03-05-09
Jesús: Ven, amada mía, déjame que te ame. Aún no conoces cuánto te amo. ¿Por qué no creer en este mi Amor Inmenso? ¿Por qué no creer que éste se dirige a ti? ¿Y por qué no pensar que tú eres muy importante para Mí? Es que veo mi pobreza. ¡Pero hablamos de mi Riqueza, que no tiene nada que ver con tu pobreza! Es más: cuanto eres más pobre, más me manifiesto a ti en mi Riqueza.
¿Qué tiene que ver tu pobre amor con el Mío? Nada, salvo la necesidad de unirse. Nada, salvo que es objeto de mis Misericordias. ¡Ah, si me comprendierais! ¡Si me comprendierais realmente! Yo, Marga, quiero manifestároslo, quiero manifestártelo a ti para que tú me lleves a otros. Abre tu corazón. Ábreme las puertas de tu corazón. Mira que estoy a la puerta y llamo.98 Abre y déjame pasar. Déjame pasar a tu viña, donde Yo recogeré los frutos. Yo mismo seré el Viñador. Estate siempre tan unida a Mí así. ¡Oh, Marga! profeta del Amor de Dios. ¡Llévame al mundo! ¡Abre tu cerca y deja que los rebaños pasen a pastar! Están los campos en su verdor y esplendor y es el tiempo de la siega. El tiempo está a punto de llegar. Todo será muy distinto a ahora mismo. Será la Gran Tribulación99 y nada será parecido a lo actual. Sí, vosotros también tendréis una vida interior más rica y más purificada, porque de todas vuestras inmundicias, Yo os purificaré. Os rociaré con un Agua Limpia. Os enviaré mi Espíritu a raudales100, a manos llenas; pero antes, os habré purificado de todo pecado. Sufriréis, pero eso os acercará a Mí. Os amaréis cada vez más. Y os entregaréis a los demás, porque antes os habréis entregado realmente a Mí. En el camino algunos se quedarán. Que no os importe, aunque seáis pocos: seréis la semilla de los que vendrán.
Porque Yo no voy a consentir que mi Obra se malogre ni que no salga de mis Manos en toda su pureza. No consentiré que os desviéis. Os prometo mi Personal atención. Te digo: todo lo a ti predicho está a punto de cumplirse. Se cumplirá. Publica ahora ese Libro, como prioridad absoluta en tus asuntos. Como Voluntad prioritaria de Dios en ti. Corre mucha prisa. En cuanto se publique, empezarán los acontecimientos predichos en España y en vosotros. ¿No reconoces en ti la figura de otros videntes? Siempre elijo lo mismo, porque Yo Soy el mismo y mantengo los mismos gustos. No soy variable y elijo al mensajero con las características que tú tienes: pobreza, sencillez, mansedumbre y grandeza de corazón. Ahora, entre los hombres, debes ser pequeña, pequeña, muy pequeña. Para que se vea mi Obra en ti. Para que se vea mi Mano. Los que la estudiáis, ¿no veis mi mano en ella? Los que la estudiáis: Observad y vedme. Ved mi acción, mi Gran acción en esta poquedad. Eternamente agradecerás mi elección. Te pasarás la eternidad agradeciendo mi elección. ¡Oh!, bendecirás todos aquellos momentos en los que Yo te mandé mi Cruz.
98 Cfr. Ap 3,20.
99 Cfr. Mt 24,21; Ap 7,14; Dn 12,1.
100 Cfr. Ez 36,25-27.
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