¿Que podemos hacer frente al racionalismo en el que vivimos?
Frente al racionalismo en el que muchos viven, porque uno de los rasgos de las sociedades en las que vivimos es el racionalismo: buscar la explicación a todo. Dice la Madre: “Hijos míos, no pierdan el tiempo haciendo preguntas a las que nunca reciben respuesta: al final de su viaje terreno se las dará el Padre Celestial.” Esas preguntas, a las que la Madre se refiere, son, en su mayoría, de orden existencial: pueden referirse a las inquietudes personales o bien, a la ciencia. Sin embargo, cabe destacar, la Madre no se opone al discernimiento personal ni a la investigación científica, sino más bien: a la búsqueda de la explicación de todo. Que es diferente. O sea, que la Madre quiere que también vivimos una especie de pequeñez mental, aprender a abandonarse en Dios y dejar de buscar respuesta a todo, porque al final del camino será Dios quien responda a todo. Él quiere que sea así y debemos aceptar Su voluntad.
Posteriormente dice María: “Sepan siempre que Dios lo sabe todo, Dios ve y Dios ama. Mi amadísimo Hijo ilumina las vidas y dispersa la oscuridad; y mi amor materno, que me trae a ustedes, es indescriptible, misterioso, pero es real. Yo expreso mis sentimientos hacia ustedes: amor, comprensión y afecto maternal.” Con estas palabras la Madre nos exhorta a vivir en el abandono providencial, a confiar en Dios, en Jesús y en Ella y orar, porque la oración es la que nos hace crecer en el abandono y en la confianza en Dios, en Jesús y en María.
Por lo que dirá seguidamente: “De ustedes, apóstoles míos, busco las rosas de su oración, que deben ser obras de amor; estas son para mi Corazón maternal las oraciones más queridas, y yo se las presento a mi Hijo, que ha nacido por ustedes. Él los ve y los escucha; nosotros siempre estamos cerca de ustedes.” Las rosas de la oración, que deben ser rosas de amor es el santo rosario (ramo de rosas) que María presenta a Jesús cuando lo hacemos con atención, con el corazón. La Madre está reforzando los mensajes anteriores que hablaban del Rosario. Entonces, al inicio del nuevo año, la Madre vuelve hablarnos del Rosario, por lo que este año, si es mariano, debe ser también Año del santo Rosario, porque fue la oración que más destacó la Madre en Fátima para detener la Primer Guerra Mundial y evitar la Segunda.
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