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martes, 28 de febrero de 2017

MUY IMPORTANTE. LÉELO. MENSAJES A LA PROFETA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS. LEÁNLO Y NO PASEN DE LARGO, EN ELLO PUEDE ESTAR NUESTRA SALVACIÓN.

El Enemigo está siempre muy pendiente de vosotros porque, consiguiendo tumbaros, consigue hacer mucho daño. Por eso: velad y orad. Orad y sacrificaos. Ayunad y haced penitencia.



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MENSAJES LA VERDADERA DEVOCION AL CORAZON DE JESUS TOMO 1.


13-02-2002 

(Miércoles de Ceniza) 
Jesús: Amada hija de mi España, escucha, escúchame: Amado Pueblo, ¿hasta cuándo tendré que soportar vuestro insolente hedor? ¿Hasta cuándo he de hacerlo? Decidme: ¿hasta cuándo? Mirad todas mis llamadas y mis llamadas a la penitencia desoídas y desoídas. ¿De verdad que mirasteis en el interior de vuestra alma y no visteis pecado? ¡Oh hijos!, ¡cómo estáis tan ciegos! Y mi Pueblo, ávido de placer, se entrega a sus orgías de los sentidos. Mirad: mi Pueblo os grita: “¡penitencia!, ¡penitencia!”. Porque mirad que si callan éstos, gritarán las piedras: “¡penitencia!” Y vosotros, desde vuestros púlpitos gritáis: “¡No arrepentíos!”, “¡no penitenciéis! Dejad esas prácticas para las viejas”

¡Oh oprobio que veo caer sobre vosotros y vosotros no os arrepentís! ¡Oh hijos!, ¡¿hasta cuándo soportar vuestro hedor que hacéis subir al Padre como oblación?! ¡Dios mío!, ¡sí!, ¡tengo que ser duro con vosotros porque vosotros habéis recibido tanto ...! Y no quisiera tener que llegar y no encontrar a mi Resto preparado. ¡Asesinos, asesinos de almas!433    Jesús mío: ¿quiénes son los asesinos de almas? Es el clero, son los dirigentes en España. Son los padres de familia, son los jefes. Son los que conducen a las masas tras de sí hasta caer en el abismo.434 ¡Oh Amada España!, mira que éste es mi último Llamamiento. Se os avecina un Gran Castigo si no estáis para arrepentiros, del cuál os veréis libres muy pocos. Sólo los que disponga mi Voluntad. Y para ello debéis estar preparados. Mirad que Yo vengo para advertiros. Mi Espíritu Santo ha sido derramado sobre vosotros en la forma simple que vosotros conocéis: ¡reconocedlo! Mirad que hoy, en esta Cuaresma, os llamo a la conversión. Quizá no dejaré que llegue otra Cuaresma más. 

Quizá éste es el último tiempo con que contáis de salvación. Arrepentíos ahora. Vestíos de sayal y de cilicio.435 ¡Por favor, gritad mi arrepentimiento!436 Sabed que grandes responsabilidades recaerán sobre vosotros, oh  jefes, si no lo hacéis. Y vendré Yo mismo para reclamároslas, no en breve, mas pronto. Pero ahora: ¡arrepentíos!, ¡arrepentíos! Gritad arrepentimiento. Proclamad conversión. Porque viene Yahveh, se acerca el Día de Yahveh y, ¿a cuántos he de encontrar preparados? Sí hija: reza, reza y ayuna, pues vengo, vengo Yo sobre las nubes del Cielo y, ¿os he de encontrar preparados? Es éste tu máximo trabajo, el primero y principal: ora y ayuna, salva así a la mayor parte que puedas de tu Pueblo. Colabora así Conmigo en la salvación.  Y adorado sea Cristo y Glorificado, que por su Santa Cruz, redimió al mundo. Amén.

433 Este es un grito del Señor por todos los asesinos de almas, los que les llevan a la condenación. 
434 Veía a grupos de gente conducida por alguien hacia el abismo. Y que esa gente caía. Diversos grupos de gente 
435 Cfr. Gn 37,34; 2 S 3,31; 21,10; I R 21,27; 2 R 6,30; 2 R 19,1s; Jdt 4,10. 14; 8,5; 9,1; 10,3; Est 4,1-4; Jb 16,15; Sal 32,12; 35,13; 69,12; I Mc 2,14; 3,47; II Mc 10,25; Is 15,3; 20,2; 22,12; 37,1s; 50,3; 58,5; Jr 4,8; 6,26; 49,3; Ez 7,18; 27,31; Dn 9,3; Jl 1,8.13; Am 8,10; Jon 3,5s. 8; Mt 11,21; Lc 10,13.   
436 Proclamad que se arrepientan. El arrepentimiento hacia Mí. Desde los púlpitos



MENSAJES EL TRIUNFO DE LA INMACULADA TOMO 2


25-02-09 

(Miércoles de Ceniza) 

