26-07-2001
Virgen: Tenéis razón de temblar si no estáis en Mí. No temas, no temáis si estáis en Mí. Os amenazan graves peligros, pero conmigo todo es nada. Lo que es estar sin Mí, lo podéis ver: observad a vuestro alrededor. Y lo iréis observando poco a poco, cada vez más. Los hombres enloquecen, enloquecerán más y más, dominados por sus propias pasiones, para luego hacerse juguetes del Diablo. Quién empieza por su ira, quién por su maldad, egoísmo, quién por la pereza o lujuria, por la obscenidad. Se dejan llevar por el vicio que más le atrae. Y Satanás les presenta tentaciones en ese aspecto, y trabaja, y trabaja con constancia ese aspecto en la persona, hasta que el vicio se ha hecho dueño completo de la persona, para dejarla sin armas para la tentación, para luchar contra ella, y la persona no es más persona, sino que su nombre es vicio, vicio absoluto. Cada uno el más capital, y cuando Satanás se ha hecho dueño de la persona en ese aspecto, entran rápido, por una puerta grande, sin trabas ni problemas, todos lo demás, y la persona ya es dominada totalmente por Satanás. Cada uno luchad contra vuestro vicio capital. Dadle alcance, heridlo de muerte y finalmente matadlo. Y reine en vuestra vida la virtud.
Que por vuestra lucha, vuestro vicio capital se convierta en vuestra virtud principal. ¡Oh, pobres hijos dominados por el vicio!, el vicio capital, el más grande: de la incontinencia. Incontinencia para el placer, querer gozar más y en esta vida siempre, para hallar así la condenación eterna. Vicio, placer, drogas, incontinencia en el beber, en el comer, gula, lujuria, avaricia, tener y tener, gastar, comprar. La persona manejada por las inclinaciones, por los vicios, para luego hacerse así juguete de Satanás. A los más valiosos, Satanás les tienta más, para hacerlos seguros secuaces suyos, y efectivos. Que trabajan constantemente en el mal, y le consiguen un mayor número de adeptos. Se encargan de reclutar almas para las filas del infierno. Estad en guardia. Ninguno sois libre de caer en sus manos. Orad, venceos, trabajad, sembrad. Labraos una vida digna, una vida de lucha constante. Estad en guardia, pues el enemigo busca cualquier resquicio que dejéis para entrar en vuestro corazón. No quiero pereza ni incontinencia, ni lujuria, ni ira, ni desvergüenza ... Respeto, paciencia, caridad, continencia, prontitud. Trabajo constante, recio y duro por su Reino. ¡Venga! No os dejéis vencer. Viene el enemigo y toda su tropa contra vosotros. Que no os encuentre sentados en el suelo con todo vuestro equipo por derredor, pensando: “Como ya somos del Ejército Vencedor, vamos a quedarnos aquí a descansar un rato. Si viene el Enemigo, el Señor ya se encargará de vencerlo. ¡Gloria a Dios!”. Y dicho esto, desde el suelo cada vez y cada vez más, tumbados.
El enemigo vendrá sobre vosotros, os asaltará en el momento más propicio, en el que hayáis bajado la guardia, y se hará con el trono, con la bandera y el cetro, implantando su reino en vosotros y luego en la tierra en más y más hombres. Arrebatando a Dios las conquistas que debían haberse realizado con vuestro medio. Permanece, permaneced en mi Amor.318
30-07-2001
Entregaos, entregad todo vuestro ser, no migajas de vuestro ser, sino todo. Toda persona sabe reconocer dónde hay amor verdadero. Lo reconocerá en vosotros, si lo tenéis, y ablandaréis su corazón hasta la propia conversión.
318 Cfr. Jn 15, 4-10.
319 Cfr. Ga 2,20; Ef 5,25.
320 Cfr. Rm 12,2.
321 Cfr. Mt 5,44.
322 Cfr. Ef 5,25.
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