26-06-09
Jesús: De mi Eucaristía brotan Sangre y Agua. Brotan ríos de agua viva. “Os daré un Corazón de Carne e infundiré en vosotros un Espíritu Nuevo. De todas vuestras inmundicias, Yo os he de purificar. Arrancaré de vuestro pecho el corazón de piedra y os daré un Corazón de Carne”.121 Mi Espíritu también brota de mi Eucaristía. De mi Sacrificio Perpetuo. Con el Sacrificio Eucarístico inauguré mi Iglesia. Con Sor Faustina inauguré un periodo de Gracias muy especiales para la Iglesia: el periodo de mi Misericordia. Donde Yo llamaba a todos los hombres a Mí a través de Gracias especialísimas. A través de la Devoción a mi Misericordia. Que no es lo mismo que Devoción al Corazón de Jesús: La Devoción a mi Misericordia es una parte, un apartado, un aspecto de la Devoción al Corazón de Jesús. Contigo y con vosotros, lo que inauguro es el periodo de los Castigos. Vosotros, los profetas, prevenís para la llegada de los Castigos para la humanidad. Porque no se ha querido acercar a Mí. ¿Son los Castigos mi Misericordia?
Sí. Los Castigos son parte de mi Misericordia hacia los hombres. Que no es Misericordia sólo los dones. También por medio de los Castigos os alcanzo mi Misericordia y el perdón de Dios. Contigo, hija, lo que hago es preparar para el Reinado Eucarístico. Hasta que la tierra no sea aseada de vergüenzas, Yo no podré venir a Reinar entre vosotros. Para eso es para lo que tú les preparas. Preparaos para el Reino Nuevo. Donde nada será como antes. Vuestra vida conmigo no tendrá ni comparación. Mi Reinado Eucarístico sobre el mundo es mi Misericordia. Porque Yo he querido venir a habitar entre vosotros. Y vosotros me tenéis que dar el Verdadero Culto. La Verdadera Devoción a mi Corazón es el Reinado Eucarístico de Cristo sobre la tierra. Donde los hombres me ofrecerán el Verdadero Sacrificio y me darán los verdaderos cultos de Adoración, de Propiciación, de Entrega victimal, de Acción de Gracias y de Redención. Oh, Marga… que poco crees en éstas mis palabras porque te parecen que no las mereces tú: Confía en Mí, que Yo lo haré.
Y si Yo he querido escogerte, piensa que sé qué me hago, pues Soy Dios. Piensa que Yo Soy Dios y puedo hacer todo aquello que quiero. Y puedo someter a los hombres y puedo parar los pies de los que contra ti luchan y puedo abrirte las sendas. Yo puedo todo, pues Soy Dios. Sí, Marga: cree en Mí. Cree en Mí, tu Dios. Y sal de mi Presencia, día a día, renovada. Y transfigurada en tu rostro para que todos vean en ti mi Presencia.
Y piensa: “¿Qué hay que no pueda Dios? Dios lo puede todo, pues es Dios”. Ahora, hija, has de irte a tu casa. Te bendigo. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
121 Cfr. Ez 26,26
No hay comentarios:
Publicar un comentario