luz del Espíritu para seguir avanzando. No temáis. Aunque débiles, Yo os he hecho fuertes, fuertes en mi Amor, en mi Corazón, poderosos en vuestro Baluarte, que es Cristo.
Mirad cómo Yo multiplico las manifestaciones de mi Espíritu de Vida, mi Espíritu de Amor. Cómo sigo actuando, y cada vez más fuerte, porque cada vez es mayor la apostasía y el pecado de mi pueblo y vuestro pueblo. Por eso, de entre todos, Yo suscito a profetas, últimos profetas de salvación, porque es necesario que mi Voz se siga oyendo en medio de este mar de podredumbre, de hedor y oscuridad. Mi Voz resplandece y se oye nueva, luminosa. Y es mi deseo que los míos me reconozcan, que oigan mi Voz en vosotros, débiles instrumentos.
Porque de entre todos, Yo os escogí para que vayáis y deis fruto abundante. Que la cosecha sea espléndida, generosa, sólo y únicamente por la acción del Gran Espíritu Santo Creador, Vivificador, Santificador.200 Si todo el mundo me amara, acabaría mi Calvario. Señor, ¿qué podemos hacer? Haced que todos me amen. Dad gratis lo que recibisteis gratis.201
199 Cfr. Mt 7,13s
200 Noto que a Jesús le cuesta hablar. Está cansado, apenado por las ingratitudes
201 Cfr. Mt 10,8.
03-05-2000
Jesús: Tú me consuelas hija mía. Aunque sólo permanezcas ahí. Aunque estés muda y callada, con tu presencia me honras. Con tu mirada me amas. Con tu esfuerzo me das Gloria. Yo valoro todo esto mucho más de lo que tú puedas imaginar. Que lo sepan las almas todas: cada vez que venís a Mí cansadas, fatigadas, agobiadas, pero confiadas, curáis mis Heridas de ingratitud, las que vosotras me hicisteis, y las que otros me hicieron. Porque no os buscáis, sino que venís a buscarme. El Dios del Consuelo, el Dios que necesita de vuestro consuelo. Venciéndoos a vosotras mismas, ganáis la batalla, y el enemigo sale nuevamente perdedor en el campo de vuestra alma. Y mi Gloria aumenta por este acto heroico de vencimiento.
Y mi Corazón ensancha sus entrañas al mirar y veros allí, reverenciándome ante mi Altar, con las fuerzas humanas flaqueando, pero con las divinas venciendo. Venciendo y consolando, consolando así al Amor de tantas y tantas ingratitudes, olvidos y abandonos de las almas que pensaron: “primero yo”, y olvidaron que Yo Soy su Dios, al que deben dar las primicias de todo, de su vida, al que deben dar su amor, su alabanza, su tiempo, sus obras. Así, en cada pequeño acto de vencimiento propio, Yo venzo. Multiplicad los actos de amor, los actos de vencimiento, y reverenciad así a vuestro Dios y Señor. Amén. Yo os Amo, consoladoras del Sagrario, consoladoras de mi Sagrado Corazón. ¡Díselo! Que se alegren en Mí por tu medio.
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