Virgen: Quisiera recordarte algunas cosas. Cuanto tú, en el coche, me hablabas o hablabas a Jesús y le decías: “Me da pena de la gente tan maja y con tantas cualidades, pero que son orgullosos”. Él te decía: “No me sirven de nada esas cualidades si no hay humildad”. Entendiste que puedes hacer obras de caridad, sacrificios, obras de piedad… pero si no hay humildad, si te invade la soberbia y el orgullo, todas esas cosas no sirven de nada. Y que se apliquen esto quienes nos oyen y piensen que ellos son orgullosos. Nos oyen y piensan que no lucharon por desbancar en ellos el orgullo. Por lograr otras virtudes espirituales, sí, pero no por desbancar el orgullo. Que Yo les podía pedir todo, salvo su orgullo. Todo estaban dispuestos a darme, menos eso. Esa gente no me sirve de nada. Hija: toda la gente que, por estar en Movimientos religiosos, practicar obras de piedad o de caridad, vestir al desnudo, alimentar al hambriento…, por todas esas cualidades, alimenta su orgullo y su ego, diles, hija, que no me agradan. Orgulloso, que cuando te corrigen “montas en cólera”. Orgulloso, que no das tu brazo a torcer en tu criterio. Orgulloso, que prefieres quedarte solo, a admitir tu egoísmo y tu error.  Orgulloso. Sabes que tienes los días contados.

“Yo derribaré del trono a los soberbios orgullosos y dejarás de engreírte en mi Santo monte”54 Todo aquel, hija, que no ha corregido primero a sus propios hijos antes de corregir al resto, tendrá de mi parte la más severa corrección. Todo aquel que falte a la caridad murmurando o atentando contra el honor de su hermano, no será perdonado ni admitido en la Cena Pascual, mientras no haya ido y reparado el daño. Uno a uno. Con pelos y señales. Allá donde calumnió, desdecirse de ello y reparar la ofensa. Quiero un cambio de mentalidad en vosotros y ¿qué mejor día que éste para empezar: Miércoles de Ceniza? Imagínate que al final de tus días me presentas un montón de obras buenas, pero no me presentas la humildad. Sábete, hija mía, que te las tiraré por tierra. Con la humildad se construye todo lo demás. Si eres un soberbio orgulloso, no me sirve de nada todas esas “buenas obras” que me traes al final de tus días. Aunque engrosaron las listas de exámenes de conciencia.

¡Oh, Madre, qué dura eres! No. Sólo te digo lo que es verdad. Sólo te digo la verdad, hija, y más te vale que la transmitas al resto. ¡Oh! en esta Cuaresma quiero, hija, que todos vosotros os esforcéis por vivir el cristianismo. Tanto grandes como chicos.  ¡Oh, Marga mía! mimada de mi alma. Tu alma es mimada con delicadeza por Mí, aunque pienses que soy dura, no lo soy. Os merecíais mucha más dureza, que no empleo. En su lugar: caricias, caricias de Amor. Y alaba y bendice a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. ¿Quisieras sufrir más? Sí: pedidme sufrir más. Pedidme sufrimientos, como regalos de la Cruz por vosotros.  Todos deberíais pedir sufrimientos: son la marca de Dios sobre el alma, son el sello de su Amor y de su predilección. Amén.

 01-03-09 

Virgen: Querida Marga: A Mí has venido hoy. Quisiera encontrar en ti plena disposición a todo, y tú sabes que a veces vengo y no te encuentro. Vengo y tú estás a tus cosas, ajena y olvidada de las cosas de Dios, el Artífice de todo y el Dueño de todo. O afanada en las labores de casa o en los cuidados de tu familia o en tu misma pereza. No. Quisiera de ti un cambio grande en esta Cuaresma: que siempre estuvieras disponible para Dios. Que Él te pudiera usar. Apenas dejas tiempo para Nuestra explayación. ¿Y por qué poner cotas al Amor, hija? Dime, ¿por qué? Si el Amor es expansivo y busca la unión, busca anegar al alma en un profundo dolor. Busca hacerla una con su Pasión. El Amor es Paciente y Misericordioso. Rico en Clemencia y rico en Piedad55. El Amor es Comprensivo. El Amor es Unitivo. Y tú rehúyes esa unión cuando esa unión va más al fondo y te pide tu entrega total. Para estar metida en su Pasión todo el día, te pido tu entrega total. Para eso, realiza lo que Yo te digo. Yo te instruyo y Yo te preparo, como la Madre prepara a la Novia para el Esposo por toda la eternidad. ¿Qué Novia no es una con el Esposo? Y si el Esposo está crucificado, ¿qué Novia escapa a esa Unión? Sí. Sé una con Él. Hazlo. Porque no responde más que a tu esencia: Profeta.

