Oremos todos los días por las Almas del purgatorio.
PRESIGNARSE: "En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén".
SEÑOR MÍO JESUCRISTO: "Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del
infierno. Ayudado de Vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más
pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén".
Se rezan cinco misterios:
EN SUSTITUCION DEL PADRENUESTRO:
"Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima Sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio.
Por los pecados y pecadores del mundo entero. Por los pecadores de la Iglesia universal, por los de mi propia hogar y dentro de mi familia, por la salvación de los niños que han muerto sin bautizar. Amén."
Por los pecados y pecadores del mundo entero. Por los pecadores de la Iglesia universal, por los de mi propia hogar y dentro de mi familia, por la salvación de los niños que han muerto sin bautizar. Amén."
EN SUSTITUCION DEL AVEMARIA:
"Jesús, María, os amo, salvad las almas".
TRES VECES AL TERMINAR LOS 5 MISTERIOS:
SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL TEN PIEDAD DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO.
AL FINALIZAR LA SALVE:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. AMÉN.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. AMÉN.
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