¡Oh, Profeta! ¡Profeta querida, profeta amada! Profeta como a la antigua usanza del Evangelio, de la Palabra de Dios. Profeta marcada por su vida. Que su vida responde a un símbolo de Dios, que Dios emplea para ser visto por los hombres. Profeta perseguido, profeta odiado. Como Jesús.  (Lo dice con mucha Ternura) Profeta consolado en las adversidades, profeta sostenido. Llevado en las palmas de la mano. Aupado. Sí: Yo te amo, Marga. ¿Sabes, hija? No sólo profeta como en Antiguo Testamento, vosotros mayor. Porque tenéis a Jesús. Tenéis la Eucaristía. Bien. Ahora ve a lo que te toca hoy. Y sé caritativa y paciente con todos. Llévame contigo. Estate hablándome todo el día. Verás qué bonito. Amén. Te alabo y te bendigo, oh Dios, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos de este mundo y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque a ti te ha parecido así bien56. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Te digo, hija: apacienta al Cordero con los pastizales de tu corazón. Sí: Él necesita de ti, al mismo tiempo que tú necesitas de Él. Come su Corazón al mismo tiempo que déjale que coma del tuyo. Comer su Amor. Que ése sea vuestro alimento.  “Mi alimento es estar en las cosas de mi Padre”57 “Mi alimento es hacer la Voluntad de Dios”58 Que sea esa Voluntad en vuestra vida. Hijos, os voy a enseñar la verdadera Caridad. La Verdadera Caridad no es la que nunca corrige y nunca reprende59. La Verdadera Caridad es la que busca el bien de la otra persona, y ese bien es enmendar las sendas torcidas, enderezar el árbol que crece maltrecho. Y cuanto antes se enderece, mejor, para que llegado el momento no sea demasiado tarde y no se pueda trabajar ya en esa vida. A quien queremos, ¿le dejamos en su error? ¿No es muestra del amor hacia esa persona corregir y mostrar el camino correcto? Aunque se enfade. Te lo agradecerá en la otra vida. Quiero mostrarte y mostraros, hija, cuál es la verdadera Caridad. No es Caridad verdadera dejar que la persona a quien queramos se conduzca hacia el Abismo. No es Caridad.

No confundáis Caridad con comodidad o idolatría. Idolatría de vosotros mismos, que no os sometéis a trabajos y esfuerzos por los demás, sino sólo a consideraciones externas y alabanzas vanas. (Que no corregís por no caer mal) ¡Oh…! ¿Creéis que si Yo os amara, no os corregiría y regañaría? Hijos, entonces una madre, ¿qué hace con sus hijos díscolos? ¿Los deja enredarse en sus mismos defectos? ¿Los deja en su error y deja que el vicio les coma más y más hasta no poderse desprender de él? No: una madre, porque ama, reprende y corrige. Con razón piensan vuestros hijos que no les amáis: porque no les corregís. Y quiero enseñarte, hija, cuál es la verdadera corrección. La verdadera corrección no es la que busca el propio desahogo, tanto verbal como físico. No, hija, eso se llama odio y egoísmo. La verdadera corrección pondera, antes de realizarse, el bien que va a hacer y no piensa nunca en sí mimo.

¿Cómo dejar que vuestros hijos equivoquen las sendas? ¿Es que no les amáis? Dios, a quienes ama, reprende y corrige. ¿Puedo Yo dejar de decíroslo? No. Porque os amo. Y una Madre Amable y Amorosa nunca dejaría a sus hijos perderse. Yo no aguanto sobre mi Mesa hijos que no quieren compartir mi pan. A esos hijos los mando a comer fuera. ¿Les castigas? Sí, mi vida. Y lo hago con lágrimas en los ojos, como tú ahora. Has captado el Dolor inmenso de mi Corazón. Dice el Señor: “Voy a derribar del trono a los soberbios y orgullosos. Voy a hacerlo. Y no volverán a engreírse en mi Santo Monte”.60 Porque Yo os preparo y porque Yo formo mi Ejército de Mártires de Su Amor. ¡Oh!, ¡¡por qué estáis viendo todo esto como una carga!! Echáis las culpas a quienes no os lo saben transmitir. ¿Pero vosotros ponéis de vuestra parte? ¿Me habéis preguntado, acaso, qué quiero Yo y qué opino Yo? Y si lo habéis hecho: ¿qué habéis escuchado? Pues actuad en consecuencia. Mamá: has sido dura con todos. ¡Sí! Porque os Amo. Os amo, hija, y no quiero vuestra condenación. Os amo, y no quiero vuestra terquedad. Os amo, y no me gusta vuestra equivocación ni que equivoquéis las sendas. Os amo. Por eso os reprendo y corrijo.

54 So 3,11; Cfr. Lc 1,52.
55 Cfr. Ex 34,6.
56 Mt 11,25s.
57 Cfr. Lc 2,49.
58 Cfr. Jn 4,34; 6,38; 17,4.
59 Cfr. Ap 3,19; Dt 8,5; Pr 3,12; Hb 12,5s; Jb 5,17.                                                              
60 So 3,11; Cfr. Lc 1,52

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